El 6 de noviembre de 1975, catorce días antes de que Franco falleciera, el rey Hassan II de Marruecos inició la llamada «Marcha Verde» sobre el entonces Sáhara Español. Un acontecimiento histórico que aceleró la descolonización de este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados, provocando la huída masiva de la población civil saharaui hacia la desértica región argelina de Tinduf, que aún ocupan hoy, 34 años más tarde, a la espera de que se solucione el conflicto.
La estrategia de Marruecos hue sencilla: enviar a 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir la por entonces provincia española, con el objetivo de que apoyasen y legitimasen la anexión del Sahara Occidental, que España estaba a punto de descolonizar.
«En once días de movilización general, han sido 225.000 los voluntarios de 22 provincias marroquíes los que han hecho escala en Marrakesh», donde han asistido al desfile de los «580 camiones que emprendían entre el delirio popular la ruta del sur», contaba el enviado especial de ABC a Marruecos.
Hassan II aprovechó la crisis política de España en los últimos días del régimen franquista y anuncio que «gravaría con medidas económicas al pueblo, para sufragar los gastos urgentes de la expedición», podía leerse en el diario el 5 de noviembre de 1975.
Marruecos llamó a esta acción la Marcha Verde, «porque en las costumbres islámicas el color verde simboliza la paz y la buena voluntad», algo que no se correspondía con los ataques posteriores por parte de la aviación marroquí, que lanzó «napalm174» y fósforo blanco sobre la población saharaui, según denunciaron fuentes próximas al Frente Polisario.
Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado»
Mientras, la Royal Air Maroc (compañía estatal de la aviación marroquí) y su filial, la Royal Air Inter, anunciaban su propósito de inaugurar un vuelo directo entre Casablanca y El Aaiún, «para cuando las circunstancias se normalicen, haciendo siempre hincapié en la histórica fecha del 16 de octubre, en la cual el rey Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado».
La adhesión de territorio saharaui por parte de Marruecos parecía, a pesar de la lucha del creado Frente para la Liberación de Saguia el Hamma y Rio de Oro (Frente Polisario), liderado por Mustafá Sayed, un hecho consumado, incluso antes de iniciar el camino.
«La marcha no durará más de algunas horas»«La marcha no durará más de algunas horas, si se llega a un acuerdo con España de aquí a tres días», declaraba confiado Hassan II. Sin embargo, duró varios días. El 10 de noviembre de 1975, el rey marroquí anunció por fin la retirada de las tropas, asegurando que «desocuparía el Sahara español y retrocedería nuevamente a las antiguas posiciones de Tarfaya».
El objetivo entonces, bajo la presión de aquella Marcha, era negociar los territorios con el Gobierno español: «No hay ni vencedores ni vencidos, sino más bien dos países que abren una nueva etapa en sus relaciones», dijo Hassan II.
España firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania
Cuatro días después, el 14 de noviembre, España se vio obligada a negociar, firmando poco después los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control territorial a Marruecos y Mauritania, del que este último renunciaría poco después.
Este proceso histórico, culminado con la Marcha Verde, comenzó con el ingreso de España en la ONU en 1955, lo que obligó al Gobierno a someterse a los principios del organismo en materia de descolonización. La presión de la ONU en la década de los 60, obligó a España fijar para 1975 un referéndum de autodeterminación.
Comisión de la ONUEl 12 de mayo de ese año, una Comisión de Investigación de la ONU llegaba al territorio saharaui: «La carretera del aeropuerto a la ciudad –contaba el corresponsal de ABC por teléfono– estaba bordeada por una muchedumbre abigarrada, que llevaba pancartas y banderas para dar la bienvenida a la Comisión. Llegados al parador de turismo, la Delegación enviada por la ONU quiso agradecer el recibimiento de que había sido objeto, asegurando su deseo de escuchar al pueblo saharaui y haciendo resaltar que del Gobierno español habían recibido las mayores facilidades para escuchar estas informaciones».
