Un concejal de Podemos
Puerto Real: «Me cago en la Constitución»
LA VOZ
Día 16/06/2015 - 22.00h
Juan Antonio Pontones,
número 3 de la lista y hoy cargo público, arremetió contra la Carta Magna o
lamentó que ya no exista el Grapo en unos polémicos comentarios de facebook
Un concejal de Podemos
Puerto Real: «Me cago en la Constitución»
No ha pasado ni una semana
que los concejales de las nuevas corporaciones locales que se constituyeron en
el país juraron, prometieron o se acogieron a la fórmula del imperativo legal,
que respetarían y acatarían la Constitución.
También lo hizo el número 3
de la lista de Podemos en los comicios municipales de Puerto Real, Juan Antonio
Pontones, quien hace unos años hacía comentarios abiertamente antisistema y en
contra de la Carta Magna como se puede leer en su perfil de facebook.
«Pasado el día de la
constitución, sinceramente y de corazón me cago en la constitución y en la puta
transición». Esa afirmación que se puede leer en su perfil abierto al público
la formuló en diciembre de 2011. Tres años y medio después, Pontones, que forma
parte del nuevo equipo de Gobierno de Puerto Real, entraba en el sistema como
edil tras unas elecciones democráticas amparadas por la Constitución española.
Pero los comentarios fuera
de tono, polémicos e inapropiados para un representante público no se limitan a
ése. También en diciembre de 2011, comentaba un enlace a una noticia lamentando
que no existiera el Grapo. La noticia hacía referencia al nombramiento del
secretario general de Manos Limpias como caballero de honor de la Fundación
Francisco Franco. Pontones comentaba al respecto: 'Y que ya no exista el
Grapo...'
En febrero de 2012, cuando
el conflicto social en Grecia había estallado en las calles, el concejal de
Puerto Real de Podemos comentaba una fotografía en la que aparecía en llamas un
policía. «Atenas y sus policías en llamas, Madrid tarde o temprano arderá, y
sus antidisturbios con ella».
Podemos gobiernan desde el
pasado sábado en dos municipios de la provincia: Cádiz capital y Puerto Real.
En este último gracias a que Equo e IU facilitaron la investidura del nuevo
alcalde, Antonio Romero.
Este pasado en la red le ha
costado el primer disgusto a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. La
persona que había elegido como concejal de Cultura, Guillermo Zapata, había
lanzado por twitter varios comentarios de corte antisemita y que podían afectar
a las víctimas del terrorismo. Carmena no lo ha cesado como concejal pero sí lo
ha relegado de la cartera que le había asignado después de que éste pidiera
perdón.
RITA MAESTRE, EN EL OJO DEL
HURACÁN
Luis María ANSON
Rita Maestre tiene todo el
derecho a creer que la religión es el opio del pueblo. Todo el derecho a
defender su creencia en los periódicos impresos, hablados, audiovisuales y
digitales. Todo el derecho a afirmar que en un centro público no deben
autorizarse ni capillas ni sinagogas ni mezquitas. Todo el derecho a difundir
lo que piensa a través del libro, las conferencias y los coloquios. Todo el
derecho a manifestarse, in púribus, si así lo desea, y pancarta en ristre, en
compañía de los que piensan como ella.
A lo que no tiene derecho
Rita Maestre es a la violencia de irrumpir en una capilla, quebrantando el
derecho de los que discrepan ideológicamente de ella. El allanamiento de la
capilla de la Universidad Complutense es un acto reprobable en sí mismo y
corresponde a los jueces sentenciar un posible pero no probable delito.
Conviene no confundir las cosas.
Tal vez no esté de más
recordar a Rita Maestre que todos los fines de semana acuden a misa 11.000.000
de españoles; que el 90% de los niños que nacen en nuestro país son bautizados;
que el 80% de los padres de familia solicitan enseñanza de religión en escuelas
y colegios para sus hijos; que en torno al Papa se han producido las
manifestaciones populares más ingentes que ha conocido la sociedad española. Y
que en todo el mundo la Iglesia Católica es, con escasas excepciones, la
Iglesia de los pobres y allí donde no aparece jamás un comunista, en los
centros de sida, en los hospitales de enfermedades infecciosas, en las
leproserías, en los asilos de ancianos terminales, allí están siempre los
misioneros católicos y las monjas generosas, las Teresas de Calcuta que
vertebran la acción de la Iglesia.
Se puede discrepar de la
labor humanitaria y social que hace la Iglesia Católica. Se puede combatir su
propia existencia pero siempre desde el respeto, sin violencias, irrupciones
agresivas o allanamientos. Rita Maestre representa una minoría diminuta en
comparación con lo que significa la Iglesia Católica en España. Lo menos que
puede exigírsele es que mantenga hacia ella y hacia sus millones de fieles el
debido respeto.
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