miércoles, 25 de noviembre de 2009

"Nacionalismo es caciquismo, con Autonomía y música".






Fernando Savater. LA PROVINCIA/DLP.

- En los últimos años se ha destacado usted por una crítica feroz al nacionalismo. En Canarias gobierna un partido nacionalista que lleva cinco legislaturas. ¿Es consustancial al nacionalismo hacerse con el poder y no soltarlo?
- Eso es lo que se ha visto en todos los casos, esa voluntad de perpetuación es evidente. En el fondo, el nacionalismo no es otra cosa que el viejo caciquismo español de siempre con Autonomía y banda de música. De hecho, el nacionalismo se entiende con el Gobierno central con los mismos mecanismos que ya usaban los caciques, que consiste en decirle "tú déjame a mí mano libre en mi territorio, que yo te apoyo a ti en el Parlamento con mis diputados". Cánovas y Sagasta gobernaron así decenios. Eso está muy reflejado en la novela del siglo XIX…
- ¿Es el nacionalismo una enfermedad de la política, como creían Ortega o Lenin?
- Yo creo que el nacionalismo es una dolencia, pero también que algunos son peores que otros. Hay casos graves y casos leves. Hay algunos nacionalismos que no pasan de ahí, de ser puro caciquismo actualizado, y luego hay otros que tienen un componente étnico, o que juegan con la amenaza del independentismo. Aunque lo que quieren no sea la independencia, sino la gestión indefinida de esa amenaza, que es lo que da dinero y posibilidades de influencia. Lo malo es que se ha creado la impresión de que todo el mundo, para lograr ventajas políticas, tiene que poner cara de nacionalista. Y ahora tenemos 17 nacionalismos diferentes, 17 regiones inventando mitos identitarios y banderas, y usando un lenguaje sobre "los de aquí" frente a "los de Madrid". Ese tipo de lenguaje absurdo se produce porque los políticos han llegado a la conclusión de que si no se disfrazan de nacionalistas no van a conseguir nada. Y así, lo que ocurre es que nadie quiere ser como los demás, cuando lo perfecto sería que en un Estado de Derecho, todos fuéramos como los demás, iguales en derechos y garantías.
- Coalición Canaria no abanderó el independentismo en sus orígenes. En 1993, cuando comienza a actuar como opción política, no se define como nacionalista, sino como 'canaria'. Pero en los últimos tiempos el componente nacionalista es más denso en los discursos de Coalición Canaria… - Por lo que he visto, así es. Es curioso, porque cuando yo empecé a venir a Canarias, no hace tanto, el independentismo sólo existía en algunos personajes más o menos conocidos y folclóricos. Lo que había era lo contrario, miedo a que España se olvidara de Canarias. La mayoría de los canarios reivindicaban su españolidad, defendían que se tuviera en cuenta su insularidad. Ahora hay una obsesión con la amenaza independentista (algo que todo el mundo sabe que no se va a cumplir), pero que está ahí, y que sirve para obtener ventajas.
-Hay incluso un medio de comunicación -el periódico 'El Día'- que reivindica claramente el independentismo. Pero en Coalición el verbo se maquilla, y se habla de 'soberanismo'. ¿Cree que significa lo mismo?
- Habrá que preguntárselo a ellos. Desde que existe, el Estado se basa en la ciudadanía, y todo lo que no sea la soberanía del pueblo español es folclore. No hay ni bases históricas ni étnicas, pero si fueran propuestas, si alguien dijera "esto es lo que nosotros creemos que va a ser lo mejor", habría que razonar esa petición, y no alcanzo a ver qué ventajas podría tener Canarias al independizarse de Europa. Porque dejar de pertenecer a España es dejar de pertenecer a Europa.
- En las reformas de los Estatutos de Autonomía que se han producido en los últimos años se tiende a resaltar la diferencia como un valor.
- La diferencia no es un valor, es un hecho. Si en ocasiones ese hecho tiene valor en la gestión de la comunidad, pues es lógico que se tome en cuenta. No es lo mismo administrar una región insular que una región de montaña. Pero las diferencias no son para enorgullecerse. Lo de que hay que ser diferente por ser diferente, eso es algo clínicamente estudiado. Freud escribió del narcisismo de las pequeñas diferencias, que es el que padecen quienes están constantemente buscando algo que los distinga de su prójimo, porque ven que su única identidad es "no parecerse a". Se trata de gente que tiene pánico a la semejanza y a la fraternidad. Gente ingenua puede caer ahí de forma inocente, pero en general, cuando se traslada a la política, creo que se hace porque es rentable.
-En Canarias el discurso identitario se ha vinculado en los últimos años al desprecio a quien viene de fuera. Canarias es región frontera, y aquí llegan miles de personas en pateras y cayucos para alcanzar Europa… Santa Cruz de Tenerife es la única capital en la que hubo una manifestación xenófoba a la que acudieron un par de miles de personas.
-Ese discurso político en Europa es el del fascismo. Eso es lo que sostiene Le Pen o lo que en su día sostuvo Sabino Arana. La sociedad se acoraza y se blinda frente al de fuera. Es muy peligroso, y por eso la cuestión de la inmigración es tan importante. Una postura excesivamente buenista puede provocar reacciones que den pábulo a los grupos xenófobos, a quienes hacen demagogia. Es lógico que en una sociedad como la canaria este asunto preocupe. Pero es un asunto humanitario que debemos resolver las personas civilizadas. No puede resolverse con gritos y patochadas racistoides.
- Dije usted una vez que su patria es su infancia…
- Le copié a Rilke. Lo que podemos llamar patria está ligado a los recuerdos de infancia. Pero también hay una patria ilustrada, una patria racional que son los derechos, la ciudadanía, la abolición de la pena de muerte.
- En el País Vasco camina con dificultades el acuerdo entre PSOE y PP. ¿Es un pacto exportable a otras regiones?
- Allí era un pacto necesario. Desde los movimientos cívicos vascos luchamos mucho por él, mientras que los que hoy forman ese pacto nos acusaban de ser crispadores por proponerlo. Yo creo que se ha visto que ese acuerdo era imprescindible si se quería ofrecer una alternativa al nacionalismo. Al margen de los aciertos que pueda tener el Gobierno de Patxi López, sólo el hecho simbólico de que haya un gobierno no nacionalista es de enorme importancia. Porque una cosa es saber que uno pertenece a una nación, y otra cosa ser nacionalista. Creo que ahora se puede vivir en el País Vasco sin necesidad de griteríos, y volver -con toda naturalidad- a ver la Vuelta ciclista a España, a que la selección española juegue, a escuchar el discurso del Rey el día de Nochebuena, a saber que formamos parte de un país. El nacionalismo debe ser un proyecto político, pero no es aceptable que sea obligatorio que los nacionalistas sean los que tengan que mandar. La mentalidad de que los que no son nacionalistas no pueden dirigir el Gobierno, es fruto de un pintoresquismo que ha causado muchos muertos.
- ¿Por qué al nacionalismo le ha sido tan sencillo seducir ideológicamente a la izquierda?
- Es algo que siempre me ha dejado asombrado. Además, no ocurre en otros países de Europa. En Europa, hay nacionalismos, pero son muy de derechas o de extrema derecha. No hay nadie de izquierdas en Italia que piense que Umberto Bossi es un regenerador de la sociedad. Los nacionalismos son retrógrados. Y el lema de la izquierda ha sido el internacionalismo. Pero aquí se produjo un cruce con el multiculturalismo y el anticolonialismo, que contagió a las izquierdas que se dicen nacionalistas.
- ¿No pudo tener algo que ver con una respuesta al centralismo de la época de Franco?
- El separatismo ha sido el enemigo de la democracia y la modernización en España desde el XIX. ¿Por qué andamos aún con el debate de las lenguas? Porque no ha habido una educación pública que garantice una vertebración política y cultural del país. España es el único país europeo en el que hay ciudadanos que no tienen derecho a ser educados en la lengua oficial mayoritaria del país pese a que lo avala el Tribunal Supremo.
- ¿La crisis está desmovilizando a la ciudadanía?
- Es probable que haya cierta apatía. La gente se ocupa de lo colectivo cuando no está ocupada de lo que le pasa a su familia. En las crisis, no suele haber grandes movimientos sociales. Y además hay una desmovilización favorecida porque los políticos dan una visión muy sectaria. Y eso es desmovilizador.
- Cree que existen recetas para hacer frente a la crisis?
- Siempre desconfío de la gente a la que se le ocurre una idea genial que lo resuelve todo. Prefiero la gente que me propone ideas y soluciones parciales, y que me promete que van a seguir fijándose en cómo va la cosa. No creo en las alternativas a todo lo existente.
- Desmonta la revolución…
- Los movimientos revolucionarios son lo más antiprogresista que hay. El milenarismo es lo contrario del progresismo.
- ¿Le sorprenden los actuales niveles de corrupción?
- Me sorprende que haya estado impune tanto tiempo. La corrupción existe donde hay libertad. Soy muy pesimista y creo que los seres humanos hacemos todo el mal que nos dejan, y si no nos dejan hacer mal, no podemos hacerlo.
- En Canarias, la falta de participación electoral ronda el 50%, la más alta del país.
- Eso sólo se arregla con educación y lucha. Hay gente que no hace nada porque cree que todo se arreglará solo

martes, 24 de noviembre de 2009

Un artículo de Silvela (1898).- España sin pulso.


