viernes, 22 de septiembre de 2017

Junqueras asume el golpe

Ll Govern de Carles Puigdemont se ha tomado muy en serio aquello de morir con las botas puestas y ayer continuó dando a conocer detalles del referéndum 24 horas después de la logística de la votación sufriera un severo correctivo que, en la práctica y según el Gobierno, la hace inviable. Tras recibir instrucciones judiciales, la Guardia Civil ha incautado casi todas las notificaciones dirigidas a los miembros de mesas electorales y ha desmantelado el sistema informático que debía permitir la gestión de los datos el 1-O. Pero el Govern se resiste a darse por derrotado y ayer insistió en que el referéndum sigue adelante. Para demostrar su verosimilitud, el propio Puigdemont hizo pública una web con los colegios electorales del referéndum.
La web permite introducir datos como el DNI, la fecha de nacimiento y el código postal para obtener el colegio electoral. Y la sorpresa es que, entre ellos, hay espacios de titularidad del Ayuntamiento de Barcelona que, en principio, no iban a ser cedidos, según aseguró la alcaldesa Ada Colau. Pues bien, según se puede comprobar en la propia web, hay varios centros cívicos del consistorio con los que la Generalitat cuenta para el 1-O.
Pocas horas antes de dar a conocer esta web, el Govern también publicó en el Documento Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) un encargo para actualizar y digitalizar los datos de 2016 relativos a las secciones censales de la comunidad. Con todo ello, la Generalitat quiso demostrar que los preparativos del referéndum siguen adelante pese a la suspensión del TC y el golpe de la Guardia Civil.
En este escenario, la Generalitat ha pedido por teléfono a los directores de colegio catalanes que el próximo día 30 entreguen las llaves en sus delegaciones de zona, en un sobre cerrado, para que el centro pueda ser usado el 1-O. Gesto que les liberaría de responsabilidad, según les han asegurado. Hoy mismo, el delegado del Gobierno, Enric Millo, enviará una carta a los más de 4.000 responsables de los centros escolares advirtiéndoles de lo que se exponen si acceden a la pretensión del Govern.
Por si fuera poco, Puigdemont dirigió un mensaje institucional para redoblar su desafío. «El día 1 de octubre se realizará el referéndum de autodeterminación que tenemos convocado. Se hará porque teníamos previstos planes de contingencia para garantizarlo, pero, sobre todo, se hará porque tiene el apoyo de la inmensa mayoría de la población que está harta de la prepotencia y los abusos del gobierno del PP», aseguró el president.
Puigdemont recuperó los mismos ataques que dirigió el mediodía del miércoles contra el Estado y volvió a denostar la calidad democrática española, que asimiló a la de un país «autoritario». «El presidente Mariano Rajoy ha cruzado esta semana muchas líneas rojas como para que tengamos que contemplarlas con indolencia. Se han detenido miembros del Govern, se han registrado viviendas particulares y consejerías, se han clausurado webs, se ha impedido el envío de revistas, y se ha suspendido, de hecho, la autonomía de Cataluña», deploró el titular de la Generalitat.
Junqueras asume el golpe
La firmeza de Puigdemont respecto a la celebración del referéndum contrastó con las palabras del vicepresiente de la Generalitat, Oriol Junqueras, tras el golpe del miércoles. «Han alterado las condiciones del juego, seguro», admitió Junqueras, en una entrevista en «Els Matins» de TV3 preguntado por las probabilidades de culminar el referéndum. En la misma línea se expresó el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, al admitir que no va a ser «fácil» organizar el referéndum, aunque destacó que el compromiso es «total»

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