15/02/2016@10:37:46 GMT+1
Luis María ANSON
Ha aprovechado la ocasión para vengarse del
congreso de Valencia y del remoloneo en el nombramiento de candidata a la
alcaldía. Esperanza Aguirre, acorralada por la maquinaria de la Justicia que
puede citarla en cualquier momento, ha propinado a Mariano Rajoy una puñalada
certera. “Yo he dimitido porque mi entorno está enlodado en la corrupción y tú
debes hacer lo mismo”, así resume la opinión pública el aspaviento de Esperanza
Aguirre.
La exlideresa, sin embargo, permanece en el
Ayuntamiento. Madrid podría tener un alcalde socialista con los votos del PP
pero Carmona se negó a aceptar el apoyo si permanecía Esperanza Aguirre.
Todavía se podría hacer la operación si la exlideresa dimitiera. Pero Esperanza
Aguirre confía en ganar las próximas elecciones. Ella es una mujer sencilla y
cercana pero los que la rodearon -no todos pero sí algunos- plantearon una
campaña en la que quedó como arrogante, soberbia y prepotente. Y eso no le
gusta a casi nadie. En su debate con Carmena, entregó por su altivez la silla
curul del Ayuntamiento a su rival.
Mariano Rajoy permanece impasible, encantado
de haberse quitado el dolor de muelas de Aguirre, y a la espera de que se
produzca el milagro de un revolcón de Pedro Sánchez en el Congreso. Ha puesto
todas sus esperanzas en nuevas elecciones sin darse cuenta que los escándalos
de corrupción en Madrid y Valencia le pasarán factura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario