jueves, 28 de enero de 2016

CASI 700.000 PARADOS MENOS

28/01/2016@10:49:55 GMT+1
Luis María ANSON
Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo se hartaron de reiterar hace cuatro años que las medidas laborales aprobadas por Europa y puestas en marcha con firmeza y tenacidad por Mariano Rajoy, iban a acrecentar de forma inevitable el paro en España. El error de los sindicatos ha sido mayúsculo. Respondía a la voluntad de los líderes sindicales de mantener su poder sobre el ámbito laboral español. Como ha explicado de forma científica y clarísima José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos, las excesivas exigencias sindicales estaban en el fondo de un alto porcentaje del paro en España. Agobiadas por esas exigencias, muchas docenas de miles de empresas se vieron abocadas al cierre en lugar de mantener los puestos de trabajo en condiciones viables.
Frente a la algarabía de los líderes sindicales, el Gobierno Rajoy se mantuvo firme y tras unos primeros meses angustiosos, el signo del desempleo empezó a cambiar. Los resultados han sido altamente positivos y la última cifra conocida, la incuestionable de la EPA, arroja para el año 2015, 678.200 parados menos. Esta cifra de disminución del paro es la más alta que se conoce en España desde que se hace control del desempleo. No se puede hablar de datos satisfactorios porque todavía padece España la tragedia de 4.779.500 parados. Se ha recorrido certeramente un camino esperanzador pero queda mucho por hacer.

La disminución del paro el pasado año sería factor suficiente para que Mariano Rajoy hubiera ganado de verdad las elecciones, no, como él dice, porque el que gana las elecciones es el que reúne asistencias suficientes para poder gobernar. ¿Por qué el Partido Popular ha retrocedido 63 escaños y se encuentra en una situación precaria? Porque al costado de unas cifras económicas generales y de desempleo que se pueden calificar de abiertamente positivas, el presidente Rajoy ha hecho una gestión política de gran torpeza y la reacción de los electores ha provocado la catástrofe electoral para el PP. Nadie le explicó a tiempo al presidente del Gobierno, por ejemplo, que una parte sustancial del electorado de centro derecha prefiere la unidad de España al bienestar económico.

Podemos, "puro leninismo"

En línea con sus últimas declaraciones, González mantiene sus recelos hacia Podemos al entender que "quiere liquidar, no reformar, el marco democrático de convivencia y, de paso, a los socialistas". "Actúa desde posiciones parecidas a las de sus aliados en Venezuela, pero lo ocultan de manera oportunista. Son puro leninismo", añade sobre la formación de Pablo Iglesias.

El que fuera presidente del Gobierno critica las "actitudes inmovilistas" por entender que estrechan el margen para propuestas de reformas que considera "muy necesarias". Según él, el país vive "un final de ciclo" que no debería afrontarse con "Gobiernos anti lo que sea". "Para las reformas que España necesita hay que contar con el PP", defiende.


Ciudadanos empuja al PP a prescindir de Rajoy
Girauta le acusa de "negligente" con la corrupción, pero matiza que el PP no es "un partido apestado".

MARIANO ALONSO SEGUIR A MARIANO_ALONSOF  2016-01-27
Horas antes de que Albert Rivera telefonease a Mariano Rajoy el pasado lunes, y veinticuatro antes de que la corrupción volviese a estallar al PP en la cara en Valencia, un dirigente de Ciudadanos descartaba cualquier intento de moverle la silla al líder popular, y recordaba a sus interlocutores el triunfo electoral del partido de Gobierno en funciones, el pasado 20 de diciembre, como argumento para no transitar esa vía. Sólo cuarenta y ocho horas después de esos comentarios, el portavoz parlamentario centrista, Juan Carlos Girauta, ha vuelto a dejar claro este miércoles que "la corrupción lo condiciona todo" y ha hecho el siguiente llamamiento a las filas del PP:

"No ponemos líneas rojas personales porque creemos que el PP es un partido maduro y con la suficiente experiencia como para saber lo que tiene que hacer y resolver sus propios problemas. Otra cosa sería una intromisión, no somos partidarios de ellas sobe todo porque consideramos que con total seguridad dentro del PP se dan cuenta de eso más allá de lo que digan. Estamos convencidos de que entre la muchísima gente formada y honrada que está ocupando altos cargos del PP hay una percepción similar a la que yo le digo. El trabajo lo tendrán que hacer ellos, nosotros no les vamos a hacer las primarias".
Preguntado por si eso suponía pedir la cabeza del máximo dirigente popular, Girauta contestaba: "El señor Rajoy ha sido negligente, como mínimo. ¿Significa esto que nosotros no vamos a dialogar con el PP? No. El PP no es un partido apestado, el señor Rajoy no puede abanderar la lucha contra la corrupción, pero el PP no es un partido apestado".
Las palabras de Girauta coincidían con una reunión del grupo parlamentario de Ciudadanos. Algunos comentaban lo "contundente" del mensaje del portavoz y personas de la cúpula centrista se mostraban satisfechos de que así se hubiera percibido. "Misión cumplida" afirmaban.
La pauta la había marcado por la mañana el propio Albert Rivera, al afirmar en una entrevista en Canal Sur que "es muy difícil que Rajoy pueda liderar la lucha contra la corrupción". Una frase que el partido se ha encargado de enfatizar a través de una nota de prensa.

La estructura "piramidal" del PP
Por si quedaban dudas del mensaje, Girauta lanzaba en su rueda de prensa otra carga de profundidad sobre la situación: "El señor Rajoy es el presidente de un partido muy jerarquizado, muy piramidal, un partido a la antigua en el que si tan piramidal es y todo depende al final de quien lo preside, pues para lo bueno y para lo malo, a las duras y a las maduras".
Para el número dos de Ciudadanos en el Congreso, Rajoy "no ha cumplido con su obligación de mantener su propia casa limpia". Girauta ya manifestó el martes que "no nos temblarán las piernas" a la hora de llamar a declarar al hoy presidente en funciones en una eventual comisión de investigación sobre la corrupción del PP, de la misma manera que Ciudadanos ha hecho con la presidenta andaluza, Susana Díaz, en el caso del fraude en los cursos de formación.

Ciudadanos confía en establecer, después de la nueva ronda de contactos que este mismo miércoles ha comenzado el Rey, una negociación paralela con PP y PSOE, para la que se designarían grupos de trabajo, en los que no estarían los líderes de las tres formaciones. Así, sería mucho más fácil para otros dirigentes de Ciudadanos que no fuesen Rivera sugerirles a la que el nombre del presidente en funciones sea, posiblemente, un obstáculo para llegar a un acuerdo.cara a dirigentes del PP que no fueran Rajoy 

González pide a PP y PSOE que piensen en España y no impidan que el otro gobierne

Censura duramente a Podemos y recela de la gran coalición por "nacer de un fracaso" y no plantearse la gobernanza de España a medio plazo.

Sánchez responde con otro "no rotundo" a la oferta de Rajoy y Felipe González
 Iglesias mete presión a Sánchez: "El PSOE de Felipe está ganando"
por 
LD/AGENCIAS 2016-01-28
El expresidente del Gobierno Felipe González ha mostrado su preferencia por una alternativa al PP pero ha cuestionado que exista "una mayoría progresista y reformista" en el Congreso tras las elecciones del 20D, que es la que él preferiría, según confiesa. Dicho esto, ha abogado por anteponer los intereses del país a los particulares y ha pedido a PP y PSOE que "no impidan que el otro gobierne".
"Ni el PP ni el PSOE deberían impedir que el otro gobierne", ha defendido Felipe González en una entrevista que abre la edición impresa de este jueves del diario El País. En la entrevista, recogida por Europa Press, el exdirigente socialista dice estar "cansado" de que malinterpreten sus opiniones y lanza un mensaje directo a la dirección de su partido para que dialogue con el PP. "Otra cosa", precisa, "es que haya margen para un acuerdo tras la experiencia de Rajoy".
González reprocha a PP y PSOE las lecturas erróneas que han hecho de los resultado de las pasadas elecciones generales. "El PP no ha leído el resultado como es: una derrota. No solo por perder 60 diputados, sino por su rechazo en el Parlamento". Lo mismo ocurre en el caso de los socialistas: "La lectura errónea también afecta al PSOE, que ha sufrido una derrota clara y debería haber considerado la voluntad de los ciudadanos".
En cualquier caso, el mensaje principal del exmandatario es que haya Gobierno. "La pinza que el PP hizo en Andalucía con Podemos no es un ejemplo a imitar", opina a este respecto, una crítica que continúa para centrarse en la figura de Rajoy: "Nadie tiene derecho a decir al jefe del Estado que ni acepta ni se retira. Es una irresponsabilidad difícil de calificar".
González se refiere a los posibles pactos y muestra su desconfianza hacia la gran coalición entre PSOE, PP y Ciudadanos. "Nace de un fracaso y no se plantea la gobernanza de España a medio plazo", asegura sobre este acuerdo a tres. También tiene palabras para el acuerdo entre socialistas y el partido de Albert Rivera. "Si se habla de un Gobierno del PSOE con Ciudadanos hay que tener fundamentos programáticos y diputados para apoyarlos", comenta.

