Está la cosa que arde. El caso Canal se ha transformado en una cacería a Aguirre.
"El juez rastrea una comisión de OHL a González en Suiza que el PP conocía", dice El Mundo. El titular se queda mohoso recién salidito de fábrica porque las cosas van a tal velocidad que esta misma mañana han detenido a López Madrid, el compiyogui de Letizia, por esa comisión. Federico Jiménez Losantos echa las muelas con La Sexta, que estos días nos está dando un verdadero espectáculo de cinismo. "Ya nos hemos acostumbrado a que el secreto del sumario consista en filtrarlo a los medios. Ya que en vez de llamar a declarar a los ciudadanos al juzgado se les detenga y humille ante las cámaras y sean atropellados por el Sextabús (…) Lo que nunca pensamos fue que el Tramabús de Soraya, o sea, el Sextabús de Moncola, por tapar a Mariano, destapara a su multimedia favorito. Que un político indecente robe es y será normal. Que a una política decente del PP la chantajee el multimedia del Gobierno del PP y Podemos va más a allá de lo imaginable. Ayer, Ferreras atropelló una y otra vez a Aguirre, pero ocultó la detención de uno de sus jefes y la imputación del importante, al que ayer llamaba Cebrián el conseguidor". Y encima menudo cabreo se pilló porque algunos se lo hicieron notar. Como cuenta Santiago González, "el gran Ferreras sobreactuó ayer sobre el insobornable compromiso informativo de La Sexta, que en ningún momento ocultó la responsabilidad de Rodríguez Sobrino y dio pruebas de ellos, aunque en ningún momento dijo que aquel señor era el consejero delegado de La Razón". Es que tiene una cara, Ferreras. Si hasta puso como prueba su propio vídeo dando la noticia de la detención de Sobrino en la que no decía que era un jefazo de su grupo. Y, como señala Santiago, "tampoco se hizo eco de la advertencia del presidente Casals: "Cifuentes tiene que ver que no es sólo La Razón, sino que está La Razón, Antena 3, Onda Cero, la Sexta". Ni puso las transcripciones de la conversación ni nada. Qué decepción, Ferreras.
El País se frota las manos. "Juicio a la época oscura del Partido Popular". ¿Es que se ha hecho la luz? "González exigió dinero a varias empresas para financiar al PP". "El PP espera que Aguirre dimita y no se atrinchere". El PP, Cebrián, Ferreras… Javier Ayuso habla del escándalo de las amenazas a Cifuentes, a la que pone de gran heroína de esta historia. "No ha dudado en presentar ante el juzgado información que ha acabado con Ignacio González en los calabozos". En Podemos quieren vender que fueron ellos, pero nadie se lo compra, están perdiendo influencia. Hay que clarificar "a qué se referían el director de La Razón, Francisco Maruhenda y su presidente Mauricio Casals en las conversaciones grabadas por la guardia civil". Pues a mí me parece que está clarísimo. "Suena a coacción cuando Casals dice: 'Que sepa (Cristina Cifuentes) que no es únicamente La Razón, que están Antena 3, Onda Cero y la Sexta'. Suena terrorífico". Sobre todo por lo de La Sexta. Como te coja Ferreras por banda te machaca.
ABC titula: "Aguirre, entre lágrimas: 'Para mí lo de Ignacio sería muy lamentable'". Y cuenta que "un juez alertó de la investigación a González a través de Casals, el presidente de La Razón". Caramba con el tal Casals, está por todos lados. Dice Bieito Rubido en el editorial que "es cierto que Aguirre nunca fue imputada", pero "la tenaza de la corrupción la ha alcanzado de lleno. Y bien por acción protectora de González, bien por omisión negligente, tiene muy difícil dar explicaciones creíbles y verosímiles de cómo un manto de deshonestidad pudo extenderse a su alrededor sin que ella tuviera siquiera una mínima sospecha. Debió cortar más cabezas a su tiempo y evitar una contaminación para todo el PP (…) El PP, tanto en la esfera nacional, como en el ámbito regional de Madrid, tiene un problema". Hombre, mira, un pellizquito a Rajoy, el del sms a Bárcenas. Ignacio Camacho va más allá del pellizquito. "El presidente ha ido rejuveneciendo muy lentamente la cúpula de partido para alejarla de las sombras del pasado pero la renovación se ha detenido en su propio liderazgo. Aunque él puede presumir de intachabilidad personal, casi todo lo que investigan los jueces ocurrió bajo su mando". Vamos, lo mismo que Aguirre.
Y por fin llegamos a La Razón, que abre a todo tren con el editorial de Marhuenda contando "la verdad por encima de todo". Dice que ayer no dijo ni mu por el enorme respeto que tiene a los procedimientos judiciales. Pero "nunca, nunca, nunca se ha coaccionado o presionado a la presidenta de la comunidad de Madrid" y "nunca, nunca, nunca se ha inventado una información ni se ha hecho campaña alguna contra Cifuentes", digan lo que digan las grabaciones. Se trata de "conversaciones de carácter informal, coloquial, entre dos amigos, a propósito de las preocupaciones y las inquietudes de uno de ellos". Motivos tenía, está en el trullo. Marhuenda reconoce "que utilizó alguna expresión malsonante y desafortunada por la que pidió las necesarias disculpas". Por lo de zorra y puta, lo dice. Naderías, es lo que hacemos todos cuando estamos de mal humor. Y para demostrar que van a ser buenos desvelan que "la trama del Canal desvió decenas de millones a paraísos fiscales". Dice que se lo han contado "fuentes de la investigación". No, si os creemos, ya sabemos que tenéis buenas fuentes con chorros de información.
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