RELACIÓN DE TEXTOS DE HISTORIA
Curso 2011-2012
I -
LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN, 1874-1923
1.-
Oligarquía y caciquismo (1901)
2.-
Manifiesto conjunto UGT-CNT (1917)
II-
LA CRISIS DE ESTADO Y DE SOCIEDAD, 1923-1936
1.-
Manifiesto de Primo de Rivera (1923)
2.-
El problema agrario (1939)
III-
GUERRA CIVIL Y DICTADURA FRANQUISTA, 1936-1975
1.-
La Resolución de la ONU sobre relaciones con España (1946)
2.-El
cambio de mentalidad en el segundo franquismo (2003)
IV-
LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA, 1975-1990
1.-
Mensaje de la Corona (1975)
2.-
Discurso de investidura de Felipe González (1982)
TEXTO
8: DISCURSO DE INVESTIDURA DE FELIPE GONZÁLEZ
“El
Gobierno cumplirá y hará cumplir la ley. No permitiendo ninguna actuación al
margen de la Constitución, y los que piensen que pueden violentarla encontrarán
una respuesta rigurosa por nuestra parte (…) Ni el terror, ni el chantaje, ni
los intentos involucionistas desviarán la decisión del Gobierno de hacer
cumplir la Constitución (…) El 28 de octubre supone la más importante derrota
moral para los que desean suplantar la voluntad de los ciudadanos (…)
Trabajemos
con tesón para allanar los obstáculos que aún se oponen a nuestra plena
integración en las Comunidades Europeas y creemos que no será pretencioso
conseguir la adhesión, dentro del horizonte dado por la presente legislatura
(…)
Examinaremos
también con toda atención los términos de nuestra relación defensiva y de
cooperación con los Estados Unidos de América y reestudiaremos, con el rigor
necesario para la defensa de nuestro interés y de nuestra dignidad, la decisión
adoptada por el anterior Gobierno español en relación con el Tratado del
Atlántico Norte, manteniendo nuestros compromisos con el pueblo español”.
ABC,
1 de diciembre de 1982, pp. 24-27.
TEXTO
7: EL MENSAJE DE LA CORONA.
(22
de noviembre de 1975)
“En
esta hora cargada de emoción y esperanza, llena de dolor por los
acontecimientos que acabamos de vivir, asumo la Corona del Reino con pleno
sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español [...].
Hoy
comienza una nueva etapa de la Historia de España. Esta etapa, que hemos de
recorrer juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad, fruto del
esfuerzo común y de la decidida voluntad colectiva. La Monarquía será fiel
guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha
relación con el pueblo.
La
Institución que personifico integra a todos los españoles, y hoy, en esta hora
tan trascendental, os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de
servir a España. Que todos entiendan con generosidad y altura de miras que
nuestro futuro se basará en un efectivo consenso de concordia nacional. [...]
Pido
a Dios su ayuda [...], y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron,
pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de
actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor
de la justicia. [...]
Un
orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino
y del Estado las peculiaridades regionales [...]. El Rey quiere serlo de todos
a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
[...]
Como
primer soldado de la Nación me dedicaré con ahínco a que las Fuerzas Armadas de
España, ejemplo de patriotismo y disciplina, tengan la eficacia y la potencia
que requiere nuestro pueblo. [...]
La
Corona entiende también como deber fundamental el reconocimiento de los
derechos sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españoles las
condiciones de carácter material que les permitan el efectivo ejercicio de
todas sus libertades. [...]
El
Rey, que es y se siente profundamente católico, expresa su más respetuosa
consideración para la Iglesia. [...].”
ABC.
Madrid, 23 de noviembre de 1975.
TEXTO
6: EL CAMBIO DE MENTALIDAD EN EL SEGUNDO FRANQUISMO.
“El
desarrollismo no fue solamente un fenómeno económico. Fue también la
consecuencia de un cambio de actitudes y mentalidades. Este cambio se hizo
patente, por ejemplo, en la disposición a emigrar, a dejar el pueblo en el que
habían vivido generaciones de una familia, para buscar trabajo y bienestar en
un entorno diferente, bien nacional, bien internacional. El hecho de no seguir
aceptando pasivamente el statu quo que había caracterizado la vida de los
antepasados ya es un claro signo de que gran parte de la población española –se
trata de millones de personas‐ estaba sumergida en este cambio de mentalidad
antes del auge económico o paralelamente a él.
Condición
y, al mismo tiempo, consecuencia de los rápidos cambios de los años sesenta fue
el vertiginoso aumento de la tasa de escolarización. El analfabetismo descendió
de un 19 por ciento en 1940 a un 9 por ciento en 1970. Entre 1960 y 1975 el
número de alumnos de enseñanza media creció en siete veces; este aumento espectacular
iba paralelo al proceso de concentración urbana, reforzándolo al mismo tiempo.
