Ene 16, 2015Sin comentariospor Paco
En política resulta fundamental la distinción
izquierda-derecha. Los partidos de derecha tratan de defender la libertad. Los
partidos de izquierda presionan para ampliar la igualdad. Ambos apoyan la
democracia. Las personas que se dicen “ni de derechas, ni de izquierdas” o “de
centro” suelen ser de derechas. Las ideologías que no se basan en la democracia
-aunque se les llene la boca con esa palabra- tienden a ser revolucionarias,
antisistema, retrógradas.
“Podemos” es un movimiento antisistema más que un
partido de izquierdas o de derechas. Su modelo explícito es el castrismo, el
chavismo, el peronismo, el evomoralismo, es decir, movimientos con ínfulas
totalitarias. Su verdadero modelo implícito es el totalitarismo leninista o
nazi.
Resulta asombroso el paralelismo de “Podemos” con el
movimiento nazi de hace casi un siglo. Aportaré diez observaciones para llegar
a tal conclusión:
Los dirigentes de ambos movimientos constituyen un
grupo de jóvenes varones descamisados con un lenguaje sexista.
En los dos grupos se muestra el endiosamiento de un
caudillo histriónico, incluso con el aditamento de un capricho capilar. En
Hitler fue el extraño bigote, en Pablo Iglesias la coleta.
Tanto Hitler como Iglesias muestran un extraordinario
dominio de la propaganda con las técnicas nuevas: Hitler con la radio, Iglesias
con las redes.
Ambos movimientos apelan al sentimiento de “privación
relativa” de las clases medias, aturdidas por las respectivas crisis
económicas.
El éxito de la operación se apoya en inventar un
culpable difuso de los reales nacionales: los “judíos” para los nazis y la
“casta” para “Podemos”.
Los nazis se distinguieron por un símbolo pagano,
profusamente repetido: la esvástica. Los seguidores de “Podemos” lucen otro
símbolo pagano, el ouroboros (la serpiente que se muerde la cola), aunque de
momento no lo difunden mucho.
Uno y otro se apropian de la identificación formal con
el socialismo, lejos de la socialdemocracia.
Los nazis asaltaron el poder mediante sucesivas
elecciones en las que fueron ganando cada vez más diputados. “Podemos” se basa
en la misma táctica.
Ambos movimientos se caracterizan por un fuerte
voluntarismo. Es evidente en el título de “podemos” o “se puede”.
Los nazis gozaron del apoyo de algunos poderosos
industriales: Henry Ford, los fabricantes de armas y vehículos en Alemania.
Está por ver un parecido engarce en el caso de “Podemos”. De momento lo
sustituyen por el apoyo del régimen de Venezuela.
A la izquierda española le molesta extraordinariamente
que se compare a “Podemos” con movimientos totalitarios. La razón es que tanto
comunistas como socialistas piensan que, aliándose con “Podemos” llegarán al
Gobierno, pero fagocitando a IU y al PSOE. Precisamente, la analogía histórica
con los nazis nos dice que Hitler se apoyó en la izquierda de su tiempo para
llegar al poder. Una vez en esa cima, aniquiló la izquierda alemana de su
tiempo.
Quizá extrañe el vaticinio de que “Podemos” va a
llegar al Gobierno en España. Es lo más probable. Conseguirá pronto 10 millones
de votos. Su electorado potencial se compone principalmente de amas de casa,
jubilados y sobre todo jóvenes con más estudios y menor nivel de vida que sus
padres.
Instalado en el
poder, “Podemos” acabará con la libertad y creará más desigualdades.
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