El candidato popular tiene en su mano la llave para
allanar el camino a los socialistas sensatos
ISABEL SAN SEBASTIÁN
12/07/2016 01:15h - Actualizado: 12/07/2016 01:15h.
Tres formaciones conviven dentro de las siglas PSOE.
Una es la representada por Felipe González, más vinculada
al pasado que a cualquier posibilidad de futuro.
Otra, tributaria
de José Luis Rodríguez Zapatero, languidece en estado de postración bajo el
liderazgo de Pedro Sánchez.
Y la tercera, todavía por delimitar numérica e
ideológicamente, constituye una tenue esperanza de resurgimiento en torno a
figuras como Guillermo Fernández Vara o Susana Díaz.
Esta última es la que puede lograr que haya un gobierno
en España.
El PSOE de González tiene mucho más de español que de
obrero o socialista.
Al de Zapatero/Sánchez, por contra, le sobran la E y la
O, lo que hace que la S haya perdido el sentido.
Felipe y algunas figuras de su tiempo, ya jubiladas,
están demasiado integradas en el establishment como para resultar reconocibles
por los suyos.
Sus cartas abiertas en la prensa e intervenciones en
televisión gustan mucho más al electorado del PP que a las bases socialistas.
Las aplauden los comentaristas más del gusto de La
Moncloa, los ministros del Gobierno y los prohombres del Ibex 35, mientras son
objeto de un elocuente silencio por parte de los correligionarios a los que van
dirigidas.
González y esos veteranos ya no pertenecen al mundo del
puño y la rosa ni poseen demasiada influencia en él.
Tengo para mí, por ello, que sus apelaciones públicas a
una abstención responsable en una eventual investidura de Rajoy se enmarcan en
el ámbito de lo gestual y constituyen actuaciones destinadas a salvar la propia
conciencia, o quién sabe si la cara en determinados ambientes, pero carecen de
impacto real. No será el «jarrón chino» quien empuje a Pedro Sánchez por el
camino de la responsabilidad. Le falta sintonía con él y fuerza para
amenazarle.
Tampoco la mera aritmética bastará para desbloquear la
situación. 137 diputados son 52 más que 85, cierto, aunque 39 menos que 176. De
ser otras las circunstancias políticas, podría pensarse que el electorado de la
izquierda constitucional, socialista, obrera y española aceptaría la supremacía
popular con la misma naturalidad que el ex presidente. Pero las circunstancias
son las que son y venimos de dos interminables campañas, precedidas de cuatro
años de poder absoluto, durante los cuales todo han sido exabruptos y
descalificaciones mutuas. De ahí que una parte sustancial de los votantes
socialistas rechace de plano la posibilidad de apoyar por activa o por pasiva
el regreso al poder de Rajoy, convertido en enemigo público número uno. Son sus
propios dirigentes, empeñados en emular a Podemos, quienes les han llevado a
esa creencia. ¿Cómo convencerles ahora de lo contrario?
El dilema para Ferraz es de los de órdago. Forzar el
bloqueo hasta el punto de la repetición electoral significaría rubricar un
monumental fracaso colectivo cuyo desenlace, por añadidura, sería un escenario
muy similar al actual, con algún escaño más para el PP y alguno menos para el
PSOE. Por otra parte, «responsabilidad», entendida como abstención, suena muy
parecido a «suicidio». De ahí que nadie quiera ser visto como el «responsable».
¿Triunfará la sensatez o se impondrá la cerrazón? El candidato popular tiene en
su mano la llave. Si logra armar una base de 170 síes, junto a Ciudadanos y
Coalición Canaria, allanará el camino a quienes, como Fernández Vara, optan por
ser sensatos. Claro que para eso debe negociar y ceder. Si se limita a
resistir, atrincherado en su ventaja, es muy probable que en el PSOE ganen los
más sectarios. Y España necesita un gobierno, no una pugna de orgullos.