Varones Ilustres, ¿hasta cuándo seréis de corazón duro?
¿Por qué amáis la vanidad y vais tras la mentira?." (Isaías. Salmo IV )
Quisiéramos oír esas o parecidas palabras brotando de los labios del pueblo; pero no se oye nada: no se percibe agitación en los espíritus, ni movimiento en las gentes.
Los doctores de la política y los facultativos de cabecera estudiarán, sin duda, el mal: discurrirán sobre sus orígenes, su clasificación y sus remedios; pero el más ajeno a la ciencia que preste alguna atención a asuntos públicos observa este singular estado de España: dondequiera que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso.
Monárquicos, republicanos, conservadores. liberales, todos los que tengan algún interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso.
Las turbulencias se encauzan, las rebeldías se reprimen, hasta las locuras se reducen a la razón por la pena o por el acertado régimen, pero el corazón que cesa de latir y va dejando frías e insensibles todas las regiones del cuerpo anuncia la descomposición y la muerte al más lego.La guerra con los ingratos hijos de Cuba no movió una sola fibra del sentimiento popular. Hablaban con elocuencia los oradores en las cámaras de sacrificar la última peseta y derramar la postrer gota de sangre... de los demás ; obsequiaban los Ayuntamientos a los soldados, que saludaban y marchaban sumisos, trayendo a la memoria el Ave César de los gladiadores romanos : sonaba la Marcha de Cádiz ; aplaudía la prensa, y el país, inerte, dejaba hacer. Era, decíamos, que no interesaba su alma una lucha civil, una guerra contra la naturaleza y el clima, sin triunfos y sin derrotas.Se descubre más tarde nuestro verdadero enemigo ; lanza un reto brutal; vamos a la guerra extranjera; se acumulan en pocos días, en breves horas, las excitaciones más vivas de la esperanza, de la ilusión, de la victoria, de las decepciones crueles. de los desencantos más amargos, y apenas si se intenta en las arterias del Suizo y de las Cuatro Calles una leve agitación por el gastado procedimiento de las antiguas recepciones y despedidas de andén de los tiempos heroicos del señor Romero Robledo.Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero ella significa nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que descubrimos y conquistamos; todos ven que alguna diligencia más en los caudillos, mayor previsión en los Gobiernos hubieran bastado para arrancar algún momento de gloria para nosotros, una fecha o una victoria en la que descansar de tan universal decadencia y posar los ojos y los de nuestros hijos con fe en nuestra raza : todos esperaban o temían algún estremecimiento de la conciencia popular; sólo se advierte una nube general de silenciosa tristeza que presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vida, ni costumbres, ni diversiones, ni sumisión al que, sin saber por qué ni para qué, le toque ocupar el Gobierno.Es que el materialismo nos ha invadido, se dice : es que el egoísmo nos mata: que han pasado las ideas del deber, de la gloria, del honor nacional; que se han amortiguado las pasiones guerreras, que nadie piensa más que en su personal beneficio.Profundo error ; ese conjunto de pasiones buenas y malas constituyen el alma de los pueblos, vivirán lo que viva el hombre, porque son expresión de su naturaleza esencial. Lo que hay es que cuando los pueblos se debilitan y mueren su pasiones. no es que se transforman y se modifican sus instintos, o sus ideas, o sus afecciones y maneras de sentir; es que se acaban por una causa más grave aún : por la extinción de la vida.Así hemos visto que la propia pasividad que ha demostrado el país ante la guerra civil, ante la lucha con el extranjero, ante el vencimiento sin gloria, ante la incapacidad que esterilizaba los esfuerzos y desperdiciaba las ocasiones la ha acreditado para dejarse arrebatar sus hijos y perder sus tesoros; y amputaciones tan crueles como el pago en pesetas de las Cubas y del Exterior, se han sufrido sin una queja por las clases medias, siempre las más prontas y mejor habilitadas para la resistencia y el ruido.En vano la prensa de gran circulación, alentada por los éxitos logrados en sucesos de menor monta, se ha esforzado en mover la opinión, llamando a la puerta de las pasiones populares, sin reparar en medios y con sobradas razones muchas veces en cuanto se refiere a errores, deficiencias e imprevisiones de gobernantes: todo ha sido inútil y con visible simpatía mira gran parte del país la censura previa, no porque entienda defiende el orden y la paz, sino porque le atenúa y suaviza el pasto espiritual que a diario le sirven los periódicos y los pone más en armonía con su indiferencia y flojedad de nervios. No hay exageración en esta pintura, ni pesimismo en deducir de ella, como en el clásico epigrama,
que una cosa tan bellacano puede parar en bien.
Que contemplen tal y tan notorio estrago los extraños con indiferencia, y que lo señalen y lo hagan constar los que pudieran ser herederos de nuestro patrimonio con delectación poco disimulada, se explica : pero los que tienen por oficio y ministerio la dirección del estado no cumplirán sus más elementales deberes si no acuden con apremio y con energía al remedio, procurando atajar el daño con el total cambio del régimen que ha traído a tal estado el espíritu público.Hay que dejar la mentira y desposarse con la verdad; hay que abandonar las vanidades y sujetarse a la realidad, reconstituyendo todos los organismos de la vida nacional sobre los cimientos, modestos, pero firmes, que nuestros medios nos consienten, no sobre las formas huecas de un convencionalismo que, como a nadie engaña, a todos desalienta y burla.No hay que fingir arsenales y astilleros donde sólo hay edificios y plantillas de personal que nada guardan y nada construyen: no hay que suponer escuadras que no maniobran ni disparan, ni citar como ejércitos las meras agregaciones de mozos sorteables ni empeñarse con conservar más de lo que podamos administrar sin ficciones desastrosas, ni prodigar recompensas para que se deduzcan de ellas heroísmos, y hay que levantar a toda costa, y sin pararse en amarguras y sacrificios y riesgos de parciales disgustos y rebeldías, el concepto moral de los gobiernos centrales, porque si esa dignificación no se logra, la descomposición del cuerpo nacional es segura.El efecto inevitable del menosprecio de un país respecto de su Poder central es el mismo que en todos los cuerpos vivos produce la anemia y la decadencia de la fuerza cerebral : primero, la atonía, y después, la disgregación y la muerte.Las enfermedades´ dice el vulgo, que entran por arrobas y salen por adarmes, y esta popular expresión es harto más visible y clara en los males públicos.La degeneración de nuestras facultades y potencias tutelares ha desbaratado nuestra dominación en América y tiene en grave disputa la del Extremo Oriente; pero aún es más grave que la misma corrupción y endeblez del avance de las extremidades a los organismos más nobles y preciosos del tronco, y ello vendrá sin remedio si no se reconstituye y dignifica la acción del Estado. Engañados grandemente vivirán los que crean que por no vocear los republicanos en las ciudades, ni alzarse los carlistas en la montaña, ni cuajar los intentos de tales o cuales jefes de los cuarteles, ni cuidarse el país de que la imprenta calle o las elecciones se mixtifiquen, o los Ayuntamientos exploten sin ruido las concejalías y los Gobernadores los juegos y los servicios, está asegurado el orden y es inconmovible el Trono, y nada hay que temer ya de los males interiores que a otras generaciones afligieron. Si pronto no se cambia radicalmente de rumbo, el riesgo es infinitamente mayor, por lo mismo que es más hondo´ y de remedio imposible, si se acude tarde ; el riesgo es el total quebranto de los vínculos nacionales y la condenación, por nosotros mismos, de nuestro destino como pueblo europeo y tras de la propia condenación, claro es que no se hará esperar quien en su provecho y en nuestro daño la ejecute.
Artículo de Silvela publicado sin firma en el diario madrileño.
El Tiempo el 16 de agosto de 1898

Están llegando a la sabiduría


Hay quien necesita afirmarse en lo que sabe y sigue aprendiendo, estudiando, analizando, investigando, ampliando ese círculo que dijimos.

