Solamente ayer publicó algo parecido a una
propuesta documentada, en forma de “cinco pactos de Estado”, el día en que
Rajoy se reunió con Albert Rivera.
Lo hizo a remolque del “programa para un
Gobierno progresista y reformista” difundido días antes por el PSOE, y en
vísperas del encuentro programado para hoy entre Sánchez y Rajoy.
El documento del PP no carece de interés.
Da un paso hacia los demás partidos, dejando
clara su voluntad de renegociar los objetivos de déficit público con Bruselas
tras el desgaste sufrido con los recortes del gasto social.
El propio Rajoy reconoce una cifra de déficit
público (4,5% del PIB) en 2015 superior a la que el Gobierno había previsto.
Por ahí tendría que haber empezado a argumentar, si se trataba de convencer y
negociar, en vez de tratar de recuperar la iniciativa política con la
estrategia de asustar
LO QUE PODRÍA OFRECER RAJOY A SÁNCHEZ
12/02/2016@11:52:36 GMT+1
Luis María ANSON
Mariano Rajoy podría ofrecer a Pedro Sánchez
un Gobierno socialista monocolor con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del
Partido Popular. Esa oferta resultaría sugerente para el líder socialista que
tiene ya perfilado el Frente Progresista, es decir el Frente Popular, con la
alianza entre el PSOE y los dos partidos comunistas, Izquierda Unida y Podemos,
si bien le quedan escollos por salvar que pueden echar al traste la operación.
El diálogo de sordos entre el dirigente
conservador y el socialista provoca en un sector de la ciudadanía, alarma, en
otro sector, pena, y en el más numeroso, asco. Los personalismos puros y duros
se han impuesto en una hora de incertidumbre que exigía generosidad y visión
del futuro. Mariano Rajoy sigue emperrado en que ha ganado las elecciones y no
es verdad. En una democracia pluralista plena, en un sistema parlamentario,
gana las elecciones quien articula la mayoría.
Las informaciones solventes que llegan del
entorno de Rajoy confirman que el presidente está enrocado y no acepta otra
solución que no sea la gran coalición con un Gobierno encabezado por él. De no
conseguirlo hará todo lo posible para provocar nuevas elecciones. Acosado por
los casos de corrupción ayer en Valencia, ahora en Madrid, el presidente del
Partido Popular podría sufrir una sorpresa en esas eventuales nuevas elecciones
y que un sector relevante de electores se fugue con el viento fresco hacia
Ciudadanos.
Luis María ANSON de la Real Academia Española
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