Resuelto
el misterio del gran golpe del trigo: así se robaron las 1.000 toneladas de
cereal
La
Guardia Civil ha detenido a dos hombres como supuestos autores del delito
cometido hace dos semanas en la provincia de Valladolid
DANIEL
MUELA
Madrid 26
MAY 2017 - 14:08 CEST
Un agente de la Guardia Civil recoge muestras de una parte
del trigo robado. M.I.
Dos semanas han sido suficientes para que la Guardia Civil
esclareciera uno de los robos más misteriosos de los últimos tiempos sucedidos
en la provincia de Valladolid: el pasado 13 de mayo varios empleados de la cooperativa ACOR descubrieron que les
habían sustraído más de 900.000 kilos de trigo en una nave que la empresa tiene
alquilada en la localidad de Mojados. Los agentes, en el marco de la Operación
SILO, han detenido en Zamora a dos hombres, de 57 y 42 años de edad, por el robo de 909 toneladas de dicho cereal valoradas
en 241.000 euros. Se les acusa de delitos contra el patrimonio y el
orden socioeconómico, y de robo con fuerza.
Las autoridades, tras
preguntar a varios vecinos de la zona, consiguieron identificar a uno de los
clientes que había acudido a la nave a sustraer el cereal con camiones durante
varios días seguidos. Una empresa harinera de Benavente había comprado el
trigo, transformándolo después en harina, por un importe inferior al precio de
mercado (unos 100.000 euros) a otra empresa radicada en Aguilar de Campoo
(Palencia), según recoge una nota de prensa publicada por el instituto armado.
La Guardia Civil detuvo al
gerente de esta última por no haber acreditado de forma conveniente la compra
del cereal, cantidad que ascendió a 78.000 euros. Esta persona, que ejerció de
intermediario, se lucró con dicha transacción al percibir unos 23.000 euros. El
detenido ha declarado que la persona que gestionó el gran golpe es un vecino de
Mojados, aún en paradero desconocido. Este poseía las llaves de la nave debido
a que había sido el propietario de la misma tiempo atrás. La venta del grano se
llevó a cabo a través de una persona que puso en contacto al vendedor con la
empresa de Aguilar de Campoo, dedicada a la compraventa de cereal, siendo
detenido por un delito de robo en la figura de cooperador necesario.
Según declaró a EL PAÍS el
director de Servicios Agronómicos y de Cultivos de la cooperativa, Esteban
Sanz, "nunca" habíamos sufrido un robo de tales dimensiones. En
conversación telefónica con EL PAÍS, Sanz ha agradecido este viernes la rápida
actuación de la Guardia Civil. "Si hubiéramos sospechado que alguien más
tenía las llaves de la nave, habríamos cambiado las cerraduras lo más rápido
posible". El día que se descubrió el robo, los agentes comprobaron que
ningún acceso había sido forzado. "Una pena, la variante del cereal que
guardábamos se denomina "trigo de fuerza", un grano de primera
calidad", ha asegurado.
ACOR tiene alquiladas varias
naves industriales por la zona donde guarda diversos tipos de cereal. El
almacén está ubicado en la antigua nacional N-601 (la llamada carretera de
Madrid), una vía transitada con frecuencia y a pocos kilómetros de la fábrica
que la cooperativa tiene en Olmedo, en la provincia de Valladolid.
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