sábado, 30 de mayo de 2015

Las marcas de Podemos aspiran a ocho alcaldías con un tercio de los votos

M. N. MIRA/T. DÍAZ / MADRID
Día 28/05/2015 - 13.33h
Ahora Madrid fue segunda fuerza en la capital, con el 31,85%; y Barcelona en Comú, primera, con el 25,21%
 EFE
El candidato a la Alcaldía de Cádiz por «Por Cádiz sí se puede», José María González Santos «Kichi»
Las elecciones del domingo sirvieron para que grupos afines a Podemos tengan la oportunidad de dirigir algunos ayuntamientos españoles. Hasta ocho capitales pueden tener consistorios liderados por nuevos partidos que han surgido bajo el paraguas del 15-M. Pero todo dependerá de las agrupaciones situadas a la izquierda y su decisión de apoyar o no a los recién nacidos en su carrera por hacerse con el bastón de mando. Ninguno consiguió la mayoría necesaria para desbancar a los partidos tradicionales. Ni Ada Colau, con su Barcelona En Comú, ni Marea Atlántica en La Coruña, ni Compostela Aberta en Santiago, que fueron las «marcas blancas» más votadas, podrán gobernar en solitario. Pero en otras capitales, a pesar de no ser la primera fuerza, tienen posibilidades de llegar al poder: Madrid, Cádiz, Alicante y Oviedo conforman la lista que, de cerrarse, componen el nuevo mapa político español. Sin embargo, pocas de estas agrupaciones pasaron de un tercio de apoyos en las urnas.
La sorpresa la dio en Madrid Manuela Carmena, que con el 31,85 por ciento de los votos y aun siendo la segunda fuerza puede hacerse con la Alcaldía. Ni con el apoyo del Partido Socialista conseguiría pasar la barrera del 50 por ciento de los votos; pero sí se haría con la mayoría de escaños que permitan a la exjuez dirigir el gobierno de su ciudad.
Marea Atlántica sacó en La Coruña cuatro votos más que el Partido Popular
La segunda ciudad más importante de España también puede quedar en manos de partidos apoyados por Podemos. La formación liderada por Ada Colau, la activista antidesahucios, solo consiguió el 25,21 por ciento de las papeletas de su ciudad, donde la abstención (cuatro de cada diez de los llamados a las urnas) fue de las más altas registradas.
El panorama político de Galicia dio un giro de 180 grados. El domingo llegaron las mareas blancas arrasando allí también con el bipartidismo. Aunque sin mayorías absolutas, las listas de unidad popular pactarán para asentarse en dos de los principales ayuntamientos gallegos: La Coruña y Santiago, donde el PP perdió las mayorías absolutas.
Compostela Aberta (CA), el partido patrocinado por Podemos en Santiago de Compostela, se hizo con 16.327 votos, 458 más que los populares y casi 10.000 más que el PSOE. CA, liderado por el nacionalista Martiño Noriega, podría llegar a la Alcaldía de la ciudad con el 34,58 por ciento de los votos.
Partido Popular y Marea Atlántica (MA), por su parte, empataron en La Coruña: diez a diez. Tan solo cuatro votos hicieron que la balanza se inclinara a favor de «la marea» (36.842 papeletas papeletas). Si el magistrado Xulio Ferreiro, cabeza de lista de MA, logra un pacto con los socialistas, llegaría al despacho del consistorio gallego con 16 ediles habiendo recibido el 30,89 por ciento de los votos. El Partido Socialista Gallego (con 6 representantes) ocupa un lugar clave en la negociación por el consistorio.
Segundos puestos «ganadores»
La marea se extendió también por la cornisa cantábrica. Hasta Oviedo llegó Somos Oviedo (SO), que con 20.514 votos consiguió seis concejales –el 19,09 por ciento de las papeletas– frente a los 11 de los populares. Sin embargo, Ana Taboada, candidata de SO, ya está manteniendo reuniones con el PSOE e IU para desbancar al PP del ayuntamiento ovetense.
Podemos llegó a Aragón de la mano de Pablo Echenique y del 20,5 por ciento de los votos. El aspirante a presidir la autonomía ya ha anunciado que comenzará en breve una rueda de conversaciones con todos los partidos. Agotará cualquier baza. Lo mismo ocurre en la capital de la comunidad. La marca blanca de Podemos liderada porPedro Santisteve, fue segunda fuerza con el 24,57 por ciento de los votos emitidos y se quedó a un edil de los populares. Ya ha llamado a PSOE, Ciudadanos y Chunta Aragonesista para iniciar las negociaciones que le sienten en el ayuntamiento maño.
En Cádiz, «Kichi» acabó con la mayoría absoluta de Teófila Martínez
En la Comunidad Valenciana, la gran apuesta de la formación liderada por Pablo Iglesias,Guanyem Alacant se conformó con un tercer puesto en votos (recibió el 18,71 por ciento), pero empató en número de ediles (8) con los socialistas. Aquí la alcaldía está en el aire.

Más lejos, en Cádiz, el novio de Teresa Rodríguez, diputada por Podemos en el Parlamento andaluz, José María González Santos –más conocido como «Kichi»– podría convertirse en alcalde destronando a la mismísima Teófila Martínez. A sus 39 años, obtuvo para su formación, Por Cádiz sí se puede, el 28 por ciento de los votos. Como segunda fuerza y con una abstención del 34,78 por ciento, ya ha iniciado contactos para alcanzar la Alcaldía. De momento celebra los resultados cantando chirigotas.

."El cambio de mentalidades en el segundo franquismo".

“El desarrollismo no fue solamente un fenómeno económico. Fue también la consecuencia de un cambio de actitudes y mentalidades.
Este cambio se hizo patente, por ejemplo, en la disposición a emigrar, a dejar el pueblo en el que habían vivido generaciones de una familia, para buscar trabajo y bienestar en un entorno diferente, bien nacional, bien internacional.
El hecho de no seguir aceptando pasivamente el statu quo que había caracterizado la vida de los antepasados ya es un claro signo de que gran parte de la población española –se trata de millones de personas estaba sumergida en este cambio de mentalidad antes del auge económico o paralelamente a él.
Condición y, al mismo tiempo, consecuencia de los rápidos cambios de los años sesenta fue el vertiginoso aumento de la tasa de escolarización.
El analfabetismo descendió de un 19 por ciento en 1940 a un 9 por ciento en 1970.
Entre 1960 y 1975 el número de alumnos de enseñanza media creció en siete veces; este aumento espectacular iba paralelo al proceso de concentración urbana, reforzándolo al mismo tiempo.
El aumento también refleja la aspiración de muchas familias de clase baja de asegurarles a sus hijos mejores posibilidades de educación. […]
Lo mismo puede decirse de las universidades: en 1961, en las universidades estatales había menos de 65.000 estudiantes; en 1976, el número había ascendido a 400.000. […] El boom estudiantil en los años desarrollistas sobrepasaba, pues, en mucho la medida del crecimiento económico.
El trasfondo de este crecimiento inusitado radicaba en la expectativa de los padres de lograr para sus hijos un ascenso social por medio de la educación.
La disposición mental a cambiar la propia vida para mejorar las condiciones materiales forma parte, pues, del desarrollismo de los sesenta; éste fue, por lo tanto, un hecho económico y, al mismo tiempo, una actitud mental”.
BERNECKER, Walther L. “El cambio de mentalidad en el segundo franquismo”.
En TOWNSON, N. (coord.). España en cambio: el segundo franquismo, 19591975. Madrid: Siglo XXI, 2009. p.49-70.