Lo atrae lo desconocido y para él resulta desconocido todo lo que no sabe, aunque ya lo sepan otros.

Y cuanto más sabe, más se dilata el circulo que abarca sus conocimientos y más crece su frontera con lo que ignora, más conciencia tiene de la inmensidad con la que limita y más le retorna a la mente la famosa sentencia «Hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que alcanza tu filosofía».

Ese es el sabio ya: quien es plenamente consciente de los límites de su saber y percibe a su alrededor los amplísimos espacios de sus ignorancias. De ahí su actitud natural: la angustia del saber que lo conduce al borde mismo de las incógnitas simas de todo cuanto ignora. El vértigo del sabio, que no padece el necio.

El especialista profundo que sabe mirar hacia otros lados- se atesora la esencia, el núcleo de la sabiduría humana. Pueden ser unos cuantos miles en todo el mundo, no me atrevo a aventurar la cifra.Este es el panorama habitual del sabio. Tiene conciencia de su saber y de que hay otras cosas que saben otros y muchas más que no sabe nadie y es capaz de calcular y de prever la dimensión de lo que ignora. Y se ve obligado, de continuo, angustiosamente, a mantener el equilibrio del conocimiento, a no dejarse arrastrar hacia la amenazadora ansiedad que produce lo inabarcable.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Comentando los cometarios



"No hemos criticado en ningún momento su método didáctico",
Están en su derecho de hacerlo,
"simplemente hemos expuesto nuestras dudas sobre como realizar un trabajo que nos pone en peligro nuestra nota de historia",
No se agobien por la nota, vamos bien.
"hay algunas personas, que aunque usted no lo crea, estamos interesados en aprender Historia de España y no creo que de esta forma podramos lograr hacer un comentario de texto histórico correcto y mucho menos, aprender el tema".
Les garantizo que ésta es la única forma, aunque ahora no se lo crean. No obstante advertirles que deben intentar, los que quieren aprender, que los que molestan no molesten y dejen trabajar en clase.
"Basándonos en ejemplos no podremos hacer nuestro propio comentario sino nos copiaremos de la estructura del ejemplo".
¿Entonces cómo quieren que se les enseñe a hacer...".
"Y no nos parece adecuado que su contestación aparezca en la página web y no lo halla dicho en clase. Aun así, muchas gracias por su contestación y tomarse las molestias".
Ese Halla es peligroso, muy peligroso. Lo he contestado aquí porque no sé en que clase está el que hace el comentario. No obstante en las clases del viernes comenté los comentarios.
"yo también estoy interesado en aprender Historia de España aunque a veces dudo que usted pueda llegar a creerlo o tomarme en serio. En las clases de Historia me siento como si no estuviéramos haciendo nada y créame, yo pongo todo el empeño. No me ubico en ningún tema, ni siquiera seguimos una línea general. Sinceramente, no creo que el problema sea mío".
¿Por qué no plantea ésto en clase?.
"Podríamos llevar los apuntes a clase y comentarlos como si fuera un libro de texto".
Eso es lo que les estoy suplicando día a día y hay muchíiííísimos que no se enteran.
"Actualmente nosotros no sabemos como realizar un comentario de texto (tanto histórico como, literario, como del tipo de materia que se realice). Y no tenemos culpa de que hasta ahora nadie nos haya explicado como realizarlo, nosotros simplemente aprendemos lo que los profesores están dispuestos a enseñarnos y NO SABER es algo que nos preocupa y tenemos la necesidad de SABER"
¿Cree que yo no estoy participando de su preocupación y que no quiero responder a su preocupación por aprender?.
"Yo leo este blog, aunque no tengo que ver con su Instituto. No entiendo que pidan que les digan cómo se hace un comentario de texto. Vean en su blog:
Gracias por seguirnos, espero sus sugerencias.

Repasando lo ya dicho.


Leo con calma y atención sus comentarios, ésto está empezando a funcionar.
Se están dando cuenta que no saben, pueden empezar a aprender.
Quieren además conocer la Historia reciente de España, para entender el presente. Están viendo que tiene utilidad la historia.
Están preocupados por su nota de PAU, perfecto. Yo también.
Recuerden que no les van a calificar lo mucho que saben sino:
*.- el orden expositivo seguido,
*.- el cuidado de la ortografía,
*.- la calidad literaria de la redacción.
*.- primándose aquellos ejercicios que demuestren un mayor grado de madurez por parte del alumno.
Recuerden que tienen plena libertad para desarrollar su exámen y demostrar su madurez: "el alumno podrá componer, estructurar y desarrollar libremente los contenidos y argumentaciones de las diversas cuestiones planteadas, aunque sin salirse de ellas y tratando de responder a los aspectos concretos que se les ha formulado en el enunciado".
Tienen que hablar sobre el tema que les proponen.
Recuerden: "se valorará no sólo el nivel de conocimientos adquiridos, sino también:
*.- el grado del comprensión de los fenómenos analizados.
*.- la madurez de planteamientos demostrada, y ello referido tanto a la capacidad de conceptualización y síntesis como a la de relación, análisis y estructura racional.
Por ello, para su calificación deberá atenderse a:
*.- La calidad y el orden de la exposición: clasificación y ordenación de los conocimientos de forma lógica, coherente y progresiva.
*.- La ubicación de la cuestión y sus diferentes elementos en sus coordenadas espacio-temporales precisas, sin que tampoco sea necesario el abusivo recurso a la cronología detallada y minuciosa.
*.- La inclusión, en cada caso, de los aspectos relevantes de la cuestión planteada:
*.- presentación de antecedentes;
*.- determinación de causas y consecuencias;
*.- caracterización de actores y factores;
*.- planteamiento de los rasgos generales de fenómenos o acontecimientos analizados;
*.- apreciación de matices y singularidades,
*.- recurso al análisis comparado de realidades plurales,
*.- percepción del alcance y significación de un determinado proceso o fenómeno histórico, etc.
*.- La riqueza de las argumentaciones manejadas, primando:
*.- el empleo de variadas evidencias históricas
*.- y la diferenciación entre hechos, opiniones y juicios valorativos.
*.- El recurso a elementos de comprensión racional y de elaboración interpretativa del propio alumno en detrimento de los aspectos meramente memorísticos.
*.- La utilización adecuada del lenguaje propio de la Historia: manejo de los conceptos y términos relativos a la cuestión planteada.
Por cursos anteriores, y por no haber trabajado nunca así, el primer trimestre, como ustedes dicen, es muy "chungo".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Aceptando la sugerencia recibida.


