La fachada del
templo apareció con mensajes ofensivos antes del ataque; fueron
borrados en dos horas.
La Policía identificó a cuatro personas como autores de los grafitis, entre ellos el hermano de Íñigo Errejón
borrados en dos horas.
La Policía identificó a cuatro personas como autores de los grafitis, entre ellos el hermano de Íñigo Errejón
TATIANA G. RIVAS
- @tatianagrivasMadrid - 23/02/2016 a las 02:53:27h. - Act. a las 02:53:46h.
Guardado en:
Madrid
Rita Maestre centró
su defensa frente al micrófono del Juzgado de lo Penal número 6 el pasado
jueves en que el asalto a la capilla donde participó se trataba de una
«protesta pacífica». También la calificó de «espontánea», sin estar programada
y donde no se pretendía ofender los sentimientos religiosos de nadie.El
objetivo de aquella acción del 10 de marzo de 2011, afirmó, era denunciar la
permisión de estos lugares de culto en una universidad pública dentro de un
Estado aconfesional. Las imágenes se corresponden con las pintadas que
aparecieron dos días antes de la irrupción en el oratorio en la fachada de la
capilla. Algunos de estos mensajes blasfemos fueron los que se corearon dentro
y fuera del templo («arderéis como en el 36» y «sacar vuestros rosarios de
nuestros ovarios»).
Ante esta
estampa con la que amaneció la Universidad Complutense de Somosaguas aquel 8 de
marzo de 2011, coincidiendo con el día e la mujer, algunos alumnos y profesores
tomaron fotografías.El autor de estas instantáneas, un docente, se quedó
sorprendido. «Nunca antes había ocurrido algo así», revela. Las pintadas en
morado, como el color de Podemos, en rosa y negro apenas duraron dos horas en
la pared. El rector, entonces José Carrillo, mandó limpiarlas rápidamente.
«Junto a la entrada pusieron ‘cerdos pederastas’. La ofensa fue tachada»,
indica.
Después de
escuchar las declaraciones de la vista oral, este profesor, que define su
ideología como de izquierdas, no da crédito a que los acusados y algunos de los
testigos dijeran que no estaba preparado. «Entonces había un ambiente de
exaltación que continuó hasta que aquella hornada de estudiantes salió del
campus. Ahora ya los tenemos en los gobiernos como concejales becarios»,
sostiene el educador, quien prefiere mantener su anonimato para evitar
«represalias». Este hombre ha sacado a la luz las fotografías para que se
compruebe que se trataba de un «acoso programado». «Este acto formaba parte de
las peleas intestinas entre la izquierda de la universidad para ver quién era
más de izquierdas. Querían forzar al rector a eliminar esta capilla, cosa que
no consiguieron porque se trataba de un convenio firmado con el Arzobispado»,
narra el maestro.
Las pintadas
fueron la antesala del asalto y se realizaron en la noche del 7 de marzo. La
Policía local de Pozuelo de Alarcón interceptó a cuatro individuos y los
identificó como presuntos autores de los grafitis. Pese a que salieron a la
carrera cuando vieron a los agentes, no se pudo demostrar su implicación. Los
funcionarios les dieron el alto a 150 metros de las pintadas. Uno de ellos
portaba un espray. Algunos tenían las manos manchadas de pintura. Entro los
filiados se encontraba el hermano de Íñigo Errejón, Guillermo, quien formaba
parte de la asociación universitaria Contrapoder, la entidad que organizó la
acción de la capilla, y a la que también pertenecía Rita Maestre. Uno de los
fundadores de esta plataforma, en 2006, fue Pablo Iglesias. Guillermo Errejón
declaró como testigo en el juicio de la portavoz municipal y de Héctor Meleiro,
quien iba en la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid. El hermano del
número dos de la formación morada dijo que no participó en el acto y que no
había convocante de la acción: ni persona ni organización. La juez del caso,
Esther Arranz, emitirá su veredicto en los próximos días y se conocerá la
versión a la que da crédito.
