domingo, 19 de noviembre de 2017

Inventarse tres naciones no es delito, sino majadería e ignorancia"

Pablo Iglesias, líder de PODEMOS.PD
Lección de las buenas a Pablo Iglesias por su última ocurrencia. El catedrático encargado de dársela, Alfonso Ussía. El lugar, la 'universidad' de La Razón y la fecha, este 19 de noviembre de 2017.
Como el líder de Podemos parece tener problemas serios de entenderas históricas en lo que se refiere a España, ahí va el contexto inicial que le plantea Ussía:
Para el derruido Pablo Iglesias en España hay cuatro naciones. La vasca, la catalana, la gallega... y España. Sublime acierto. Humildemente le diría que España no puede ser, simultáneamente, nación y parte de la nación, pero con esta gente poco hay que hacer. Con anterioridad a la unión de los reinos de Castilla, León y Aragón, España ya existía como tal. El Reino de Castilla, lo conformaban los reinos de Toledo, Murcia, Jaén, Córdoba, Sevilla, Islas Canarias y el señorío de Vizcaya. El Reino de León comprendía la totalidad de Galicia. El Reino de Navarra ocupaba una pequeña porción de la provincia de Guipúzcoa. El resto del territorio guipuzcoano dependía del Señorío de Vizcaya, y por ende, del Reino de Castilla al igual que Álava, mitad vizcaína, mitad burgalesa.
 
Prosigue:
El Reino de Aragón asumía los reinos de Valencia, de Mallorca y el condado de Barcelona, posteriormente Principado de Cataluña, de rango menor. Y el Reino de Granada lo formaban lo que en la actualidad son la provincia de Granada y una buena parte de Almería. El Principado de Asturias, lo que hoy es Cantabria y La Rioja, pertenecían al Reino de Castilla, así como la totalidad de Extremadura. Jamás exitió la nación vasca, ni la catalana, ni la gallega. La unión de todos los reinos convirtió a España en el primer Estado de Europa.
 
Le explica que:
España no puede ser una nación de cuatro naciones entre las que figura la propia España junto a tres territorios nacionales que son producto del invento y la mentira. Jamás Cataluña fue nación y menos Estado. Jamas las provincias vascongadas conformaron una nación, y menos un Estado. Y jamás Galicia se consideró nación ni se reconoció como Estado. Le habría gustado a Pablo Iglesias, pero no. También me hubiera gustado a mí que fábula ocupa el lugar de la Historia. Es cuando el engaño de unos fabuladores triunfan sobre la masa de los engañados, a los que además, se les administra una dosis de odio hacia la verdad que ayuda a nacer el nacionalismo. El nacionalismo es raza, es certidumbre desde la mentira y es odio. No sirve el argumento de establecer comparaciones entre los nacionalismos racistas provinciales y ahora autonómicos y el «nacionalismo español». No existe el nacionalismo español. España no excluye, incluye. Y el nacionalismo es, por definición, excluyente.
 
Y concluye con lo que a él le parece el verdadero diagnóstico:
Otra cosa es que Iglesias odie a España, y lo ha demostrado con creces. Los sentimientos son libres, y el odio a España de Iglesias forma parte de su libertad. Inventarse tres naciones no es delito, sino majadería e ignorancia. Este Iglesias, además de antiespañol y analfabeto, es como muy tonto.
 

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