Me llega un comentario de interés. Dice así:
"A mí de nada me sirve un ejemplo.
Creo que los alumnos necesitamos un guión con la serie de características que debe cumplir un comentario de texto. Sinceramente me parece lo más lógico y sencillo. De esta forma todos nos ahorraríamos muchos disgustos. No sé el motivo por el que aún no nos lo ha dado. Me parece bien practicar nuevos métodos didácticos, pero tenga en cuenta que este año no se puede jugar con la nota de esta forma; nos enfrentamos a la PAU y aquí sólo accede a la carrera elegida el que haya conseguido llegar a la nota de corte establecida. Téngalo en cuenta, póngase en nuestra posición."
Respondo:
*.- En primer lugar decirles que me pongo en su situación y por ello intento organizar las cuestiones y el trabajo de las clases de forma que les sean más rentables.
*.- Segundo, no estoy practicando nuevos métodos didácticos, he sido director de grupos docentes de innovación educativa hace años (específicamente de Historia de España). Como consecuencia de esta experiencia, y de mis estudios de Pedagogía y Didáctica, cuando se implantó la LOGSE, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias me encargó que redactase el Currículo oficial para esta Comunidad. Así lo hice y está publicado en Documentos específicos y en el propio Boletín Oficial de Canarias (aunque no lleve mi firma).
*.- Por otro lado, los "métodos" que yo pretendo utilizar son tan viejos que dejan mucho más atrás los métodos antidiluvianos del aprendizaje memorístico y de la repetición mecánica de lo aprendido (sin entender y sin aplicación práctica a nada), aunque éstos sean más cómodos porque exigen menos trabajo y no necesitan de la reflexión y el razonamiento.
*.- Les puedo asegurar que la forma de trabajo que he intentado con ustedes es agobiante para quien tiene que leer múltiples temas y comentarios de 145 alumnos. Es mucho más cómodo el exámen por evaluación, sin materiales y sin ensayos previos y quizás resuelva la cuestión con ésta evaluación clásica y no innovadora.
Estoy siendo flexible, además, con aquellos alumnos que entregan los trabajos fuera de tiempo y leo y releo, una y otra vez, sus ejercicios cuando ustedes me lo piden. Quizás estoy haciendo algo que no es educativo: el que no entrega en la fecha fijada ya no se recoge, las reclamaciones a las calificaciones se formulan oficialmente y de forma razonada, etc.
*.- Lo fundamental: No les he entregado un esquema de Comentario hasta ahora, como ya se lo he dicho ya en clase, porque este es un problema no resuelto en la Subcomisión correspondiente de la Coordinación de Historia para la PAU. Estaba esperando tenerlo para empezar a trabajar siguiéndolo. No les puedo dar un esquema que luego no le guste "a quien les corrija su ejercicio en PAU" (que no se sabe quién es y que opina de los comentarios).
*.- Señalarles, además, que para Comentar un DOCUMENTO histórico (que no texto) la primera cuestión imprescindible es SABER QUÉ DICE y QUÉ QUIERE DECIR LO QUE DICE EN EL CONTEXTO PRECISO AL QUE SE REFIERE el documento. Ahí estábamos. Es la fase más difícil y donde los actuales alumnos de bachillerato (que vienen de la ESO) fallan estrepitósamente.

Por todo ello, quizás tenga razón quién me hace llegar esta sugerencia.
En primer lugar elimino los "dos ejemplos" y les ofrezco uno (no es mío):

Aquí tienen un posible esquema de comentario:
Una de las ideas que más me ocuparon había sido la reunión, la concentración de los mismos pueblos geográficos que las revoluciones y la política han disuelto y dividido; de manera que contándose en Europa más de treinta millones de franceses, quince de españoles, quince de italianos y treinta de alemanes, hubiera querido hacer de cada uno de estos pueblos un solo cuerpo de nación (...); !Yo me juzgaba digno de tamaña gloria! (...) En tal estado de cosas podía haber más probabilidades de conseguir en todas partes la unidad de códigos, de principios, opiniones, sentimientos, ideas e intereses. Acaso entonces, con el apoyo de las luces universalmente extendidas, hubiera sido permitido soñar la gran familia europea (...).Nadie podría negar que si, al entrar en España, Austria, en vez de declararme la guerra, me hubiese dejado cuatro meses de estancia en España, todo hubiese terminado allí y en tres o cuatro años se habría visto una paz profunda, una prosperidad brillante, y una nación compacta (...).Como quiera que sea, esta reunión (la de Europa) se hará tarde o temprano (...) el impulso está ya dado, y no creo que después de mi caída y la aparición de mi sistema pueda haber en Europa otro gran equilibrio que la reunión y la confederación de los grandes pueblos."Palabras de Napoleón el 11 de noviembre de 1816. J. Carpentier y F. Lebrun. Breve historia de Europa. Ed. Alianza.
1. Lectura y preparación
En primer lugar haremos una lectura superficial del texto que nos inicie en su significado. No realizaremos ni anotaciones ni subrayados, sólo leeremos. A continuación procederemos a una segunda lectura, esta vez detenida.A través de esta segunda lectura preparamos el texto mediante:
El subrayado de términos:
Europa / Revolución / Código / Luces / Nación / Confederación.
El subrayado de ideas fundamentales:
Se efectúa sobre aquellos conceptos que delimitan las líneas maestras del texto. Constituirán el fundamento de las referencias textuales. En este escrito destacamos las siguientes:
“(...) la reunión, la concentración de los mismos pueblos geográficos que las revoluciones y la política han disuelto y dividido.”
“!Yo me juzgaba digno de tamaña gloria!”
“(...) conseguir en todas partes la unidad de códigos, de principios, opiniones, sentimientos, ideas e intereses.”
“Como quiera que sea, esta reunión (la de Europa) se hará tarde o temprano (...) el impulso está ya dado.”
2. Clasificación del texto
a) Naturaleza.Es un texto histórico-literario con reflexiones autobiográficas.
b) Circunstancias espacio-temporales.Escrito en la isla de Santa Elena en el año 1816.
c) Autor. Napoleón Bonaparte (1769-1821).
Durante la Revolución Francesa fue un importante militar. Protagonista del Golpe de Estado de Brumario de 1799 ostententó el título de Primer Cónsul (más tarde, Cónsul Vitalicio). En 1804 se proclamó emperador. Tras guerrear con las potencias europeas (Austria, G. Bretaña, Rusia, Prusia, España, etc.) fue vencido y desterrado a la isla de Elba. Vuelto a Francia y de nuevo en el poder, fue derrotado definitivamente en Waterloo y desterrado a Santa Elena en 1815, donde murió.
Se trata de un texto en el que Napoleón evoca sus ideas sobre cómo lograr una Europa unida bajo su mandato. Naturalmente, las opiniones que expresa tienen un carácter marcadamente subjetivo pues el autor de estas líneas vivió en primera persona los acontecimientos sobre los que reflexiona.
3. Análisis del texto
Este texto puede dividirse en cuatro partes coincidentes con los cuatro párrafos que lo componen.En el primer párrafo Napoleón expone que las circunstancias históricas han dividido a los pueblos de Europa entre los que se encuentran el francés, el español, el italiano o el alemán. Él hubiese querido terminar con tal situación y para ello se considera el elegido.En el segundo párrafo explica que bajo la influencia y apoyo de las ideas ilustradas (luces) hubiese sido posible la unión de los pueblos en una sola comunidad de opiniones, sentimientos, códigos y cultura.En el tercer párrafo expresa una especie de queja sobre los obstáculos que encontró en la empresa, derivados de las guerras que hubo de a afrontar simultáneamente contra los estados europeos que le impidieron, entre otras cosas, convertir a España en un país renovado, prospero y unido.En el cuarto párrafo Napoleón expresa su confianza en la unidad europea, que siente próxima mediante la creación de una gran confederación de pueblos.
4. Comentario
La idea esencial que resume estas cuatro partes es que Napoleón se ve a sí mismo como el personaje predestinado para la creación de los Estados Unidos de Europa, que se articularían bajo los principios de la Revolución francesa, de los que se considera el máximo defensor e impulsor. Sin embargo, la actitud hostil de los estados afectados provoca su fracaso. Napoleón fue uno más de los personajes históricos que habían deseado la unidad impuesta de Europa. Sus límites coincidieron con la rebelión de los pueblos europeos a unos planes que buscaban una unión impuesta desde Francia. Es un personaje contradictorio pues, por un lado, fue defensor de los derechos y libertades modernos de que hizo gala la Revolución Francesa, pero por otro, trató de imponerlos mediante la fuerza, tiránica y violentamente.
5. Conclusión
Napoleón logró una falsa unidad de Europa mientras duró su supremacía militar, ya que se cimentó sobre la fuerza impuesta contra la voluntad de los pueblos. No obstante puede considerarse (con todas las salvedades) un referente y un precedente en la construcción de la Unión Europea.

Lo pueden consultar en:

http://www.claseshistoria.com/revolucionesburguesas/%2Btextocomentado.htm.