Podemos, "puro leninismo"
En línea con sus últimas declaraciones, González mantiene sus recelos hacia Podemos al entender que "quiere liquidar, no reformar, el marco democrático de convivencia y, de paso, a los socialistas". "Actúa desde posiciones parecidas a las de sus aliados en Venezuela, pero lo ocultan de manera oportunista. Son puro leninismo", añade sobre la formación de Pablo Iglesias.

El que fuera presidente del Gobierno critica las "actitudes inmovilistas" por entender que estrechan el margen para propuestas de reformas que considera "muy necesarias". Según él, el país vive "un final de ciclo" que no debería afrontarse con "Gobiernos anti lo que sea". "Para las reformas que España necesita hay que contar con el PP", defiende.
ENTREVISTA AL EXPRESIDENTE DEL GOBIERNO
Felipe González: “Ni el PP ni el PSOE deberían impedir que el otro gobierne”
En un contexto de incertidumbre tras las elecciones generales, el expresidente socialista explica su punto de vista sobre la actual crisis política y ofrece un marco en el que pueda encontrarse una salida
ANTONIO CAÑO
Madrid 28 ENE 2016 - 01:40        CET
Como recuerda en esta entrevista, hace 20 años que Felipe González salió del Gobierno y 19 desde que abandonó la secretaría general del PSOE. Sin embargo, su influencia dentro de su partido y en la sociedad no solo no ha decrecido en este tiempo, sino que ha aumentado ahora que el país vive la zozobra de una crisis política de muy difícil solución y de consecuencias inciertas.

La entrevista al expresidente del Gobierno, en 18 frases
Sánchez responde a Rajoy con un “no rotundo” a un pacto con el PP
Rajoy ofrece al PSOE ampliar su pacto a alcaldías y autonomías
La corrupción del PP dificulta la negociación entre Rajoy y Rivera
Rivera: “Hay un espacio común entre PP y PSOE, falta voluntad”
La renuncia de Rajoy y la oferta de Iglesias rompen el ritmo a Sánchez
Iglesias comunica al Rey su intención de gobernar con Sánchez
Después de varios días en los que su silencio ha sido interpretado de muy diversas maneras y su posición manipulada en beneficio de intereses particulares —“estoy cansado de que interpreten lo que suponen que pienso o debería pensar”—, González explica en estas páginas su verdadero punto de vista sobre la situación actual y ofrece un marco en el que pueda encontrarse una salida.
Para ello, sostiene el expresidente del Gobierno, es preciso que los dos principales partidos del país, el Partido Popular y el PSOE, ambos derrotados en las recientes elecciones, dejen a un lado la preocupación por su futuro y antepongan los intereses de España. Defiende un proyecto reformista que supere el inmovilismo practicado durante estos años por Mariano Rajoy y el liquidacionismo que pretende Podemos.
González califica de “irresponsabilidad” la decisión de Rajoy de renunciar a formar Gobierno sin retirarse ni permitir que otro dirigente de su partido lo intente. También alerta sobre los riesgos de un pacto del PSOE con Podemos, partido del que afirma que pretende “liquidar el marco democrático de convivencia y, de paso, a los socialistas”. No defiende ninguna combinación precisa para formar Gobierno. Prefiere un Gobierno progresista y reformista, pero admite que es muy difícil porque no existe una mayoría de esa naturaleza en el Parlamento. En todo caso, recomienda que ni el PP ni el PSOE impidan que el otro forme Gobierno si ellos mismos no lo pueden lograr.

Pregunta. ¿Considera que la crisis actual puede ser la prueba de que el sistema político español ha entrado en crisis?
Respuesta. Hace algún tiempo que presenta síntomas de deterioro el sistema surgido de la Transición y la Constitución del 78. Después de más de tres décadas que deben ser calificadas de éxito histórico para España, el sistema necesita reformas y cambios regeneracionistas. Pero las actitudes inmovilistas y las liquidacionistas estrechan el margen para propuestas de reforma que son cada vez más necesarias.
La crisis financiera y sus terribles consecuencias económicas y sociales han acelerado la sensación de que hacen falta cambios. Muchos ciudadanos ven en peligro los derechos que consideran adquiridos, en sanidad o educación, por ejemplo. Pero también han sufrido un ajuste basado en el paro, la devaluación salarial, la precarización del empleo y la consiguiente pérdida de dignidad del trabajo. Ahora, en la frágil recuperación, los ciudadanos siguen viendo que las desigualdades no se corrigen. La sensación de agotamiento aumenta con la serie permanente de casos de corrupción, tanto los que están llegando a la justicia como los que aparecen sin cesar.
La crisis aumenta de tamaño por la aparición del secesionismo, que plantea un desafío para una España que ha sido un espacio público compartido durante 500 años. La propia Unión Europea se ha equivocado en el enfoque de esta crisis que nos afecta a todos, y España es cada vez menos relevante en las decisiones de la Unión.

“No tendrían que negar la posibilidad de un Gobierno si no pueden hacerlo ellos”
Así que, en efecto, vivimos una especie de final de ciclo, sin que se abra paso un proyecto reformista imprescindible para España. En los años ochenta sabíamos dónde estábamos y qué queríamos ser, pero, como otras veces en la historia, parece que nos hemos salido de la ruta y no sabemos ni a dónde vamos ni quiénes somos. Falta un proyecto reformista para España.

P. ¿Por qué entonces ha sido el PP el partido más votado?
R. Eso es un hecho, porque la concentración de voto de la derecha en torno al PP ha sido mayor que los votos en el espacio de la izquierda. Hemos pasado a lo que he dicho en otras ocasiones: un Parlamento a la italiana, pero sin italianos para manejarlo. Pero lo relevante es que el PP no ha sido capaz de leer el resultado como lo que es: una derrota. No solo por perder casi 60 diputados, sino porque está siendo rechazado por los demás partidos. O sea, porque la mayoría del Parlamento es muy crítica con la gestión del Gobierno y su comportamiento en estos años.
Es notable que es muy fuerte el rechazo a Rajoy, que no ha querido ni quiere asumir responsabilidades como dirigente del PP y del Gobierno. Igual de fuerte es el rechazo a Pablo Iglesias por la reacción que inspira su política liquidacionista. Pero ninguno de los dos quiere interpretarlo así.

P. ¿Y el Partido Socialista? Pedro Sánchez apareció la noche electoral celebrando un resultado que valoró como “histórico”. ¿Ha sabido el Partido Socialista interpretar el resultado?
R. Creo que esa lectura errónea de los resultados afecta también al Partido Socialista, que ha sufrido una derrota clara en las urnas y debería haber considerado la voluntad de los ciudadanos.
“Quiero que España tenga Gobierno. Yo prefiero que sea progresista y reformista”
Además, se está confundiendo la idea de que en un eje de izquierda y derecha hay más votos en la izquierda, como ha ocurrido casi siempre. De esa noción se deriva, sin más, que se dan posibilidades de Gobierno de izquierda mayores de las que hay en la realidad, no solo en la aritmética parlamentaria, sino en las necesidades de que haya un Gobierno progresista y reformista, con base suficiente para llevar adelante su tarea.

P. ¿Existe una mayoría progresista en este Parlamento?
R. Ojalá existiera una mayoría progresista y reformista, porque esa sería la opción que preferiría como la mejor para España. Pero analizando la representación parlamentaria no creo que exista. Esto no contradice que tampoco exista una mayoría conservadora. De ahí la dificultad en la que estamos.

