El que no conoce la historia está condenado a repetirla
“La
técnica de la rebeldía era completamente distinta a todas las ensayadas por las
diferentes revoluciones que han conmovido a Europa en los últimos tiempos.
Ni
la de los soviets, ni la marcha fascista sobre Roma, ni las socialistas e
hitlerianas de Alemania, tienen parecido con la empleada en Cataluña.
Tampoco
se inspiraron los separatistas en el libro de Malaparte, La técnica del golpe
de Estado, que orientó la revuelta de Austria, y no dudamos que algunos
incidentes de la ultima , y no dudamos que algunos incidentes de la última
sedición socialista en Madrid y en Asturias,
No.
La insurrección catalana seguía una técnica absolutamente inédita. Contaba con
el poderoso de la radio y se hacía a base de noticias falsas y canciones.
Dencás,
que había ido a la confiado en el valor de sus escamots y en la elocuencia de
sus arengas, utilizaba como arma primordial de combate la radio.
Por
ella seguía dando noticias optimistas para los rebeldes respecto al curso de la
batalla que se desarrollaba ante la Generalitat y la Consejería de Gobernación.
Se
afirmaba que en la calle Jaime I estaba situada una batería, y que el Ejército
de Cataluña se disponía a coparla atacando a los artilleros españoles simultáneamente
por la plaza de la República y por la Vía Layetana.
Pero
poco después, la propia radio demandaba insistentemente auxilio a todos los
catalanes.
Pedía
a los escamots que acudiesen en ayuda de los Centros oficiales situados por un
puñado de soldados.
Ordenaba
a los rabassaires que acudiesen en socorro de Barcelona.
Era
un S.O.S. cada vez más angustioso, aunque no faltaban al principio alardes de
potencia guerrera y seguridad en el triunfo.
Y
enseguida los inevitables discos de música
catalana.
Ni
los escamots ni los rabassaires hicieron caso.
En
todos los pueblos habían camiones preparados para llevar a Barcelona a las
falanges de rabassaires que constituían la suprema esperanzade los forjadores
de la independencia de Cataluña.
Lo
que ocurrió que no había rabassaires dispuestos a hacer la excursión para batir
el cobre por una guerra que podría ser muy gloriosa, pero que nadie la quería
ni sentía en los pueblos de Cataluña.
Los
somatenes del Bruch, los defensores de Gerona y los heroicos voluntarios de África
no necesitaron de apremios para lanzarse al campo a defender a España luchando
y venciendo a los ejércitos, hasta entonces invencibles, de Napoleó, y a los fanáticos
soldados del sultán de Marruecos.
El
ideal hispánico forzó héroes en Cataluña, pero a los catalanistas les falló el heroísmo
cuando se les llamó para luchar contra España en Prat de Molló y en la tragicómica
intentona de la noche del 6 de octubre. Ni una ni otra jornada bélica del 6 de
octubre. Ni una ni otra jornada bélica figurará en la Historia con los honores
de epopeya gloriosa.
Y
en vista de que las Juventudes del Estát Catalá y los campesinos de toda Cataluña
no respondían a los angustiosos y apremiantes llamamientos de la radio, Dencás
sorprendió a todos con un discurso inesperado y desconcertante: llamó para que
acudiesen en auxilio de los separatistas que hacían la guerra a Españaa los
comunistas, anarquista, republicanos… y a todos los españoles.
Fue
un desgarrador alarido de impotencia.
Y
para mayor escarnio, Dencás, dominado por el miedo, lanzó ¡¡¡por radio!!! Aquel
inolvidable “Viva España”, que se clavó como un dardo en el ánimo de cuantos le
escucharon.
Después
de ello pocas emociones dio la radio hasta las seis de la mañana en la que se
oyó la voz desfallecida y trética de Companys vencido, deshecho, sin ánimos,
anhelante…”¡Catalans!, ¡Catalans!, ¡Catalans!,¡Atenció
Catalans!... El presidents de la Generalitat, creient esgotada totaresisténcia
i oer a evitar més sacrificis, capitula…”
“¡Catalanes!, ¡Atención,
catalanes!... El Presidente de la
Geheralidad cree agotada toda resistencia y capitula”
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