ACERTÓ RAJOY EN SU INTERVENCIÓN PÚBLICA

Viernes 08 de septiembre de 2017, 11:13h

Luis María ANSON

La política seria consiste en prevenir no en curar. El aquelarre antidemocrático de los últimos días no se habría producido si se hubieran tomado las medidas adecuadas en su día. La responsabilidad inmediata de lo ocurrido corresponde a Zapatero y a Rajoy pero afecta también a Aznar, a González y a Suárez, este último artífice de la disparatada política del “café para todos”.

Dicho esto, y ante los hechos consumados en el Parlamento catalán para vergüenza de cualquier persona razonable, hay que reconocer que Mariano Rajoy ha dado la respuesta adecuada en su intervención pública. Ha conseguido el apoyo del PSOE y de Ciudadanos, ha consultado al Consejo de Estado y ha actuado conforme a las decisiones del Tribunal Constitucional. Ante la opinión pública se expresó con serenidad y firmeza, transmitiendo tranquilidad y seguridad. Fue un discurso sin vehemencias ni exageraciones, en el que brilló la moderación y el buen sentido.

Afirmó que utilizará todos los recursos legales a su alcance y dejó entrever que si Carlos Puigdemont, Oriol Junqueras y el pobre Arturo Mas proclamasen la independencia, suspenderá la autonomía de Cataluña conforme al artículo 155 de la Constitución.

Y veremos qué pasa. Está claro que los secesionistas están fuera de la ley, cometiendo delito de sedición y anunciando abiertamente el golpe de Estado. Van a ir hasta el final. El choque de trenes se ha producido ya y la opinión pública espera que el Gobierno actúe dentro de la ley, con firmeza y sin contemplaciones. El menor signo de debilidad o de componenda no haría otra cosa que empeorarlo todo. Se terminó el tiempo de las palabras acomodaticias. Ha llegado el momento de los hechos, de las contundentes medidas, de cortar de raíz el golpe de Estado que se está perpetrando a vista de todos. Sediciosos y golpistas deben purgar en la cárcel el delito cometido, si así lo deciden los jueces.