10/11/2015@13:10:51
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Luis
María ANSON
La
objetividad exige reconocer el acierto de Pedro Sánchez ante el órdago
secesionista catalán. Ha hablado repetidas veces con Mariano Rajoy y se ha
entrevistado en dos ocasiones para acordar con el presidente del Gobierno una
actuación común. Eso honra al líder del PSOE. La Transición consistió, entre
otras cosas fundamentales, en el pacto de Estado entre el centro derecha y el
centro izquierda, que han venido representando a más del 80% del voto popular,
para cuestiones de gran trascendencia como la territorialidad, el terrorismo,
la alta política internacional…
Conforme
al espíritu de la Transición, el Partido Popular y el PSOE, con la adenda de
Ciudadanos que ocupa lugar relevante en el centro político, se han puesto de
acuerdo para dar respuesta a Arturo Mas y a sus cómplices. La opinión pública
se ha sentido satisfecha ante esta muestra de cordura, sobre todo por lo que
respecta a Pedro Sánchez que, con las elecciones generales a las puertas, ha
visitado a Rajoy en el palacio de la Moncloa. No era fácil en estas jornadas
preelectorales el gesto pero Pedro Sánchez lo ha hecho, siguiendo la estela de
Felipe González, que actuó siempre como un hombre de Estado, que fue el gran hombre
de Estado del siglo XX, como Cánovas del Castillo lo fue del XIX.
Bien,
pues, por Pedro Sánchez. La respuesta conjunta a la pirueta de los golpistas
civiles catalanes impedirá, con el respaldo del Tribunal Constitucional, la
quiebra del medio milenio de la España unida. Delitos castigados con prisión
Ignorar
un marco legal conduce a la necesidad de formular uno distinto. Según la
resolución separatista, en un plazo de 30 días comenzará la tramitación
parlamentaria de leyes. Pero ignorar la Constitución entraña también
consecuencias jurídicas. La Abogacía del Estado y la Fiscalía estudian las
acciones legales pertinentes por la vía penal contra el presidente de Cataluña
en funciones, Artur Mas; la presidenta del Parlamento autonómico, Carme
Forcadell; y para los diputados que propusieron la resolución soberanista:
Jordi Turull y Marta Rovira, de Juntos por el sí, y Antonio Baños y Anna
Gabriel, de la CUP.
El
incumplimiento de las resoluciones del Constitucional acarrea un delito de
desobediencia, tal y como recoge el artículo 410 del Código Penal. Tras la
reforma del tribunal de garantías impulsada por el Partido Popular, está entre
sus capacidades imponer multas y suspender en sus funciones a autoridades y
empleados públicos. Pero no obedecerán. Llegados a este punto, mientras
progrese esa "hoja de ruta" hacia la ruptura se ampliará el catálogo
de posibles delitos penales incurridos.
Delito
de sedición. De acuerdo con el artículo 548 del Código Penal, se dirige hacia
quienes se alcen públicamente para impedir la aplicación de las leyes. Si es
una autoridad política quien comete la sedición o sublevación, como en este
caso, se enfrentaría a una pena de 10 a 15 años de cárcel e inhabilitación.
Consideran los expertos de la Fiscalía que la justicia sancionaría este delito
en caso de que se produzca un alzamiento de un sector de la población a cargo
de los responsables políticos. En un peldaño inferior se encuentra el delito de
conspiración, castigado con, al menos, dos años y medio de cárcel. En cualquier
caso no eludirían el ingreso en prisión.
Delito
de rebelión. Atendiendo al artículo 572 del Código Penal, es un acto de
rebelión "declarar la independencia de una parte del territorio
nacional". La pena tipificada oscila entre diez y quince años de prisión e
inhabilitación absoluta. Se pondrían en relieve también el delito de usurpación
de atribuciones por la consulta popular convocada por el Gobierno autonómico de
Mas sin tener competencia para ello y el delito de ultrajes a España, ambos
contemplados por la Ley.
Todo
dependerá de la actuación de los grupos independentistas. En función de los
pasos que den a partir de ahora aflorarán o no los indicios de delitos penales,
pero también otras figuras delictivas como la desobediencia al Tribunal
Constitucional e incluso la malversación de fondos públicos por financiar con
dinero del Estado conductas presuntamente ilegales.
Según
publican algunos medios Moncloa liderará la respuesta política que se armaría
con la suspensión de las nuevas remesas del Fondo de Liquidez y el control de
la Policía de la Generalidad, es decir, los mozos de escuadra. Son las medidas
previas antes de recurrir al famosos Artículo 155 de la Constitución que el
Gobierno de Mariano Rajoy, como ha reconocido en varias ocasiones, quiere
evitar a toda costa.Firmeza y política ante la insurgencia
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