miércoles, 25 de febrero de 2015

Podemos admite que se puede votar tantas veces como móviles se tengan

«Una persona puede votar tantas veces como números de teléfono tenga».
Con esta meridiana claridad se expresaba en un correo electrónico un miembro de la comisión del consejo ciudadano para los procesos constituyentes territoriales de Podemos al pedírsele explicaciones sobre presuntas irregularidades en el sistema de inscripción que da derecho a formar parte del censo para votar en las primarias del partido.
«Esto se sabe desde siempre», reconocía en el mismo email este cargo del partido.
«¿Podríamos pedir el DNI electrónico para tener grandes garantías democráticas?» se pregunta retóricamente. Y responde: «Sí, y tener una participación ridícula».
Este email fue recibido y hecho público por Cristopher Caamana Gómez, ingeniero informático que pidió explicaciones a los responsables estatales del partido sobre este tema.
Caamana, uno de los portavoces del Círculo de I+D+i de Podemos, dimitió de este puesto porque «las respuestas que se dan sobre el tema de los registros a mí no me parecen sensatas y no las defiendo».
Caamana no denunció fraude en las elecciones ni afirmó que éste exista en el censo de inscritos; se limitó a señalar que existía un fallo en el sistema y que no primaba el principio de «una persona=un voto» sino el de «una tarjeta SIM=un voto».
Basta una somera búsqueda en internet para comprobar que las tarjetas SIM no son difíciles de adquirir en cantidades significativas.
En cualquier tienda de telefonía móvil pueden adquirise a 5 euros y existen ofertas, por ejemplo de la compañía Lycamobile, que permiten hacerse con 1.000 tarjetas a un euro cada una en los locutorios de las grandes ciudades.
Con un poco de paciencia (o contando con un equipo de colaboradores) se pueden introducir 1.000 usuarios fictíceos con DNI falso y decidir el sentido de una votación.
Un simpatizante de Podemos, más preocupado por la transparencia interna de su partido que por seguir ciegamente a sus cuadro directivos, resume de manera gráfica la situación en el foro de la formación de Iglesias: «Sí, el número de votos válidos que puede emitir una persona son exactamente el número de tarjetas SIM que tenga, pudiendo usar DNI falsos. Por lo tanto, se pueden compar votos: pedazo de democracia».
Y recalcaba: «Además, internamente habéis reconocido saberlo, pero alegáis que para vosotros prima la participación masiva sobre las garantías democráticas. Todo apariencia, humo y falsedades...eso es lo que sois».
Podemos, que en todo momento ha reconocido esta brecha en el sistema, defiende el método de inscripción porque las votaciones se efectuan y están auditadas externamente por Agora Voting y OpenKratio.
Si alguien de hecho intentara «colarse» por la brecha del sistema de inscripción, existen alarmas que saltarían automáticamente y se procedería a la eliminación de l
os votos fraudulentos. Sin embargo, este sistema de votación y auditoría ha sido objeto de análisis por Robeto Galli, doctor en Informática y profesor en la Universidad de las Islas Baleares, quien admite que, tras estudiar durante «varios días» el sistema quedó «sorprendido» al descubrir un «agujero» que en el artículo que publicó al respecto no desvela.

«Cabía la posibilidad de que ese agujero estuviese tapado por una infraestructura adicional con cifrado y auditoría, pero después de mirar partes del código y decenas de emails llegué a la conclusión de que no. Lo que se ve es lo que hay, sin más». Galli alerta de que «los votos son manipulables e indetectables por el cifrado», de que «se puede modificar el valor de un voto» y de que «se pueden insertar votos de cualquier usuario que se haya conectado o no haya votado».

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