Términos claves:
*.- Segundo franquismo. (1959-1975). Comienza con el Plan de Estabilización Económica. Coinicide con el fin del aislamiento internacional de España).
*.- Desarrollismo: Ideología que propugna el desarrollo meramente económico como objetivo prioritario.
*.- Mentalidad: Cultura y modo de pensar.
*.- Actitud: Disposición de ánimo manifestada de algún modo.
*.- No aceptar pasivamente el statu quo: Estado de cosas en un determinado momento.

Argumento clave del texto:
La disposición mental a cambiar la propia vida para mejorar las condiciones materiales forma parte, pues, del desarrollismo de los sesenta; fue, por lo tanto, un hecho económico y, al mismo tiempo, una actitud mental”.
El cambio económico supuso un aumento de la población urbana y necesitó y produjo produce un cambio de mentalidades.
 El desarrollismo no fue solamente un fenómeno económico, fué también la consecuencia de un cambio de actitudes y mentalidades. Su trasfondo: la expectativa de los padres de lograr para sus hijos un ascenso social por medio de la educación.Este cambio se hizo patente:

Argumentos:
*.- en la disposición a emigrar, para buscar trabajo y bienestar en un entorno diferente (incluso saliendo de España).
El hecho de no seguir aceptando pasivamente el statu quo que había caracterizado la vida de los antepasados ya es un claro signo de que gran parte de la población española –se trata de millones de personas estaba sumergida en este cambio de mentalidad antes del auge económico o paralelamente a él.
Condición y, al mismo tiempo, consecuencia de los rápidos cambios de los años sesenta fue el vertiginoso aumento de la tasa de escolarización.
El analfabetismo descendió de un 19 por ciento en 1940 a un 9 por ciento en 1970 (a la mitad).
Entre 1960 y 1975 el número de alumnos de enseñanza media creció en siete veces; este aumento espectacular iba paralelo al proceso de concentración urbana, reforzándolo al mismo tiempo y este crecimiento también refleja la aspiración de muchas familias de clase baja de asegurarles a sus hijos mejores posibilidades de educación. […]
Lo mismo puede decirse de las universidades: en 1961, en las universidades estatales había menos de 65.000 estudiantes; en 1976, el número había ascendido a 400.000 (multiplicado por 6). […] El boom estudiantil en los años desarrollistas sobrepasaba, pues, en mucho la medida del crecimiento económico.
El trasfondo de este crecimiento inusitado radicaba en la expectativa de los padres de lograr para sus hijos un ascenso social por medio de la educación.


RIVERA DEBE GARANTIZAR ESTABILIDAD

ABC
LA compleja aritmética electoral del 24-M sitúa a una quincena larga de capitales españolas con mayoría del PP en el trance de no completar investiduras si Ciudadanos las bloquea.
Es razonable que Albert Rivera quiera medir sus pasos en un ejercicio táctico que mantenga viva su progresión.
Ciudadanos es consciente (y si no es así, debería serlo) de haber absorbido una parte sustancial del electorado del PP. Al menos eso apuntaban todos los sondeos previos a los comicios del pasado domingo, en los que cerca del 60 por ciento de quienes aseguraban que pensaban votar a la formación anaranjada afirmaban también que en los anteriores comicios lo habían hecho a las candidaturas populares.
Y es lógico que el partido de Rivera quiera hacer compatible esa certidumbre sobre la procedencia de sus nuevos apoyos con la posibilidad de ampliar sus expectativas ante los comicios generales con el menor desgaste posible.
No obstante, y siendo satisfactorios los resultados de una formación que partía de cero en el ámbito nacional, no han respondido a las expectativas que mediáticamente se habían generado.
Hasta ver si consolida su gran progresión, hoy por hoy la de Albert Rivera es una formación bisagra capaz de condicionar mayorías de gobierno, pero no de dirigirlas.
A partir de ahí, se impone el sentido de la responsabilidad y no chantajes emocionales generadores de inestabilidad.
El electorado ha dibujado un difícil puzle de partidos en el que todos han de aprender a convivir con alianzas que, como mínimo, impidan la incertidumbre institucional y económica, algo que nunca aparece como prioridad de la extrema izquierda, a la que le vale con el desalojo de los populares del poder allá donde lo tengan.
Conviene no olvidar que PP y PSOE siguen siendo claramente mayoritarios, pese al varapalo sufrido en las urnas hace cinco días, y que gozan de legitimidad para seguir liderando alcaldías y autonomías.
El argumentario con el que Rivera ha construido un discurso nacional se basa en la idea de una España unida, estable, profundamente democrática y combativa con la corrupción.
Ahora no cabe ponerse de perfil.
Ciudadanos tiene la oportunidad real de aplicarlo y garantizar sus propuestas correctoras junto al PP, partido más votado con diferencia en lugares donde no obtuvo mayoría absoluta.

