miércoles, 11 de noviembre de 2015

“La declaración del Parlament es una barbaridad, un salto al precipicio”

Josep Antoni Duran i Lleida, líder de Unió, propone una ponencia en el Congreso, tras el 20-D, que estudie la reforma constitucional
El Gobierno pedirá al Constitucional el bloqueo de todo acto secesionista
FERNANDO GAREA Madrid 11 NOV 2015 - 08:40 CET
Ya hace tres años que advirtió a Mariano Rajoy en el Congreso que si no hacía nada corría el riesgo de encontrarse con una declaración de independencia en Cataluña. Rechaza de plano la declaración independentista aprobada en el Parlament y propone una ponencia en el Congreso que estudie tras el 20-D una reforma constitucional. Josep Antoni Duran i Lleida (Huesca, 1952) será cabeza de lista de Unió a las generales, por primera vez sin Convergència, después de que no lograra representación en las autonomicas catalanas del 27 de septiembre.

Pregunta. ¿Qué le parece la resolución del Parlament y su aprobación?
Respuesta. Ya me he referido a ella ampliamente y es una barbaridad, una clara manifestación de incumplimiento de la legalidad y eso es lo peor que puede hacerse en un Estado de derecho porque las leyes están para cambiarlas, pero cuando no las cumples pierdes todo tipo de autoridad moral y política para hacer ese cambio de ley. La aprobación es un salto al precipicio, que no es bueno ni para la causa independentista ni por supuesto para Cataluña, su proyección internacional y en la Unión Europea.

P. ¿Qué debería hacer el Gobierno de Mariano Rajoy?
R. Lo que ha hecho ya, pedirle informe al Consejo de Estado y plantear el recurso de inconstitucionalidad y espero y deseo y hago un llamamiento a quienes tengan responsabilidades, porque lo curioso es que se insta a un Gobierno que no existe, que el día que el Constitucional suspenda esa declaración que no incumplan la ley, ni provoquen medidas de ningún tipo. Entraríamos en una espiral que va a ser muy mala para todos, puede engrasar algunas urnas, pero eso es mirar solo a corto plazo. Mirando un poco más allá es peor para todos.

P. ¿Prevé que se desobedezca al Tribunal Constitucional?
R. Soy consciente de que se ha impuesto la irracionalidad política y todo puede pasar y todo es esperable, pero no quiero situarme en ese estadio y quiero ser muy escrupuloso y guardar la serenidad. Falta reflexión y sobran emociones. La mejor arma de un demócrata para combatir lo que no se corresponde con la democracia es cumplir las reglas del juego.

Es una barbaridad. Se ha impuesto la irracionalidad política
P. ¿Si hay desobediencia el Gobierno debería aplicar la ley del Constitucional y suspender a la presidenta del Parlament, usar la vía penal o la del 155 de la Constitución?
R. Lo que estoy seguro es que no debe adoptar medidas que sean completamente desproporcionadas y afinar en ver quién tiene esa responsabilidad. Cualquier medida que pasara por la suspensión de la autonomía es algo que no castigaría a quienes incumplan la decisión del Constitucional, si no afectarían negativamente a la sociedad catalana y eso sería un castigo que Cataluña no merece. Cuando llegue el momento el Gobierno pensará y decidirá e imagino que consultará a los grupos parlamentarios.

P. ¿El independentismo ha pasado el punto de no retorno?
R. Creo que esta declaración es un punto para ellos de no retorno pero peor que lleva a Catalunya a la irrelevancia... No solo no tendremos independencia, sino que es posible que perdamos parte de lo que tenemos como autogobierno. Los independentistas han hecho un mal uso de una fuerza que tienen en escaños, pero no la tienen en número de votos. Nadie de Junts pel Si habló de república durante la campaña electoral y ahora la declaración habla de república. Es un fraude electoral.

P. ¿Es posible una salida dialogada?
R. El 20-D debe abrir la vía de la reforma pactada, de actualización del pacto de la transición. No veo otra solución y eso es bueno para Cataluña, para España y para Europa. No va a haber, y que quede claro y basta de engañar, Ningún tipo de espacio para negociar la ruptura, ni una coma para pactar la independencia. Ni en la España de hoy, ni en la que gobernasen los socialistas, ni la Alemania de hoy, ni la Francia de hoy... Creo en la negociación como única posibilidad para redefinir jurídica y políticamente el Estado, no solo para la cuestión catalana, sino para otras grietas del sistema, como la ley electoral o las reformas sociales. Quienes quieran apoyar a quien se ve con ganas de pensar que esa es la única vía yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que se abra en la próxima legislatura con una ponencia en el Congreso que busque una solución que pase por la transición es decir que cada uno ceda y renuncie a algo.

P. ¿Es posible esa salida con Mas y Rajoy?
R. Se pasó el tiempo del diálogo bilateral y Mas y Rajoy son, aunque en proporción distinta, responsables de eso. Ahora la salida se dará en el marco parlamentario e insisto en la idea de la ponencia. Fuimos capaces de un gran pacto en la Transición y hay que recuperar ese espíritu de convivencia y consenso. Hoy más allá de la propaganda independentista no hay propuesta real. Sé que es difícil pero más difícil fue en el 78 y más difícil es negociar la independencia. No veo otro marco que el parlamentario con una ponencia que se tome en serio las demandas políticas y otras grietas del sistema político.

