Éxito del Día Internacional de la Mujer

Viernes 09 de marzo de 2018, 11:39h

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Millones de españolas han logrado este 8 de marzo una movilización sin precedentes contra la desigualdad de género: brecha salarial, discriminación o violencia sexual. Centenares de miles de personas inundaron las calles en 120 ciudades en las concentraciones. La huelga de 24 horas, en cambio, tuvo escaso seguimiento, pero los paros parciales de UGT y CC OO, sin embargo, lograron un rotundo éxito y fueron seguidos por seis millones de trabajadores, según las centrales.

La huelga feminista a la que múltiples colectivos sociales habían llamado a las españolas, bajo el lema “Si nosotras paramos, se para el mundo”, situó a España a la vanguardia del movimiento por la igualdad de sexos. Era el único país en que se había convocado una movilización que fuese acompañada al tiempo por un paro laboral. Y eso tuvo eco en los principales medios de comunicación internacionales, que realizaron una amplia cobertura de la jornada.

Pero el gran éxito del Día Internacional obedece a su carácter transversal al ser secundado en España por hombres y mujeres de todas las edades y todas las ideologías. Aunque los partidos de izquierda intentaron capitalizar las movilizaciones (Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se unieron a las concentraciones) también dirigentes de Ciudadanos, con Albert Rivera a la cabeza, secundaron los actos y hasta Mariano Rajoy se puso un lazo morado en la solapa.

Ahora es el turno de los dirigentes políticos. Pues, además de secundar los actos de este 8 de marzo, tienen la obligación de trasladar las reivindicaciones de las mujeres a la Legislación española para evitar la discriminación en todos los sentidos. Hay que endurecer el código penal para castigar los delitos de acoso sexual o violencia de género y hay que subvencionar la maternidad con el fin de que las mujeres sean contratadas en las mismas condiciones que los hombres, pero para ello es necesario que los sueldos por las bajas laborales no recaigan solo en los empresarios y que se repartan los permisos de paternidad lo más equitativamente posible.