La firmeza de Estados Unidos deja en rídiculo a Puigdemont,
que ha tratado de vender sus contactos con dos congresistas americanos como un
aval al referéndum en Cataluña
El presidente de la Generalitat,
Carles Puigdemont (d), habla con el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras -
EFEEDITORIAL Madrid13/04/2017
10:08h - Actualizado: 13/04/2017 10:09h.Guardado en: España
Estados Unidos propinó ayer dos severos golpes al
independentismo catalán. Por una parte, su embajada en España hizo público un
comunicado en el que deja meridianamente claro que defiende «una España fuerte
y unida». Por otra, el Carter Center reveló que el expresidente americano Jimmy
Carter rechazó de plano apoyar un referéndum en Cataluña, como le pidió el
presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante su reciente reunión.
La contundencia de Estados Unidos deja en evidencia los patéticos esfuerzos del
secesionismo por escenificar una «internacionalización» de sus disparatadas
pretensiones, tan manipuladas como ilegales.
La Generalitat se apresuró a improvisar una respuesta basada
en su tradicional victimismo. «Seguramente es un comunicado a petición del
gobierno español a causa del éxito de los contactos recientes con
representantes de los Estados Unidos». El Ejecutivo catalán respira por la
herida y acusa un duro golpe para su imagen, especialmente ante sus
partidarios. La firmeza de la postura de Estados Unidos se une a la que
mantiene la Unión Europea y coloca a Puigdemont ante la cruda realidad de una
quimera que carece de apoyos a nivel internacional. Además, deja en completo
rídiculo al presidente catalán, que ha tratado de vender sus contactos con dos
controvertidos y cuestionados congresistas americanos como un aval al
referéndum en Cataluña.
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