El aumento también refleja la aspiración de muchas familias de clase baja de
asegurarles a sus hijos mejores posibilidades de educación. […] Lo mismo puede
decirse de las universidades: en 1961, en las universidades estatales había
menos de 65.000 estudiantes; en 1976, el número había ascendido a 400.000. […]
El boom estudiantil en los años desarrollistas sobrepasaba, pues, en mucho la
medida del crecimiento económico. El trasfondo de este crecimiento inusitado
radicaba en la expectativa de los padres de lograr para sus hijos un ascenso
social por medio de la educación.
La
disposición mental a cambiar la propia vida para mejorar las condiciones
materiales forma parte, pues, del desarrollismo de los sesenta; éste fue, por
lo tanto, un hecho económico y, al mismo tiempo, una actitud mental”.
BERNECKER,
Walther L. “El cambio de mentalidad en el segundo franquismo”. En TOWNSON, N.
(coord.). España en cambio: el segundo franquismo, 1959‐1975. Madrid: Siglo
XXI, 2009, pp. 49-70.
TEXTO
5: LA RESOLUCIÓN DE LA ONU SOBRE RELACIONES CON
ESPAÑA.
“A)
Por su origen, naturaleza, estructura y comportamiento general, el régimen de
Franco es un régimen fascista, organizado e implantado en gran parte merced a
la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia fascista de Mussolini.
B)
Durante la larga lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y Mussolini, Franco
prestó una ayuda muy considerable a las potencias enemigas, a pesar de las continuas
protestas de los aliados. [...]
La
Asamblea General, convencida de que el Gobierno fascista de Franco en España
[...] no representa al pueblo español [...], recomienda que se prohíba al
Gobierno de Franco pertenecer a los organismos internacionales creados por las
Naciones Unidas, o relacionados con ellas, y participar en conferencias y otras
actividades que puedan concertar las Naciones Unidas, o dichos organismos,
hasta que se forme en España un gobierno nuevo y adecuado.
Además
[...], recomienda que, si dentro de un plazo razonable, no se establece en
España un gobierno cuya autoridad proceda de sus gobernados y que se comprometa
a respetar la libertad de expresión, de religión y de reunión, y a celebrar
cuanto antes elecciones en las que el pueblo español pueda expresar su
voluntad, libre de coacción y de intimidación, y de coacción de partido, el
Consejo de Seguridad estudie las medidas para remediar tal situación.
Asimismo,
la Asamblea recomienda que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas
retiren inmediatamente los embajadores y ministros plenipotenciarios que tienen
acreditados en Madrid. [...].”
Relaciones
de los Miembros de las Naciones Unidas con España. Resolución de la Asamblea
General de las Naciones Unidas. Nueva York, 12 de diciembre de 1946.
TEXTO
4: EL PROBLEMA AGRARIO.
“El
nuevo régimen se instauró sin causar víctimas ni daños. Una alegría desbordante
inundó todo el país. La República venía real mente a dar forma a las
aspiraciones que desde los comienzos del siglo trabajaban el espíritu público,
a satisfacer las exigencias más urgentes
del pueblo. [...]
[...]
La sociedad española ofrecía los contrastes más violentos. En ciertos núcleos
urbanos, un nivel de vida alto, adaptado a todos los usos de la civilización
contemporánea, y a los pocos kilómetros, aldeas que parecen detenidas en el
siglo XV.
Casi
a la vista de los palacios de Madrid, los albergues miserables de la montaña.
[...] Provincias del noroeste donde la tierra está desmenuzada en pedacitos,
que no bastan a mantener al cultivador; provincias del sur y oeste, donde el
propietario de 14.000 hectáreas detenta en una sola mano todo el territorio de
un pueblo. [...]
[...]
La República, como era su deber, acentuó la acción del Estado. Acción
inaplazable en cuanto a los obreros campesinos. El paro que afectaba a todas
las industrias españolas, era enorme,
crónico, en la explotación de la tierra. Cuantos conocen algo de la economía
española saben que la explotación lucrativa de las grandes propiedades rurales
se basaba en los jornales mínimos y en el paro periódico durante cuatro o cinco
meses del año, en los cuales el bracero campesino no trabaja ni come. Con
socialistas ni sin socialistas, ningún régimen que atienda al deber de procurar
a sus súbditos unas condiciones de vida medianamente humanas, podía dejar las
cosas en la situación que las halló la República. [...].”
AZAÑA,
Manuel. Causas de la guerra de España, Collonges-sous-Salève, 1939.
TEXTO
3: MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA TRAS EL GOLPE DE ESTADO. (13 de SEPTIEMBRE de
1923)
“Al
país y al Ejército:
Españoles:
Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos
querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la
vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de
cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los
profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el
cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan á España
con un próximo fin trágico y deshonroso.
La
tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas,
secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que
gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo á los que han sido
su único —aunque débil— freno, y llevaron á las leyes y costumbres la poca
ética sana, el tenue tinte de moral y equidad que aún tienen; pero en la
realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto, y entre ellos
mismos designan la sucesión.