Ya pensaré como poder atender de forma más adecuada a sus sugerencias.

martes, 17 de noviembre de 2009

Sabiendo donde estamos



A veces pensamos que las cosas son como son, otras que ocurren por casualidad.
Casi siempre tienen una "causalidad", muchas una planificación previa de "alguién" para conseguir "algo".
Un ejemplo, tomamos el "Manual del Candidato" (usado en España en las elecciones de 2008 por un partido) que tengo delante.
En él podemos leer cosas como las siguientes:
“El objetivo es conquistar la mente de los electores; por tanto habrá que tomar en consideración las diferentes culturas y mentalidades (…). Para poder influenciar en los electores es necesario conocerlos bien, saber como piensan y de qué manera toman las decisiones”.
Es muy importante la imagen que damos de nosotros mismos, la realidad importa menos: “En los mítines hay que cuidar el éxito escénico y saber distribuir al público para magnificar el número”. Que parezca que somos muchos aunque estemos o seamos pocos.
El candidato debe creer lo que dice, promete, ofrece o critica: “El candidato debe conocer el papel, creerlo y representarlo”.
“Hay que dar preferencia a los medios de comunicación que transmiten la información que emana del candidato”. Evitar los medios críticos con ella.
"Cuidado con el cómo se responden las preguntas"; ante una pregunta “hay que dedicarle un 20% a la respuesta y un 80% a repetir el mensaje”.
“Las frases con impacto son fundamentales”.
La gente no piensa tanto como parece, hay que utilizar las técnicas publicitarias: "La gente se olvida muy pronto de lo que se le dice, por lo que conviene repetir, repetir, repetir...", “Tres mensajes repetidos tres veces, permitirán que cale uno; siete mensajes repetidos una vez, hará que no cale ninguno”.
Y sobre todo, no a los grandes razonamientos, cosas simples: “Hay que tener presente que los medios de comunicación tienden a primar lo anecdótico, lo curioso y lo anormal”.
Y no olvidar que la "opinión pública" es la "opinión publicada".

domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Alguién puede explicarme algo..?, ¡Estoy hecho un lío!


Leído en el mismo periódico hoy:
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha asegurado que trabajará para que sus hijos vean cumplido su sueño, el de una "nación catalana organizada en un Estado propio".
"Este es el sueño que yo tengo, especialmente para mis hijos. Lucharé y trabajaré para hacer de este sueño una realidad", aseguró tras recibir el Premi Nacional President Lluís Companys, entregado por ERC.
En su intervención tras recibir el premio en el teatro de la parroquia de Sant Medir (Barcelona), Laporta sostuvo que él se sentiría "incómodo" si optase por no hacer público su deseo de que Cataluña sea un Estado.
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El abogado del presunto pirata somalí 'Abdu Willy', detenido por el secuestro del atunero 'Alakrana', cuestionó hoy que la justicia española sea competente para investigar estos hechos alegando que en el momento de la captura el barco llevaba una 'ikurriña', por lo que, según su interpretación de la legislación internacional, no navegaría "bajo pabellón español".
En este sentido, el abogado del "pirata" recuerda que el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima, firmado en Roma el 10 de marzo de 1988, establece que un Estado puede establecer su jurisdicción sobre delitos cometidos "contra un buque o a bordo de un buque que en el momento en que se cometa el delito enarbole el pabellón de ese Estado".
Este convenio recoge que "los buques navegarán bajo el pabellón de un solo Estado y, salvo en los casos excepcionales previstos de modo expreso en los tratados internacionales o en esta convención, estarán sometidos, en alta mar, a la jurisdicción exclusiva de dicho estado".
A las puertas de la Audiencia Nacional, el letrado defendió esta tesis argumentando que, si el 'Alakrana' no llevaba bandera española en el momento en que se produjo la captura, sería "técnicamente un barco sin nacionalidad".

Leído en El País (10/09/2008): "Historiadores vascos, gallegos y catalanes critican la visión estatal".


Denunciar los "intentos uniformizadores" promovidos por el aparato del Estado con una visión centralista y "elitista" de la historia que "olvida el testimonio obrero, republicano y popular"; alertar sobre la persecución a investigadores y contribuir al conocimiento del pasado de cada comunidad. Sobre ese trípode, ejes de un manifiesto común, historiadores catalanes, vascos y gallegos asentaron ayer en Barcelona una plataforma, que maneja el nombre de Galeusca, como el pacto promovido por fuerzas de esas comunidades en 1923 y retomado en 1933.
"Los libros e historiadores con más difusión hoy, como César Vidal o Pío Moa, mantienen visiones excluyentes de la realidad nacional; es algo parecido a lo del Manifiesto por la lengua común, donde el catalán quedaba como algo residual; la historia de España aún hoy es la de Castilla... ¡Qué pronto se han enterrado a periféricos como Jaume Vicens Vives!", aseguró Enric Pujol, que leyó el manifiesto que ya han suscrito 59 expertos, entre ellos los gallegos Fernando Acuña y Uxío-Breogán Diéguez; los catalanes Josep Fontana, Josep Termes, Hilari Reguer y Jordi Casassas, y los vascos José Chueca, Jon Gurutz y Virginia Tamayo.
Chueca señaló los problemas que pueden abordar juntos, como los papeles de Salamanca, mientras Diéguez alertó sobre "los intentos de judicializar la labor del historiador". A imagen del Galeusca, que ya agrupa a los escritores, el de los historiadores hará encuentros periódicos.
Réplica en un Blog:
Ante todo, los excluyentes son ellos, pues pretenden escribir historias regionales (ellos suelen llamarlas nacionales) excluyendo a España, es más, en oposición a España. Y hablan de sí mismos como "gallegos, vascos y catalanes" como si quienes discrepamos de ellos fuéramos de otras regiones o como si su procedencia regional les autorizase a escribir cualquier disparate. Yo, desde luego, soy tan gallego como los gallegos de ese manifiesto y no estoy dispuesto a que unos botarates me excluyan porque no les gusten mis escritos.
España es una de las naciones que más ha influido en la historia del mundo. Podría no haber sido así, y no dejaríamos (muchos, por lo menos) de sentirnos identificados con ella; pero el hecho es que así ha sido, y este dato tiene la máxima relevancia histórica. Pues bien, se trata de España y no de ninguna región en particular. Castilla desempeñó durante unos siglos un papel esencial –luego decayó profunda y hasta diríamos vergonzosamente–; y el castellano constituye la base del español común, por cierto un servicio de primer orden a toda España. La historia de cada región al margen de la común española es inevitablemente una historia oscura, de escaso interés y trascendencia, por mucho que esos historiadores pretendan adornarla con la habitual mitología barata.
El llamado "testimonio obrero, republicano y popular" nunca fue otra cosa que la manipulación de todo ello por parte de historiadores e ideólogos marxistas o marxistoides. Estos señores no se han enterado de la caída del Muro de Berlín, y ahí siguen inasequibles al desaliento, repitiendo sus tópicos, rebajados por ellos a un nivel pedestre.
El nombre Galeuzca (no Galeusca) remite a una asociación política de separatistas fundada en 1933, precedida en 1923 por la Triple Alianza o Pacto Tripartito. Este pacto pretendía aprovechar la crisis revolucionaria vivida entonces por el régimen liberal de la Restauración para acabar con él mediante la lucha armada, en concomitancia o alianza con el terrorismo anarquista, la rebeldía de Abd El Krim y la demagogia desatada del PSOE. No sobra recordarlo cuando ellos mismos lo invocan.
En cuanto a César Vidal o a mí, nunca hemos recibido un duro del Estado, al contrario de las continuas subvenciones gracias a la cuales publican sus historias tantos de estos señores. Para que luego tengan la desvergüenza de acusarnos de estar promocionados por "el aparato del Estado". Y lo de la persecución que dicen sufrir... ¿será para ordeñar más los dineros públicos? Venga, hombre, que a estas alturas conocemos ya todos los trucos.
Y esto hay. Durante largos años estos señores y los historiadores de izquierdas han mantenido un campeonato de distorsiones contra los datos históricos y la simple lógica; ya va siendo hora de terminarlo, me parece. (Pío Moa)
¿La Historia o las Historias?. ¿Puede ser la Historia una historia polémica?.

