PALOMA
CERVILLA / MADRID
Día
05/01/2015 - 08.44h
El
proceso de elección de sus líderes locales ha estado plagado de irregularidades
Podemos
se abona al «pucherazo»
ABC
Pablo
Iglesias
La
elección de los órganos internos de Podemos en las capitales de provincia,
celebrada el pasado viernes, se produjo en medio de graves acusaciones sobre
irregularidades en el proceso. Lo más llamativo es que no es la primera vez que
el partido de Pablo Iglesias se ve involucrado en acusaciones de este tipo. Con
anterioridad ya se puso en cuestión la elección de los consejos ciudadanos
municipales de la organización. Incluso su elección del secretario general de
esta formación política mereció el rechazo de la lista alternativa, liderada
por Pablo Echenique, que perdió el pulso.
En
relación con el proceso celebrado el viernes, lo que iba a ser una votación
abierta y transparente se convirtió en una participación con grandes sombras de
sospecha. La principal crítica, con duras acusaciones de «pucherazo» electoral
por parte de simpatizantes e internautas, se concretó en que en algunos
ayuntamientos se detectaron un mayor número de votos que simpatizantes
inscritos en el censo.
Los
casos más polémicos fueron los de Alhaurín de la Torre (Málaga), en el que
votaron 256 personas frente a 209 inscripciones, o Castilleja de la Cuesta
(Sevilla), 155 participantes frente a 110 inscripciones, así como los procesos
que afectaron a los municipios de Tudela (Navarra), Ermua (Vizcaya), Ferrol (La
Coruña), Sevilla y Barcelona.
Frenar
acusaciones
La
dirección del partido se justificó a través de su cuenta en Twitter afirmando
que «el número de inscritos es inferior al de participación en algunos
municipios porque el censo no está actualizado». Además, intentó frenar las
acusaciones asegurando que «las votaciones son auditables, igual que el censo.
Está todo disponible en la web».
El
único caso de un posible fraude que reconocen los responsables de Podemos es el
detectado en Ferrol. El secretario de Organización, Sergio Pascual, remitió a
una comisión de investigación para aclarar este caso. En Ferrol, el proceso de
elección de secretario general fue paralizado por la comisión de garantías al
detectarse presuntas anomalías en las votaciones, tales como duplicidad de
votos y direcciones IP. En esta ciudad gallega, la única de toda España donde
se tuvo que tomar esta drástica medida, se presentaron hasta cuatro
candidaturas diferentes. Entre ellas, dos partían con ventaja: una afín a la
cúpula, bajo el nombre de Claro que Podremos y la de Xuntos Podemos. Las
irregularidades observadas podrían modificar un resultado que, con toda
probabilidad, no se conocerá hasta la próxima semana, informa Cristina Pichel.
En
el caso de Andalucía, al margen de las situaciones de Castilleja de la Cuesta
(Sevilla) y Alhaurín de la Torre (Málaga), la duda se cierne sobre una de las
grandes plazas importantes: Sevilla. En la capital andaluza, donde los círculos
se habían unido para hacer frente a la candidatura del equipo afín a Pablo
Iglesias, el resultado del proceso deja a la ciudad como la segunda con mayor
participación del país con 2.364 votantes. En su caso, lo llamativo es que,
según los datos oficiales de la web de Podemos, el 49,93 por ciento de los
votos fueron para la candidata oficialista, mientras que el sector crítico sumó
un 47,08 por ciento de los apoyos. Si a estas ajustadas cifras se suman el
10,45 por ciento del voto en blanco y el 2,97 por ciento de votos reunidos por
otros candidatos, se arroja una inverosímil cifra del 110,44 por ciento de
participación, informa Antonio Marroco.
En
Barcelona se impuso también la candidatura oficialista, consagrando al joven
Marc Bertomeu, de 23 años, como nuevo líder de la formación en la capital
catalana, aunque, eso sí, con una participación más que escasa, 1.813 votos en
conjunto. Ayer mismo, el propio Bertomeu reconocía que hubo problemas técnicos
durante el proceso electoral, pero aseguró que «en ninguno caso han afectado al
proceso de votación». Aludía Marc Bertomeu a las denuncias que el resto de
candidaturas que competían con él –una de ellas avalada por el exfiscal jefe de
Cataluña y exeurodiputado Carlos Jiménez Villarejo– han venido realizando desde
que comenzó el proceso de elección, particularmente por lo que denuncian es una
posición nada neutral de la dirección nacional a favor de la candidatura
oficialista, informa Àlex Gubern.
Impedir
la competencia
Así,
por ejemplo, se denunciaron fallos en la «web» del proceso, donde varios de los
candidatos críticos con la actual dirección no pudieron colgar su fotografía.
Con todo, lo que más malestar ha generado ha sido el apoyo explícito que Pablo
Iglesias dio a Bertomeu en el concurrido mitin que el líder de la formación dio
en el pabellón de la Vall d’Hebron de Barcelona. Tal y como ha denunciado la
candidatura alternativa «Por la dignidad» –encabezada por Montserrat Cutando
con el apoyo de Villaerjo–, Bertomeu fue el único candidato que subió al
escenario.
Estos
polémicos procesos electorales internos tuvieron su precedente en la propia
elección de Pablo Iglesias como secretario general de Podemos, el 14 de
noviembre de 2014. Pablo Echenique, el eurodiputado de Podemos que intentó
disputarle el puesto, retiró su candidatura al considerar que el método de
elección de las listas impedía la competencia interna.
Los
aproximadamente diez mil simpatizantes que votaron podían apoyar candidaturas
completas, como la presentada por los fundadores del partido, o marcar los
candidatos nombre a nombre. Este mecanismos, a juicio de los críticos, impedía
cualquier posibilidad de integración.
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