La lógica de los tiempos exige pactos fiables, no cordones sanitarios ni castigos basados en el sectarismo y cálculos interesados en el mayor provecho de uno mismo. Tampoco estrategias difusas para no retratarse. La llave de Albert Rivera es valiosa para garantizar certidumbre, y no debe arrojarla al vacío.

jueves, 28 de mayo de 2015

Pablo Iglesias: "Que caiga la Bolsa no está entre mis principales

El líder de Podemos responde a Villar Mir que "es lógico" que "no le guste" el programa de la formación y le reprocha que "hasta ahora se ha hecho lo que decía él y gente como él"
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha respondido a los empresarios que han expresado sus recelos sobre el futuro de las inversiones y los proyectos ya adjudicados en las zonas en las que esta formación ha obtenido la mayoría de votos en las elecciones autonómicas y locales del pasado fin de semana. "Con todos los respetos a los bancos y las constructoras, lo que me preocupa es que en mi país haya 13 millones de ciudadanos en riesgo de pobreza".
Iglesias también se refirió a las recientes caídas en la Bolsa española: la sesión de hoy ha cerrado con un retroceso del 0,42%, tras la caídas del 2% del lunes y del 0,72% el martes (el miércoles, sin embargo, el selectivo se elevó un 1,70%), atribuidas, en parte, a la fragmentación política. "Que caigan un poquito las Bolsas no está entre mis principales preocupaciones. Hay muchos señores a los que les encantaría que a los presidentes los nombrara directamente la Bolsa de Nueva York o Madrid, pero en democracia hay una cosa que puede ser molesta: que a los representantes los eligen los ciudadanos votando", subrayó.
El líder de Podemos retó a las empresas y restó importancia al hecho de que su partido no haya sido invitado a la XXXI Reunión del Círculo de Economía, que se celebra en Sitges. "A nosotros no nos van a llevar a la reunión esta de Sitges a darnos caviar y vinos muy caros para hablar con nosotros. Nos reunimos en una mesita con una botellita de agua, que puede ser del grifo, y hablamos de política. A nosotros no se nos compra, no se nos amenaza ni se nos dan instrucciones".
También tuvo palabras para Juan Miguel Villar Mir, presidente d Pablo Iglesias: "Que caiga la Bolsa no está entre mis principales
El líder de Podemos responde a Villar Mir que "es lógico" que "no le guste" el programa de la formación y le reprocha que "hasta ahora se ha hecho lo que decía él y gente como él"
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha respondido a los empresarios que han expresado sus recelos sobre el futuro de las inversiones y los proyectos ya adjudicados en las zonas en las que esta formación ha obtenido la mayoría de votos en las elecciones autonómicas y locales del pasado fin de semana. "Con todos los respetos a los bancos y las constructoras, lo que me preocupa es que en mi país haya 13 millones de ciudadanos en riesgo de pobreza".
Iglesias también se refirió a las recientes caídas en la Bolsa española: la sesión de hoy ha cerrado con un retroceso del 0,42%, tras la caídas del 2% del lunes y del 0,72% el martes (el miércoles, sin embargo, el selectivo se elevó un 1,70%), atribuidas, en parte, a la fragmentación política. "Que caigan un poquito las Bolsas no está entre mis principales preocupaciones. Hay muchos señores a los que les encantaría que a los presidentes los nombrara directamente la Bolsa de Nueva York o Madrid, pero en democracia hay una cosa que puede ser molesta: que a los representantes los eligen los ciudadanos votando", subrayó.
El líder de Podemos retó a las empresas y restó importancia al hecho de que su partido no haya sido invitado a la XXXI Reunión del Círculo de Economía, que se celebra en Sitges. "A nosotros no nos van a llevar a la reunión esta de Sitges a darnos caviar y vinos muy caros para hablar con nosotros. Nos reunimos en una mesita con una botellita de agua, que puede ser del grifo, y hablamos de política. A nosotros no se nos compra, no se nos amenaza ni se nos dan instrucciones".

También tuvo palabras para Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL,quien mostró nítidamente su preocupación por el resultado de los comicios del 24M. "Es lógico que al señor Villar Mir no le guste nuestro programa. Hasta ahora se ha hecho lo que decía él y gente como él. Pero tendrá que reconocer que no ha funcionado".

EL DESCALABRO DEL PP, EXPLICADO POR ARRIOLA

Luis María ANSON
Pedro Arriola, que ha demostrado extraordinaria capacidad para profetizar el pasado y que es el gurú demoscópico de Rajoy, le ha explicado al presidente: “No te preocupes Mariano, nos interesaba perder las elecciones andaluzas y también las municipales y autonómicas”.
Según el ínclito asesor, “PSOE y Podemos tendrán que pactar y eso les contaminará ante su electorado. El PP aparecerá como el único partido fiable y podrá ganar las generales”. Así resume ECD el pensamiento de Pedro Arriola. La capacidad de Arriola para retorcer los argumentos se ha hecho proverbial y eso aclara en gran parte la modorra del presidente para hacer frente a la grave situación que se le ha creado. Mariano Rajoy se ha convertido en un político nefelibata. Vive en una nube en la que los “agradadores” de turno le pintan todo de color de rosa. Pero si el presidente no pone los pies en la realidad, el descalabro del 24 de mayo se convertirá en una catástrofe en las elecciones generales del próximo otoño.
La parálisis de Moncloa, con el presidente entumecido en una silla de ruedas, vaticina otra gloriosa victoria como la del 24 de mayo en las generales hasta colocar a Mariano Rajoy de patitas en Génova.
Al presidente le quedan seis meses. Si acepta la realidad y se lanza al ruedo a lidiar con ambas manos el toro marrajo que escarba sobre el albero, tal vez recupere el terreno perdido y pueda mantener el equilibrio de la vida nacional.
El pueblo español conoce y reconoce el éxito de su gestión económica, que ha situado a España en el pelotón de cabeza de Europa.
De lo que se trata ahora es de hacer la política que los simpatizantes del Partido Popular votaron en las elecciones del año 2011.


LA COMPARSA

IGNACIO CAMACHO
POR obra y gracia del poder taumatúrgico de las urnas, las elecciones del domingo han reducido a la mitad el número de integrantes de la célebre «casta».
El discurso populista contra el bipartidismo y las élites se ha reconvertido en horas veinticuatro: ahora se trata simplemente de sacar del poder a la derecha.
Como siempre, por otra parte, sólo que hasta hace pocos días los nuevos radicales intentaban maquillar su estrategia presentándola como un cambio de ejes: de la convencional dialéctica entre izquierda y derecha a la de los de abajo contra los de arriba.
Poco ha durado el tosco artificio; ya estamos de nuevo donde siempre.
La hemiplejía moral, el frentepopulismo de vieja escuela, el espíritu del Tinell, los cordones de aislamiento, la tradición arrojadiza de las dos Españas.
El PSOE ha sido indultado de sus pecados de casta mientras se preste a servir de comparsa en un asalto a los cielos del presupuesto.
Y se va a prestar. A costa de engañarse a sí mismo, porque a nadie más confunde su proclama de falsa victoria electoral.
La eclosión de Podemos y sus marcas blancas lo ha reducido a un partido de edad madura y de fuerte implantación rural que sólo mantiene una hegemonía social en Andalucía, donde Susana Díaz usará el éxito para continuar su soterrado pulso de liderazgo con Pedro Sánchez.
La socialdemocracia ya no es la referencia dominante de la izquierda en las tres mayores ciudades de España, y se va a conformar con hacer de costalera para llevar a hombros a los rupturistas.
Los resultados no le alcanzan ni para pactar alianzas moderadas con Ciudadanos.
Se puede consolar con el declive del PP, pero por primera vez desde 1979 va a compartir el poder en condiciones de inferioridad.
Arrastrado al papel de séquito de los extremistas.
La coalición anti-PP sirve al Gobierno una estrategia electoral de índole frentista.
Las generales van a ser a cara de perro: diestros contra zurdos, el voto del miedo frente al de la revancha.
Esa confrontación civil que evitó la denostada Transición con sus denigrados consensos y su moderantismo. Los populares tienen pocas opciones porque la alternativa transversal, tercerista, de CŽs se ha quedado corta, no ha terminado de cuajar como bisagra. Pero los socialistas sí pueden elegir.
Y van a inclinarse por la bipolaridad sin suficiente peso específico para controlar su propio polo. De la mano de una fuerza emergente cuya aspiración final no es dividirse a pachas el botín, sino controlar el reparto.
Como la izquierda siempre se absuelve a sí misma ventajas de hallarse en el lado correcto de la vida y las mentiras sólo pagan factura cuando las pronuncia la derecha, Sánchez se cree exento de cumplir sus propias y reiteradas promesas de no pactar con el populismo.
Para disimular su endeblez se dispone a blanquear con su aval al extremismo sin entender que este puede acabar tiznándole la cara

