Los procesos de urbanización e industrialización en la España
de la restauración:
Antecedentes:
El modelo de la Revolución industrial,
con sus profundas transformaciones económicas y sociales, por diversas razones
no arraigó en España.
La desamortización de la tierra no supuso
la creación de una agricultura moderna (los nuevos propietarios agrarios no realizaron
las inversiones de capital y las transformaciones técnicas necesarias). Tampoco
se creo un campesinado propietario de una extensión de tierra suficiente. España,
durante el siglo XIX, siguió siendo un país predominantemente agrario en el que
predominaron los jornaleros sin tierra y los arrendatarios pobres.
En la industria tampoco la modernización
alcanzó resultados relevantes. La industria catalana vivió siempre atenazada
por los problemas de un mercado exiguo y de poca capacidad adquisitiva.
La creación de la siderometalurgia vasca
(década de los ochenta del siglo XIX) tampoco se consolidó hasta el siglo XX.
Principales causas del retraso económico:
*.- Las condiciones geográficas de la
Península dificultaron las comunicaciones interiores y la formación de un
mercado nacional articulado.
*.- La escasez de materias primas y de
fuentes de energía y su dispersión geográfica hicieron costosa la producción
industrial (importación de hierro y minas de carbón pobre y de extracción
costosa).
*.- No coincidencia geográfica entre
yacimientos minerales, fuentes de energía y puertos marítimos (situación menos
grave en Asturias y País Vasco).
*.- Falta de mano de obra industrial por
el lento crecimiento demográfico.
*.- Carencia de excedentes agrícolas y
falta de un mercado interior capaz de absorber la producción industrial.
*.- Crecimiento desigual de la población
según zonas, el excedente de población de finales de siglo se orientó hacia la
emigración exterior y no hacia las ciudades.
*.- La pérdida de las colonias americanas
significó la pérdida de mercados y de materias primas (el proceso de industrialización
europeo coincidió con la formación de los imperios coloniales).
*.- La ausencia de capitales y de una
mentalidad inversora no posibilitó la innovación en las técnicas productivas de
la industria española.
El capital obtenido por los beneficios
agrícolas, en vez de ser invertido en el desarrollo de la industria, se orientó
hacia la compra de la deuda pública y de tierras desamortizadas.
El continuo endeudamiento de la Hacienda
pública, con su permanente emisión de Títulos de Deuda con intereses cada vez
más altos, acaparó para el Estado los pocos capitales existentes e impidió que
fueran invertidos de manera productiva.
La burguesía española fue
fundamentalmente rentista y terrateniente y orientó sus capitales hacia
procesos especulativos. Solo en el Norte y en Cataluña hubo un sector de la
burguesía que, con una visión emprendedora, orientó sus capitales a la
producción textil y siderúrgica.
Como consecuencia la industria española
tuvo una dependencia de los capitales extranjeros, éstos repatriaron sus beneficios
(evitando la reinversión y la acumulación de capitales en España).
*.- La política proteccionista del Estado
favoreció los intereses agrarios e impidió un desarrollo competitivo de la
industria, potenció el inmovilismo y no se incentivaron los necesarios cambios
tecnológicos.
La economía española osciló entre dos políticas
económicas difícilmente conciliables (proteccionismo y librecambismo)
*.- Un pequeño núcleo de burguesía industrial
periférica, la catalana principalmente, aspiró a crear una industria moderna
sin disponer ni de una industria metalúrgica básica, ni de unos medios de
financiación importantes, ni de un mercado suficiente. Para su expansión,
necesitaba de una política económica rígidamente proteccionista.
*.- La oligarquía terrateniente,
predominante en Castilla y en Andalucía, beneficiaria de la desarmotización,
pretendió que España fuera una gran productora de cereales que abasteciera al
mercado europeo y defendió una política librecambista.
Período
1874-1914
Fueron años de relativa prosperidad económica.