Pues
bien, ahora vamos á recabar todas las responsabilidades y á gobernar nosotros u
hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías
mansas, que sin poner remedio á nada, dañan tanto y más á la disciplina que
esta recia y viril á que nos lanzamos por España y por el Rey.
[….]
No
tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone.
Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos,
capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela
de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria [...] porque
quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas
políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante
este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace al trabajo
ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune
propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política;
descarada propaganda separatista [...].”
La
Época. Madrid, 13 septiembre de 1923.
TEXTO
2: MANIFIESTO CONJUNTO UGT-CNT. (Madrid, 27 de marzo de 1917)
“Mas,
a pesar de nuestras advertencias serenas, de nuestras quejas metódicas y
reflexivamente fundamentadas y de nuestras protestas, tal vez más prudentes y
mesuradas de lo que exige la agudeza de los dolores que el país padece, es lo
cierto que
cada
día que pasa representa para el proletariado una agravación creciente de la
miseria ocasionada por la carestía de las subsistencias y por la falta de
trabajo.
[...]
El proletariado organizado ha llegado así al convencimiento de la necesidad de
la unificación de sus fuerzas en una lucha común contra los amparadores de la
explotación erigida en sistema de gobierno. Y respondiendo a este convencimiento,
los representantes de la Unión General de Trabajadores y los de la
Confederación Nacional del Trabajo han acordado por unanimidad:
Primero.
Que en vista del examen detenido y desapasionado que los firmantes de este
documento han hecho de la situación actual y de la actuación de los gobernantes
y del Parlamento; no encontrando, a pesar de sus buenos deseos, satisfechas las
demandas formuladas por el último congreso de la Unión General de Trabajadores
y Asamblea de Valencia, y con el fin de obligar a las clases dominantes a
aquellos cambios fundamentales de sistema que garanticen al pueblo el mínimum
de las condiciones decorosas de vida y de desarrollo de sus actividades
emancipadoras, se impone que el proletariado español emplee la huelga general,
sin plazo definido de terminación, como el arma más poderosa que posee para
reivindicar sus derechos.
Segundo.
Que a partir de este momento, sin interrumpir su acción constante de
reivindicaciones sociales, los organismos proletarios, de acuerdo con sus
elementos directivos, procederán a la adopción de todas aquellas medidas que
consideren adecuadas al éxito de la huelga general, hallándose preparados para
el momento en que haya de comenzar este movimiento.”
La
Correspondencia de España. Madrid, 28 de marzo de 1917.
TEXTO
1: OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO.
“Con
esto llegamos como por la mano a determinar los factores que integran esta
forma de gobierno y la posición que cada uno ocupa respecto de los demás.
Esos
componentes exteriores son tres: 1º, los oligarcas (los llamados primates,
prohombres o notables de cada bando que forman su “plana mayor",
residentes ordinariamente en el centro); 2º, los caciques, de primero, segundo
o ulterior grado, diseminados por el territorio; 3º, el gobernador civil, que
les sirve de órgano de comunicación y de instrumento. A esto se reduce
fundamentalmente todo el artificio bajo cuya pesadumbre gime rendida y postrada
la Nación.
Oligarcas
y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante,
distribuida o encasillada en “partidos". Pero aunque se lo llamemos, no lo
es; si lo fuese, formaría parte integrante de la Nación, sería orgánica
representación de ella, y no es sino un cuerpo extraño, como pudiera serlo una
facción de extranjeros apoderados por la fuerza de Ministerios, Capitanías,
telégrafos, ferrocarriles, baterías y fortalezas para imponer tributos y
cobrarlos.
[...]
En las elecciones [...] no es el pueblo, sino las clases conservadoras y
gobernantes, quienes falsifican el sufragio y corrompen el sistema, abusando de
su posición, de su riqueza, de los resortes de la autoridad y del poder que
para dirigir desde él a las masas les había sido entregado.”
COSTA,
Joaquín. Oligarquía y caciquismo como la forma actual de gobierno en
España:
urgencia y modo de cambiarla. Memoria de Sección sometida a debate del Ateneo
de Madrid, en marzo de 1901. Madrid: Establecimiento Fortanet, 1901.
RELACIÓN DE TEXTOS DE HISTORIA
Curso 2011-2012
I -
LA ÉPOCA DE LA RESTAURACIÓN, 1874-1923
1.-
Oligarquía y caciquismo (1901)
2.-
Manifiesto conjunto UGT-CNT (1917)
II-
LA CRISIS DE ESTADO Y DE SOCIEDAD, 1923-1936
1.-
Manifiesto de Primo de Rivera (1923)
2.-
El problema agrario (1939)
III-
GUERRA CIVIL Y DICTADURA FRANQUISTA, 1936-1975
1.-
La Resolución de la ONU sobre relaciones con España (1946)
2.-El
cambio de mentalidad en el segundo franquismo (2003)
IV-
LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA, 1975-1990
1.-
Mensaje de la Corona (1975)
2.-
Discurso de investidura de Felipe González (1982)
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