lunes, 9 de noviembre de 2009

sábado, 7 de noviembre de 2009

La angustia del saber


La actitud del ignorante, la del pedante, la del despreocupado y la del sabio:
El ignorante, que conoce su entorno, que sabe sus pequeñas cosas, que posee algunos conocimientos prácticos, utilitarios, es como un punto, un redondelito, por lo que su frontera circular con lo que ignora es mínima y, como tal, ni siquiera la advierte, no tiene conciencia de ella y se siente feliz y satisfecho en su ignorancia.
Si se acomete la instrucción del ignaro, este va ensanchando el círculo de sus conocimientos y empieza a adquirir conciencia de que existen, más allá, otras cosas que se pueden aprender. Sus límites con lo que desconoce han crecido notablemente, pero no lo bastante para inquietarlo y su actitud se diversifica.
El que es pedante se siente tan satisfecho de haber aprendido tanto que se regodea con su propio saber y hace alarde constante de su adquirida erudición.
El que es un vivalavirgen sabe hasta donde llegan sus conocimientos, juzga que hay más cosas que le convendría saber, pero está convencido de que no son tantas, de que será cosa de ponerse a ello cuando tenga tiempo y, de momento, le saca todo el provecho posible a lo que ha aprendido.
También hay quien necesita afirmarse en lo que sabe y sigue aprendiendo, estudiando, analizando, investigando, ampliando ese círculo que dijimos. Lo atrae lo desconocido y para él resulta desconocido todo lo que no sabe, aunque ya lo sepan otros. Y cuanto más sabe, más se dilata el circulo que abarca sus conocimientos y más crece su frontera con lo que ignora, más conciencia tiene de la inmensidad con la que limita y más le retorna a la mente la famosa sentencia «Hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que alcanza tu filosofía».
Ese es el sabio ya: quien es plenamente consciente de los límites de su saber y percibe a su alrededor los amplísimos espacios de sus ignorancias. De ahí su actitud natural: la angustia del saber que lo conduce al borde mismo de las incógnitas simas de todo cuanto ignora. El vértigo del sabio, que no padece el necio.

El especialista profundo que sabe mirar hacia otros lados- se atesora la esencia, el núcleo de la sabiduría humana. Pueden ser unos cuantos miles en todo el mundo, no me atrevo a aventurar la cifra.
Este es el panorama habitual del sabio. Tiene conciencia de su saber y de que hay otras cosas que saben otros y muchas más que no sabe nadie y es capaz de calcular y de prever la dimensión de lo que ignora. Y se ve obligado, de continuo, angustiosamente, a mantener el equilibrio del conocimiento, a no dejarse arrastrar hacia la amenazadora ansiedad que produce lo inabarcable.
GREGORIO SALVADOR Vicedirector de la Real Academia Española

Esquema de ideas expuestas en el Manifiesto conjunto UGT-CNT (marzo 1917).


A pesar de nuestras:
*.- advertencias serenas,
*.- quejas metódicas y reflexivamente fundamentadas
*.- protestas, más prudentes y mesuradas de lo que exige la agudeza de los dolores que el país padece.

Lo cierto: cada día que pasa representa para el proletariado una agravación creciente de la miseria ocasionada por:
*.- la carestía de las subsistencias
*.- por la falta de trabajo.

Por ello: el proletariado organizado ha llegado así al convencimiento de la necesidad de unificar sus fuerzas en una lucha común contra los amparadores de la explotación erigida en sistema de gobierno.
Respondiendo a este convencimiento, los representantes de la UGT y la CNT han acordado por unanimidad:
*.- Primero.
*.- Examinando (de forma detenida y desapasionada) los firmantes:
*.- la situación actual y
*.- la actuación de los gobernantes y del Parlamento ante ésta.
*.- No encontrando, a pesar de sus buenos deseos, satisfechas las demandas formuladas por el último Congreso de la UGT y Asamblea de Valencia.
*.- y con el fin de obligar a las clases dominantes a aquellos cambios fundamentales de sistema que garanticen al pueblo el mínimum de las condiciones decorosas de vida y de desarrollo de sus actividades emancipadoras.
*.- se impone que el proletariado español emplee la huelga general, sin plazo definido de terminación, como el arma más poderosa que posee para reivindicar sus derechos.

*.- Segundo.
Que a partir de este momento, sin interrumpir su acción constante de reivindicaciones sociales,:
*.- los organismos proletarios,
*.- de acuerdo con sus elementos directivos,
*.- procederán a la adopción de todas aquellas medidas que consideren adecuadas al éxito de la huelga general,
*.- hallándose preparados para el momento en que haya de comenzar este movimiento.

Luis GÓMEZ LLORENTE: Aproximación a la historia del socialismo español (hasta 1921), Madrid, 1972, edit. Cuadernos para el diálogo, pp 287 y 290.

La Marcha Verde.


El 6 de noviembre de 1975, catorce días antes de que Franco falleciera, el rey Hassan II de Marruecos inició la llamada «Marcha Verde» sobre el entonces Sáhara Español. Un acontecimiento histórico que aceleró la descolonización de este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados, provocando la huída masiva de la población civil saharaui hacia la desértica región argelina de Tinduf, que aún ocupan hoy, 34 años más tarde, a la espera de que se solucione el conflicto.
La estrategia de Marruecos hue sencilla: enviar a 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir la por entonces provincia española, con el objetivo de que apoyasen y legitimasen la anexión del Sahara Occidental, que España estaba a punto de descolonizar.
«En once días de movilización general, han sido 225.000 los voluntarios de 22 provincias marroquíes los que han hecho escala en Marrakesh», donde han asistido al desfile de los «580 camiones que emprendían entre el delirio popular la ruta del sur», contaba el enviado especial de ABC a Marruecos.
Hassan II aprovechó la crisis política de España en los últimos días del régimen franquista y anuncio que «gravaría con medidas económicas al pueblo, para sufragar los gastos urgentes de la expedición», podía leerse en el diario
el 5 de noviembre de 1975.
Marruecos llamó a esta acción la Marcha Verde, «porque en las costumbres islámicas el color verde simboliza la paz y la buena voluntad», algo que no se correspondía con los ataques posteriores por parte de la aviación marroquí, que lanzó «napalm174» y fósforo blanco sobre la población saharaui, según denunciaron fuentes próximas al Frente Polisario.
Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado»
Mientras, la Royal Air Maroc (compañía estatal de la aviación marroquí) y su filial, la Royal Air Inter, anunciaban su propósito de inaugurar un vuelo directo entre Casablanca y El Aaiún, «para cuando las circunstancias se normalicen, haciendo siempre hincapié en la histórica fecha del 16 de octubre, en la cual el rey Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado».
La adhesión de territorio saharaui por parte de Marruecos parecía, a pesar de la lucha del creado Frente para la Liberación de Saguia el Hamma y Rio de Oro (Frente Polisario), liderado por Mustafá Sayed, un hecho consumado, incluso antes de iniciar el camino.
«La marcha no durará más de algunas horas»«La marcha no durará más de algunas horas, si se llega a un acuerdo con España de aquí a tres días», declaraba confiado Hassan II. Sin embargo, duró varios días. El 10 de noviembre de 1975, el rey marroquí anunció por fin la retirada de las tropas, asegurando que «desocuparía el Sahara español y retrocedería nuevamente a las antiguas posiciones de Tarfaya».
El objetivo entonces, bajo la presión de aquella Marcha, era negociar los territorios con el Gobierno español: «No hay ni vencedores ni vencidos, sino más bien dos países que abren una nueva etapa en sus relaciones», dijo Hassan II.
España firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania
Cuatro días después, el 14 de noviembre, España se vio obligada a negociar, firmando poco después los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control territorial a Marruecos y Mauritania, del que este último renunciaría poco después.
Este proceso histórico, culminado con la Marcha Verde, comenzó con el ingreso de España en la ONU en 1955, lo que obligó al Gobierno a someterse a los principios del organismo en materia de descolonización. La presión de la ONU en la década de los 60, obligó a España fijar para 1975 un referéndum de autodeterminación.
Comisión de la ONUEl 12 de mayo de ese año, una Comisión de Investigación de la ONU llegaba al territorio saharaui: «La carretera del aeropuerto a la ciudad –contaba el corresponsal de ABC por teléfono– estaba bordeada por una muchedumbre abigarrada, que llevaba pancartas y banderas para dar la bienvenida a la Comisión. Llegados al parador de turismo, la Delegación enviada por la ONU quiso agradecer el recibimiento de que había sido objeto, asegurando su deseo de escuchar al pueblo saharaui y haciendo resaltar que del Gobierno español habían recibido las mayores facilidades para escuchar estas informaciones».
En informe resultante fue claro: «El Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio y que la inmensa mayoría de la población desea la independencia». Hoy, justo 34 años después de que se iniciara aquella marcha, la situación sigue sin resolverse.

Otras afirmaciones de Prat de la Riba.



