Sábado 29 de abril de 2017, 17:55h
Luis María ANSON
Este artículo de Luis María Anson, publicado en el diario El
Mundo, ha sido ampliamente reproducido y comentado en las redes sociales.
Conocida es la inmarcesible afición al teatro de Mariano
Rajoy. No se pierde un acontecimiento ni en las salas alternativas ni en las
comerciales ni en la ópera. Suele acudir de riguroso incógnito acompañado por
Soraya, su paje más gentil. En el vestíbulo del teatro de la Abadía, donde se
representaba La Celestina interpretada por el formidable José
Luis Gómez, Esperanza Aguirre, acompañada por sus dilectas amigas del alma, la
alcaldesa Carmena y la presidenta Cifuentes, descubre la presencia de Rajoy, le
saluda acercándole ambas mejillas para el beso ritual y le pregunta:
-Presidente, cómo me alegra verte aquí. Y dime, ¿en dónde
vas a pasar las vacaciones de Semana Santa?
-En Galicia, querida Esperanza, en Galicia.
-Me dices, Mariano, que vas a pasar la Semana Santa en
Galicia para que yo crea que vas a instalarte en el coto de Doñana. Pero yo sé
que vas a ir a Galicia. Entonces, ¿por qué me mientes?
Pues este Rajoy, siempre incierto y delicuescente, ha
declarado con rotundidad que agotará la legislatura y que no piensa convocar
elecciones anticipadas. Se trata de un voluntarismo político de lo más ingenuo,
una ensoñación de tiempos pasados. Con 137 diputados no depende solo de Mariano
Rajoy que haya elecciones o no.
Si Susana Díaz se alza con la victoria en las primarias, la
situación actual permanecerá en un equilibrio inestable mientras no se produzca
la recuperación del PSOE, sorpassado hoy de lejos por el
Podemos de Pablo Iglesias. Si en lugar de Susana Díaz resulta que el vencedor
de las primarias es Pedro Sánchez, los horizontes quedarán emborrascados. El
exsecretario general mantiene la alianza, denunciada por el juez Vidal, con los
comunistas de Podemos y de Izquierda Unida y con las agrupaciones
secesionistas. Eso significa en diputados contantes y sonantes 179, lo que
permite plantear una moción de censura.
Ante el riesgo de que un Pedro Sánchez vencedor en las
primarias juegue la baza que por dos veces desbarató Felipe González, Rajoy se
anticipará y convocará elecciones generales. Además las ganará. Incluso, según
las encuestas más solventes, alcanzará la mayoría absoluta con Ciudadanos.
El problema es que la oposición sería liderada por Podemos.
Hasta ahora la oposición, o ha sido el Partido Popular, en representación del
centro derecha, o el PSOE, representando al centro izquierda como partido
constitucionalista y socialdemócrata. En la nueva situación, la alternativa
democrática podría ser la alianza Podemos-PSOE-IU y agrupaciones secesionistas,
es decir, un Frente Popular ampliado, extremista y antisistema, que fracturaría
el régimen de la Transición.
Así que Rajoy, además de acudir al teatro de forma tan
asidua, debería ir pensando en rezar para que alcance la victoria Susana Díaz.
De la lideresa andaluza depende en estos momentos la estabilidad de España. Si
Susana resultara derrotada, Rajoy se tendrá que envainar su decisión de agotar
la legislatura y también su declaración de que no convocará elecciones
anticipadas.
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