P. ¿Le decepciona o le preocupa esa falta de una mayoría progresista?
R. Lo que más me preocupa es la necesidad de un Gobierno para España basado en un programa que permita que haya reformas en la Constitución, en el sistema electoral, en educación, en sanidad o en relaciones industriales. Pero de esto no está hablando nadie. Creo que se habla más de votos para la investidura que de votos para desarrollar un programa de Gobierno al servicio de los españoles.
Cuando digo esto, no estoy hablando de derogar leyes pasadas sino de propuestas reformistas y de los votos que estas necesitan para salir adelante. En definitiva, creo que los ciudadanos esperan diálogo y acuerdos en este escenario de fuerzas elegidas más allá del bipartidismo imperfecto de las últimas décadas, que parece claro que ha quedado atrás.

P. Entonces, ¿quién debe tratar de formar Gobierno?
R. En principio, el orden lógico es que lo intente la minoría con más votos y representación, que es el PP. Pero ese espectáculo montado el viernes pasado en la ronda de consultas del Rey tanto por Iglesias como por Rajoy no es indicativo de que este último ni su partido estén tomándose en serio su responsabilidad. Esa jugada del candidato del PP, declinando hacerse cargo de la investidura y al mismo tiempo manifestando que no se retira, es de una irresponsabilidad difícil de calificar. ¿Qué pretende? ¿Propone que se estrellen otros y ofrecerse él después como única solución? ¿Habrá pensado en las implicaciones que tiene para todas las instituciones este juego? ¿Está pensando solo en sí mismo, sin tener en cuenta los intereses de España?

P. Como usted menciona, esos episodios de la investidura se produjeron con el Rey de por medio. ¿Cree que esto compromete de alguna forma el papel del Rey?
R. El Rey es un jefe de Estado con la ventaja de que debe obrar con neutralidad respecto a las opciones políticas en juego. Esto exige un respeto por parte de los líderes políticos para preservar esa neutralidad en el marco de la Constitución y las leyes. Por eso me ha preocupado el juego partidista del viernes pasado cuando acabó la primera ronda de consultas. Nadie tiene derecho a decirle al jefe del Estado que ni acepta ni se retira, como hizo Rajoy.

“La pinza que el PP hizo en Andalucía con Podemos no es un ejemplo a imitar”
P. Si se confirma esa renuncia de Rajoy, ¿es posible un Gobierno progresista liderado por el PSOE?
R. Si tenemos en cuenta la aritmética parlamentaria, sí es posible ese Gobierno, pero con enormes dificultades para llevar adelante una tarea de Gobierno reformista y progresista. Obviamente, Pedro Sánchez debe cumplir el mandato de los electores y también del comité federal del Partido Socialista y debe intentarlo si fracasa el candidato del PP, sea o no Rajoy.
Para hacerlo tiene que hablar con todos, ya que eso es el diálogo, y dejar claro con qué programa para España está dispuesto a gobernar. Reitero que no se trata de sumar votos para una investidura, sino de tener una base coherente de apoyos para gobernar, que no es lo mismo.
El comportamiento arrogante de los líderes de Podemos, con humillaciones que ponen al descubierto cuáles son sus verdaderas intenciones, no se debe aceptar. Esos dirigentes, con el debido respeto que merecen sus votantes y los grupos que se han sumado a las distintas plataformas, quieren liquidar, no reformar, el marco democrático de convivencia, y de paso a los socialistas, desde posiciones parecidas a las que han practicado en Venezuela sus aliados. Pero lo ocultan de manera oportunista. Del mismo modo, dejaron de hablar de Grecia cuando más lo necesitaron sus amigos. Son puro leninismo 3.0.
Para colmo, plantean también con disimulo la autodeterminación, algo que contradice un proyecto para España como espacio público que comparten 46 millones de ciudadanos que quieren ser tratados como tales, también para decidir en igualdad de derechos y obligaciones su destino común.

P. ¿Cree que es legítima la formación de un Gobierno cuya única coincidencia sea la de ser anti-PP?
R. A mí no me gustan los Gobiernos anti lo que sea, aunque los haya vivido yo mismo. Recuerde el “váyase señor González”. Los Gobiernos deben proponerse para realizar proyectos, no para negar los de los otros.
“Las actitudes inmovilistas y las liquidacionistas estrechan el margen para propuestas de reformas muy necesarias”
Pero no es un problema de legitimidad, como usted dice. Es una obviedad recordar que para las reformas que necesita España hay que contar con el PP en bastantes casos, porque esa es la realidad parlamentaria. Del mismo modo, parece lógico exigir al PP que diga qué está dispuesto a hacer por convicciones y, por tanto, es lógico esperar que lo haga tanto si está en el Gobierno como si pasa a la oposición.

P. ¿Es partidario de una gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos?
R. De ninguna manera. Me parece una propuesta que nace de un fracaso y que no se plantea la gobernanza de España en el medio plazo. El fracaso es el de la estrategia que algunos llaman del “Gobierno del Ibex”, una suma PP-Ciudadanos que fuese mayoritaria, creando así una pinza contra el Partido Socialista apoyando la subida de Podemos. ¿Recuerdan a Rajoy el 6 de diciembre animando a Iglesias? “Vas bien Pablo, vas bien”, le decía.
Eso falló, y pasaron del lema “hay que salvar al soldado Sánchez”, ideado para hundir al candidato, a hacer a Sánchez responsable de la estabilidad que sugieren, ya después de las elecciones del 20 de diciembre.
Para colmo, dejar el espacio de la oposición a Podemos es una gran estupidez, más aún que un error, generada por la falta de visión de España en el medio plazo. Mire, si no se emprenden las reformas que necesitamos, incluida la regeneración democrática frente a la corrupción rampante que nos inunda cada día, estamos contribuyendo a alimentar a los que desean liquidar el marco democrático de convivencia que tenemos.

P. ¿Cuál es entonces el mejor Gobierno posible?
R. Eso es mucho pedir en una entrevista como esta, pero creo que ha llegado el momento de mirar a los ciudadanos y abandonar estrategias de trileros como las que hemos visto el viernes pasado. A nadie le extrañará que a estas alturas de mi vida prefiera que haya un Gobierno con programa acordado para España, porque lo necesitamos, incluso si no es el Gobierno que más me guste a mí personalmente.
Podríamos contar el número de escaños en dos dimensiones: la de izquierda y derecha o la de los que sumen en un proyecto reformista para España, un eje en el que no entran los que quieren acabar con esa realidad o ponerla en riesgo.
“Vivimos un final de ciclo... No sabemos ni a dónde vamos ni quiénes somos. Falta un proyecto reformista para España”
Si los partidos políticos estuvieran hablando de programas de Gobierno y no de aritméticas parlamentarias incompatibles en todo o en parte con un Gobierno estable, sería menos complicada la respuesta.
Pero el ambiente no es ese. Es un momento más de regates cortos y oportunistas, o de supervivencias personales como la de Rajoy, que de miradas largas para dar respuesta a los desafíos de España.

P. ¿Algún ejemplo de esos regates cortos?
R. Un ejemplo: PP y Ciudadanos sumarían 163 diputados. Por otro lado, PSOE, Podemos e Izquierda Unida sumarían 161 diputados. Esto último sería una especie de tripartito, que dependería para lograr mayoría del mismo número de diputados, más o menos, de los que dependían los del bipartito anterior, pero en condiciones menos compatibles, porque han derivado hacia posiciones de ruptura de España, más que de acuerdos para gobernar.
Por tanto, lo podría intentar el PP, con Rajoy o con otro candidato, con Ciudadanos, para arrancar con el encargo del Rey.
También podría ser el PSOE, hablando y negociando hacia Ciudadanos y hacia la amalgama de Podemos, pero dejando claros los elementos esenciales para que se pueda hablar de un Gobierno para España.
En suma, hay que entender la nueva realidad que han querido los electores, que exige que haya diálogo y acuerdos. Y que puede repetirse, en peores condiciones, si los responsables políticos no asumen el resultado y devuelven la responsabilidad que les toca a los ciudadanos en nuevas elecciones.

P. ¿Y un Gobierno del PSOE con Ciudadanos? ¿Ve eso posible?
R. Intentar llegar a un acuerdo con Ciudadanos dentro de la aritmética parlamentaria significa tener una base para las reformas que necesitamos. Si se habla de Gobierno de reformas y de progreso, hay que tener fundamentos programáticos y número de diputados para apoyarlos. En este ejercicio el PP tiene que dejar claro si sus posiciones programáticas, aún en la sombra, lo son por convicción o por oportunismo de Gobierno. Porque no habrá reformas de calado si el PP practica la vetocracia.

