sábado, 19 de enero de 2013

Comentario de la "Nacionanalidad catalana", Prat de la Riba.



TEXTO 2: LA NACIONALIDAD CATALANA (1906)
“Siendo la nacionalidad una unidad de cultura, un alma colectiva, con un sentir, un pensar y un querer propios, cada nacionalidad ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, es decir, su política, a su sentimiento de las cosas, a su sentido, a su libre voluntad. Cada nacionalidad ha de tener su Estado.
[...] La aspiración de un pueblo a tener política propia, a tener un Estado suyo, es la fórmula política del nacionalismo. La aspiración a que todos los territorios de la misma nacionalidad se agrupen bajo la dirección de un Estado único es la política o tendencia pannacionalista..
[...} Allá donde hay nacionalidades que han de hacer vida en común, el régimen federativo tiene natural aplicación; el Estado federal, asociación de los Estados nacionales, es el organismo jurídico de la nueva formación política.
[...] Del hecho de la nacionalidad catalana nace el derecho a la constitución de su Estado propio, de un Estado catalán. Del hecho de la actual unidad política de España, del hecho de la convivencia secular de varios pueblos, nace un elemento de unidad, de comunidad que los pueblos unidos han de mantener y consolidar; de aquí, el Estado compuesto.
Estos dos hechos primarios, fundamentales, el de la personalidad nacional de Cataluña y el de la unidad de España, fortalecidos por dos leyes correlativas, la de la libertad que implica la autonomía y espontaneidad sociales, la de la universalidad que lleva a la constitución de potencias mundiales, se resuelven en una fórmula de armonía, que es la Federación Española.
Así, el nacionalismo catalán, que nunca ha sido separatista, que siempre ha sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de la organización federativa, es aspiración levantada de un pueblo, que, con conciencia de su derecho y de su fuerza, marcha con paso seguro por el camino de los grandes ideales progresivos de la humanidad.”
Enric PRAT DE LA RIBA: La nacionalidad catalana, Alianza Editorial/ Enciclopedia Catalana, Madrid, 1987


Ideas para un comentario del contenido del Texto:
Prat de la Riba, intervino en la Redacción de las Bases de Manresa (programa político del catalanismo y proclamación oficial, abierta y sistemática del autonomismo catalanista) que reivindicaban que Cataluña fuera la única soberana de su gobierno interior y que pudiera establecer libremente sus leyes y establecer y recaudar sus impuestos, acuñar su moneda y cuantas otras atribuciones se derivasen de su soberanía.
En la “Nacionalidad Catalana” (1906), Prat de la Riba sistematizó estas reivindicaciones y sentó las bases de una constitución regional catalana que permitiera integrar un Estado Catalán en el Estado español.
Siguiendo el texto, que se propone para comentar, Prat de la Riba:
*.- Parte de una realidad: Cataluña es una Nación que reivindica su derecho a tener un Estado Catalán.
*.- Señala que cada nacionalidad es una “unidad de cultura”, un “alma colectiva”, “un sentir, pensar y querer propios”, (una identidad propia que la determina).
*.- Por ello establece que cada nacionalidad “ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, (…) su política, a su sentimiento de las cosas, (…) a su libre voluntad”, a su identidad.
*.- Por tanto, si “cada nacionalidad ha de tener su Estado”, La nacionalidad catalana (Cataluña) debe tener su propio Estado (un Estado catalán).
*.- Concluye Prat de la Riba afirmando que esta es la aspiración de su nacionalismo y, además, lograr que “todos los territorios de la misma nacionalidad (Catalana) se agrupen bajo la dirección de ese Estado único” (pannacionalismo); refiriéndose a que las cuatro provincias catalanas no abarcan todos los territorios catalanes definidos por su identidad catalana.

