miércoles, 27 de septiembre de 2017

DONALD TRUMP, QUÉ TORPEZA

Resulta innegable, en mi opinión, la buena voluntad del presidente estadounidense hacia España y hacia Mariano Rajoy. Le ha recibido con máximos honores y especial deferencia. Son muchos los que recuerdan los monosílabos dedicados a Rodríguez Zapatero por el presidente Obama en encuentros inevitables de carácter internacional. A Mariano Rajoy se le dispensó un trato destacado e incluso mantuvo un almuerzo privado con el presidente y una conferencia de prensa compartida en el jardín de la Casa Blanca. Ni un reproche, por consiguiente, al trato dispensado por Donald Trump al presidente del Gobierno español.
Parece claro también que el presidente de los Estados Unidos de América quiso trasladar a la opinión pública española su posición favorable a la unidad de España y a las medidas que el Gobierno Rajoy ha puesto en marcha para yugular el referéndum planteado por el secesionismo catalán violentando la Constitución.
Pero ¡con qué torpeza se expresó Donald Trump! Indecisiones, circunvalaciones históricas, lugares comunes, cuando no podía ser más fácil afirmar con una docena de palabras la posición de la Casa Blanca en contra de la tropelía secesionista perpetrada por Carlos Puigdemont, Oriol Junqueras y el pobre Arturo Mas.
Es bien sabido que a Donald Trump le falta la capacidad de expresar lo que piensa sin atolondramientos. En la conferencia de prensa en el jardín de la Casa Blanca dio muestras, una vez más, de su torpeza. Menos mal que la mayoría de los españoles no han leído lo que dijo y se han enterado por los titulares de los periódicos impresos, hablados, audiovisuales y digitales.
La actitud incierta de los Mossos d’Esquadra, por cierto, mantiene el interrogante sobre el referéndum secesionista. El cerrilismo con el que se manifiesta Carlos Puigdemont augura declaraciones y gestos lamentables tras el 1 de octubre.

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