P. ¿Qué se debe hacer con la crisis de Cataluña durante este periodo de Gobierno en funciones?
R. Que haya un Gobierno en funciones no quiere decir que haya un vacío de poder. Si alguien lo ve así, se equivoca.
“El PP no ha leído el resultado como es: una derrota. No solo por perder 60 diputados sino por su rechazo en el Parlamento”
La democracia exige que la ley, tanto la Constitución como el Estatuto, se cumpla, incluso para cambiarla. Sin esa premisa, se pone en peligro la democracia misma y el marco de convivencia que nos hemos dado entre todos los españoles. Si alguien se salta la legalidad, el Gobierno tiene la obligación de restablecerla. Y tiene además los instrumentos parlamentarios para hacerlo.
Soy muy crítico con el inmovilismo y me gusta muy poco la respuesta judicial, porque creo que lo prioritario en política es una respuesta política como paso imprescindible. El inmovilismo tiende a ampararse en el Tribunal Constitucional u otras variantes, porque no cumple con su obligación.
Por eso, cumplida la ley como condición democrática, debe haber una clara disposición al diálogo, algo que se viene obstaculizando en los últimos años.

P. ¿Qué papel cree que debe cumplir su partido en una situación como la actual?
R. No soy responsable del partido, ni tengo responsabilidad institucional. Hace 20 años que salí del Gobierno y 19 de la secretaría general del Partido Socialista. No me toca decidir.
Me gusta que se debata y que se adopten posiciones claras ante los ciudadanos, manteniendo la unidad. Yo opino como ciudadano que vota al PSOE y milita en él, con la carga de la experiencia vivida en España, en Europa, en América y en otros lugares.
También soy prudente a la hora de decir lo que pienso a los líderes del partido. Si me preguntan, respondo, pero intentando no entrometerme nunca.
A veces sufro, porque estoy en desacuerdo con unos o con otros, incluso con unos y con otros, pero trato de ser prudente sin perder la libertad y la responsabilidad como ciudadano y votante.
Ahora acepto esta entrevista porque estoy cansado de que otros interpreten lo que suponen que pienso o debería pensar, dependiendo de gustos o de intereses. Como cualquiera, me puedo equivocar, algo a lo que incluso tengo derecho, pero me gustaría no interferir, sin renunciar a opinar cuando quiero o creo que necesito hacerlo.
Así que comprendo la inquietud, pero no me toca decidir lo que tiene que hacer el partido. Y esto es algo que asumo con serenidad.

 Felipe González, junto a la opositora venezolana Lilian Tintori en su visita a Caracas en junio.
Felipe González, junto a la opositora venezolana Lilian Tintori en su visita a Caracas en junio. M.G. EFE
P. Desde esa libertad personal, ¿qué cree usted que es un proyecto progresista en el momento presente de España?
R. Necesitamos recomponer las fracturas en la cohesión social de las políticas que se han hecho en la crisis y hacerlo con criterios de sostenibilidad, con la visión puesta en el momento que vivimos en España y en el mundo.
Diría que necesitamos una economía social de mercado, algo que en Europa se está poniendo en cuestión, aunque sea parte de su identidad fundamental. En España son muchas las desigualdades provocadas, y hay que corregirlas con un modelo económico capaz de combinar la necesidad de ser competitivos para generar riqueza y la de redistribuir con justicia el excedente que se genere.
Tenemos que dignificar el trabajo, superando la precariedad, mejorando los salarios y relacionándolos con la productividad. En fin, tenemos que recomponer nuestro sistema de acceso universal a la sanidad; pactar una reforma educativa en general y de la Formación Profesional en concreto, y apoyar en serio, no con palabras, la investigación y la innovación para mejorar nuestra capacidad de competir y de generar empleos dignos.
Deberíamos federalizar nuestro modelo autonómico, garantizando la descentralización política y la financiación, preservando el poder del Gobierno central como responsable de la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos. Como ve, creo en una descentralización política que reconozca y garantice la diversidad, pero no creo en una centrifugación que ponga en peligro la realidad misma de España.
Hay que tomarse en serio la reforma de la ley electoral y mucho más en serio, por su gravedad, la regeneración del sistema para luchar con rigor contra las prácticas corruptas que nos están ahogando.
Esta es solo una parte de las cosas que se deberían estar debatiendo y acordando entre los responsables políticos, para salir cuanto antes de este juego de sombras.
“Analizando la representación parlamentaria, no creo que exista una mayoría progresista y reformista, que sería la opción que preferiría”
En fin, progresar es hacer reformas frente al inmovilismo y al liquidacionismo, ambos fenómenos que han acompañado demasiado tiempo a nuestra historia. Si fuimos capaces de superarlo en la Transición, ¿por qué no lo vamos a poder hacer ahora?

P. ¿Cree que el PSOE debe negociar con el PP?
R. Me parece indiscutible que se debe dialogar con el PP. Otra cosa es que haya margen o no para acordar cosas que faciliten lo que acabo de decir. Pero la experiencia de Gobierno de Rajoy ha sido de decretos leyes e imposiciones sin ningún diálogo y eso hay que intentar superarlo. Pero en democracia hay que atender el mandato de las urnas, en el que se incluye ese diálogo sin reservas.

P. ¿Cree que el PSOE debería, llegado el caso, permitir con su abstención la formación de un Gobierno en España?
R. No quiero definir la posición del partido como tal. Dicho esto, creo que ni el Partido Socialista ni el PP ni otros deberían negar la posibilidad de un Gobierno para España si no están en condiciones de hacerlo ellos con sus formulaciones y programas.
Lo que digo vale pues para cualquier partido responsable, porque jugar a impedir que gobierne otro aunque yo no pueda gobernar no conduce a nada. Lo que el PP hizo en Andalucía para impedir un Gobierno del Partido Socialista en una pinza con Podemos no es un ejemplo de práctica democrática responsable, y es algo que no hay que imitar.
Pero es falso lo que se está diciendo y se me atribuye. Quiero que España tenga un Gobierno capaz de sacar adelante un proyecto. Prefiero que ese Gobierno sea progresista y reformista. Si no es posible, no creo que haya que obstaculizar la posibilidad, muy difícil por cierto, de un Gobierno distinto.

P. ¿Qué importancia cree que tiene Europa en la búsqueda de una solución a la crisis actual en España?
R. Verá, yo soy un europeísta crítico con los errores de la Unión Europea en la lucha contra la crisis. Estoy seriamente preocupado por los desafíos que tiene por delante en temas que no se pueden sortear: refugiados, referéndum británico, amenazas a la seguridad y demás. Pero me asombra que el tema de la Unión Europea esté ausente de nuestras campañas y de los debates actuales.
Me preocupa que España sea irrelevante en la sala de máquinas de la Unión Europea, porque el proceso es de soberanía compartida, no de cesión de soberanía para que otros decidan por nosotros.
Dependemos mucho de lo que se decida en Europa, por eso tenemos que decidir con los socios en igualdad de condiciones, no diciendo “lo que nos diga Europa, lo haremos”. Me parece humillante ese comportamiento. Somos parte de Europa, con las mismas responsabilidades que otros en sus decisiones.
Dependemos de la Unión Europea, con quien compartimos soberanía, y tenemos que decidir de forma conjunta para cambiar el rumbo de la Unión.
“Nadie tiene el derecho a decir al jefe del Estado que ni acepta ni se retira, como hizo Rajoy. Es de una irresponsabilidad difícil de calificar”

P. ¿Cómo cree que puede afectar la crisis de España a la estabilidad de Europa?
R. No soy partidario de esas campañas que tratan de meter miedo a los ciudadanos para condicionar su libre voluntad. Ahí incluyo campañas como las que vienen de la Comisión Europea sobre la formación de Gobierno aquí. Pueden advertir sobre nuestro déficit, pero no interferir en la formación de Gobierno.
Es importante para los españoles resolver nuestros problemas. También es importante para Europa, en la misma medida en que influyen en ella los problemas de otros socios.

P. En las últimas semanas se ha especulado mucho con su nombre en distintos escenarios potenciales, siempre como una especie de solución ideal. ¿Por qué cree que se echa tanto en falta un Felipe González en España?
R. Respuesta negativa: porque les ha dado tiempo a olvidarse de los errores que cometí. Respuesta positiva: porque reconocen que siempre puse por delante los intereses de España y eso se echa de menos ahora.