LECCIONES DE UNA DEBACLE

 ISABEL SAN SEBASTIÁN
LO acontecido el domingo en toda España constituye una catástrofe para el PP.
Una debacle municipal y autonómica inequívocamente más atribuible a la acción del Gobierno de Rajoy que a la de los receptores de la bofetada, por más que el calendario electoral haya beneficiado al primero desviando el golpe, por el momento, hacia otros rostros populares con bastante menos culpa y más sentido de la responsabildad.
Es necesario para tomar la decisión de dimitir, asumiendo de ese modo la factura de lo acaecido. Si en el cuartel general de la calle Génova se hubieran dado por enterados, si el presidente del partido hubiese hecho una lectura correcta de los hechos y actuado en consecuencia, tal vez podría enderezarse el rumbo antes de las generales.
Dado que todo permanece igual, con don Tancredo quieto en lo alto de su taburete, «manejando los tiempos», cabe augurar que seguirá lloviendo a mares hasta que el agua rebose y se lleve por delante a España, el esfuerzo gigantesco realizado por sus gentes y su credibilidad ante el mundo. ¿A quién habrá que señalar entonces, al campeón del inmovilismo suicida o a los leales dispuestos a denunciar sus errores?
Los españoles no han castigado en las urnas los recortes impuestos por la necesidad de evitar el rescate, como han repetido hasta la saciedad los voceros de La Moncloa.
A nadie le gusta rebajar su tren de vida y tal vez esas políticas, unidas al 30 por ciento de españoles que rozan hoy el umbral de la pobreza, hayan incrementado la cosecha de la izquierda radical podemita, pero no han sido el principal motivo de enfado de los dos millones y medio de ciudadanos que hace cuatro años confiaron en los populares y ahora les han dado la espalda.
Lo que indigna a esas personas que se han quedado en su casa o apostado por otras siglas no es la crisis, sino el abuso de poder en todas sus manifestaciones: corrupción, amiguismo, utilización de las instituciones y organismos del Estado en beneficio propio, instrumentalización de la Justicia, entre otras.
Lo que les repugna es el pragmatismo demoscópico de vía estrecha, por no decir relativismo, que ha imperado en el tratamiento de cuestiones de conciencia como el aborto, las víctimas del terrorismo, la ausencia de firmeza ante los asesinos y sus cómplices o la debilidad mostrada frente los enemigos declarados de la Nación española. Lo que les subleva es el incumplimiento reiterado de la palabra dada.
Lo que les ha impedido votar, incluso tapándose la nariz, es la constatación de que el Ejecutivo ha gobernado no ya ignorando sus interses, sino atentando en muchos casos contra ellos, desde el convencimiento de estar ante unos electores cautivos.
Y es que la gran pagana de un ajuste cuyo coste ha estado tremendamente mal repartido ha sido la gente común, laboriosa y honesta; las familias cuyos hijos están en paro, explotados en trabajos infrarretribuidos o bien en el extranjero, buscándose allí un futuro; la clase media trabajadora, víctima de impuestos inicuos que ellos no pueden eludir acogiéndose a «regularizaciones» de fortunas amasadas en dinero negro y evadidas a Suiza o Andorra. Esa es la gente que ha dicho ¡basta! De su mano ha venido la lección que no quieren entender los encargados de preparar la estrategia de las generales: demasiada macroeconomía en la mente de los ministros y poco salir a la calle. Demasiado triunfalismo de gran despacho y salón. Demasiado Ibex 35. Demasiado miedo. Demasiada arrogancia. Demasiado adulador. Poca o ninguna autocrítica.
No es cuestión de derecha o centro, sino de sensibilidad y decencia. Hacen falta caras nuevas, aire limpio, democracia interna, dar voz a la militancia, escuchar a la ciudadanía, recuperar el pulso de una sociedad asqueada que se aleja de la vida pública. Es preciso cambiar antes de que sea tarde, porque ahora mismo la euforia anida donde no debiera mientras la mayoría, que pone y quita gobiernos, se dice, recordando a Ortega: «No era esto».
Isabel Sansebastian

