EL MANÁ DEL TURISMO

Lunes 01 de enero de 2018, 11:51h

Luis María ANSON

Hay pocas ocasiones para comentar noticias positivas. Desde hace meses vivimos inmersos en la atrocidad del secesionismo catalán, cuando por dos votos de un parlamento regional se ha pretendido fracturar la unidad de España, mantenida durante cinco siglos en una nación que ha escrito una de las tres grandes Historias del mundo occidental moderno y contemporáneo.

A pesar del esperpento propio de una república bananera que hemos ofrecido al mundo, se prevé que ochenta millones de turistas superarán en 2017 los récords del turismo en España. Hay dos naciones que nos adelantan en la atracción del turista: Estados Unidos y Francia. Pero como turismo vacacional, aparte el de negocios, España se ha encaramado ya en el primer lugar, con unas infraestructuras sobresalientes, un clima especialmente grato, unas muestras culturales envidiables, unas playas imbatibles y una considerable gastronomía. Ah, y un pueblo que se caracteriza por su simpatía y su espíritu hospitalario.

Ciertamente nos ha favorecido la crisis que padecen algunos países mediterráneos de la primavera árabe, pero también es verdad que disponíamos de infraestructuras suficientes para atender a los turistas desplazados de las naciones zarandeadas por las crisis y las violencias. Desde hace muchos años, el turismo es un renglón constante y creciente en nuestro PIB y en nuestra balanza de pagos. Y frente a tantos problemas, muchas veces innecesarios, frente a tantos despropósitos políticos, reconforta subrayar el éxito del turismo, que es el éxito de España.