LA FÓRMULA DE FELIPE GONZÁLEZ SIGNIFICA LA LIQUIDACIÓN DE SÁNCHEZ
27/01/2016@12:42:33 GMT+1
Luis María ANSON
La fórmula que Felipe González ha expuesto en varios foros antes de la reunión del Comité Federal de su partido es sencilla: Gobierno de PP y Ciudadanos con la abstención del PSOE. De prosperar esta iniciativa, Pedro Sánchez quedaría escabechado y se vería obligado a tomar el camino de su casa.
Felipe González piensa con razón que Podemos quiere engullir al PSOE y que Pablo Iglesias está dispuesto a forzar nuevas elecciones con la esperanza de sobrepasar al Partido Socialista. Al que fue gran presidente del Gobierno no le gusta que el PP continúe en el poder pero le gusta menos que Pablo Iglesias se encarame a él sobre la chepa de Pedro Sánchez. Relevantes pesos pesados del PSOE se han sumado a la fórmula de González, si bien algunos de ellos exigen la retirada de Mariano Rajoy en favor de un dirigente de Ciudadanos o de otro dirigente del PP. No parece fácil que Mariano Rajoy esté dispuesto al sacrificio.
Pedro Sánchez confía en que el Comité Federal apruebe al menos uno de sus dos planes: el plan A, Frente Popular con la alianza del PSOE y Podemos-IU más el apoyo del PNV; y plan B, PSOE y Ciudadanos con la abstención del PP, que es lo que quiere el empresariado español y poderosas instancias internacionales.
Quedan ya pocas horas para que el Comité Federal del PSOE dé o no vía libre a Pedro Sánchez. Especialistas cualificados en política interna del Partido Socialista creen que el Comité Federal respaldará a Pedro Sánchez, con determinadas limitaciones.

EL 'PSOE PRO GONZÁLEZ' SE HACE FUERTE DÍAS ANTES DE UN COMITÉ FEDERAL CRUCIAL
Iglesias presiona a Sánchez: le avisa de que la solución PP-PSOE gana adeptos
27/01/2016@13:50:11 GMT+1
Iglesias presiona a Sánchez: le avisa de que la solución PP-PSOE gana adeptos
Con la vista puesta en el crucial Comité Federal del PSOE, Pablo Iglesias presiona para conseguir que los socialistas se inclinen de su lado el próximo sábado y ha metido el dedo en la llaga que más hace peligrar a Pedro Sánchez: la división interna del partido. El líder de Podemos ha advertido de que la 'alternativa González' -un Gobierno PP-Ciudadanos con la abstención del PSOE- gana adeptos.
Más de un mes después de las elecciones, la situación de bloqueo que vive la política española ha empezado a precipitarse hacia un desenlace que ya se intuye inminente. El último encargado de meter prisa ha sido Pablo Iglesias que, el mismo día en que el Rey ha iniciado la segunda ronda de consultas con los partidos políticos y a 72 horas del crucial Comité Federal del PSOE, ha vuelto a apelar a Pedro Sánchez, reiterándose en su ofrecimiento de formar un Gobierno en el que confluyan los socialistas y Podemos.
En una entrevista radiofónica, Iglesias ha asegurado que, si el PSOE quiere, puede haber un gobierno progresista y de cambio "en cuestión de días". El líder de la formación morada ha metido, además, el dedo en la llaga más sangrante del actual partido socialista: su división interna. Iglesias ha diferenciado a los socialistas "sensatos" y "responsables", esos con los que Podemos quiere pactar, de los que "patrocinan" la "pinza" PP-PSOE, con Felipe González al frente, que, dice, "van ganando claramente".
El PSOE se enfrenta este fin de semana al choque entre esos dos bloques: los favorables a Sánchez y al pacto de izquierdas y los que se niegan a formar Gobierno con Pablo Iglesias y prefieren nuevas elecciones o esta 'vía González' que aboga por una abstención del PSOE que facilite el pacto PP-Ciudadanos y que va ganando adeptos dentro de las filas socialistas. Con la oferta de Iglesias puesta encima de la mesa de forma insistente, el PSOE decidirá el sábado qué camino toma, tan sólo tres días antes de que a Pedro Sánchez le llegue el turno de volver a la Zarzuela. De la resolución del Comité Federal dependerá la oferta que el líder socialista le presente al Rey.
Sobre el principal escollo en un hipotético pacto PSOE-Podemos, el referéndum en Cataluña, Pablo Iglesias ha pedido a los socialistas no establecer líneas rojas en la negociación y ha dicho que si tienen una propuesta mejor para Cataluña que el referéndum que propone Podemos, la escucharán.

El PP también trata de seducir a Sánchez
Puede que el posicionamiento de Felipe González, histórico socialista con evidente peso en el partido, haya impulsado de nuevo la intención del Partido Popular de poder llegar a un acuerdo con el PSOE. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha afirmado este mismo miércoles que el PP está dispuesto a apoyar al PSOE en aquellas comunidades y ayuntamientos en los que gobierna con Podemos con el objetivo de "dar estabilidad" en caso de que este partido le retirara el apoyo. Poniendo la vista, claro está, en que el Comité Federal termine de enterrar las aspiraciones de Sánchez en los pactos a nivel nacional. Rajoy ha destacado que la oferta que el PP ha hecho a PSOE y Ciudadanos para formar Gobierno "se podría trasladar a toda España".
En la misma entrevista, el líder popular ha asegurado que ha vuelto a llamar a Sánchez, pero que éste ha rechazado su oferta de reunirse. El secretario general del PSOE no ha tardado en salir al paso de las declaraciones de Rajoy y ha asegurado que si el presidente del Gobierno en funciones le llama, "mañana mismo" acudirá al Palacio de la Moncloa. También ha contestado con un "no rotundo" a la oferta de apoyo en el ámbito autonómico y local.

Reuniones con los barones
A la espera de la crucial cita socialista del sábado, Pedro Sánchez inició este lunes una serie de reuniones con los líderes autonómicos de su partido, empezando por los secretarios territoriales de Murcia, Rafael González Tovar, y de Castilla y León, Luis Tudanca. Y siguiendo ya el martes con el presidente de Aragón, Javier Lambán, y las líderes socialistas de Navarra, María Chivite, y de Madrid, Sara Hernández.

Será este miércoles cuando el líder socialista acuda a una de las reuniones más importantes de cara al Comité, la que mantendrá con el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, uno de los más críticos con el planteamiento de Gobierno junto a Iglesias. El jueves se verá con Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana gracias, en este caso, a un acuerdo con la marca afín a Podemos, Compromís. También está previsto que acuda la presidenta andaluza, Susana Díaz, aunque ha no se ha concretado el día.

LA FÓRMULA DE FELIPE GONZÁLEZ SIGNIFICA LA LIQUIDACIÓN DE SÁNCHEZ


27/01/2016@12:42:33 GMT+1
Luis María ANSON
La fórmula que Felipe González ha expuesto en varios foros antes de la reunión del Comité Federal de su partido es sencilla: Gobierno de PP y Ciudadanos con la abstención del PSOE. De prosperar esta iniciativa, Pedro Sánchez quedaría escabechado y se vería obligado a tomar el camino de su casa.
Felipe González piensa con razón que Podemos quiere engullir al PSOE y que Pablo Iglesias está dispuesto a forzar nuevas elecciones con la esperanza de sobrepasar al Partido Socialista. Al que fue gran presidente del Gobierno no le gusta que el PP continúe en el poder pero le gusta menos que Pablo Iglesias se encarame a él sobre la chepa de Pedro Sánchez. Relevantes pesos pesados del PSOE se han sumado a la fórmula de González, si bien algunos de ellos exigen la retirada de Mariano Rajoy en favor de un dirigente de Ciudadanos o de otro dirigente del PP. No parece fácil que Mariano Rajoy esté dispuesto al sacrificio.
Pedro Sánchez confía en que el Comité Federal apruebe al menos uno de sus dos planes: el plan A, Frente Popular con la alianza del PSOE y Podemos-IU más el apoyo del PNV; y plan B, PSOE y Ciudadanos con la abstención del PP, que es lo que quiere el empresariado español y poderosas instancias internacionales.
Quedan ya pocas horas para que el Comité Federal del PSOE dé o no vía libre a Pedro Sánchez. Especialistas cualificados en política interna del Partido Socialista creen que el Comité Federal respaldará a Pedro Sánchez, con determinadas limitaciones.