*.- Por la estabilidad política que
ofrecía garantías a los inversores y facilitaba una recuperación de los
sectores más afectados por el clima de agitación política y social del Sexenio.
*.- Las políticas de librecambio,
impuestas en Europa, permitieron un
crecimiento sostenido de la industria en el Norte y en Cataluña.
*.- Un cierto equilibrio fiscal y
presupuestario facilitó que parte de las inversiones se canalizaran hacia la
industria y la banca.
Hacia final de siglo se produjo en España una profunda
crisis agraria (por la llegada de la filoxera y de los productos agrícolas
extraeuropeos más baratos).
La oligarquía agraria y la burguesía industrial
coincidieron en el proteccionismo. Ambos
grupos establecieron un acuerdo para ocupar en exclusiva lo que quedaba del
mercado colonial (especialmente Cuba) y del mercado interior español.
La implantación de aranceles proteccionistas permitió:
*.- La formación de un sector bancario
bastante importante en manos de financieros españoles.
*.- Crecimiento de le industria
siderometalúrgica.
*.-
Creación de les primeras plantas de producción de energía eléctrica.
No evitaron:
*.- El lento crecimiento de la población debido a las altas
tasas de mortalidad y la emigración.
*.- Una población activa
predominantemente agraria.
*.-
Una estructura industrial «arcaica» en le que el valor de la producción neta
textil era seis veces superior a la de la siderometalúrgica. (En los países más
industrializados de la época el valor de le producción siderúrgica superaba al
de la textil.)
Al terminar el siglo los principales problemas del
sistema económico español:
*.- Agricultura atrasada y dominante.
*.- Mercado interior con escasa
capacidad de compra.
*.- Mecanismos de competencia arcaicos.
*.- Inversiones que buscaban el
beneficio a corto plazo y, salvo en el País Vasco, ajenas al equipamiento
industrial.
*.- Carencia de mercados exteriores
exclusivos que impedía una expansión sostenida al margen de la competencia continental.
La
evolución de la economía española entre, 1800 y 1914, resultó ser la propia de
una revolución industrial tardía, incompleta y fracasada, a pesar de haber
iniciado tempranamente su proceso de industrialización.
La industria
durante la Restauración:
Fue
la época de asentamiento del capitalismo industrial español. La siderurgia y la
minería experimentaron una importante expansión, debida tanto a las inversiones
extranjeras como a la acción de los inversores nacionales.
El
crecimiento fue especialmente importante en el País Vasco, donde surgieron los
grandes grupos siderúrgicos ligados a la banca vizcaína.
En
Asturias y Santander se desarrolló una industria relacionada con las minas de
hierro y carbón, Los altos hornos se alimentaron principalmente de la hulla
inglesa, de mejor calidad y mucho más barata a pesar incluso del sobreprecio de
los fletes.
También
creció la industria catalana: a la industria algodonera, que aprovechó la
bonanza para modernizarse, se sumaron entonces otros sectores como el lanar o
el papelero.
Otro
aspecto importante fue la duplicación del tendido ferroviario y el aumento
espectacular del número de viajeros y del volumen de mercancías transportadas.
También
mejoró la red de carreteras, se extendió el servicio de correos, se difundió el
telégrafo y la energía eléctrica comenzó su difusión (en 1882 ya había iluminación
de este tipo en Barcelona y en Madrid)
*.-
España a comienzos del siglo XX seguía siendo un país eminentemente agrícola
(el 70% de las familias españolas vivían del sector primario).
*.-
La tierra además estaba mal repartida (el 94% de los propietarios poseían sólo
el 46% de la tierra), casi la mitad del territorio agrícola español tenía
fincas de extensión no rentable y sólo un 25% más lo representaba el mesofundio
(el resto latifundios con fincas de más de 250 hectáreas).
Síntesis:
*.- Fuerte déficit de su
balanza comercial.