P. Pero la opción que usted representa fue derrotada en las urnas por los catalanes el 27 de septiembre.
Aplicar el artículo 155 sería un castigo a Cataluña, que no lo merece
R. Si, lo fue. No tenemos representación parlamentaria. Fuimos víctimas de varios elementos: errores propios, el marco plebiscitario que no lo era jurídicamente, pero sí políticamente, éramos un partido que no estaba en la escena política de forma autónoma, tuvimos en poco tiempo ruptura interna de la coalición y de Unió... Ahora los factores y el escenario es distinto. Muchos que pudieron votar Junts pel si de buena fe y pensaron que no podría haber ruptura unilateral se encuentran con la declaración de independencia y quieren la negociación y el acuerdo. Necesitamos pactar una disposición adicional en la Constitución que reconozca la realidad nacional, blindar la lengua y la cultura, un concierto fiscal solidario y que eso sea consultado a la ciudadanía. Reflexionar si el Estado de las autonomías funciona y reformar el Senado.

P. ¿Prevé elecciones anticipadas en Cataluña?
R. Desgraciadamente es uno de los dos escenarios, los dos son malos y no sé cuál es peor. O bien un Gobierno condicionado por la CUP, que con todos mis respetos es una opción antisistema, antisistema capitalista y que desea estar fuera de la UE y yo no deseo que Cataluña esté ni un solo segundo fuera de Europa. Un Gobierno que tenga como muleta la CUP es un Gobierno que va más allá de la parálisis de futuro. La alternativa es otra vez elecciones, cuatro elecciones en cinco años. Me gustaría poder priorizar y hablar de otras cosas como el paro, pero estamos atascados en el tema de independencia.

P. A usted que ha trabajado con los dirigentes de Convergència, ¿qué impresión le da verlos con dependencia de la CUP y desobedeciendo las leyes?
R. Me sorprende, es algo que no encaja en lo que es mi opinión sobre Convergència y sus electores. No lo entiendo. No reniego del pasado de CiU y no quiero basar mis propuestas en la crítica, pero que CDC admita que se suspendan las conversaciones para la investidura porque las CUP cuestionaban que los Mossos, de acuerdo con un mandato judicial, procedan a detener a presuntos responsables de acciones anarquistas es que no entiendo absolutamente nada.

P. Le pongo nombre a esa opinión: Jordi Jané trabajó con usted en el Congreso, era miembro de la Mesa con perfil institucional y ahora es conseller de gobernación y vota la desobediencia.
R. Aprecio mucho a Jané y por eso no quiero decir más de lo que es ya visible. Me cuesta verlo pero le estoy viendo aplaudiendo aunque quizás no con la efusividad de otros, no dejo de estar perplejo, pero son personas a las que quiero y tengo afecto.

P. ¿Prevé grietas en Convergència?
La solución debe salir tras el 20-D de una ponencia en el Congreso
R. Mis funciones son intentar que Unió recupere su espacio. Parece ser que hay diferencias importantes en CDC, pero no quiero entrar en eso. Me gustaría que si realmente existieran esas voces tomaran conciencia. Debo decir que también ha habido inmovilismo por parte del Gobierno central, recuerden que hace tres años advertí en el Congreso al presidente del Gobierno que si no hacía nada habría una declaración unilateral de independencia y el tiempo me da la razón y habrá que recuperarlo.

P. ¿Conocía usted lo del 3%?
R. No, no, no. Y tendrá que probarse, hay una investigación que tendrá que llevarse a fondo, que la Justicia siga su camino, pero con presunción de inocencia. Hay noticias preocupantes, pero hasta que no se demuestre por quien debe demostrarlo hay que dejarlo en manos de los jueces.

P. ¿Conocía usted el enriquecimiento de la familia Pujol?
R. No, no, no, yo no llevo su declaración de patrimonio y no tengo ni idea del que tienen, ni del que tenían y si lo que se publica es cierto o no. Para eso están los jueces y esa no es mi función.

P. ¿Los de CiU han sido gobiernos corruptos?
R. Que yo sepa no. En todo gobierno puede haber una persona que haya hecho que no se haya ajustado a la ley, pero no han sido gobiernos corruptos. Otra cosa es que un día se descubra que ha habido algo, pero yo he sido consejero y pueden mirar la acción de mi gobierno desde el primer día hasta el último. Corrupción la ha habido y la hay en todas partes, pero lo importante es que los jueces lo persigan y tengan medios.

P. ¿Y cree como Mas que hay una cacería?

R. No quiero entrar en eso. Es evidente que a veces ha habido informes policiales que no se han correspondido luego con la realidad, pero Dios me libre de admitir que la Justicia es manejable y manipulable. Si aceptase como demócrata eso yo que tengo responsabilidades públicas estoy diciendo al ciudadano que en un pleito privado no acate la Justicia.

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