viernes, 27 de octubre de 2017

«Cataluña es parte integral de España»

Una de las últimas cumbres del Consejo Europeo
Una de las últimas cumbres del Consejo Europeo - ABC

Toda Europa se une al Gobierno en la defensa de la unidad de España

Contundente apoyo de Estados Unidos a las medidas del Ejecutivo español tras la declaración de independencia del Parlament

BRUSELAS/WASHINGTONActualizado:
Las instituciones y las capitales europeas contemplan con gran preocupación lo que está sucediendo en Cataluña y mantienen claramente su apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy frente a la situación de ilegalidad desencadenada ayer en Barcelona. Todos los gobiernos han empezado a tomar posiciones unánimemente en defensa de la legalidad democrática de España y en contra de la decisión unilateral de los dirigentes independentistas catalanes. Todos los que habían dicho con más o menos cortesía que este era un camino sin salida han vuelto a decir a los secesionistas que se han equivocado.
El portavoz del Ejecutivo alemánSteffen Seibert, dijo por escrito que Berlín apoya la «clara postura» de Mariano Rajoy en defensa del orden constitucional, a la vez que ha subrayado que la «soberanía y la integridad territorial de España son y se mantienen inviolables». Aún más rotunda ha sido la reacción del Gobierno británico que ha manifestado que «no reconoce ni reconocerá» la declaración unilateral de independencia aprobada en Barcelona. Ni siquiera el gobierno de Escocia ha dado el menor signo de apoyo a los secesionistas y la secretaria de Cultura, Turismo y Asuntos Exteriores del Gobierno autónomo, la nacionalista Fiona Hyslop, pidió una solución para Cataluña que respete «la democracia y la legalidad» españolas.
En la vecina Francia, su presidente Emmanuel Macron, declaró que sigue considerando que el «único interlocutor» de su país con España es el presidente Mariano Rajoy, al tiempo que ha destacado que la situación en Cataluña es un «asunto interno» español, lo que significa que apoya la utilización de los mecanismos constitucionales para resolverlo. Macron tiene razones evidentes para mostrarse al lado de España, porque la única mención de apoyo hacia los soberanistas catalanes ha venido de la asamblea nacionalista de Córcega.
Italia tampoco reconoce «ni reconocerá» la declaración de independencia, ha afirmado el ministro de Exteriores italiano, Angelino Alfano, a la vez que ha calificado la decisión del Parlament de «gesto gravísimo y fuera del marco de la ley».
Desde Bruselas, el primero en intervenir ha sido el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, quien lanzó un breve comunicado en una red social diciendo –sin mencionarlos– que los acontecimientos en el parlamento regional catalán no han producido ningún efecto, que para la Unión Europea «nada cambia» y España sigue siendo el «único interlocutor» a todos los efectos. «Para la UE España sigue siendo nuestro único interlocutor. Espero que el Gobierno español favorezca la fuerza de los argumentos, no los argumentos de la fuerza», ha escrito Tusk en en su cuenta de Twitter.
Desde hace meses, las instituciones europeas han advertido sin cesar y en todas las lenguas que estaban en contra de la deriva secesionista. Al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, los acontecimientos le han sorprendido en pleno viaje a la Guyana francesa, pero nada más llegar ha expresado su apoyo a las acciones del ejecutivo español. «Es un proceso en el Estado español y respeto todas las decisiones que tome el Gobierno» de Mariano Rajoy. «Hay que evitar las fisuras y las fracturas dentro de la UE, ya tenemos bastantes y no quisiera ver en el futuro una UE de 95 Estados», afirmó. La víspera había dicho que Cataluña «no está oprimida por España» y que «La Constitución española es muy clara en este aspecto. No prevé un referéndum sobre la separación, como entidad plena, del bloque español». Tras lo que añadió que el Gobierno regional catalán y el Parlament de Cataluña «han salido de la legalidad».
La Comisión Europea ha evitado en todo momento intervenir directamente en esta cuestión que habría permitido a los secesionistas ponerse al mismo nivel que el Gobierno constitucional español.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani,afirmó que «nadie en la Unión Europea va a reconocer la declaración de independencia» votada en el Parlamento regional catalán y ha pedido «restablecer la legalidad como base para el diálogo» porque «la declaración de independencia votada en el parlamento de Cataluña es contraria al estado de Derecho y a la Constitución española que son parte del ordenamiento legal de la UE».
También la OTAN considera que la crisis en Cataluña debe ser resuelta «dentro del marco del orden constitucional español», al tiempo que destacó que España es «un miembro comprometido» de la Alianza Atlántica.

«Cataluña es parte integral de España»

En cuanto a la reacción de EE.UU., la Administración Trump no ha pecado esta vez de falta de contundencia. Frente al desánimo con el que algún portavoz del Departamento de Estado se había pronunciado semanas antes, hoy ha emitidido un comunicado oficial con su «apoyo a las medidas constitucionales del Gobierno español para mantener a España fuerte y unida». Apenas una hora después de que se produjera la declaración ilegal de independencia en el Parlamento de Cataluña, la cancillería estadounidense salía al paso también con la rotunda afirmación de que «Cataluña es parte integral de España», en un intento de deslegitimar expresamente la votación llevada a cabo por poco más de la mitad del legislativo autonómico.
En medios políticos y periodísticos de Washington se destacaba la rapidez con la que el Departamento de Estado reaccionó al acto protagonizado por los grupos independentistas en la cámara catalana, ya que es poco usual que sus comunicados sean dados a conocer tan inmediatamente después de que se produzca un acontecimiento fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Tampoco ha habido hoy discrepancias entre la cancillería y la Casa Blanca, como había ocurrido en otras ocasiones recientes sobre asuntos de política exterior, como el de Corea del Norte y el de Irán. La secretaria de Prensa de Trump, Sarah Sanders, se ha cuidado mucho de que su mensaje y el del departamento que dirige Rex Tillerson fueran coincidentes, y afirmó que el presidente «se une al mensaje transmitido por el Departamento de Estado de su pleno respaldo a que España se mantenga unida». Preguntada de nuevo por los periodistas que asistían a la habitual rueda de prensa diaria en el complejo presidencial, en la respuesta de la portavoz de la Casa Blanca no hubo resquicio de disconformidad con el contenido del comunicado del secretario de Estado: «La Casa Blanca reitera su deseo de que España permanezca unida».

Amigo y aliado

La nota difundida por el departamento que dirige Rex Tillerson, que cuenta con el encabezamiento, a modo de titular, de «Apoyo de Estados Unidos a la unidad de España», resalta la «gran amistad» y la «cooperación duradera» de ambos países, con una alusión expresa a España como «aliado de la OTAN». En la misma línea, el comunicado destaca que las dos naciones «colaboran estrechamente en pos de una seguridad y de unas prioridades económicas compartidas».

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, quien reconoció que sigue personalmente los acontecimientos que se están produciendo en Cataluña, también ha mostrado su rechazo a los independentistas, al hacer un llamamiento a que el problema «se resuelva dentro de los cauces del marco constitucional de España». Tras esa sugerencia de que la declaración unilateral se sitúa fuera de la legalidad, Guterres destacó a España como «un aliado comprometido que realiza contribuciones importantes en favor de nuestra seguridad compartida». Además, el máximo responsable de la ONU se ha mostrado partidario del diálogo como camino para alcanzar una solución al conflicto.

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