*.- Incremento demográfico
y aceleración del proceso de concentración de la población en las ciudades.
*.- Relativo crecimiento
económico acentuado por una favorable coyuntura internacional.
*.- Mejora de los
transportes por el considerable incremento del tendido ferroviario y la
construcción de nuevas carreteras.
*.- Concentración de la
industria en determinadas zonas
(metalúrgicas en la fachada cantábrica y textiles en Cataluña).
*.- La minería, hasta
ahora basada en la extracción artesanal, pasó a ser una gran industria
impulsada por la masiva llegada de capitales extranjeros.
*.- Relativa consolidación
de la burguesía en una incipiente economía capitalista.
*.- Dependencia económica,
técnica y financiera del exterior.
*.- Inexistencia de un
amplio mercado de consumo que dificultó el desarrollo industrial.
*.- Estancamiento y
marginación rural; empobrecimiento progresivo del proletariado del campo.
*.- Polémica
proteccionismo/liberalismo económico (textiles catalanes, metalúrgicos vascos y
grandes cerealistas castellanos opuestos a las medidas librecambistas). Triunfo
del proteccionismo ante las concesiones realizadas a unas industrias no
competitivas por su bajo nivel técnico y el escaso poder adquisitivo de la población.
ASPECTOS DEMOGRAFICOS
La población española creció de forma importante en el
siglo XIX.
Durante el último cuarto del siglo XIX la población
española creció despacio (16,6 millones de habitantes en el censo de 1877
y 18,6 en 1900).
El crecimiento (debido en parte al comienzo del
desarrollo económico y desde 1840 al fin de la guerra carlista) no sirvió para
impulsar una revolución industrial. La tasa de crecimiento española era en 1860
un 6‰ más baja que la media europea, las características de la población
española eran más propias del ciclo antiguo que de la etapa demográfica
moderna.
El principal lastre demográfico español era la alta
mortalidad, cuyo descenso debía constituir el primer paso para una revolución
demográfica. La mortalidad española, pese a haber descendido, era aún muy
elevada a mediados del siglo: un 27%.
En el último tercio del siglo hubo un aumento
considerable de los movimientos migratorios:
*.-
La migración interior hacia las ciudades motivado por las expectativas de
empleo que generaba el crecimiento industrial y de los servicios.
Las grandes ciudades del Norte y levante como
Barcelona, Bilbao o Valencia, y también Madrid, crecieron aceleradamente en el
último cuarto de siglo.
El crecimiento urbano trajo consigo problemas graves
(falta de viviendas y el hacinamiento en suburbios sin infraestructuras ni
servicios).
Las ciudades
polarizaron poco a poco la vida social, aunque España siguió siendo un
país agrario, la vida urbana influyó cada vez más en la mentalidad colectiva y
fue concentrando el interés nacional.
*.- La emigración exterior (Africa del Norte e
Iberoamérica, sobre todo Argentina).Varios cientos de miles los emigrantes,
casi todos ellos jornaleros afectados por la crisis agrícola de fin de siglo,
buscaron en el exterior el empleo continuado que no podían lograr en España.
Los sucesivos gobiernos asistieron a ese proceso
migratorio sin intentar detenerlo, conscientes de la incapacidad del país para
dar trabajo y alimento a sus excedentes de población.
