11/06/2016@17:52:17
GMT+1
Luis
María ANSON
Reproducimos
a continuación, por su eco en las redes sociales, un artículo de Luis María
Anson publicado en El Cultural, la revista de referencia de la vida intelectual
española.
“Ha
transcurrido tiempo suficiente para que se pueda desmenuzar la complejidad de
la Transición, es decir, la transformación de una dictadura encarnada por el
general Franco, el amigo de Hitler y Mussolini, en una democracia pluralista
plena. La operación se realizó sin traumas gracias a los cuatro hombres con
fuerza real en aquella época en España: Juan Carlos I, que tenía la fuerza del
Ejército; el cardenal Tarancón, que tenía la fuerza de la Iglesia; Marcelino
Camacho, que tenía la fuerza obrera; Felipe González, que tenía la fuerza de
los votos.
En
1976, los militares respaldaban como un solo hombre al Rey. España era todavía
una nación ocupada por su propio Ejército. Don Juan Carlos supo lidiar con
habilidad a sus compañeros de armas hasta conseguir el propósito sustancial de
la Monarquía defendida desde el exilio por su padre Don Juan: devolver al
pueblo la soberanía nacional secuestrada en 1939 por el Ejército vencedor de la
guerra incivil.
Vicente
Enrique y Tarancón estaba al frente de una Iglesia presente en todos los
centros de decisión españoles. Si el cardenal se llega a plantar, como Don
Tancredo, en el centro del ruedo ibérico exigiendo el Estado confesional, la
Transición no hubiera sido posible o se habría hecho agriamente complicada.
El
inolvidado Marcelino Camacho, un comunista de ideas firmes y trato flexible, un
hombre honrado y capaz, un sindicalista lúcido y ejemplar, era el líder
indiscutido de los obreros españoles. Pudo desencadenar, como ocurrió en
Portugal, un rosario de huelgas. Tuvo la grandeza histórica de sumarse a la
Monarquía parlamentaria y a la democracia que se pretendía establecer.
Felipe
González, tras una victoria abrumadora, se instaló en 1982 en el Congreso con
202 diputados. En lugar de articular la ruptura, actuó como un hombre de
Estado, el mejor de la España del siglo XX como Cánovas del Castillo lo fue del
siglo XIX, manteniendo el espíritu de la Transición, es decir, el pacto de
Estado entre el centro izquierda y el centro derecha para las grandes
cuestiones nacionales: territorialidad, terrorismo, respeto a la Constitución,
alta política internacional…
A
los cuatro hombres que tenían la fuerza en España hay que añadir la madurez del
pueblo que se sumó de forma constructiva a la magna operación de crear una
democracia plena.
Adolfo
Suárez fue solo un peón del Rey. Hombre de grandes cualidades personales, con
excepcional capacidad para la comunicación y la simpatía, obedeció al Monarca,
convirtiéndose en el traidor de la comedia para liquidar el Movimiento Nacional
desde las leyes del propio Movimiento sin que nadie pudiera decir que Don Juan
Carlos era perjuro. Cuando Suárez empezó a gallear por su cuenta, el Rey le
retiró su apoyo y una serie de diputados encabezados por Herrero de Miñón
prepararon una moción de censura para desmontar democráticamente al presidente
del Gobierno. Suárez se enfrentó a la maniobra anunciando por televisión urbi
et orbi su dimisión.
Emilio
Contreras es un periodista especialmente dotado para el análisis. Es también un
ensayista riguroso y sagaz. Fue un político demócrata que asumió por decisión
de Adolfo Suárez la responsabilidad de dos gobiernos civiles. Conoció a fondo
los entresijos de la Transición y también la operación de acoso y derribo
contra Adolfo Suárez. Lo cuenta todo en un libro imprescindible, escrito desde
la seriedad, el rigor y la prudencia.
El
papel clave de Torcuato Fernández Miranda, las veleidades de Carmen Díez de
Rivera, los éxitos del presidente, las conspiraciones que terminaron con él, se
relatan en este libro -Suárez, acoso y derribo- con grave acento de verdad y
considerable acopio de datos nuevos. Las conspiraciones en las que
intervinieron de forma más o menos acentuada Fernando Abril, Herrero de Miñón,
Recarte, Fontán, Lavilla, Camuñas, Alzaga, Álvarez de Miranda, cobran su
verdadera dimensión en el ponderado análisis de Contreras.
No
se podrá escribir seriamente en el futuro sobre Adolfo Suárez sin contar con
este excelente libro desprovisto de escapularios ideológicos y escrito sin
adherencias partidistas. Emilio Contreras ha hecho una contribución seria a la
reciente historia de España. Y se coincida o se discrepe de su visión de la
etapa presidencial del líder fallecido, nadie podrá negar la ecuanimidad, el
análisis riguroso y la claridad de Suárez, acoso y derribo”.
Luis
María ANSON
No hay comentarios:
Publicar un comentario