Isabel San SebastiánIsabel San Sebastián
LOS GUIÑOS DEL PP A PSOE Y CIUDADANOS
Programa electoral. Seguiremos defendiendo el Estado de
las Autonomías que reconoce la Constitución y que ha demostrado ser la fórmula
para articular unidad y diversidad. Mejoraremos el marco autonómico para
reforzar la cohesión territorial.
Propuesta actual. Promoveremos un marco de entendimiento
con las fuerzas políticas constitucionalistas a la hora de dar respuesta a los
retos que plantea el debate territorial.
Sistema de pensiones
Programa electoral. Avanzar y consolidar el
fortalecimiento del sistema de pensiones en provecho de quienes reciben una
pensión hoy y de quienes tiene el derecho a tener un retiro tranquilo el día de
mañana.
Propuesta actual. Valorar, en el marco del Pacto de
Toledo, la reordenación de la financiación de las pensiones, de modo que la
ampliación de prestaciones sea financiada por el Estado.
Pacto por la educación
Programa electoral. Convocaremos a todos los grupos
políticos y a toda la comunidad educativa a la consecución de un Pacto Nacional
por la Educación. La sociedad nos pide que seamos capaces de llegar a acuerdos.
Propuesta actual. Convocar a todos los grupos políticos y
toda la comunidad educativa a un Acuerdo Nacional por la Educación para la
mejora de la calidad del sistema.
Exclusión social y pobreza
Programa electoral. Congelaremos la parte de la factura
eléctrica que depende del Gobierno. Continuaremos garantizando que no se
volverán a generar déficits en el sector energético.
Propuesta actual. Congelar la parta de la factura eléctrica
que depende del Gobierno y reforzar la protección del bono social, garantizando
que tengan acceso a él todos los consumidores en situación de vulnerabilidad.
Independencia de la Justicia
Programa electoral. El PP propone una Estrategia Nacional
de Justicia para desde el diálogo con las fuerzas políticas, los operadores y
los ciudadanos, promover una Justicia del siglo XXI que la fortalezca como
servicio público de calidad.
Propuesta actual. El párrafo es prácticamente el mismo
pero con la siguiente frase en negrita: promover una Justicia del siglo XXI,
asegurando «la independencia de su funcionamiento».
Corrupción
Programa electoral. Potenciaremos el desarrollo de
fiscalías especializadas, principalmente en aquellos ámbitos que despiertan
mayor preocupación social, como la protección de personas con discapacidad o
propiedad intelectual.
Propuesta actual. Fortalecer la figura del Ministerio
Fiscal y promover la especialización en aquellos ámbitos que sean de especial
interés. una Justicia del siglo XXI, asegurando «la independencia de su
funcionamiento»
Susana Diaz descarta que el PSOE intente formar gobierno
La presidenta andaluza cree que "puede convertirse
en una pesadilla".
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha
rechazado hoy que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, intente
gobernar en caso de que el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, no
logre apoyos suficientes, al considerar que ese paso"puede convertirse en
una pesadilla".
Díaz ha hecho esta reflexión durante su intervención ante
el Comité Federal del PSOE, reunido en la sede de Ferraz para analizar la
postura del partido ante el anuncio de Rajoy de que está dispuesto a ir a la
investidura.
La presidenta de la Junta ha insistido en que es Rajoy
"quien tiene que darle un gobierno a España", por lo que no tendría
sentido la posición de dirigentes socialistas, como la balear Francina
Armengol, el catalán Miquel Iceta o el castellanoleonés Luis Tudanca, de que
Sánchez trate de conformar una mayoría alternativa si el PP fracasa.
"Esos debates que se han abierto de que podemos
formar gobierno pueden convertirse en una pesadilla. Eso debería salir claro de
aquí", ha reclamado Díaz en su turno de palabra a puerta cerrada, han
informado fuentes del PSOE andaluz.
Tras respaldar que los socialistas no pueden "ni por
activa, ni por pasiva" apoyar a Rajoy, Díaz ha señalado que sería una
"catástrofe" que hubiera terceras elecciones.
