28/11/2015@18:01:42 GMT+1
Luis María ANSON
En medios políticos, judiciales y en las redes sociales ha tenido gran
eco el artículo de Luis María Anson publicado en El Mundo y que reproducimos a
continuación.
“La Monarquía de todos, la democracia pluralista plena, ampara a Pablo
Iglesias y a su partido Podemos, que, dentro de la ley, mantiene la ideología
que cree más conveniente.
Jueces como José Castro y Juan
Pedro Yllanes tienen todo el derecho a sentirse cerca de Podemos y a compartir
sus ideas y planteamientos. Nada que reprochar.
José Castro ha renunciado a
figurar en la lista podemita por Baleares, pues ha preferido continuar en el
puesto que le ha sido prorrogado.
Juan Pedro Yllanes ha solicitado
la excedencia voluntaria y los ciudadanos tendrán ocasión de respaldarle o no
con su voto dentro de la lista electoral de Podemos. Ese es el libre juego de
personas e instituciones en el Estado de Derecho.
Al juez Castro, que no es de carrera sino un enchufado del cuarto
turno, le han elogiado algunos por su tenacidad al acosar a la Infanta Cristina
en el “caso Nóos” hasta sentarla en el banquillo.
Otros le han denostado al considerar escandalosa su persecución contra
la Infanta y la ojeriza con que la ha distinguido.
Pedro Horrach, desde su
acreditada independencia, calificó a Castro de “taimado”, asegurando que “una
leve brisa destruye la instrucción” que hizo “a la carta” para “pescar a la
Infanta”. En su fobia contra Doña Cristina, el juez ha buscado “frenéticamente
la notoriedad”, alargando “la instrucción hasta la náusea” para permanecer
oxigenado por los medios de comunicación, en su obsesión “por convertirse en un
juez estrella”.
Los elogios al controvertido José Castro han sido abundantes y las
críticas también, algunas demoledoras. Son muchos los que consideran evidente
su intento de medro personal de cara al futuro. Juristas de máxima solvencia
consideran que la Infanta Cristina, una mujer sencilla, trabajadora y
solidaria, es por entero inocente y que la responsabilidad del “caso Nóos”
recae en Iñaqui Urdangarín y en su socio. Eso lo decidirá la Audiencia de
Palma.
¿Qué se hubiera dicho, en fin, en determinados periódicos impresos,
hablados, audiovisuales y digitales si la novia de Pablo Iglesias hubiera sido
acusada de cometer un delito y el juez instructor, primero, y el presidente del
Tribunal, después, fueran magistrados solicitados por un partido de extrema
derecha para encabezar sus listas?
Callan muchos, sin embargo, ante la circunstancia reveladora de que el
juez instructor del caso en el que se ha perseguido a la Infanta ha sido
llamado por Pablo Iglesias para encabezar la lista de Podemos por Baleares.
Y que el presidente del Tribunal que la va a juzgar ha pedido la
excedencia y se ha incorporado a la lista de un partido instalado en la extrema
izquierda.
La Justicia ciega y equilibrada ha quedado en entredicho.
La opinión pública más responsable no sale de su asombro al conocer que
el presidente del Tribunal que iba a juzgar a la Infanta participe de la
ideología de Podemos hasta el punto de presentarse a las elecciones generales
representando al partido de Pablo Iglesias. No pongo en duda el ejercicio
independiente de los señores Castro e Yllanes. Pero no se trata solo de ser.
Hay que parecer. Nadie con la cabeza sobre los hombros se cree que los dos
podemitas hoy cuestionados no se hayan dejado influir por su ideología radical
de extrema izquierda. Ahora se ha descubierto el pastel”.
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