viernes, 29 de septiembre de 2017

Trapero ordena desalojar sin violencia y cerrar los colegios el domingo a las seis de la mañana

Trapero ordena desalojar sin violencia y cerrar los colegios el domingo a las seis de la mañana

Los Mossos podrán pedir apoyo de los antidisturbios de Policía Nacional y la Guardia Civil si la situación les desborda

Varios tractores son interceptados por los Mossos d'Esquadra en las calles de Barcelona.
Varios tractores son interceptados por los Mossos d'Esquadra en las calles de Barcelona. EFE
El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ha ordenado a los Mossos que el domingo a las seis de la mañana desalojen sin violencia y cierren los centros de votación previstos para el referéndum. Los policías no podrán usar en ningún caso las porras ante la “desobediencia pasiva”, según una instrucción interna del jefe de la policía catalana sobre las pautas de actuación. Únicamente se podrá hacer “el acompañamiento de personas hasta el exterior” o “para permitir abrir un pasillo”. “En ningún caso se hará servir la defensa policial, extensible, u otros elementos de naturaleza similar", recoge el escrito, que añade: “Deberá imperar la contención y la mediación para contribuir a facilitar el mantenimiento de la paz social y la convivencia”. En el caso de que la situación desborde la capacidad de respuesta de la policía catalana, podrán pedir apoyo a la Policía Nacional y a la Guardia Civil.
La única excepción en el uso de la porra serán los casos de violencia a terceros o a los propios policías. El arma se utilizará hacia “las personas que estén provocando las agresiones, y nunca de forma generalizada”. Y pide que “en todos los casos, antes de adoptar cualquier resolución que implique uso de la fuerza”, se tenga en cuenta las “consecuencias de una posible intervención policial, evitando generar un mal mayor”.
A cada centro de votación acudirá una patrulla uniformada, que será quién identifique a las personas que están en el interior. La instrucción es cerrar el centro y requisar urnas, papeletas y ordenadores, tal y como ordena el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). A las personas que estén en el interior, se les comunicará que “deben desalojar” el centro. En el caso de que resulte imposible hacerlo, los agentes comunicarán que “no está permitido en aquel local ninguna actividad de preparación o ejecución de referéndum”.
Si la situación desborda la capacidad de reacción de los agentes, se pedirá apoyo, a través de los superiores, y se informará del tipo de personas allí reunidas, en qué actitud están y si hay menores, personas mayores u otros colectivos vulnerables. Se actuará de la misma manera, si “la presencia masiva de personas desborda la dotación y se procede a la apertura del centro por parte de estos”.
Los mandos del cuerpo, reunidos en el centro de coordinación, serán quienes decidan en función el “número de personas presentes en el lugar, estado de la situación, presencia o no de personas responsables con quien dialogar, etc.,” si activar “más recursos de seguridad ciudadana, mediación y, en su caso, pedirá la colaboración de la policía local del municipio”. Si todo ello no fuese suficiente, se solicitará apoyo de “recursos de orden público, ya sean propios, ya sean de los contemplados en la interlocutoria judicial”, en referencia a la Policía Nacional y la Guardia Civil. Si los antidisturbios tuviesen que intervenir, “harán una línea de entrada para impedir que acceda nadie más, dejando salir a las personas del interior cuando así lo deseen”.
Desde hoy a las dos de la tarde están yendo a los puntos previstos de votación públicos, en su mayoría escuela. Allí las normas a aplicar son similares. Los agentes comprueban si los reunidos están llevando a cabo “alguna actividad relacionada con la preparación de la celebración del referéndum”, como pide la magistrada del TSJC. De ser así, identifican a las personas, requisan todo el material (papeletas, listas de censo o urnas) y levantan un acta. Luego se les comunica que a las seis de la mañana deben irse. En el caso de que el local quede desalojado en ese momento, la orden es de precintarlo.
Si en la identificación de las personas apostadas en los colegios hay “un número de personas concentradas en el exterior o en el interior del local que impida el acceso de la dotación” o no permitan que llevan a cabo las “acciones de comprobación/identificación”, se avisará a la sala de mando regional, que de nuevo decidirá, en comunicación de sus superiores, que tipo de apoyo enviar, y si pedir ayuda a policías locales y, en última instancia, a la Guardia Civil y la Policía Nacional.
En una reunión con los mandos del cuerpo en su sede central de Egara, el mayor de los Mossos ha comunicado las órdenes a seguir. También han explicado que no se espera una jornada con graves altercados, según fuentes policiales. A los servicios de información de la policía catalana únicamente les preocupa un pequeño grupo, de ideología anarquista, en Barcelona. El criterio de actuación básico es cerrar sin violencia los centros de votación público, pero permitir votar en la calle o en lugares privados.
Además, hoy a la una de la tarde se ha llevado a cabo una reunión de coordinación en la delegación de Gobierno entre los mandos de Guardia Civil, Policía Naciona y Mossos, dirigida por el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Ni el Ministerio ni el Departamento de Interior han querido confirmar el encuentro hasta que no se ha celebrado.

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