Enhorabuena, Arriola

Día 28/05/2015 - 04.24h. ABC
Antonio Burgos
Enhorabuena grande, señor Arriola. Paso a paso, todo muy estudiado sobre las encuestas, está consiguiendo usted lo que pretendía: cargarse al PP con mucho cuidadito.
Prácticamente lo ha llevado usted a la ruina.
Basta que el puntillero no lo levante en las próximas elecciones generales, porque ya lo tiene usted aculado en tablas, amorcillado, deseando echarse.
Los que no saben una palabra de sociología ni de elecciones andan por ahí pidiendo primarias en los partidos, programas debatidos y esas tonterías. Nada de eso necesita usted.
Y sin esa ordinariez de tener que presentarse a las elecciones y otras minucias.
La izquierda tradicional apesebrada y la nueva izquierda radical por apesebrar necesitaban quien acabase con el PP y entonces, providencialmente, como el ángel a los pastores en Belén, se le apareció usted a Rajoy en la calle Génova: «Que el PP no sea lo que parece y que no parezca lo que es».
Usted ha logrado ese toreo de perfil, con el piquito de la muleta, tomando todas las ventajas, sin exponer, que ha caracterizado al PP desde que, quizá por una equivocación suya, obtuvo la esperanza en forma de votos de diez millones de españoles que no se avergonzaban, al contrario que sus pupilos, de ser de derechas y que le dieron la mayoría absoluta. Usted introdujo unos principios completamente nuevos en la praxis política, que quienes les pagaban un dineral por sus asesoramientos han seguido al pie de la letras, a saber:
1. Hay que gobernar contra los propios votantes.
2. Hay que ocultar lo que se es. La derecha debe parecerse lo menos posible a la derecha, de lo que hay que avergonzarse y ocultar. Cuanto más acomplejada, mejor.
Y lo hizo usted de cine. De cine de Almodóvar, claro, que es de ellos.
Sus pasos hacia la destrucción del PP fueron perfectos:
*.-  no derogar una sola ley de las que aprobó Zapatero para la perdición de España, empezando por el Plan Hidrológico, la Enseñanza o la Memoria Histórica;
*.- complacer a los separatistas catalanes cuanto más se pudiere;
*.- poner en la calle el mayor número posible de asesinos etarras;
*.- ignorar por completo a las víctimas del terrorismo;
*.- disimular, mirar para otro lado y silbar «Paquito el Chocolatero» si pedían la derogación de la ley del Aborto;
*.- conseguir que, hartos de coles, se fueran del partido líderes de la valía de Jaime Mayor Oreja;
*.- no desmantelar en absoluto la tela de araña que dejó el zapaterismo montada en la Justicia, en la Enseñanza, en los Medios de Comunicación;
*.- no defender llegado el caso, los símbolos de la Patria cual la bandera y la Marcha Real;
*.- seguir marginando a las Fuerzas Armadas;
*.- estar a papitos con la intelectualidad Visa Oro de izquierda y despreciar a quienes representan la verdad del pensamiento liberal.
Y recortar todo lo recortable.
Y subir los impuestos.
Y explicarlo de forma que salgan unos editoriales tela elogiosos en «Financial Times» y en «Wall Street Journal», pero que los españoles en paro o con su empresa en concurso de acreedores no se enteren ni de papa del presunto esplendor económico y del fin de la crisis.
Ah, y llegadas las elecciones andaluzas, para que no fuera a ocurrir otra vez lo de Arenas, que ganó, pero no lo dejó gobernar el Pacto del No de la izquierda, poner a un absoluto desconocido, y a dedo desde Madrid.
Y mucha blandenguería en Rajoy.
Y mucho pasteleo babosete.
Y de echar a esa máquina de perder votos que se llama Montoro, ni mijita.
Así que, enhorabuena, señor Arriola. Ha conseguido usted, en compañía de su abortista esposa, la del Candy Crush y la bronca al chófer, y con la inestimable colaboración de su aventajadísimo alumno Rajoy, cargarse el PP con mucho cuidadito.
Y, con él, la esperanza (no precisamente Aguirre) de diez millones de españoles.
Los dos millones y medio de votos perdidos ahora van a ser nada cuando lleguen las generales, ante las que le envío ya mi felicitación por adelantado, porque ha ordenado usted a Rajoy que nada cambie para que todo siga derechito, derechito hacia el desastre final. «Quod erat demonstrandum». 


miércoles, 27 de mayo de 2015

Medidas urgentes al presidente del Gobierno para afrontar la recta final de la legislatura

ABC reclamaba ayer, desde está página editorial, medidas urgentes al presidente del Gobierno para afrontar la recta final de la legislatura con un mensaje renovado y cambios en el Ejecutivo y el partido.
Es una necesidad imperiosa tras el resultado de las elecciones del domingo impulsar el proyecto ideológico del centro-derecha.
En el mismo sentido se pronunciaron ayer dirigentes como Juan Vicente Herrera, presidente electo de Castilla y León, quien se plantea renunciar a la investidura pese a rozar la mayoría absoluta; lo mismo hicieron los presidentes electos de Valencia, Alberto Fabra; Baleares, José Ramón Bauzá, y Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quienes tras sus insuficientes victorias anunciaron su disposición a abandonar sus puestos en el partido.
Sus declaraciones, lejos de expresar ningún malestar ni crítica a la dirección, son un sano ejercicio de responsabilidad política que revela que el PP es un partido abierto, no un club cerrado como dibujan algunos.
 Nada hay de extraordinario en el hecho de que quienes no han recibido el apoyo mayoritario de la sociedad decidan ceder el testigo. Es lo natural en democracia. De ahí a extender la idea de que los resultados del domingo han roto la unidad en el seno del partido hay un trecho muy largo.
 Mariano Rajoy se enfrenta al reto de movilizar a un sector muy amplio de antiguos votantes que, por diferentes razones, han dado la espalda al PP.
Es su obligación hacerlo, y para ello ABC sigue insistiendo en la necesidad de que lo urgente es una crisis de Gobierno que impulse la acción del Ejecutivo en la recta final de la legislatura.

Y, en paralelo, urge remodelar las estructuras de un partido cuyos órganos necesitan ser renovados para proyectar de manera más decidida y eficaz los mensajes. Y no hay tiempo que perder.

