La
muerte de Arias Navarro (27-11-1989)
Arias
Navarro lee el testamento del dictador Franco
Carlos
Arias Navarro, presidente del primer Gobierno de la Monarquía tras la muerte de
Franco, falleció ayer víctima de un paro cardíaco en su domicilio de Madrid,
ciudad de la que fue alcalde durante
Carlos
Arias Navarro, presidente del primer Gobierno de la Monarquía tras la muerte de
Franco, falleció ayer víctima de un paro cardíaco en su domicilio de Madrid,
ciudad de la que fue alcalde durante ocho años. El inspirador del «espíritu del
12 de febrero», como se denominó al tímido intento de apertura política llevado
a cabo en 1974, se había retirado de la vida pública tras abandonar el cargo de
presidente del Gobierno en julio de 1976.
El
asesinato del almirante Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973,
propició su nombramiento como presidente del Gobierno por el general Franco, lo
que provocó la sorpresa de muchos, ya que Arias Navarro, como ministro de la
Gobernación, era el responsable de la seguridad del almirante Carrero. Hasta
entonces, Carlos Arias Navarro había desarrollado una intensa actividad
política: gobernador civil de León en 1944 y, posteriormente, de Santa Cruz de
Tenerife y Navarra; director general de Seguridad en 1957, alcalde de Madrid en
1965 y ministro de la Gobernación en el primer Gabinete de Carrero Blanco en
junio de 1973.
Hombre
leal al pensamiento político de Franco y de Carrero Blanco, el entonces jefe
del Estado nombró a Arias presidente del Gobierno nueve días después de la
muerte de Carrero. Unos meses después, el 12 de febrero de 1974, Carlos Arias
pronunció un discurso que marcó las líneas de lo que vendría a denominarse
«espíritu del 12 de febrero» (...) Arias intuyó los «profundos cambios
económicos y sociales» que estaba experimentando la sociedad española e
intentó, desde dentro del sistema, una tímida apertura política, de la que, sin
embargo, no entraba a formar parte la plena normalidad democrática basada en el
libre juego de los partidos. El «espíritu del 12 de febrero» se basaba en
concretas propuestas de electividad de alcaldes y presidentes de Diputación,
regulación de las agrupaciones sindicales y, especialmente, la redacción de un
estatuto jurídico del derecho de asociación política.
El
proyecto de Arias Navarro sufrió el primer revés con la destitución, en octubre
de 1974, de su ministro de Información y Turismo, Pío Cabanillas Gallas,
calificado de aperturista por los sectores próximos al Movimiento Nacional.
Paralelamente, salía del Gabinete Arias el ministro de Hacienda, Antonio
Barrera de Irimo, y el presidente del Instituto Nacional de Industria, Francisco
Fernández Ordóñez.
No
obstante, el llamado «espíritu del 12 de febrero» provocó gran malestar entre
las filas del régimen. Así, meses después, el diario «Arriba» publicaba en su
portada una gran foto de José Antonio Girón en la que se leía: «Se pretende que
los españoles pierdan la fe en Franco y en la Revolución Nacional». Fue el
llamado «gironazo», y que denotaba las convulsiones internas del régimen.
La
segunda crisis ministerial no tardaría en llegar. En marzo de 1975 dimite el
vicepresidente tercero y ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, debido a
las fuertes discrepancias que mantenía con otros miembros del Gabinete en
relación con un decreto de conflictos colectivos.
Son
años de intensa convulsión política y social. En el ámbito interior, Arias
promulga en agosto de 1975 un decreto-ley antiterrorista; en el exterior, una
campaña contra el régimen político español obliga al presidente del Gobierno a
dirigirse por televisión al pueblo español para decir: «No deseamos estar
solos, pero no nos intimida la posibilidad del aislamiento».
Tras
la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, Arias es quien lee ante las
cámaras de TVE el último mensaje del jefe del Estado a los españoles. Dos días
después tiene lugar la proclamación de Juan Carlos I como Rey.
Arias
Navarro pone su cargo a disposición de Su Majestad el Rey, que le ratifica como
presidente del Gobierno 16 días después del fallecimiento de Franco. Arias
incorpora en el nuevo Gobierno a personalidades como Manuel Fraga Iribarne,
José María de Areilza y Antonio Garrigues. Cuando dejó la presidencia del
Gobierno, sustituido por el entonces ministro secretario general del
Movimiento, Adolfo Suárez, el Rey le otorgó el título de marqués de Arias
Navarro. Tras diez meses retirado de toda actividad política, se presentó como
candidato al Senado por Alianza Popular en las primeras elecciones generales
del 15 de junio de 1977, pero no consiguió el escaño. A partir de aquella
fecha, Arias Navarro se retiró definitivamente de la actividad política.
Publicado
por Ramon Manuel Gonzalvo Mourelo en 22:10 No hay comentarios:
Operación:
espías en el Vaticano.
Gran información sobre su trayectoria política, pero se olvida decir su participación en la represión durante la guerra y postguerra como fiscal con varias miles de condenas a muerte,mo que le valió el apodo de carnicerito de Málaga
ResponderEliminar