Dentro de estas premisas, en las que ha observado
"bastantes coincidencias" con Sánchez y otros barones, la presidenta
andaluza ha garantizado al secretario general que contará con su
"lealtad" en la decisión que "él debe gestionar".
"Nos vamos a corresponsabilizar de esta situación y
de la decisión que tiene que tomar igual que lo hicimos en la campaña. Que lo
hagamos con claridad, desde nuestras convicciones y no desde el
tacticismo", ha sostenido la presidenta andaluza.
Díaz ha enfatizado que "hay millones de miradas de
ciudadanos expectantes" sobre qué decisión adopta el PSOE, pero ha opinado
que "es preferible esa presión que la irrelevancia" en un momento
"difícil" como el actual.
Al margen de la investidura, Díaz ha opinado que
"está en juego" la gobernabilidad de España, incidiendo que el PSOE
"no es muleta, ni soporte de nadie, solo de los intereses" del país.
La presidenta de la Junta ha sido crítica con los
resultados obtenidos por Sánchez y también los logrados por ella en Andalucía,
donde el PP arrebató al PSOE la primera plaza.
Ha considerado una "buena noticia" que se
evitara el sorpaso de Podemos-IU, pero ha puntualizado: "Nos hemos salvado
por la campana. No podemos decir que somos el partido hegemónico".
Díaz ha subrayado que el PSOE tiene que ofrecer un
"proyecto sólido" y no conformarse con quedar por delante de la
formación de Pablo Iglesias.
"Tenemos que revertir esta tendencia", ha
apremiado tras apuntar que el PSOE "no ha recogido ni un solo voto"
del millón de papeletas perdidas por Unidos Podemos respecto al 20D, lo que ha
achacado a que "se ha difuminado" el proyecto socialista.
Díaz ha animado a recuperar las señas de identidad del
socialismo y no "arrastrarse" por el populismo, por lo que ha
aconsejado "afinar más las alianzas".
Díaz se ha referido también a la posibilidad de que la
Comisión Europea (CE) imponga una multa a España por el incumplimiento de los
objetivos del déficit público en los últimos años.
Esa sanción, ha alertado, podría suponer la congelación
de los fondos estructurales, por lo que ha aseverado que "es hora de
levantar la bandera" y luchar para evitar esa penalización a pesar de
acusar al PP de actuar con "egoísmo electoral" en este asunto.
"Nos afecta cómo se acercan los socialistas europeos
a los problemas. Hemos pagado nuestra falta de firmeza en Europa para defender
esa Europa a las personas", ha lamentado Díaz.
EL FANTASMA DE LAS TERCERAS ELECCIONES
12/07/2016@13:28:08 GMT+1
Luis María ANSON
Mariano Rajoy y Albert Rivera saben que hay un punto en
el que no pueden discrepar: las terceras elecciones. Es necesario acabar a toda
costa con el ruido de las cadenas de ese fantasma indeseado.
El desprecio del pueblo español por su clase política
alcanza niveles alarmantes. Ya era grave la situación antes del 20-D. En los
últimos siete meses se ha acentuado hasta la náusea el asco de la sociedad
española ante el espectáculo de los personalismos, los partidismos, las
vanidades y la inoperancia de nuestra clase política.
Aparte de las declaraciones oficiales en este primer
tanteo entre Mariano Rajoy y Albert Rivera, está claro que se encontrarán
fórmulas para evitar el descalabro de unas nuevas elecciones. El mandato
popular está claro. Sin mayoría absoluta, los partidos deben negociar hasta la
extenuación y llegar a fórmulas que permitan instrumentar al menos un Gobierno
en precario que permita abordar los problemas con los que se enfrenta España y
de forma primordial el nuevo presupuesto y las exigencias europeas en cuanto al
déficit.
Como ningún partido político querrá cargar sobre sus
espaldas la convocatoria de nuevas elecciones, parece lógico que, aunque a
regañadientes y a trancas y barrancas, se termine por articular una fórmula de
investidura y de Gobierno que permita superar la actual situación.
Luis María ANSON
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