viernes, 17 de abril de 2015

Rodrigo Rato dinamita la campaña electoral del PP

PABLO SEBASTIÁN 16/04/2015
El tobogán infernal de la corrupción del bipartidismo PSOE-PP no cesa y se amplía de manera espectacular a 40 días de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Y así, cuando estábamos pendientes de la investigación del Tribunal Supremo sobre responsabilidades de Chaves y Griñán en el ‘gran fraude’ los ERE de Andalucía, al PP le acaba de estallar en las manos el caso de la detención de Rodrigo Rato por presuntos delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes, detectados en la investigación que la Agencia Tributaria ha hecho a Rato tras acogerse a la amnistía fiscal decretada por el gobierno de Rajoy en 2012.
 Estamos asistiendo a un lamentable espectáculo de ignominia nacional en el que están implicados ex altos responsables de los primeros partidos de España, PP y PSOE. Y donde los actuales dirigentes no acaban de poner coto a la corrupción, sino que siguen amparando imputados por doquier y eludiendo las responsabilidades políticas, con la excusa de que están a la espera de confirmación de imputaciones penales, a pesar de que los casos son flagrantes y están en los medios y distintos procesos judiciales.
Ha sido la filtración de la noticia a la prensa de que Rato se había acogido en 2012 a la amnistía fiscal y estaba siendo investigado por blanqueo de capitales lo que ha provocado la actuación del Gobierno -no podían aplazar decisiones sin verse implicados- y la detención de Rato, a petición de la Fiscalía y del Juzgado 35 de primera instancia de Madrid.

Y todo ello en medio de un gran espectáculo televisivo y en direct durante el registro de la casa y despacho de Rato por agentes de la Agencia Tributaria. Tras lo que la fiscalía ordenó – por sugerencia ‘caritativa’ del Gobierno, imaginamos- su puesta en libertad. Aunque solo de momento y a la espera de que comparezca ante el juez que tomará declaración a Rato y decidirá su situación procesal en la que no se descarta el ingreso en prisión.
Lo que, como es lógico, ha provocado una oleada de indignación social contra el PP al conocerse los presuntos delitos de Rato y todo un terremoto político en la Moncloa, donde creyeron que los problemas judiciales de Rato, por el caso Bankia donde está imputado por varios presuntos delitos, se camuflarían en la lentitud de la Justicia y, una vez pasado el primer mal trago, se prolongarían más allá del año electoral en curso. No ha sido así, Rato le acaba de estallar en las manos a Rajoy en plena campaña electoral.
Y esta situación afecta directamente a la imagen de España en el exterior -dada su condición de ex director del FMI-, al Gobierno de Rajoy como ex vicepresidente del Gobierno del PP y al PP, partido en el que sus máximos valedores han sido José María Aznar, Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Estos dos últimos como autores de su nombramiento en la presidencia de Bankia.
Naturalmente, algunos presentirán ahora por qué Aznar no nombró a Rato como su sucesor y candidato a la presidencia del Gobierno en 2003, puesto que finalmente ocupó Rajoy. Porque puede que Aznar conociera la fortuna que su ex vicepresidente tenía en el extranjero -regularizada en la amnistía de 2012- o porque descubrió durante las elecciones del año 2000, donde el PP logró la mayoría, los oscuros negocios de los hermanos Rato, el enorme endeudamiento con los bancos de su vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, y los presuntos favores y quitas que de su deuda le hicieron algunas entidades financieras.

Asuntos todos ellos por los que Aznar no le nombró sucesor, aunque tampoco le impidió -sabiendo que Rato no era ‘trigo limpio’- proponerlo para dirigir el FMI, institución que abandonó Rato a mediados de su mandato de manera sorprendente y no explicada por él. Lo que todavía sigue siendo una incógnita que tarde o temprano se desvelará. ¿Acaso descubrieron en Washington sus negocios y cuentas opacas?
El escándalo y detención de Rodrigo Rato nos recuerda ahora aquel otro de Mariano Rubio, ex gobernador del Banco de España, que acabó en prisión por fraude fiscal y cuentas opacas durante el gobierno de Felipe González. Y se suma, en breve espacio de tiempo a otros grandes casos de corrupción del PP que llevaron a la cárcel a Bárcenas, Matas, Fabra y Granados en los últimos meses, y los que llevarán también a prisión a otros muchos de sus dirigentes y gobernantes, hoy encausados en decenas de casos.
 Y ¿con qué cara se va a presentar el PP en la campaña electoral de mayo que está a punto de comenzar? Sobre todo cuando se sospecha que tanto la Agencia Tributaria, que depende del ministro de Hacienda, Montoro, como la Fiscalía no actuaron contra Rato hasta que se filtró a la prensa que Rato se había acogido a la amnistía de 2012 y estaba siendo investigado por blanqueo de capitales. Un retraso mal calculado con el que al parecer el Gobierno de Rajoy esperaba eludir el escándalo en la campaña electoral del 24 de mayo que ahora está a punto de comenzar. Ahora el discurso del PP será decir que el Gobierno lica la Justicia a todos por igual. No es cierto, Barcenas y Granados entraron de cBeza en prisión y Rato, de momento, está en libertad y ya veremos cuando le toca declarar y que dice el fiscal, que ayer lo puso en libertad.


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