Prat de la Riba hace compatible esta realidad primaria con otra también primaria y fundamental: “la unidad política de España” (en la que se incluye la nación catalana) fundamentada en la convivencia secular de pueblos que han vivido durante siglos junto y que constituye un elemento de unidad que estos pueblos “han de mantener y consolidar”.
Para respetar estas dos realidades que afectan a Cataluña (y a España), Prat de la Riba propone la Constitución de un Estado federal (compuesto) que posibilite que nacionalidades que han de hacer vida en común tengan su Estado propio.
Sólo “la Federación Española”, según Prat de la Riba, hace compatibles estos “dos hechos primarios, fundamentales, el de la personalidad nacional de Cataluña y el de la unidad de España”.
Prat concluye: Cataluña, en sus reivindicaciones “nunca ha sido separatista” porque “siempre ha sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de una organización federativa”,

Las tesis nacionalistas que propone Prat de la Riba se refieren a un nacionalismo “identitario” que se opone al nacionalismo “político” surgido de las revoluciones liberales de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. El nacionalismo político, según él, no respeta las “identidades” nacionales existentes y crea otras artificiales a las que llama naciones.
Aunque Prat de la Riba señale la Guerra de Sucesión y los Decretos de Nueva Planta de Felipe V (inicios del siglo XVIII) como origen de la negación de los derechos de la nacionalidad catalana por los monarcas Borbones (lo que supone una grave anacronismo histórico).
Solo la constitución de un “Estado federal, asociación de los Estados nacionales”, puede hacer compatibles dos realidades (el derecho de Cataluña nación a tener su propio Estado y su deseo de continuar su secular unión con las demás nacionalidades ibéricas (para las que reclama también el derecho a tener cada una su propio Estado).
Se hace necesaria, por tanto, la constitución de la una Federación Española.
Por ello, Prat de la Riba sostiene que el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista, siempre ha sentido y respetado la unión fraternal de Cataluña con las demás nacionalidades ibéricas dentro de su necesaria organización federativa.

Otras afirmaciones de Prat de la Riba que nos ayudan a entender el texto:
*.- “Lo que generalmente se llama patria grande no es sino un Estado compuesto de varias agrupaciones sociales que tienen la condición de verdaderas patrias”.
*.- España “no es más que el Estado o agrupación política a la cual pertenecen” los catalanes.
*.- “El Estado es una entidad política, artificial, voluntaria; la Patria es una comunidad histórica, natural, necesaria. El primero es obra de los hombres; la segunda es fruto de las leyes a las que Dios ha sujetado la vida de las generaciones humanas”.
*.- La Patria es “la comunidad de gentes que hablan una misma lengua, tienen una misma historia común y viven hermanados por un mismo espíritu que marca con un sello original y característico todas las manifestaciones de su vida”.
*.- “Enclavada Cataluña en el área geográfica conocida con el nombre de España, somos españoles, del mismo modo que somos europeos por estar comprendida España dentro del continente Europa. Gobernada España por el Estado español, los catalanes somos españoles como miembros de este Estado, como ciudadanos de esta sociedad política.
No somos, pues, enemigos de España, tomada en este sentido (el único real), ni al combatir el Estado español queremos otra cosa que rehacerlo con equidad y justicia y con una organización más adecuada y perfecta, dentro de la cual Cataluña puede encontrar una vida de libertad y progreso”.

*.- “Las Bases de Manresa, programa de la gran mayoría de los autonomistas catalanes, son incompatibles con una aspiración separatista. (...) Nuestra aspiración es una aspiración de libertad, pero también de unión y solidaridad con los demás pueblos. Nosotros, que queremos hacer más sólida y durable y, sobre todo, más justa la unión española, presentamos fórmulas de paz, nos dirigimos a las clases dirigentes de España y les hacemos observar que las actuales bases de unión no son equitativas, porque sacrifican a la fuerza del número elementos estimadísimos de nuestra personalidad; les recordamos el ejemplo de numerosas segregaciones que no se habrían producido si se hubiese escuchado la voz de los que pedían un poco de libertad (hechos que demuestran que la unión de ahora no sirve para unir, sino para separar)”.
(...) “queremos ver la patria catalana unida con vínculos de hermandad con los demás pueblos de España, formando una familia fuerte y bien avenida, sin Cenicientas explotadas ni herederas altivas”.