EL 'PSOE PRO GONZÁLEZ' SE HACE FUERTE DÍAS ANTES DE UN COMITÉ FEDERAL CRUCIAL
Iglesias presiona a Sánchez: le avisa de que la solución PP-PSOE gana adeptos
27/01/2016@13:50:11 GMT+1
Iglesias presiona a Sánchez: le avisa de que la solución PP-PSOE gana adeptos
Con la vista puesta en el crucial Comité Federal del PSOE, Pablo Iglesias presiona para conseguir que los socialistas se inclinen de su lado el próximo sábado y ha metido el dedo en la llaga que más hace peligrar a Pedro Sánchez: la división interna del partido. El líder de Podemos ha advertido de que la 'alternativa González' -un Gobierno PP-Ciudadanos con la abstención del PSOE- gana adeptos.
Más de un mes después de las elecciones, la situación de bloqueo que vive la política española ha empezado a precipitarse hacia un desenlace que ya se intuye inminente. El último encargado de meter prisa ha sido Pablo Iglesias que, el mismo día en que el Rey ha iniciado la segunda ronda de consultas con los partidos políticos y a 72 horas del crucial Comité Federal del PSOE, ha vuelto a apelar a Pedro Sánchez, reiterándose en su ofrecimiento de formar un Gobierno en el que confluyan los socialistas y Podemos.
En una entrevista radiofónica, Iglesias ha asegurado que, si el PSOE quiere, puede haber un gobierno progresista y de cambio "en cuestión de días". El líder de la formación morada ha metido, además, el dedo en la llaga más sangrante del actual partido socialista: su división interna. Iglesias ha diferenciado a los socialistas "sensatos" y "responsables", esos con los que Podemos quiere pactar, de los que "patrocinan" la "pinza" PP-PSOE, con Felipe González al frente, que, dice, "van ganando claramente".
El PSOE se enfrenta este fin de semana al choque entre esos dos bloques: los favorables a Sánchez y al pacto de izquierdas y los que se niegan a formar Gobierno con Pablo Iglesias y prefieren nuevas elecciones o esta 'vía González' que aboga por una abstención del PSOE que facilite el pacto PP-Ciudadanos y que va ganando adeptos dentro de las filas socialistas. Con la oferta de Iglesias puesta encima de la mesa de forma insistente, el PSOE decidirá el sábado qué camino toma, tan sólo tres días antes de que a Pedro Sánchez le llegue el turno de volver a la Zarzuela. De la resolución del Comité Federal dependerá la oferta que el líder socialista le presente al Rey.
Sobre el principal escollo en un hipotético pacto PSOE-Podemos, el referéndum en Cataluña, Pablo Iglesias ha pedido a los socialistas no establecer líneas rojas en la negociación y ha dicho que si tienen una propuesta mejor para Cataluña que el referéndum que propone Podemos, la escucharán.

El PP también trata de seducir a Sánchez
Puede que el posicionamiento de Felipe González, histórico socialista con evidente peso en el partido, haya impulsado de nuevo la intención del Partido Popular de poder llegar a un acuerdo con el PSOE. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha afirmado este mismo miércoles que el PP está dispuesto a apoyar al PSOE en aquellas comunidades y ayuntamientos en los que gobierna con Podemos con el objetivo de "dar estabilidad" en caso de que este partido le retirara el apoyo. Poniendo la vista, claro está, en que el Comité Federal termine de enterrar las aspiraciones de Sánchez en los pactos a nivel nacional. Rajoy ha destacado que la oferta que el PP ha hecho a PSOE y Ciudadanos para formar Gobierno "se podría trasladar a toda España".
En la misma entrevista, el líder popular ha asegurado que ha vuelto a llamar a Sánchez, pero que éste ha rechazado su oferta de reunirse. El secretario general del PSOE no ha tardado en salir al paso de las declaraciones de Rajoy y ha asegurado que si el presidente del Gobierno en funciones le llama, "mañana mismo" acudirá al Palacio de la Moncloa. También ha contestado con un "no rotundo" a la oferta de apoyo en el ámbito autonómico y local.

Reuniones con los barones
A la espera de la crucial cita socialista del sábado, Pedro Sánchez inició este lunes una serie de reuniones con los líderes autonómicos de su partido, empezando por los secretarios territoriales de Murcia, Rafael González Tovar, y de Castilla y León, Luis Tudanca. Y siguiendo ya el martes con el presidente de Aragón, Javier Lambán, y las líderes socialistas de Navarra, María Chivite, y de Madrid, Sara Hernández.

Será este miércoles cuando el líder socialista acuda a una de las reuniones más importantes de cara al Comité, la que mantendrá con el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, uno de los más críticos con el planteamiento de Gobierno junto a Iglesias. El jueves se verá con Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana gracias, en este caso, a un acuerdo con la marca afín a Podemos, Compromís. También está previsto que acuda la presidenta andaluza, Susana Díaz, aunque ha no se ha concretado el día.

martes, 26 de enero de 2016

Educacion


Papá, mama


El colegio del niño que se suicidó dice que nadie les avisó de su malestar
El centro señala que aún no tiene constancia de que Diego, de 11 años, sufriera acoso escolar
Madrid revisa el suicidio de un menor por un posible acoso escolar
El Gobierno pondrá en marcha un teléfono contra el acoso escolar
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El día 14 de octubre por la mañana, dos agentes de policía entraron por la puerta de cristal del enorme edificio que alberga colegio madrileño Nuestra Señora de Los Ángeles, que tiene un millar de alumnos. Llegaron para comunicar que uno de ellos, Diego, de 11 años, se había tirado por la ventana de su casa y había muerto. “Nunca piensas que va a pasar algo como esto, pero con un chaval como Diego, menos todavía”, explicaba este jueves Jesús Díaz, jefe de estudios del centro concertado religioso de los mercedarios.
íaz sostiene que en ningún momento sospecharon de que el menor, un estudiante “excelente y brillante” matriculado en el colegio desde los tres años, pudiera haber sido víctima de acoso escolar. Sigue sin pensarlo. El centro añade, además, que la familia no les comunicó que el alumno no quería ir al colegio. “Nadie del entorno del menor había informado del hecho de que el alumno no quisiera acudir al centro o que pudiera tener cualquier conflicto en el mismo”, señalan en un comunicado.
Pero ese rechazo fue lo que el niño dejó escrito en una carta de despedida a sus padres: “Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir”. Y también lo que su madre, Carmen González, asegura que le decía en los meses previos al suceso: que no quería volver. Los responsables del colegio católico de los mercedarios aseguran “no entender” esa frase de la carta, que indican que conocieron por la prensa el pasado lunes. “Nos llama muchísimo la atención porque Diego no es el típico chaval que no quiere ir al colegio”, insiste el jefe de estudios.
Tras el suceso hubo una inspección de la Consejería de Educación de Madrid, que se cerró sin concluir que existiera un caso de acoso escolar

Reabrir la investigación
La familia hizo pública el pasado lunes esa carta para pedir que se reabra la investigación judicial sobre el caso. Tras la muerte, hubo una inspección de la Consejería de Educación de Madrid, que se cerró sin concluir que existiera un caso de acoso.
La investigación policial y judicial encabezada por el Juzgado de Instrucción 1 de Leganés (Madrid) se archivó “al no poder determinarse que hubiera habido intermediación de terceros en la muerte del pequeño”, según fuentes judiciales. El juzgado está tramitando un recurso de la familia para que se retome. El abogado de los padres, Robinson Guerrero, ha pedido que la investigación “llegue hasta el final” y asegura que tienen testimonios de otros casos.
Según el relato de Jesús Díaz, el mismo día del suceso contactaron con la inspección educativa de la Consejería de Educación madrileña y psicólogos del Samur y del Colegio de Psicólogos atendieron a otros escolares. “Ninguno hizo ninguna manifestación” de que pudiera tratarse de un caso de acoso, añade. La inspectora educativa de la consejería se entrevistó en los días posteriores con “todos los profesores” que Diego había tenido en los dos últimos cursos, quinto y sexto de primaria, prosigue Díaz, que asegura que tampoco los docentes comunicaron nada que les hiciera sospechar.
¿Puede ser que hubiera un problema y el centro no lo detectaras? “Eso nos lo preguntamos todos: ¿Por qué no nos dimos cuenta? Supongo que es la misma pregunta que se hacen los padres”, concluye el jefe de estudios.