OJO, 24-M: Los mayores éxitos de Podemos en los comicios no son bajo su marca


M. RUIZ CASTROMIRIAMRUIZ_ / MADRID
Día 27/05/2015 - 03.32h
Las candidaturas de unidad popular que apoyaban le dieron más réditos que sus candidatos autonómicos, a los que el reto de ser segunda fuerza les vino grande. Las bases piden «tomar nota»
RUTERS
Pablo Iglesias aplaude a Manuela Carmena en Madrid
«Gracias, Manuela, por hacernos sentir orgullosos de ser madrileños». Son las palabras que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dedicó aManuela Carmena, candidata de unidad popular a la Alcaldía de Madrid, después de que ésta lograse rozar el «asalto» al consistorio de la capital. Con 20 ediles (y un 31,85 por ciento de los votos) frente a los 21 (34,55 por ciento de los votos) que obtuvo Esperanza Aguirre (PP), la candidatura deconvergencia que apoyaba Podemos se convirtió en el motivo para celebrar del partido. Ese, y la victoria de la activista antidesahucios Ada Colau y su Barcelona en Comú que desbancó a CiU de la alcaldía de la Ciudad Condal.
Con permiso de acuerdos y pactos, todo apunta a que en las dos ciudades se producirá el «cambio» al que apela Podemos; o al menos, un cambio en el color de los gobiernos municipales. Pero lo cierto es quelos dos mayores éxitos del partido liderado por Pablo Iglesias no fueron para su marca.
«Es muy difícil valorar los resultados municipales», aseguran algunos miembros de Podemos. La formación no se presentaba con sus siglas a los comicios locales, y es en ellos donde las candidaturas de unidad popular de las que formaba parte o que ha secundado tuvieron los mejores resultados.
En el caso de la capital de España, por ejemplo, el Ahora Madrid de Manuela Carmena obtuvo 519.210 votos en las municipales, mientras queel candidato de Podemos para la región, José Manuel López, logró 286.973, poco más de la mitad. El partido esperaba que el éxito que auguraba para Carmena en la alcaldía, arrastrara a López e incitara a los votantes a meter las dos papeletas hermanadas en los respectivos sobres. Pero no fue así. Muchos madrileños confiaron en Ahora Madrid, pero no en la marca Podemos cuando concurría sola.
Otro proyecto de convergencia que salió airoso de la contienda electoral fue la Marea Atlántica, donde la candidatura secundada por Podemos arrebató la mayoría absoluta al PP con un empate en ediles (10) y un puñado de votos más que los populares. Y en Cádiz, tierra natal de la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, se repitió el mismo esquema que en Madrid. «Cádiz Sí Se Puede» (8 concejales) no logró imponerse al PP de Teófila Martínez (10 concejales), alcaldesa desde 1995, aunque sí alejarla de revalidar por sexta vez consecutiva una mayoría absoluta. Zaragoza en Común quedó segunda fuerza en el ayuntamiento con solo un edil menos que los populares y el candidato Pedro Santiesteve se perfila como nuevo alcalde.
Tercera fuerza en las autonómicas
A Podemos, el reto de erigirse como segunda fuerza autonómica le vino grande, y el bipartidismo resistió, aunque sufriendo, en los dos primeros puestos del apoyo ciudadano. Sí venció a su otro gran rival político, el emergente Ciudadanos de Albert Rivera, a quien el último CIS lo aproximaba en apoyos y amenazaba su hegemonía del «cambio». Pero es un éxito que sabe amargo, sobre todo cuando el partido aspiraba a desbancar al PSOE para ganar fuerzas como única alternativa al PP, con quien espera verse las caras en las generales de otoño. Podemos será decisivo en regiones como Castilla-La Macha, Aragón, Baleares, Asturias o Comunidad Valenciana, pero siempre siendo el que suma y no el que recibe. Y el panorama se complicahabiendo asegurado Iglesias que no entrarán en gobiernos con el PSOE si no son la fuerza mayoritaria.
Las bases piden tomar nota
Fuentes del partido defendían el martes que los resultados autonómicas habían sido «suficientemente buenos para articular el cambio» y que la marca salía «reforzada» de los comicios, pero el debate saltó rápidamente a las bases, que inundaron los foros de opinión del partido.Pedían «tomar nota» de lo que dicen los resultados de estas pasadas elecciones locales y autonómicas. Incluso defendían un «frente popular» para las generales, una candidatura de convergencia al estilo de las apoyadas en las municipales. «La confluencia es el alma de Podemos», advertían.
La estrategia electoral validada por los simpatizantes del partido en la asamblea constituyente de Vistalegre el pasado octubre acordó que Podemos no lucharía por entrar en ayuntamientos con su marca, porque ésta «tiene un prestigio que no puede arriesgarse en contiendas y contextos difícilmente evaluables caso por caso» y que había que salvaguardar. «Hay que preservar la marca Podemos de las municipales pero poner nuestra capacidad política en juego, apoyando e implicándonos en las iniciativas municipalistas», señala la hoja de ruta. La implicación con Ahora Madrid es clara y el apoyo explícito de Podemos a la misma ha generado una simbiósis en la que Carmena se ha beneficiado de tener detrás el sello Podemos y éste se ha arrogado a su vez de un éxito que no pertenece a su marca.
Ya antes de las elecciones, el sector crítico de Podemos tenía presente las duras críticas que Juan Carlos Monedero, el ex número tres de la formación, profirió contra la «pérdida de frescura» del partido, que empezaba a «parecerse» a la casta que combatía.
Una frescura que parece haber sido reconocida por los votantes en estas candidaturas populares. En la hoja de ruta de Iglesias para las autonómicas, el objetivo era concurir con la marca, «la mejor manera de que Podemos muestre su fuerza en las elecciones, con la vista puesta en las generales». Una fuerza que ha tenido que conformarse con el bronce y mostrar como suyos los éxitos de quienes, como Carmena, han llevado por bandera que no le deben afiliación.


EL ALTO COSTE DEL POPULISMO URBANO

EL populismo siempre se acaba cobrando un elevado coste a nivel político, económico y social en los países donde alcanza el poder, tal y como demuestran las desastrosas experiencias de Grecia o Venezuela, pero su onerosa factura no es menos grave si su ejercicio se limita al ámbito local o autonómico.
Las probables alcaldías de Manuela Carmena en la capital de España y de Ada Colau en la Ciudad Condal, apoyadas por Podemos a través de las plataformas Ahora Madrid y Comú, ya se han traducido en una mayor tensión financiera y bursátil, pero, sobre todo, en un preocupante ambiente de incertidumbre empresarial que, de prolongarse, frenará la llegada de inversiones y, por tanto, minará el alto potencial de crecimiento de ambas urbes.
El temor que muestran los inversores está más que justificado si se tiene en cuenta que los programas electorales de Carmena y Colau representan un ataque directo a la libertad económica, la propiedad privada y la seguridad jurídica, los pilares para generar riqueza, crear empleo y, en última instancia, sostener las cuentas públicas.
Ambas candidatas amenazan, por un lado, con impagar la deuda local, lo cual no solo es un despropósito desde el punto de vista legal, sino un auténtico suicidio presupuestario, ya que cortaría el grifo de la financiación del que dependen estos ayuntamientos.
Cabe recordar que Madrid y Barcelona, debido a su gran tamaño, son los consistorios más endeudados, con casi 7.000 millones, el 72 por ciento de la deuda municipal del país.
Asimismo, proponen revertir la venta de activos y la externalización de servicios públicos, sin importar lo más mínimo el evidente atropello jurídico que supondría para las empresas concesionarias, el insostenible aumento del gasto o el consiguiente incumplimiento de los objetivos de déficit. Y ello, sin olvidar el limbo en el que se encuentran todos los proyectos urbanísticos en marcha.
Tan solo en Madrid, la paralización de las grandes operaciones de Campamento y Chamartín pone en riesgo más de 9.000 millones de inversión a largo plazo.
Si a este sombrío panorama se suman, por otro lado, las numerosas y lesivas subidas de impuestos que propugnan Carmena y Colau, la flagrante violación de la ley en materia de desahucios, la política de sanciones a la propiedad inmobiliaria o la imposición de trabas a la actividad comercial y turística, especialmente en Barcelona, donde el turismo representa cerca del 14 por ciento del PIB, es lógico que empresarios e inversores den la voz de alarma.
Aunque este nefasto populismo urbano se verá, sin duda, limitado por la aplicación de la ley, la llegada de la extrema izquierda a enclaves tan importantes como Madrid y Barcelona, cuyas economías rondan los 180.000 millones de euros, tendrá consecuencias económicas muy negativas a nivel local, pero también infligirá un gran daño a la imagen exterior de España, debido al incierto futuro de inestabilidad política que dibuja el país.


