Lunes 10 de julio de 2017, 11:50h
Desde el sentido común y el conocimiento profundo del derecho constitucional, Jorge de Esteban le ha sacado los colores a Mariano Rajoy. Para aplicar el artículo 155 de la Constitución, que sería lo razonable ante el desafío de la Generalidad, se necesita un tiempo procedimental del que ya se carece. Parece mentira que ni Rajoy ni su entorno hayan previsto algo tan elemental. Y lo malo es que en lugar de enrojecer de vergüenza continúan galleando como si aquí no pasara nada.
“Por consiguiente -escribe Jorge de Esteban en El Mundo- ya no puede haber discrepancias sobre la aplicación de un artículo que no se puede aplicar por negligencia evidente del Gobierno”. Tampoco está clara la apelación a la ley de Seguridad Nacional, que se aprobó para combatir el terrorismo nacional e internacional. El Gobierno ha apelado a ella cuando se dio cuenta del ridículo en el que podía caer al no haber previsto los condicionantes del artículo 155 de la Constitución.
Jorge de Esteban afirma claramente que, salvo una negociación con éxito, no existe otra fórmula viable que declarar el Estado de Excepción en Cataluña. Se trata de una decisión legal y constitucional pero erizada de consecuencias negativas que pueden terminar por agriar de forma irrecuperable la relación entre Cataluña y el resto de España.
La parsimonia, la cachaza, la lenidad, el no hacer nada porque el tiempo lo arregla todo, ha conducido a Mariano Rajoy, a dos meses del órdago del presidente de la Generalitat, a una situación límite. El presidente y su entorno creían que los cadáveres de Carlos Puigdemont y del pobre Arturo Mas terminarían desfilando por delante de la Moncloa. Y ahí está el resultado de tanta indecisión y tanta torpeza.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española |
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