Los padres del menor aseguran que la Policía tiene denuncias en las que consta que tanto Diego como otros menores sufrían 'bullying'El colegio de Diego se defiendeLa carta de Diego: "Espero que podamos volver a vernos en el cielo

lunes, 25 de enero de 2016

Transcripción íntegra de una hoja impresa por las dos caras (tamaño 315×443 mm) con pie: «Gráfica Socialista. San Bernardo, 82.»

El manifiesto electoral de las Izquierdas
[16 de febrero de 1936]
Los partidos republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores; Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Partido Obrero de Unificación Marxista, sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma de Gobierno que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el caso de victoria. Declaran ante la opinión pública las bases y los límites de su coincidencia política, y además la ofrecen a la consideración de las restantes organizaciones republicanas y obreras, por si estiman conveniente a los intereses nacionales de la República venir a integrar en tales condiciones el bloque de izquierdas que debe luchar frente a la reacción en las elecciones generales de diputados a Cortes.

Una amplia amnistía, reposición de funcionarios, readmisión de obreros despedidos y reparación a las víctimas de la represión.

Como supuesto indispensable de paz pública, los partidos coligados se comprometen:
1.º A conceder por ley una amplia amnistía de los delitos politicosociales cometidos posteriormente a noviembre de 1933, aunque no hubieran sido considerados como tales por los Tribunales. Alcanzará también a aquellos de igual carácter no comprendidos en la ley de 24 de abril de 1934. Se revisarán con arreglo a la ley las sentencias pronunciadas en aplicación indebida de la de Vagos, por motivos de carácter político; hasta tanto que se habiliten las instituciones que en dicha ley se prescriben, se restringirá la aplicación de la misma y se impedirá que en lo sucesivo se utilice para perseguir ideas o actuaciones políticas.
2.º Los funcionarios y empleados públicos que hayan sido objeto de suspensión, traslado o separación, acordado sin garantía de expediente o por motivos de persecución política, serán repuestos en sus destinos.
El Gobierno tomará las medidas necesarias para que sean readmitidos en sus respectivos puestos los obreros que hubiesen sido despedidos, por sus ideas o con motivo de huelgas políticas, en todas las corporaciones públicas, en las Empresas gestoras de servicios públicos y en todas aquellas en las que el Estado tenga vínculo directo.
Por lo que se refiere a las Empresas de carácter privado, el ministerio de Trabajo adoptará las disposiciones conducentes a la discriminación de todos los casos de despido que hubieran sido fundados en un motivo políticosocial, y que serán sometidos a los Jurados mixtos para que éstos amparen en su derecho, con arreglo a la legislación anterior a noviembre de 1933, a quienes hubieran sido indebidamente eliminados.
3.º Se promulgará una ley concediendo a las familias de las víctimas producidas por hechos revolucionarios o por actos ilegales de la autoridad y la fuerza pública en la represión la adecuada reparación del daño inferido a las personas.

Restablecimiento del imperio de la Constitución

Revisión y reforma de las leyes de Orden público, Tribunal de Garantías, reglamento de la Cámara, Municipal y Provincial, reorganización del cuerpo de Vigilancia y del régimen de Prisiones.

En defensa de la libertad y de la justicia, como misión esencial del Estado republicano y de su régimen constitucional, los Partidos coligados:
1.º Restablecerán el imperio de la Constitución. Serán reclamadas las transgresiones cometidas contra la ley fundamental. Y la ley Orgánica del Tribunal de Garantías habrá de ser objeto de reforma, a fin de impedir que la defensa de la Constitución resulte encomendada a conciencias formadas en una convicción o en un interés contrarios a la salud del régimen.
2.º Se procederá a dictar leyes orgánicas prometidas por la Constitución que son necesarias para su normal funcionamiento, y especialmente las leyes Provincial y Municipal, que deberán inspirarse en el respeto más riguroso a los principios declarados en aquélla. Se procederá por las Cortes a la reforma de su reglamento, modificando la estructura y funciones de las Comisiones parlamentarias, a cuyo cargo correrá, con el auxilio de los organismos técnicos a ellas incorporados, el trámite formativo de las leyes.
3.º Se declara en todo su vigor el principio de autoridad; pero se compromete su ejercicio sin mengua de las razones de libertad y justicia. Se revisará la ley de Orden público, para que, sin perder nada de su eficacia defensiva, garantice mejor al ciudadano contra la arbitrariedad del Poder; adoptándose también las medidas necesarias para evitar las prórrogas abusivas de los estados de excepción.
4.º Se organizará una Justicia libre de los viejos motivos de jerarquía social, privilegio económico y posición política. La Justicia, una vez reorganizada, será dotada de las condiciones de independencia que promete la Constitución. Se simplificarán los procedimientos en lo civil; se imprimirá mayor rapidez al recurso ante los Tribunales contencioso-administrativos, ampliando su competencia, y se rodeará de mayores garantías al inculpado en lo criminal. Se limitarán los fueros especiales, singularmente el castrense, a los delitos netamente militares. Y se humanizará el régimen de prisiones, aboliendo malos tratos e incomunicaciones no decretadas judicialmente.
5.º Los casos de violencia de los agentes de la fuerza pública, acaecidos bajo el mando de los Gobiernos reaccionarios, aconsejan llevar a cabo la investigación de responsabilidades concretas hasta el esclarecimiento de la culpa individual y su castigo. Se procederá a encuadrar las funciones de cada instituto dentro de los fines de su respectivo reglamento; serán seleccionados sus mandos y se sancionará con la separación del servicio a todo agente que haya incurrido en malos tratos o parcialidad política. El Cuerpo de Vigilancia se reorganizará con funcionarios aptos y de cumplida lealtad al régimen.
6.º Se revisarán las normas de disciplina de los funcionarios, estableciendo sanciones graves para toda negligencia o abuso en favor de intereses políticos o en daño del Tesoro público.

El régimen agrario

No se acepta por los republicanos la nacionalización de la tierra. Derogación de las leyes de Arrendamientos y de devolución y pagos de las fincas de la nobleza.

Los republicanos no aceptan el principio de la nacionalización de la tierra y su entrega gratuita a los campesinos, solicitada por los delegados del Partido Socialista. Consideran convenientes las siguientes medidas que se proponen la redención del campesino y del cultivador medio y pequeño, no sólo por ser obra de justicia, sino porque constituyen la base más firme de reconstrucción económica nacional:
1.ª Como medidas de auxilio al cultivador directo:
Rebaja de impuestos tributos.
Represión especial de la usura.
Disminución de rentas abusivas.
Intensificación del crédito agrícola.
Revalorización de los productos de la tierra, especialmente del trigo y demás cereales, adoptando medidas para la eliminación del intermediario y para evitar la confabulación de los harineros.
Estímulo del comercio de exportación de productos agrícolas.
2.ª Como medidas para mejorar las condiciones de la producción agrícola:
Se organizarán enseñanzas agrícolas y se facilitarán auxilios técnicos por el Estado.
Se trazarán planes de sustitución de cultivos e implantación de otros nuevos, con la ayuda técnica y económica de la Administración pública.
Fomento de los pastos, ganadería y repoblación forestal.
Obras hidráulicas y obras de puesta en riego y transformación de terrenos para regadío.
Caminos y construcciones rurales.
3.ª Como medidas para la reforma de la propiedad de la tierra:
Derogarán inmediatamente la vigente ley de Arrendamientos.
Revisarán los desahucios practicados.
Consolidarán en la propiedad, previa liquidación, a los arrendatarios antiguos y pequeños.
Dictarán nueva ley de Arrendamientos que asegure: la estabilidad en la tierra; la modicidad en la renta, susceptible de revisión; la prohibición del subarriendo y sus formas encubiertas; la indemnización de mejoras útiles y necesarias llevadas a cabo por el arrendatario, haciéndose efectiva antes de que el cultivador abandone el predio, y el acceso a la propiedad de la tierra que se viniera cultivando durante cierto tiempo.

Estimularán las formas de cooperación y fomentarán las explotaciones colectivas.
 Llevarán a cabo una política de asentamientos de familias campesinas, dotándolas de los auxilios técnicos y financieros precisos.
Dictarán normas para el rescate de bienes comunales.
Derogarán la ley que acordó la devolución y el pago de las fincas a la nobleza.

El régimen industrial

La protección del Estado.
Especial protección a la pequeña industria y pequeño comercio.

