ALGO HUELE A PODRIDO EN BÁRCENAS
Que una parte sustancial de lo aportado
por Bárcenas responde a la contabilidad real del PP resulta evidente. Que sobre
determinados nombres y partidas existen sombras, también. La inquina tal vez le
haya llevado a Bárcenas a incluir o ensuciar ciertos nombres.
Ahora resulta que es falsa la entrega de
200.000 euros a María Dolores de Cospedal, tal y como narró Bárcenas que odia a
la presidenta de Castilla-La Mancha. El nombre de Rajoy que no existía en
algunas listas anteriores ha sido ahora misteriosamente incluido. Y lo que es
más revelador: en un tarjetón escrito a mano figuran pagos detallados a Rajoy,
Rato, Cascos y Trillo realizados en euros en 2000 y 2001 cuando el euro no
entró en circulación hasta 2002.
El juez Liaño debe exigir de su
defendido que aclare estos despropósitos si no quiere que un sector de la
opinión pública piense que Bárcenas está implicando deliberadamente, y para
hacer daño a los políticos que distingue con su ojeriza, en las listas de
sobrecogedores.
El asco que todo este asunto produce en
la ciudadanía solo es comparable a la consternación por lo que han trincado
algunos dirigentes socialistas y sindicalistas en el asunto de los eres
andaluces a costa del dinero público destinado aliviar los problemas de los
trabajadores en paro.
Luis María ANSON de la Real Academia
Española
JOSÉ BLANCO, VÍCTIMA DEL AGRESIVO CLIMA
DE LA CORRUPCIÓN
José Blanco es un político serio, capaz
y constructivo. Se podrá coincidir con su ideología, se podrá discrepar de
ella. Pero habrá que reconocer que sus movimientos en política son siempre
respetables. La suerte no le ha acompañado en los últimos meses porque unas
denuncias extemporáneas y algunas turbias maniobras le situaron en el ojo de
ese huracán de corrupción que zarandea a España.
Ahora el Tribunal Supremo ha puesto las
cosas en su sitio y ha certificado la honradez de José Blanco. Lo que no se ha
resuelto es el desgaste que ha arañado al político durante un largo periodo de
tiempo. Los partidos deberían concordar una fórmula para establecer en qué
momento debe un político cesar en sus responsabilidades cuando se pone en
marcha un proceso judicial. Ahora todo está en el aire ocasionando perjuicios a
veces irreparables.
José Blanco puede exhibir certificado de
honradez reconocida por el Tribunal Supremo. A mí me parece obligado dejar
constancia en esta sección de El Imparcial de la sentencia judicial que le
favorece. O mejor dicho, que le hace justicia. Es lo menos que puede exigirse
del periodismo serio.
Luis María ANSON de la Real Academia
Española
COSPEDAL, UN PASO ADELANTE
Obligado por una conferencia de Prensa
ineludible, Mariano Rajoy dio una explicación vaga sobre el asunto Bárcenas.
Fue insuficiente pero más vale poco que nada. A mí manera de ver no es ese el
camino. El presidente tiene la obligación moral ante la opinión pública de
comparecer en el Congreso de los Diputados y aclarar la tormenta desencadenada
sobre su cabeza por el extesorero del PP.
Un diez, en todo caso, para María
Dolores de Cospedal. La presidenta de Castilla-La Mancha hizo lo que debía
hacer. Compareció a cuerpo limpio, aceptó todas las preguntas y contestó con
rotundidad. Bárcenas está basureando desde la cárcel a una buena parte de los
dirigentes del PP. Cospedal le acusó de forma rotunda de emplear la calumnia y
la mentira.
Al juez, como es natural, le corresponde
sentenciar lo que hay de verdad y lo que hay de falsedad en las declaraciones
de Bárcenas y en los papeles aportados. María Dolores de Cospedal ha cogido el
toro por los cuernos y ha negado todo lo que a ella, directa o indirectamente,
le concierne. Ha sido un paso adelante para que la opinión pública tenga
elementos de juicio distintos a los vomitados por el encarcelado Bárcenas.
Luis María ANSON de la Real Academia Española
ÁNGEL SANCHÍS, TELÓN DE FONDO DE
BÁRCENAS
Hay quien maneja ya documentación
precisa para demostrar que, al frente de la presunta financiación irregular del
PP y de las mordidas de su tesorero, está Ángel Sanchís. El escándalo se puede
agrandar. Sanchís fue puesto al frente de las finanzas populares por Manuel
Fraga del que era amigo íntimo. Se ha forrado a ganar dinero y dispone hoy de
una fortuna colosal. Para algunos en su finca en Argentina, proveedora de
sustancias para un refresco de fama mundial, comparte propiedad o intereses con
el propio Bárcenas.
El diario El Mundo publica hoy un gran
editorial en el que subraya el fondo del problema. La democracia española
padece un cáncer, que es la financiación de los partidos. El desmesurado gasto
al que se han entregado las agrupaciones políticas les obliga a abusar de la
subvención pública y a financiarse de forma irregular extorsionando a las
empresas que pagan para conseguir contratos de las Administraciones del Estado.
Además de las mordidas para el partido, algunos listos como Bárcenas han trincado
presuntamente, y con carácter personal, suculentos dineros que les han
enriquecido.
La opinión pública está escandalizada
porque el partido de la derecha española está inmerso en una tormenta de
corrupción y los partidos de la izquierda son responsables del turbio asunto de
los eres. La regeneración democrática pasa porque el Congreso de los Diputados
apruebe una ley que diga en síntesis: “Ningún partido político, ninguna central
sindical podrá gastar un euro más de lo que ingrese a través de las cuotas de
sus afiliados”. Lo he repetido muy reiteradas veces.
Luis María ANSON de la Real Academia
Española
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