El magistrado del Supremo Pablo Llarena ha pedido al juez de Barcelona que investiga el 1-O las escuchas e informes clave de su causa, entre los que figura uno con las 47 comunicaciones entre el exlíder de la ANC Jordi Sánchez y el exjefe de los Mossos Josep Lluis Trapero en el registro a Economía el 20S. Informa Efe.
Así lo especifica Llarena en un auto, al que ha tenido acceso Efe, en el que el magistrado del Supremo solicita al titular del Juzgado de instrucción número 13 de Barcelona el contenido de las escuchas telefónicas intervenidas en la causa en que investiga los preparativos del referéndum, así como los informes policiales que obran en su poder.
El juez de Barcelona ya ha remitido al magistrado Llarena toda la documentación solicitada, a excepción del contenido íntegro de todas las intervenciones telefónicas practicadas a los investigados en la causa de Barcelona, ya que pesan aproximadamente 310 gigas, por lo que le ha enviado un resumen, según detalla en un escrito notificado a la Sala segunda del Tribunal Supremo el pasado 2 de febrero.
Entre los informes solicitados por Llarena figura un registro de las "comunicaciones" efectuadas desde el número del entonces líder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez, a quien el magistrado del Supremo mantiene en prisión por rebelión, el pasado 20 de septiembre, durante el acoso a la comitiva de la Guardia Civil que por orden del juez de Barcelona registró la consellería de Economía.
En concreto, según detalla el juez del Supremo en su requerimiento, en ese informe constan 47 comunicaciones entre Sánchez y Trapero entre las 12.00 horas de la mañana y las 21.00 horas de ese día, con más de 24 minutos de conversación.
Precisamente, el juez de Barcelona llamó ese día por teléfono a Trapero para ordenarle que los agentes de la policía catalana abrieran un corredor de seguridad para permitir la salida de la comitiva judicial y de la Guardia Civil de la consellería de Economía.
Según la versión de los Mossos, cuando el juez llamó a Trapero, éste le aclaró que llevaba todo el día en contacto con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, y el entonces fiscal superior de Cataluña José María Romero de Tejada -ya fallecido- y le precisó que era la propia comitiva judicial la que había ido retrasado voluntariamente la salida del edificio.
Sobre el acoso a la comitiva judicial, Llarena también ha pedido al juez de Barcelona el informe en el que la letrada de justicia que supervisaba el registro por orden del juez denunció la sensación de "absoluto abandono" que padeció ese día y el "terror" de ver a los concentrados a las puertas de la consellería de Economía, impidiendo su salida.
"Pongo de manifiesto la sensación de absoluto abandono que padecía y el terror de ver aquella cantidad de gente enardecida y fuera de control", relata la secretaria judicial sobre el asedio a la consellería de Economía en su informe.
En su escrito, la secretaria del juzgado 13 de Barcelona afirma que a las 23.30 horas, cuando ya no podía "soportar más la presión" por el acoso de los concentrados, aceptó el ofrecimiento para salir del edificio por un acceso trasero, "trepando y escalando tejados y azoteas".
"Esta letrada jamás ha sentido mayor vergüenza y humillación al verse obligada a escapar cual delincuente, escondiéndose de la vista de unos alterados, cuando únicamente había cumplido con mi deber y representado el poder judicial como así se había encargado", remarca.
En ese informe la letrada de justicia también hacía constar que Sánchez, el exvicepresidente Oriol Junqueras -también encarcelado- y el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián "arengaron a las masas" para que se impidiera salir a la comitiva judicial del edificio "y hasta salir a por comida".
Además, Llarena también ha pedido al juez de Barcelona los informes de la Guardia Civil que obran en su poder sobre los daños sufridos en tres de sus vehículos durante el acoso a la comitiva judicial y la relación de las petición de ayudas solicitadas a los Mossos durante el asedio, que fueron "desoídas".
Por la supuesta inacción de los Mossos d'Esquadra durante el acoso a la comitiva judicial, la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela mantiene imputado por sedición al exjefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluis Trapero, que este viernes tendrá que volver a comparecer ante la juez, en este caso por otro delito de sedición por la supuesta pasividad de la policía catalana a la hora de impedir el referéndum del 1-O.
Entre los informes que también ha solicitado y ya ha recibido el juez del Supremo de manos del titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona figuran el análisis de la agenda Moleskine en el que el imputado Josep Maria Jové, ex número 2 de Junqueras, anotó las reuniones claves del núcleo duro de la hoja de ruta soberanista, así como el documento Enfocats, que diseñaba los escenarios para alcanzar la independencia.
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