*.- “Lo que generalmente se llama patria grande no es sino un Estado compuesto de varias agrupaciones sociales que tienen la condición de verdaderas patrias”.
*.- España “no es más que el Estado o agrupación política a la cual pertenecen” los catalanes.
*.- “El Estado es una entidad política, artificial, voluntaria; la Patria es una comunidad histórica, natural, necesaria. El primero es obra de los hombres; la segunda es fruto de las leyes a las que Dios ha sujetado la vida de las generaciones humanas”.
*.- La Patria es “la comunidad de gentes que hablan una misma lengua, tienen una misma historia común y viven hermanados por un mismo espíritu que marca con un sello original y característico todas las manifestaciones de su vida”.
*.- “Enclavada Cataluña en el área geográfica conocida con el nombre de España, somos españoles, del mismo modo que somos europeos por estar comprendida España dentro del continente Europa. Gobernada España por el Estado español, los catalanes somos españoles como miembros de este Estado, como ciudadanos de esta sociedad política.
No somos, pues, enemigos de España, tomada en este sentido (el único real), ni al combatir el Estado español queremos otra cosa que rehacerlo con equidad y justicia y con una organización más adecuada y perfecta, dentro de la cual Cataluña puede encontrar una vida de libertad y progreso”.

*.- “Las Bases de Manresa, programa de la gran mayoría de los autonomistas catalanes, son incompatibles con una aspiración separatista. (...) Nuestra aspiración es una aspiración de libertad, pero también de unión y solidaridad con los demás pueblos. Nosotros, que queremos hacer más sólida y durable y, sobre todo, más justa la unión española, presentamos fórmulas de paz, nos dirigimos a las clases dirigentes de España y les hacemos observar que las actuales bases de unión no son equitativas, porque sacrifican a la fuerza del número elementos estimadísimos de nuestra personalidad; les recordamos el ejemplo de numerosas segregaciones que no se habrían producido si se hubiese escuchado la voz de los que pedían un poco de libertad (hechos que demuestran que la unión de ahora no sirve para unir, sino para separar)”.
(...) “queremos ver la patria catalana unida con vínculos de hermandad con los demás pueblos de España, formando una familia fuerte y bien avenida, sin Cenicientas explotadas ni herederas altivas”.

Ideas para comentar un Texto de Prat de la Riba


Prat de la Riba, intervino en la Redacción de las Bases de Manresa (programa político del catalanismo y proclamación oficial, abierta y sistemática del autonomismo catalanista) que reivindicaban que Cataluña fuera la única soberana de su gobierno interior y que pudiera establecer libremente sus leyes y establecer y recaudar sus impuestos, acuñar su moneda y cuantas otras atribuciones se derivasen de su soberanía.
En la “Nacionalidad Catalana” (1906), Prat de la Riba sistematizó estas reivindicaciones y sentó las bases de una constitución regional catalana que permitiera integrar un Estado Catalán en el Estado español.
Siguiendo el texto, que se propone para comentar, Prat de la Riba:
*.- Parte de una realidad: Cataluña es una Nación que reivindica su derecho a tener un Estado Catalán.
*.- Señala que cada nacionalidad es una “unidad de cultura”, un “alma colectiva”, “un sentir, pensar y querer propios”, (una identidad propia que la determina).
*.- Por ello establece que cada nacionalidad “ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, (…) su política, a su sentimiento de las cosas, (…) a su libre voluntad”, a su identidad.
*.- Por tanto, si “cada nacionalidad ha de tener su Estado”, La nacionalidad catalana (Cataluña) debe tener su propio Estado (un Estado catalán).
*.- Concluye Prat de la Riba afirmando que esta es la aspiración de su nacionalismo y, además, lograr que “todos los territorios de la misma nacionalidad (Catalana) se agrupen bajo la dirección de ese Estado único” (pannacionalismo); refiriéndose a que las cuatro provincias catalanas no abarcan todos los territorios catalanes definidos por su identidad catalana.

Prat de la Riba hace compatible esta realidad primaria con otra también primaria y fundamental: “la unidad política de España” (en la que se incluye la nación catalana) fundamentada en la convivencia secular de pueblos que han vivido durante siglos junto y que constituye un elemento de unidad que estos pueblos “han de mantener y consolidar”.
Para respetar estas dos realidades que afectan a Cataluña (y a España), Prat de la Riba propone la Constitución de un Estado federal (compuesto) que posibilite que nacionalidades que han de hacer vida en común tengan su Estado propio.
Sólo “la Federación Española”, según Prat de la Riba, hace compatibles estos “dos hechos primarios, fundamentales, el de la personalidad nacional de Cataluña y el de la unidad de España”.
Prat concluye: Cataluña, en sus reivindicaciones “nunca ha sido separatista” porque “siempre ha sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de una organización federativa”,
Las tesis nacionalistas que propone Prat de la Riba se refieren a un nacionalismo “identitario” que se opone al nacionalismo “político” surgido de las revoluciones liberales de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. El nacionalismo político, según él, no respeta las “identidades” nacionales existentes y crea otras artificiales a las que llama naciones.
Aunque Prat de la Riba señale la Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta de Felipe V (inicios del siglo XVIII) como origen de la negación de los derechos de la nacionalidad catalana por los monarcas Borbones (lo que supone una grave anacronismo histórico).
Solo la constitución de un “Estado federal, asociación de los Estados nacionales”, puede hacer compatibles dos realidades (el derecho de Cataluña nación a tener su propio Estado y su deseo de continuar su secular unión con las demás nacionalidades ibéricas (para las que reclama también el derecho a tener cada una su propio Estado).
Se hace necesaria, por tanto, la constitución de la una Federación Española.
Por ello, Prat de la Riba sostiene que el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista, siempre ha sentido y respetado la unión fraternal de Cataluña con las demás nacionalidades ibéricas dentro de su necesaria organización federativa.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

MOCIÓN DE LA ASAMBLEA OBRERA DE TARRASA (21 de julio de 1909).


Considerando que la guerra es una consecuencia fatal del régimen de producción capitalista. Considerando, además, que, dado el sistema español de reclutamiento del ejército, sólo los obreros hacen la guerra que los burgueses declaran.
La asamblea protesta enérgicamente:
1.- Contra la acción del gobierno español en Marruecos.
2.- Contra los procedimientos de ciertas damas de la aristocracia, que insultaron el dolor de los reservistas, de sus mujeres y de sus hijos, dándoles medallas y escapularios, en vez de proporcionarles los medios de subsistencia con la marcha del jefe de familia.

3.- Contra el envío a la guerra de ciudadanos útiles a la producción y, en general, indiferentes al triunfo de la cruz sobre la media luna, cuando se podrían formar regimientos de curas y frailes que, además de estar directamente interesados en el éxito de la religión católica, no llenen familia, ni hogar, ni son de utilidad alguna al país, y
4.- Contra la actitud de los diputados republicanos que ostentando un mandato del pueblo no han aprovechado su inmunidad parlamentaria para ponerse al frente de las masas en su protesta contra la guerra:
Y compromete a la clase obrera a concentrar todas sus fuerzas, por si se hubiera de declarar la huelga general para obligar al gobierno a respetar los derechos que tienen los marroquíes a conservar intacta la independencia de su patria.

La Semana Trágica de Barcelona (1909).


La "Conferencia de Algeciras" (enero-abril de 1906) reconoció los intereses españoles en Marruecos. El sultán dio las concesiones mineras de Melilla a compañías españolas, francesas y alemanas. Los obreros indígenas pidieron aumento de salario, al no concedérselo, atacaron a los obreros europeos y a las tropas españolas. La situación se agravó, en julio de 1909 Melilla estaba en peligro y el general Marina pedía refuerzos.
Maura, jefe de gobierno, decidió enviar a los reservistas, lo que provocó revueltas en Madrid y Barcelona (Semana Trágica) que trataban de impedir que las tropas embarcasen.

