viernes, 22 de septiembre de 2017

El Gobierno ofrece más dinero para Cataluña y reformar la Constitución


Moncloa rescata las peticiones de Mas y asegura que, dentro de la ley, todo se puede negociar. "Más dinero y autonomía financiera", plantea Guindos.

Los ministros Zoido y Méndez de Vigo, este jueves en el Congreso. | EFE.
Moncloa trató de ofrecer su imagen más amable con el Gobierno catalán un día después de que la Guardia Civil desbaratara la organización del referéndum del 1 de octubre. En la práctica, lanzó el mensaje habitual de diálogo dentro de la ley. Si bien, lo hizo con mayor énfasis si cabe, con todo un batallón de ministros y altos cargos del PP apelando a reconstruir los puentes, y planteando ofertas concretas como mayor autonomía financiera para Cataluña, cesión de competencias o una reforma de la Constitución consensuada por una amplia mayoría.
"Si la legalidad se vuelve a respetar, el Gobierno tiene la mano tendida siempre", resumió Luis de Guindos, que propuso a las autoridades catalanas "más dinero" si estas abandonan su plan secesionista. En una entrevista en el Financial Times, el titular de Economía se refirió expresamente al pacto fiscal que Artur Mas solicitó a Mariano Rajoy en 2012 y que entonces fue rechazado. "Estábamos en mitad de la crisis y la atención estaba puesta en evitar el rescate de España. Ahora la situación ha cambiado, tenemos más espacio fiscal, hay una recuperación y eso abre nuevo espacio para la discusión", en palabras del ministro.
En el Congreso, un coro de voces gubernamentales y del PP planteó la necesidad de recuperar el diálogo. "El Gobierno está dispuesto a hablar sobre todo lo que permita una convivencia democrática entre los españoles", afirmó Rafael Catalá, citando expresamente una posible modificación de la Carta Magna. "Siempre con el consenso y las mayorías que esto requiere", añadió, mientras desde el ministerio de Justicia recordaron que, pasado el 1-O, echará andar en la Cámara la comisión propuesta por el PSOE sobre el modelo autonómico.
Íñigo Méndez de Vigo también recordó las reclamaciones hechas por Mas a Rajoy e insistió en la disposición del Ejecutivo a la negociación. "Con el PNV se ha hablado y acordado sobre competencias y asuntos del autogobierno. Con lealtad, se puede hablar de todo", se puso como ejemplo. Así lo dejó entrever el propio Rajoy, que hace escasos meses ensalzó el modelo del País Vasco. Además, en aras de rebajar la tensión, Juan Ignacio Zoido negó que de momento se haya planteado sustituir a los Mossos por otra fuerza de seguridad. Lo más que dijo públicamente el ministro, tras lo sufrido por la Guardia Civil en Barcelona, es que habrá que mejorar "la coordinación" entre los distintos cuerpos policiales.
"Una vez que se detenga el referéndum, que el Gobierno de la Generalitat se siente a hablar de lo que podemos hablar, de financiación, infraestructuras, cultura, sanidad o educación", aseguró Pablo Casado, apoyando el discurso gubernamental. En términos parecidos se pronunció Fernando Martínez-Maillo, el coordinador general. Casado, eso sí, quiso dejar muy claros los límites: "Pero no podemos hablar de cómo se divide España, de cómo se fragmenta la soberanía nacional o de cómo incumplimos las leyes".

El Gobierno: se mantendrá la firmeza

Para el Ejecutivo, tender la mano no significa que no se vaya a actuar con contundencia. "Simplemente queremos dejar claro que los que no quieren sentarse a negociar son ellos. Nosotros siempre hemos estado dispuestos", según las fuentes consultadas. Una propuesta "sin fecha de caducidad", como suele repetir Méndez de Vigo cada viernes al término del Consejo de Ministros, y que se repetirá una vez pasada la fecha del referéndum.
En todo caso, a día de hoy, la interlocución entre el Ejecutivo y la Generalidad es prácticamente nula. En La SextaOriol Junqueras aseguró que no habla con Soraya Sáenz de Santamaría desde finales de agosto, en plena crisis por los atentados en Cataluña. Y, en conversación informal con periodistas, Rajoy reconoció recientemente que mucho tienen que cambiar las cosas para que pueda llegar a entenderse con Carles Puigdemont, al que acusa de no plantear más opción que la celebración del referéndum ilegal.
Un extremo que lleva a pensar a no pocas voces del Gobierno y del PP que la operación diálogo no tendrá resultado con los actuales interlocutores. "A estas alturas, deberíamos de haber aprendido que no van a parar", en palabras de un ministro bastante escéptico, que apuntó a las elecciones como única salida a corto plazo. La vicepresidenta, que también tomó la palabra este jueves, se dirigió directamente a las formaciones independentistas: "Les pido que no se escuden en los seguidores que puedan sacar a la calle y respeten la democracia. Los catalanes que no se merecen vivir los momentos de tensión que les están generando".

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