25/02/2016@12:36:28
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Luis María ANSON
A partir del 21
de diciembre Pedro Sánchez pretendió orquestar lo que él llama un Frente
Progresista con Podemos e Izquierda Unida como fórmula segura para alcanzar la
investidura y encaramarse en la presidencia del Gobierno. Se tropezó con la
oposición de Felipe González y destacados barones del PSOE que consideraron, no
sin razón, que Podemos fagocitaría al centenario Partido Socialista. Sánchez se
resistió a las exigencias de los veteranos hasta que Felipe González le aseguró
que, en caso de repetirse elecciones, él no tendría que irse a casa sustituido
por Susana Díaz sino que representaría al PSOE como candidato. Pedro Sánchez
aceptó y cerró el acuerdo con Ciudadanos.
Mariano Rajoy,
consciente de que su coalición a tres presidida por él mismo no saldría
adelante, ha jugado la carta de nuevas elecciones. La objetividad exige
reconocer que ha ganado la primera partida. Tanto él como Felipe González han
vencido en ese primer envite de la situación inestable en que se mueve la
política española.
Salvo circunstancias
que se pueden producir pero no son probables, Pedro Sánchez no será investido
presidente del Gobierno la semana que viene, abriéndose un nuevo periodo de
negociaciones durante dos meses en el que lo probable es que no se llegue a
ningún acuerdo pero sin descartar eventuales combinaciones hoy desechadas. En
todo caso, los partidos se preparan para nuevas y carísimas elecciones el
próximo 26 de junio, en contra de la opinión pública que de forma
abrumadoramente mayoritaria rechaza otros comicios.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
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