ANTONIO
BURGOS
Ciudadanos
es tendencia.
Está
de moda decir que se va a votar a Ciudadanos.
Simpatizar
con Ciudadanos queda tela elegante en cierta derecha.
De
este partido lo que más me gusta es una cuestión onomástica: que se llama sólo
Ciudadanos, y que le den por saco a la moda de la Ley de Igualdad llevada
contra los mismos tuétanos de la gramática, ante el silencio de la Real
Academia Española que como también cobra sus subvenciones, pues ya te contaré.
Lo
bonito es que se llama Ciudadanos a secas, y no «Ciudadanos y Ciudadanas», que
sería lo políticamente correcto.
Y
lo que dicen en los discursos todos los imbéciles del «trabajadores y
trabajadoras» y todos los cretinetes del «andaluces y andaluzas».
¿Se
trata de un partido políticamente incorrecto?
Pues
no sé, porque una de las grandes incógnitas nacionales es saber qué demonios es
Ciudadanos, cuál su programa, cuál su posicionamiento ideológico, cuál su sitio
en el espectro político.
Y
ni te hablo de sus líderes.
Ciudadanos
ha conseguido quedar bastante bien en las elecciones andaluzas sin que nadie
conociera su programa, hubiera ido a sus mítines o escuchado su propaganda.
Y
sin conocer a sus líderes.
Creo
que le regalan un fin de semana en Isla Canela, todo pagado, a quien sepa el
nombre del señor de Ciudadanos candidato a la Junta que ha conseguido este (relativo)
triunfo en Andalucía.
Me
parece que es un señor tipo Valderas, el butanero comunista que fue
vicepresidente de la Junta y que echó Susana Díaz para lograr una
gobernabilidad que no ha conseguido ni convocando elecciones.
Valderas
se fue de la política activa sin que la gente supiera lo fundamental: si usaba
peluquín o no.
Lo
más curioso es el que el señor que ha quedado bastante bien con Ciudadanos
participa del mismo problema. No conocemos, desde luego, su programa, pero
tampoco sabemos si usa peluquín o no usa peluquín; o si es que se pone la
capilar delantera de anfiteatro así en plan Manuel Lombo...
Ciudadanos
es el Partido del Cabreo.
Como
lo es Podemos.
El
cabreo de la derecha con el PP se expresa en Ciudadanos y el cabreo de la
izquierda con el PSOE e IU, en Podemos.
En
cuanto a los cabreados de derechas, van votar a señores que no conocen de nada
ni saben lo que piensan sobre la ETA, ni sobre el aborto, ni sobre los
impuestos, ni sobre cuanto les ha hecho hartarse de coles con el PP. Acéptenme
esta radiografía social de lo que es Ciudadanos.
La
otra mañana preguntaban en una caseta de la Feria de Sevilla donde daban una
recepción oficial:
Oye, el de Ciudadanos que me han dicho
que ha venido, ¿sabes tú quién es
y cómo se llama?
¿Y
saben para qué le buscaban con tanto ahínco? ¿Para qué va a ser, hombre? Para
hacerle desde ahora mismo la pelota. Por la que pueda tronar el 24-M...
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