Evolución de la población de las principales ciudades españolas
(1857-1900)
Ciudad
|
1857
|
1900
|
aumento
|
Madrid
|
281.170
|
539.853
|
192,10
|
Barcelona
|
178.625
|
533.000
|
298,39
|
Valencia
|
106.435
|
213.550
|
200,63
|
Sevilla
|
122.139
|
148.315
|
121,43
|
Málaga
|
92.611
|
130.109
|
140,48
|
Murcia
|
26.888
|
111.539
|
414,82
|
Zaragoza
|
59.978
|
99.118
|
165,25
|
Bilbao
|
17.649
|
83.306
|
472,01
|
Palma de Mallorca
|
42.900
|
63.937
|
149,03
|
Alicante
|
20.342
|
50.142
|
246,49
|
Oviedo
|
14.156
|
48.103
|
339,80
|
Las Palmas de Gran Canaria
|
14.308
|
44.517
|
311,13
|
La Coruña
|
27.354
|
43.971
|
160,74
|
León
|
9.963
|
15.580
|
156,37
|
(Población 1857, índice 100)
Datos
complementarios:
*.-
En el País Vasco surgió una poderosa banca ligada a la industria del hierro,
que canalizó inversiones hacia el equipamiento industrial.
*.-
La repatriación de capitales procedentes de Cuba ayudó al desarrollo.
En
el periodo 1883-84 se desencadenó una pequeña recesión causada por la
sobreproducción y por una crisis bursátil. A partir de 1890 la situación económica
cambió: al librecambismo dominante en los años 80 sucedió, en todo el mundo, el
proteccionismo (contexto internacional de nacionalismo, colonialismo e imperialismo).
En
los años 80 varios grupos presionaron al Gobierno para que adoptara medidas proteccionistas:
los cerealistas castellanos a través de La liga Agraria, los industriales
textiles catalanes asociados en el Fomento Nacional del Trabajo, los siderúrgicos
vascos e incluso los propietarios de las minas de carbón asturianas.
El
gobierno español reaccionó a finales de 1890 con una subida de los aranceles
agrarios y, en diciembre de 1891, aprobó una ley arancelaria que incluyó una
larga lista de productos agrícolas e industriales.
Francia,
país que acaparaba la parte fundamental de nuestro comercio exterior, respondió
adoptando medidas proteccionistas frente a los productos españoles.
El
resultado fue el mantenimiento de los precios y, en el caso de los cereales, un
aumento espectacular, que volvió a producir el hambre entre los jornaleros y
las clases populares.
Además,
la nueva tarifa, junto a la entrada en España de la plaga de la filoxera en
1892, arruinó la producción de vinos, que en la década anterior había
constituido un tercio de las exportaciones.
El sector financiero padeció la
misma debilidad que el resto de la economía española.
Causas
de su retraso respecto al europeo:
*.-
La permanente inestabilidad política, que hacía muy difícil el asentamiento del
crédito.
*.-
España tardó mucho tiempo, hasta 1856, en generalizar el sistema de sociedades
anónimas, lo que retrajo a los inversores que arriesgaban no sólo su capital en
las empresas sino también su patrimonio particular.
*.-
El país se hallaba sumido en un caos monetario.
*.-
La deuda pública actuó atrayendo los capitales por sus elevados intereses,
incluso los de los pocos bancos que funcionaban.
Sector terciario.
Las
principales y más rentables empresas del sector servicios estaban en manos
extranjeras, algunos ejemplos significativos:
*.-
Las compañías eléctricas preferentemente en manos alemanas.
*.-
Los teléfonos de Madrid dependían de una sociedad francesa.
*.-
El suministro de aguas a la ciudad de Barcelona en manos de una sociedad
francesa.
*.- Los transportes urbanos de Barcelona
a cargo de empresas belgas.
*.-
La electricidad de Barcelona distribuida por una compañía canadiense.
*.-
Los servicios ferroviarios en torno a Sevilla en manos francesas, su
abastecimiento de aguas a cargo de una compañía inglesa y sus tranvías en manos
de capital alemán
Algunas
referencias cronológicas significativas:
*.- El primer teléfono que funcionó en España en 1877.
*.-En 1881 se inauguró la luz eléctrica en Madrid
llegando a finales de siglo a las principales ciudades.
*.-
Se duplicaron a finales de siglo los 6.200 kilómetros de línea férrea
existentes en 1875, los 15.000 kilómetros de carreteras del Estado en 1870
pasaron a ser 35.000 en 1900.
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