«Me convertí en un yonqui del dinero y voy a tirar de la manta»
Las vísperas electorales y el grifo cerrado operaron en Benavent una gran transformación.
Tras años nutriéndose de comisiones ilegales en la Comunidad Valenciana (como él reconoció ayer), ahora amenaza con «tirar de la manta».
Se agradecen la sinceridad y el presunto arrepentimiento, aunque lleguen tarde.
La Diputación valenciana le ha denunciado por saquear una empresa pública. De eso habla menos.
No conviene confundir adicción con delincuencia.





LOS BARONES DEL PP DAN EL PASO

ABC reclamaba ayer, desde está página editorial, medidas urgentes al presidente del Gobierno para afrontar la recta final de la legislatura con un mensaje renovado y cambios en el Ejecutivo y el partido.
Es una necesidad imperiosa tras el resultado de las elecciones del domingo impulsar el proyecto ideológico del centro-derecha.
En el mismo sentido se pronunciaron ayer dirigentes como Juan Vicente Herrera, presidente electo de Castilla y León, quien se plantea renunciar a la investidura pese a rozar la mayoría absoluta; lo mismo hicieron los presidentes electos de Valencia, Alberto Fabra; Baleares, José Ramón Bauzá, y Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quienes tras sus insuficientes victorias anunciaron su disposición a abandonar sus puestos en el partido.
Sus declaraciones, lejos de expresar ningún malestar ni crítica a la dirección, son un sano ejercicio de responsabilidad política que revela que el PP es un partido abierto, no un club cerrado como dibujan algunos.
 Nada hay de extraordinario en el hecho de que quienes no han recibido el apoyo mayoritario de la sociedad decidan ceder el testigo. Es lo natural en democracia. De ahí a extender la idea de que los resultados del domingo han roto la unidad en el seno del partido hay un trecho muy largo.
 Mariano Rajoy se enfrenta al reto de movilizar a un sector muy amplio de antiguos votantes que, por diferentes razones, han dado la espalda al PP.
Es su obligación hacerlo, y para ello ABC sigue insistiendo en la necesidad de que lo urgente es una crisis de Gobierno que impulse la acción del Ejecutivo en la recta final de la legislatura.
Y, en paralelo, urge remodelar las estructuras de un partido cuyos órganos necesitan ser renovados para proyectar de manera más decidida y eficaz los mensajes. Y no hay tiempo que perder.

martes, 26 de mayo de 2015

Un ERE POLITICO

IGNACIO CAMACHO
El PP resiste en precario a costa de sufrir un ERE político, un despido masivo de cargos. El Gobierno lleva el motor gripado
SI las elecciones las gana, como parece obvio, el que tiene más votos, el PP ha ganado por los pelos las de ayer. El pírrico triunfo cuantitativo le sabrá amargo porque ha sufrido una sangría de apoyos, ha disipado sus mayorías absolutas, se ha descalabrado en su simbólica ciudadela de Madrid y con alta probabilidad va a perder significativas cuotas de poder. Todo un ERE político, un despido masivo de cargos públicos. Rajoy ha cumplido más mal que bien su principal objetivo, que era el de encabezar el partido más votado; con el resultado de ayer volvería a ganar, aunque en minoría insuficiente y muy raspada, las generales. Aunque desde su perspectiva de resistencia haya salido vivo del trance, los costes son muy altos y dan más sensación de desplome progresivo que de atisbos de remontada. El Gobierno lleva el motor gripado y su estrategia está bloqueada; no le acaba de funcionar el discurso de la recuperación, ni el de la estabilidad, ni siquiera el del miedo. Todos los errores de estos tres años de Gobierno la falta de respuesta a la corrupción, el desprecio por la sensibilidad política, el desamparo de sus sectores naturales de apoyo han cristalizado en un ajuste de cuentas ejecutado a la mínima oportunidad por el electorado. El fracturado centro-derecha está en riesgo como proyecto de mayoría social.
El bipartidismo ha resistido en conjunto, refugiado en los votantes de edad madura, la embestida de los emergentes a costa de perder estabilidad y mucha masa crítica: adelgaza hasta poco más del 50 por ciento. El balance del PSOE de Pedro Sánchez resulta inverso al de su adversario especular: puede compensar su insuficiente facturación en votos con el gobierno de algunas autonomías y ayuntamientos en coaliciones multipartidistas. En Madrid, Barcelona y Valencia ha cedido ante el empuje de candidaturas radicales, lo que deja su condición de alternativa nacional demasiado condicionada por la fuerte presencia de Podemos. El partido de Pablo Iglesias le está quitando el voto útil en las grandes zonas urbanas y ese éxito sugiere su capacidad de mediatizar la hegemonía de la socialdemocracia en el bloque de izquierda. O por lo menos de desplazarla de su vocación moderada.

La otra formación nueva, Ciudadanos, adquiere enorme peso cualitativo sin obtener ningún triunfo absoluto. Su papel de bisagra va a resultar decisivo para la gobernabilidad de muchas instituciones y también, en la medida en que Albert Rivera sepa manejarlo, para sus propias expectativas nacionales. Cs tiene en su mano la facultad de decidir activa o pasivamente quién va a gobernar y dónde, y ése es un compromiso que implica consecuencias indeclinables. Su gran desafío consiste ahora en interpretar y proyectar el sentido de sus votos. Se ha acabado la hora de las lecciones teóricas y empieza la de asumir riesgos y responsabilidades.

Avión privado procedente de Venezuela aterrizó en la isla de Gran Canaria..