En vez de enviar a las tropas situadas en Andalucía, el ministro de la Guerra cometió el error de aprovechar la ocasión para ensayar un plan de movilización de reservistas, y ordenó la incorporación de los de Madrid y Barcelona.
Las protestas generalizadas ante esta medida, especialmente en Cataluña, no fueron atendidas.
El 18 de julio, cuando las tropas de reservistas embarcaban en el puerto de Barcelona, hubo incidentes graves, cuando algunas damas de la alta sociedad intentaron entregar medallas a los soldados.
En Madrid, las mujeres y madres de los movilizados invadieron las vías del tren para intentar detener los convoyes (desde sus inicios, el conflicto de Marruecos significó una enorme sangría para el ejército español, y una guerra extremadamente impopular).
La tensión fue en aumento en los días posteriores.
El 15 de julio, socialistas, anarquistas y nacionalistas de izquierda se unieron en la convocatoria de huelga general en Barcelona.
Es en este contexto, las Sociedades Obreras (reunidas en el Congreso de Tarrasa 18-20 de julio) decretaron una Huelga General.
El Comité de Madrid la fijó para el 20 de agosto.
En las Sociedades Catalanas se creo un Comité para dirigir la huelga del 26 de julio (integrado por miembros de Solidaridad Obrera, grupos anarquistas y socialistas).
A esta Huelga, convocada por Solidadridad Obrera, se adhirió la UGT.
Al Comité de huelga, integrado por socialistas y anarquistas, también se adhirieron obreros lerrouxistas.
Del 26 de julio al 1 de agosto (Semana Trágica) la huelga degeneró en una auténtica rebelión incontrolada.
La huelga inicialmente pensada como protesta pacifica, al declararse el estado de Guerra y con el ejército en la calle, se convirtió en una insurrección (con barricadas, asaltos a comercios y quema de conventos y de escuelas regentadas por religiosos) y que se extendió a otros pueblos de Cataluña. Esta insurrección fue rechazada por los republicanos catalanistas y también por los radicales.
Las noticias del desastre del Barranco del Lobo, que causó más de 1.200 bajas, coincidieron con el início del paro, que fue total en la ciudad. Por la tarde se declaró el estado de guerra, mientras la huelga se extendía a las ciudades industriales vecinas.

A partir de esa noche, y sobre todo al día siguiente, el Comité de huelga perdió el dominio de la situación. Los Comités obreros se hicieron con el control de Sabadell, Granollers y otras localidades, mientras los enfrentamientos entre huelguistas, policía y ejército se recrudecían.
Durante tres días abundaron los incendios y las luchas callejeras en Barcelona, aislada del exterior, hasta que el jueves 29 la tensión comenzó a remitir, volviéndose a una cierta normalidad en la mañana del sábado 31.
El 29 de julio el ejército había ocupado el centro de la ciudad de Barcelona y poco a poco controló sus alrededores, logrando dominar la insurrección en los primeros días de agosto.
Con un balance de 116 muertos, unos 300 heridos y de más de sesenta edificios destruidos, a los que hubo que añadir los múltiples destrozos y heridos no cuantificados oficialmente. La represión posterior registró cerca de 1.500 detenciones y 1.700 procesos. Hubo 17 condenas a muerte, de las que se ejecutaron 5.

La Crisis de 1909: QUIEBRA DEL BIPARTIDISMO.


Los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona tuvieron su origen en la situación de tensión y agitación que vivía la ciudad. Al progresivo crecimiento del nacionalismo se unió el de la movilización obrera y del republicanismo.
En Cataluña, el PSOE y la UGT tenían una escasa implantación entre los obreros, predominando en éstos la ideología anarquista. (En 1907 se había creado Solidaridad Obrera como alternativa a Solidaridad Catalana).

A traves del Partido Republicano Radical, dirigido por Alejandro Lerroux, representante de la clase media, españolista, anticlerical y aparentemente revolucionaria), una buena parte de las clases medias y de los trabajadores catalanes (especialmente inmigrantes que llegaban a Barcelona y su cinturón industrial) se restó fuerza al movimiento obrero barcelonés al recibir votos y militancia con su propaganda populista y demagógica.
El ideario republicano radical difundido entre las clases populares barcelonesas (anticlericalismo, antimilitarismo y antiimperialismo colonial) desempeñó un papel importante en la génesis de los hechos que desencadenaron la crisis de 1909.

El antimilitarismo se incrementó además desde el establecimiento de la Ley de Jurisdicciones y la movilización de los reservistas para repeler la agresión marroquí a las obras del ferrocarril de Melilla.
El anticlericalismo fue aprovechado por los liberales y los republicanos con el fin de atraer hacia si el voto popular de los trabajadores. Los problemas relacionados con la educación, la confesionalidad del Estado y la libertad de culto, la situación de las órdenes religiosas o las relaciones con la Santa Sede provocaron en la opinión pública un clima de tensión que hizo posible el enfrentamiento entre "clericales" y "anticlericales".

Los dos partidos dinásticos apenas tenían diferencias programáticas o ideológicas, por ello los mauristas buscaron el apoyo del catolicismo y los liberales, de ascendencia progresista y laica, buscaron su clientela electoral bajo la bandera del "anticlericalismo" que, de forma radical, se indetificó con el republicanismo y el socialismo.
Esta situación se agravó al coincidir con una recesión de la industria en Cataluña.
La guerra de Marruecos llevó al estamento militar (hasta ahora apartado de la política, según las previsiones de Cánovas) a sentir un protagonismo que ya no abandonaría en las décadas sucesivas.
En el desastre de 1898 el ejército había sentido la pérdida de su prestigio y se planteó la urgente modificación de su estructura y su necesaria modernización.
El conflicto de Marruecos le llevó a plantear demandas políticas y a exigir la solución de sus problemas.
El partido liberal, sin programa político que le diferenciara del conservador e inducido por las fuertes medidas anticlericales de Francia, tomó el anticlericalismo como bandera política. Se sucedieron hechos lamentables como agresiones a obispos, sacerdotes y edificios religiosos; la polémica estuvo centrada en torno a la enseñanza de la religión en institutos de enseñanza media y en escuelas primarias, y en la capacidad de las congregaciones religiosas para ejercer o no la docencia.
La "Conferencia de Algeciras" (enero-abril de 1906) reconoció los intereses españoles en Marruecos. El sultán dio las concesiones mineras de Melilla a compañías españolas, francesas y alemanas. Los obreros indígenas pidieron aumento de salario, al no concedérselo, atacaron a los obreros europeos y a las tropas españolas. La situación se agravó, en julio de 1909 Melilla estaba en peligro y el general Marina pedía refuerzos. Maura, jefe de gobierno, decidió enviar a los reservistas, lo que provocó revueltas en Madrid y Barcelona (Semana Trágica) que trataban de impedir que las tropas embarcasen.

Protectorado español en Marruecos.


Tras la pérdida de sus posesiones americanas con le desastre 1898, la actuación exterior española se orientó hacia el norte de África en un momento en que las grandes potencias Imperialistas se estaban repartiendo el continente africano. España empezó con una tímida política exterior con el objetivo de hacerse un hueco en el reparto de África.
A partir de 1906 inició su penetración en el norte de África.
La Conferencia de Algeciras de 1906 y el posterior tratado hispano-francés supusieron la entrada de España en el reparto de África.
A España se le concedió una franja en el norte, el Rift y un enclave en la zona atlántica: Ifni y Río de Oro.
Los intereses españoles en la zona eran varios:
• Estratégicos: se trataba de evitar que las potencias occidentales, especialmente Francia y Alemania decidieran exclusivamente el destino de Marruecos.
• Económicos, resultaba importante explotar los recursos mineros de las montañas del RIF y parecía rentable la posibilidad de realizar grandes inversiones de capital en la construcción de ferrocarriles y otras obras públicas.
• Política de prestigio: la expansión de Marruecos podría ayudar a la recuperación del prestigio perdido a la vez que posibilitaba la realización de los ideales “africanistas” de aquellos que consideraban a África como una ocasión histórica perdida.
A finales del siglo XIX, el sultanado de Marruecos vivía envuelto en una anarquía e inestabilidad política. Las rivalidades entre Francia, Inglaterra y Alemania tras la Conferencia de Algeciras en 1906 y tras la firma del tratado hispano–francés en 1912, dieron como resultado la división de Marruecos en dos protectorados: uno al sur, de mayor extensión y riqueza adjudicado a Francia; el otro al norte, en las montañas del RIF, más pobre y reducido, adjudicado a España.
El dominio de España en su protectorado no fue nada fácil ni económicamente muy rentable. La ocupación militar del protectorado español en Marruecos estaba resultando una operación difícil y costosa porque el ejército español estaba mal preparado y carecía de recursos. Además, las características del RIF no ayudaban puesto que era una zona muy montañosa mal comunicada y ocupada por distintas tribus.