*.- pasa por ser uno de los fundadores del nacionalismo moderado y moderno catalán.
*.- uno de los redactores de las bases de Manresa.
*.- líder de la Lliga Regionalista.
*.- Sus numerosas publicaciones fijaron el cuerpo ideológico del nacionalismo moderado catalán.
*.- Tenía una visión del pasado de una Cataluña romántica, donde los reyes castellanos habían estado agraviándola  sistemáticamente.
*.-  Partidario de participar en la vida política española para inclinar sus leyes a los intereses catalanes.

Un texto más completo:
“Nosotros veíamos el espíritu nacional, el carácter nacional, el pensamiento nacional, veíamos el Derecho, veíamos la lengua; y de lengua, Derecho y organismo, de pensamiento y de carácter y espíritus nacionales, extraíamos la Nación, que es, una sociedad de gente que hablan una lengua propia y tienen un mismo espíritu que se manifiesta uno y característico por debajo de toda la vida colectiva.
“Y veíamos más: veíamos que Catalunya tenía una lengua, Derecho, arte propio, que tenía un espíritu nacional, un carácter nacional, un pensamiento nacional, Catalunya era pues, una nación.
Y el sentimiento de patria, vive en todos los catalanes, nos hace sentir que patria y nación eran lo mismo, y que Catalunya era nuestra nación, igual que nuestra patria.
Si ser patria, ser nación era tener una lengua, una concepción jurídica, un sentido del arte propio, si era tener espíritu, carácter, pensamiento nacional. la existencia de la nación o de la patria era un hecho natural como la existencia del hombre, independientemente de los derechos que le fueran de hecho reconocidos.
Siendo la nacionalidad una unidad de cultura, un alma colectiva, con un sentir, un pensamiento y un querer propios, cada nacionalidad ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, esto es, su política, el sentimiento de sus cosas, para su conocimiento, para su propio querer. Cada nacionalidad ha de tener su Estado.
El Estado, pues, viene a ser un organismo, como una parte viva de la nacionalidad, por eso no se puede pertenecer a dos nacionalidades diferentes, como un corazón no puede palpitar en dos cuerpos diferentes, como un mismo cerebro no puede servir de instrumento de la vida anímica a dos hombres diferentes.
A cada nación un Estado, esta es la fórmula sintética del nacionalismo político, este es el hecho jurídico que ha de corresponder al hecho social de la nacionalidad.
Consecuencia de toda la doctrina expuesta es la reivindicación de un Estado catalán, en unión federativa con los Estados de las otras nacionalidades de España. Del hecho de la nacionalidad catalana nace del derecho a la constitución de un Estado propio, de un Estado catalán. Del hecho de la actual unidad política de España, del hecho de la convivencia secular de diferentes pueblos, nace un elemento de unidad, de comunidad, que los pueblos unidos han de mantener y solidificar. De aquí el Estado compuesto.
Estos dos hechos primarios, fundamentales: el de la personalidad nacional de Catalunya, y el de la unidad de España, reforzados por dos leyes correlativas: la de libertad, que implica la autonomía y la espontaneidad social, la de la universalidad que lleva a la constitución de potencias mundiales, se resuelven con una fórmula de armonía, que es la Federación Española.
Así el nacionalismo catalán, que nunca ha estado o sido separatista, que siempre ha sentido intensamente, la unión y hermandad de las nacionalidades ibéricas dentro de la organización federativa, tiene una aspiración de un pueblo que, con conciencia de su derecho y de su fuerza, marcha, con paso seguro, por el camino de los grandes ideales progresistas de la humanidad.”

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