Las pintadas
blasfemas que caldearon el asalto de Rita Maestre a la capilla
La fachada del
templo apareció con mensajes ofensivos antes del ataque; fueron borrados en dos
horas. La Policía identificó a cuatro personas como autores de los grafitis,
entre ellos el hermano de Íñigo Errejón
TATIANA G. RIVAS
- @tatianagrivasMadrid - 23/02/2016 a las 02:53:27h. - Act. a las 02:53:46h.
Guardado en:
Madrid
Rita Maestre centró
su defensa frente al micrófono del Juzgado de lo Penal número 6 el pasado
jueves en que el asalto a la capilla donde participó se trataba de una
«protesta pacífica». También la calificó de «espontánea», sin estar programada
y donde no se pretendía ofender los sentimientos religiosos de nadie.El
objetivo de aquella acción del 10 de marzo de 2011, afirmó, era denunciar la
permisión de estos lugares de culto en una universidad pública dentro de un
Estado aconfesional. Las imágenes se corresponden con las pintadas que
aparecieron dos días antes de la irrupción en el oratorio en la fachada de la
capilla. Algunos de estos mensajes blasfemos fueron los que se corearon dentro
y fuera del templo («arderéis como en el 36» y «sacar vuestros rosarios de
nuestros ovarios»).
Ante esta
estampa con la que amaneció la Universidad Complutense de Somosaguas aquel 8 de
marzo de 2011, coincidiendo con el día e la mujer, algunos alumnos y profesores
tomaron fotografías.
El autor de
estas instantáneas, un docente, se quedó sorprendido. «Nunca antes había
ocurrido algo así», revela. Las pintadas en morado, como el color de Podemos,
en rosa y negro apenas duraron dos horas en la pared. El rector, entonces José
Carrillo, mandó limpiarlas rápidamente. «Junto a la entrada pusieron ‘cerdos
pederastas’. La ofensa fue tachada», indica.
Después de
escuchar las declaraciones de la vista oral, este profesor, que define su
ideología como de izquierdas, no da crédito a que los acusados y algunos de los
testigos dijeran que no estaba preparado. «Entonces había un ambiente de
exaltación que continuó hasta que aquella hornada de estudiantes salió del
campus. Ahora ya los tenemos en los gobiernos como concejales becarios»,
sostiene el educador, quien prefiere mantener su anonimato para evitar
«represalias». Este hombre ha sacado a la luz las fotografías para que se
compruebe que se trataba de un «acoso programado». «Este acto formaba parte de
las peleas intestinas entre la izquierda de la universidad para ver quién era
más de izquierdas. Querían forzar al rector a eliminar esta capilla, cosa que no
consiguieron porque se trataba de un convenio firmado con el Arzobispado»,
narra el maestro.
Las pintadas
fueron la antesala del asalto y se realizaron en la noche del 7 de marzo. La
Policía local de Pozuelo de Alarcón interceptó a cuatro individuos y los
identificó como presuntos autores de los grafitis. Pese a que salieron a la
carrera cuando vieron a los agentes, no se pudo demostrar su implicación. Los
funcionarios les dieron el alto a 150 metros de las pintadas. Uno de ellos
portaba un espray. Algunos tenían las manos manchadas de pintura. Entro los
filiados se encontraba el hermano de Íñigo Errejón, Guillermo, quien formaba
parte de la asociación universitaria Contrapoder, la entidad que organizó la
acción de la capilla, y a la que también pertenecía Rita Maestre. Uno de los
fundadores de esta plataforma, en 2006, fue Pablo Iglesias. Guillermo Errejón
declaró como testigo en el juicio de la portavoz municipal y de Héctor Meleiro,
quien iba en la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid. El hermano del
número dos de la formación morada dijo que no participó en el acto y que no
había convocante de la acción: ni persona ni organización. La juez del caso,
Esther Arranz, emitirá su veredicto en los próximos días y se conocerá la
versión a la que da crédito.
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