Luis María ANSON
Según el dictador Maduro,
sucesor del caudillo Chávez, el venezolano que quiere obtener 1 dólar debe
abonar 6,3 bolívares conforme al cambio oficial.
Por la realidad es muy
distinta. Para obtener 1 dólar hay que abonar 591,8 bolívares.
Como ha explicado Miguel
Jiménez en un excelente informe el bolívar venezolano solo vale el 1% de lo que
señala al tipo de cambio oficial.
Maduro, como todos o casi
todos los radicales de izquierda, gasta mucho más de lo que ingresa. Se dedica
a despilfarrar el dinero.
Como no depende de un Banco
supranacional como Grecia, para hacer frente a sus derroches se entrega a la
fabricación de billetes.
La máquina puede engañar a
muy corto plazo a los venezolanos. Enseguida se descubre la realidad porque la
devaluación frente a las monedas fuertes se produce de forma irremediable.
No estaría de más que
Podemos, el partido vinculado al chavismo, explique si el procedimiento le
parece adecuado.
Claro que España tendría que
salir del euro y en muy poco tiempo ocurriría con la moneda española lo mismo
que con la venezolana: la inflación se dispararía. Nada nuevo bajo el sol.
Las leyes económicas son
implacables.
Cuando se gasta más de lo
que se ingresa hay que reducir el gasto.
Fabricar billetes para
atender a los dispendios significa la devaluación de la moneda y la ruina
económica.
Zapatero se dedicó a
despilfarrar con sus cheque-bebé, cheque-vivienda, patrocinios, subvenciones y
otras camelancias.
Pero no pudo pagar sus
derroches porque España está en la zona euro y los gobernantes europeos no
pueden imprimir billetes a su antojo. Así es que Bruselas amenazó con el
rescate y Zapatero tuvo que recoger velas, cantar la palinodia y retirar sus
excesos.
Como consecuencia perdió el
apoyo del PSOE y tuvo que renunciar a presentarse a la reelección.
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