En informe resultante fue claro: «El Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio y que la inmensa mayoría de la población desea la independencia». Hoy, justo 34 años después de que se iniciara aquella marcha, la situación sigue sin resolverse.
La estrategia de Marruecos hue sencilla: enviar a 350.000 ciudadanos y 25.000 soldados para invadir la por entonces provincia española, con el objetivo de que apoyasen y legitimasen la anexión del Sahara Occidental, que España estaba a punto de descolonizar.
«En once días de movilización general, han sido 225.000 los voluntarios de 22 provincias marroquíes los que han hecho escala en Marrakesh», donde han asistido al desfile de los «580 camiones que emprendían entre el delirio popular la ruta del sur», contaba el enviado especial de ABC a Marruecos.
Hassan II aprovechó la crisis política de España en los últimos días del régimen franquista y anuncio que «gravaría con medidas económicas al pueblo, para sufragar los gastos urgentes de la expedición», podía leerse en el diario el 5 de noviembre de 1975.
Marruecos llamó a esta acción la Marcha Verde, «porque en las costumbres islámicas el color verde simboliza la paz y la buena voluntad», algo que no se correspondía con los ataques posteriores por parte de la aviación marroquí, que lanzó «napalm174» y fósforo blanco sobre la población saharaui, según denunciaron fuentes próximas al Frente Polisario.
Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado»
Mientras, la Royal Air Maroc (compañía estatal de la aviación marroquí) y su filial, la Royal Air Inter, anunciaban su propósito de inaugurar un vuelo directo entre Casablanca y El Aaiún, «para cuando las circunstancias se normalicen, haciendo siempre hincapié en la histórica fecha del 16 de octubre, en la cual el rey Hassan II anunció su propósito de «liberar nuestro Sahara expoliado».
La adhesión de territorio saharaui por parte de Marruecos parecía, a pesar de la lucha del creado Frente para la Liberación de Saguia el Hamma y Rio de Oro (Frente Polisario), liderado por Mustafá Sayed, un hecho consumado, incluso antes de iniciar el camino.
«La marcha no durará más de algunas horas»«La marcha no durará más de algunas horas, si se llega a un acuerdo con España de aquí a tres días», declaraba confiado Hassan II. Sin embargo, duró varios días. El 10 de noviembre de 1975, el rey marroquí anunció por fin la retirada de las tropas, asegurando que «desocuparía el Sahara español y retrocedería nuevamente a las antiguas posiciones de Tarfaya».
El objetivo entonces, bajo la presión de aquella Marcha, era negociar los territorios con el Gobierno español: «No hay ni vencedores ni vencidos, sino más bien dos países que abren una nueva etapa en sus relaciones», dijo Hassan II.
España firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania
Cuatro días después, el 14 de noviembre, España se vio obligada a negociar, firmando poco después los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entregaba el control territorial a Marruecos y Mauritania, del que este último renunciaría poco después.
Este proceso histórico, culminado con la Marcha Verde, comenzó con el ingreso de España en la ONU en 1955, lo que obligó al Gobierno a someterse a los principios del organismo en materia de descolonización. La presión de la ONU en la década de los 60, obligó a España fijar para 1975 un referéndum de autodeterminación.
Comisión de la ONUEl 12 de mayo de ese año, una Comisión de Investigación de la ONU llegaba al territorio saharaui: «La carretera del aeropuerto a la ciudad –contaba el corresponsal de ABC por teléfono– estaba bordeada por una muchedumbre abigarrada, que llevaba pancartas y banderas para dar la bienvenida a la Comisión. Llegados al parador de turismo, la Delegación enviada por la ONU quiso agradecer el recibimiento de que había sido objeto, asegurando su deseo de escuchar al pueblo saharaui y haciendo resaltar que del Gobierno español habían recibido las mayores facilidades para escuchar estas informaciones».
En informe resultante fue claro: «El Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio y que la inmensa mayoría de la población desea la independencia». Hoy, justo 34 años después de que se iniciara aquella marcha, la situación sigue sin resolverse.
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