JAVIER CHICOTE / MADRID
Día 25/05/2015 - 11.22h
Le obligaron a transportar 1.600 kilos de coca, tras ser secuestrado por el cártel que dirigía Diosdado Cabello
EFE
Avión privado procedente de Venezuela que aterrizó en la isla de Gran Canaria cargado con droga en agosto de 2012
El 12 de agosto de 2012 la Policía Nacional abordó en el aeropuerto deGran Canaria un lujoso jet privado Bombardier cargado con 47 sacos que sumaban 1.588 kilos de cocaína, una de las mayores incautaciones de droga en España. El piloto, el copiloto y la azafata fueron detenidos y pasaron dos meses en prisión, hasta que se aclaró que no solo eran inocentes, sino que habían sido obligados a punta de pistola por militares venezolanos a llevar la carga. La DEA, la agencia antidroga estadounidense, sospecha que detrás de esa operación de narcotráfico estaba el cártel de los Soles, como desveló ABC, cuya dirección atribuyen a Diosdado Cabello, número dos de Nicolás Maduro y presidente de la Asamblea Nacional venezolana.
ABC ha accedido al pormenorizado testimonio del piloto, un alemán de 43 años que relató en la cárcel la trágica odisea de la tripulación en treinta páginas. «O despegábamos con la carga o nos mataban a nosotros y a nuestras familias», escribió Kai O., que sigue volando por el mundo, pero con otra identidad. Su compañía, Hyperion Aviation, había sido contratada por una adinerada libanesa, Ryma Taouk (de nacionalidad también australiana), para un viaje de placer con origen en Casablanca y final en Benín, pasando antes por Trinidad y Tobago y Venezuela.
A las 00.00 horas del 12 de agosto de 2012, poco después de aterrizar en el aeropuerto de Valencia, la tercera ciudad más importante de Venezuela, «vino un hombre hacia el avión, me dio un teléfono móvil a través del que me dijeron que dejara abierta la puerta y nos fuéramos al hotel», escribe el piloto. Kai se negó por dos motivos: nunca se debe dejar abierta la aeronave y preferían dormir en el avión, ya que tenían que estar de nuevo en el aeropuerto sólo cuatro horas después.
«Empezaron a meter sacos blancos con el anagrama de la Cruz Roja»
Algo le olió a mal a Kai:«Llamé a mi jefe y le dije que se nos había pedido abandonar el avión abierto». El sobresalto llegó poco después: «Aparecieron dos SUV (pequeños todoterreno) por la parte trasera del avión yempezaron a meter sacos blancos con el anagrama de la Cruz Roja. Grité stop, pero me ignoraron. Un hombre musculoso, de 1,85 y con una pistola en el muslo, saltó dentro de la bodega. Había entre ocho y diez personas, varias con indumentaria militar, que no dejaban de meter sacos en el avión. Cuando terminaron, el del teléfono móvil se acercó a la parte delantera y me dijo que despegara. Contesté que no, que el aeropuerto estaba cerrado», relata Kai. «El copiloto y yo pensamos en llamar a la Policía local mientras aporreaban la puerta, pero nos dio la sensación de que no sobreviviríamos si nos detenían».
Finalmente, Tom, el copiloto, también alemán, abrió la puerta. «Poco después volvió a la cabina completamente pálido y dijo que querían matarnos a nosotros y a nuestras familias si no salíamos inmediatamente. Estaban armados a la altura del ala. El hombre que le dio el teléfono a Tom para recibir instrucciones le hizo un gesto de cortarnos el cuello». En esa situación de pánico, «temíamos por nuestras vidas y decidí seguir las órdenes de los criminales», relata el piloto. «El avión estaba cargado con 22.500 litros de queroseno», por lo que Kai no quería saber nada de disparos.
Despegaron y, una vez en el aire, los narcos les iban dando instrucciones sobre la ruta. Tenía que llevar el avión a Benin y descargar. Entretanto, Kai decidió introducirse en el océano Atlántico, lejos de los radares, y llamar a su jefe, a sus familias y a la Interpol. Inmediatamente se puso en marcha un operativo de seguridad. La Policía alemana localizó a los familiares de la tripulación (la tercera, la azafata, es austriaca) y los protegió. En cuanto al avión, les dieron orden de aterrizar en el aeropuerto de Gran Canaria, el primero europeo en la ruta que llevaban.
Un operativo espectacular de la Policía española abordó la aeronave y detuvo a la tripulación. No se creían que unos narcos los mandaran volar solos con la droga. Pasaron dos meses en la cárcel y, tras un largo proceso judicial en Canarias, fueron exonerados de toda culpa.
Riada de sobornos
Para colocar la mercancía en el avión, un colombiano de nombre Jan Bilbao invirtió en sobornos más de tres millones de bolívares, unos 450.000 euros al cambio actual. Leonardo José Cabaña, gerente de una empresa aeronáutica, confesó a la Policía venezolana que el colombiano le encargó tramitar «el ingreso de la aeronave» y «contactar» con el personal del aeropuerto, incluidos policías y militares.
Según el atestado policial, al que ha tenido acceso ABC, Cabaña reconoció haber entregado un soborno de 190.000 bolívares (unos 27.000 euros al cambio actual) al «comisario del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) José Isaías García para que obviara las medidas de seguridad del aeropuerto».
El encargado de la torre de control se llevó otros 200.000 bolívares; un sargento de la Guardia Nacional cobró 1.000.000 de bolívares (144.000 euros) por encargarse de la seguridad del embarque, «especialmente los militares del Destacamento 24 de la Guardia Nacional Bolivariana, que es por donde iban a ingresar las sustancias ilícitas»; otro militar recibió 600.000 bolívares; un compañero suyo que estaba de guardia en la garita, 150.000 para que dejara pasar los dos Toyota que llevaban la droga; medio millón de bolívares más fueron para otro sargento que tenía que «obviar las medidas de seguridad del Aeroclub» para el embarque de la cocaína. Leonardo José Cabaña reconoció haber cobrado otro millón de bolívares por tramitar todos los sobornos.
Una veintena de implicados fueron detenidos en Venezuela, entre ellos nueve miembros de la Guardia Nacional Bolivariana. El ministro del Interior venezolano, Tareck El Aissami, sacó pecho por la operación y dijo que gracias a las gestiones de las autoridades venezolanas el avión pudo ser interceptado en Canarias. Obvió que fue la tripulación la que entregó la aeronave. En España también se vendió como un éxito policial. En ese momento nadie creía a los tripulantes, pese a que fueron ellos quienes entregaron el avión cargado de cocaína.
Reclaman dos millones de euros a España por retener el avión dos meses
La fase penal está cerrada una vez demostrada la inocencia de la tripulación, pero no la civil. La aseguradora de la compañía aérea reclama a España más de dos millones de euros por el perjuicio económico. El juzgado de Gran Canaria que llevó el caso tuvo retenido el avión durante dos meses, lo que provocó cuantiosas pérdidas a la empresa, que no estaba implicada en el tráfico de drogas.
El Bombardier Global Express, con capacidad para 19 pasajeros, es el jet privado más lujoso del mercado. Su precio ronda los 40 millones de euros.
Sólo el servicio que llevó al aparato –de bandera maltesa– hasta Venezuela costaba 186.000 euros. La investigación ha acreditado que el viaje de recreo sólo era una tapadera. La libanesa que lo reservó trabajaba para un narcotraficante árabe, que fue quien compró la cocaína.