Nuestra industria no se podrá levantar de la depresión en que se encuentra si no se procede a ordenar todo el complejo sistema de protecciones que el Estado dispensa según criterio estricto de coordinada subordinación al interés general de la economía.
En su consecuencia, procede:
1.º Dictar una ley o sistema de leyes que fijen las bases de la protección a la industria, comprendiendo las arancelarias, exenciones fiscales, métodos de coordinación, regulación de mercados y demás medios de auxilio que el Estado conceda en interés de la producción nacional. Promover el saneamiento financiero de las industrias, a fin de aligerar cargas de especulación que, gravando su rentabilidad, entorpecen su desenvolvimiento.
2.º Crear instituciones de investigación económica y técnica, donde pueda el Estado adquirir elementos para su dirección política y también los empresarios para mejor regir sus iniciativas.
3.º Adoptar aquellas medidas necesarias de especial protección a la pequeña industria y al pequeño comercio.
4.º Levantar la actividad de nuestras industrias fundamentales, mediante un plan de obras públicas a que luego se alude, urbanizaciones y saneamiento de la población rural, en el que se calcularán de antemano los materiales que se han de consumir y sus precios, a fin de asegurar la rentabilidad de estas obras.

El régimen de obras públicas

Los republicanos no aceptan el subsidio de paro. Ordenación legislativa y administrativa que garantice la utilidad de las obras.

Los republicanos consideran la obra pública no sólo como modo de realizar los servicios habituales del Estado o como mero método circunstancial e imperfecto de atender al paro, sino como medio potente para encauzar el ahorro hacia las más poderosas fuentes de riqueza y progreso, desatendidas por la iniciativa de los empresarios :
1.º Se llevarán a cabo grandes planes de construcciones de viviendas urbanas y rurales, servicios cooperativos y comunales, puertos, vías de comunicación, obras de riego e implantación de regadíos y transformación de terrenos.
2.º Para llevarlas a cabo se procederá a una ordenación legislativa y administrativa que garantice la utilidad de la obra, su buena administración y la contribución a la misma de los intereses privados directamente favorecidos.
Los republicanos no aceptan el subsidio de paro solicitado por la representación obrera. Entienden que las medidas de política agraria, las que se han de llevar a cabo en el ramo de la industria, las obras públicas y, en suma, todo el plan de reconstrucción nacional ha de cumplir no sólo su finalidad propia, sino también el cometido esencial de absorber el paro.

El régimen de hacienda y banca

Es rechazada por los republicanos la nacionalización de la Banca. Dirección del Banco de España y de la Banca privada. Distribución de las cargas públicas.

La Hacienda y la Banca tienen que estar al servicio del empeño de reconstrucción nacional, sin desconocer que fuerzas tan sutiles como la del crédito no se pueden forzar por métodos de coacción ni estimular fuera del campo seguro de aplicaciones provechosas y empleo remunerador.
No aceptan los partidos republicanos las medidas de nacionalización de la Banca propuestas por los partidos obreros; conocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos perfeccionamientos, si ha de cumplir la misión que le está encomendada en la reconstrucción económica de España. Como mera enumeración ejemplar señalamos las siguientes medidas:
1.ª Dirigir el Banco de España de modo que cumpla su función de regular el crédito conforme exija el interés de nuestra economía, perdiendo su carácter de concurrente de los Bancos y liquidando sus inmovilizaciones.
2.ª Someter a la Banca privada a reglas de ordenación que favorezcan sus líquidos, sobre los principios clásicos que ha puesto de nuevo en relieve la experiencia de las últimas crisis, a fin de afirmar la garantía de los depositantes y el servicio de las necesidades financieras de la política de reconstrucción económica que aquí se promete.
3.ª Mejorar el funcionamiento de las Cajas de Ahorro, para que cumplan su papel en la creación de capitales; dictando también aquellas medidas necesarias para proteger el ahorro privado y de responsabilidad de los promotores y gestores de toda clase de Compañías.
Respecto a la Hacienda, se comprometen a llevar a cabo una reforma fiscal dirigida a la mayor flexibilidad de los tributos y a la más equitativa distribución de las cargas públicas, sin acudir al crédito público para finalidades del consumo:
1.ª Se revisará a fondo la tributación directa, obtenida en su desarrollo normal, reorganizándola sobre bases progresivas.
2.ª Se reformará la tributación indirecta buscando la coordinación del gasto privado con el gravamen del consumo.
3.ª Se perfeccionará la Administración fiscal, para que sirva de instrumento eficaz a la nueva política tributaria.

Legislación social

Se rechaza el control obrero. Creación del delito de envilecimiento del salario. Se restablece la legislación social en todos sus principios. Política de reconstrucción económica.

La República que conciben los Partidos republicanos no es una República dirigida por motivos sociales o económicos de clase, sino un régimen de libertad democrática, impulsado por razones de interés público y progreso social. Pero precisamente por esa definida razón, la política republicana tiene el deber de elevar las condiciones morales y materiales de los trabajadores hasta el límite máximo que permita el interés general de la producción, sin reparar, fuera de este tope, en cuantos sacrificios hayan de imponerse a todos los privilegios sociales y económicos.
No aceptan los partidos republicanos el control obrero solicitado por la representación del Partido Socialista. Convienen en:
1.º Restablecer la legislación social en la pureza de sus principios, para lo cual dictarán las disposiciones necesarias para dejar sin efecto aquellas que desvirtúen su recto sentido de justicia, revisando las sanciones establecidas a fin de asegurar el más leal cumplimiento de las leyes sociales.
2.º Reorganizar la jurisdicción del trabajo en condiciones de independencia, a fin no sólo de que las partes interesadas adquieran conciencia de la imparcialidad de sus resoluciones, sino también para que en ningún caso los motivos de interés general de la producción queden sin la valoración debida.
3.º Rectificar el proceso de derrumbamiento de los salarios del campo, verdaderos salarios de hambre, fijando salarios mínimos, a fin de asegurar a todo trabajador una existencia digna, y creando el delito de envilecimiento del salario, perseguible de oficio ante los Tribunales.
Aunque la política de reconstrucción económica debe conducir a la absorción del paro, es menester además organizar, administrativa y técnicamente, la lucha, estableciendo los servicios que sean necesarios de estadística, clasificación, Oficinas de colocación y Bolsas de Trabajo, preocupándose de modo especial del paro en la juventud, y sin olvidar tampoco las instituciones de previsión y seguro que, prometidas por la Constitución, deben disponerse a ensayo sobre bases de tipo social.
Los republicanos han de dedicar a la asistencia pública, Beneficencia y Sanidad, la atención que merece en todo pueblo civilizado, sin regatear sacrificios. Unificarán, bajo la dirección del Estado, las diversas instituciones de fundación privada, totalizando sus recursos, sin perjuicio del respeto a la voluntad del finado.

La enseñanza, atributo indeclinable del Estado

Vigilancia de la enseñanza privada.
Creación de la enseñanza media y profesional.

La República tiene que considerar la enseñanza como atributo indeclinable del Estado, en el superior empeño de conseguir en la suma de sus ciudadanos el mayor grado de conocimiento y, por consiguiente, el más amplio nivel moral, por encima de razones confesionales y de clase social
1.º Impulsarán, con el ritmo de los primeros años de la República, la creación de escuelas de primera enseñanza, estableciendo cantinas, roperos, colonias escolares y demás instituciones complementarias. Se ha de someter a la enseñanza privada a vigilancia, en interés de la cultura, análoga a la que se ejercite cerca de las escuelas públicas.
2.º Crearán las enseñanzas medias profesionales que sean necesarias para dar instrucción a todos los ciudadanos en condición de recibir la de estos grados.
3.º Concentrarán las enseñanzas universitarias y superiores para que puedan ser debidamente servidas.
4.º Pondrán en ejecución los métodos necesarios para asegurar el acceso a la enseñanza media y superior a la juventud obrera y, en general, a los estudiantes seleccionados por su capacidad.

La legislación autonómica

Su reposición y desarrollo.

Los Partidos coligados repondrán en su vigor la legislación autonómica votada por las Cortes constituyentes y desarrollarán los principios autonómicos consignados en la Constitución.

Política internacional

Adhesión a los principios y métodos de la Sociedad de Naciones.

Se orientará la política internacional en un sentido de adhesión a los principios y métodos de la Sociedad de Naciones.
Por Izquierda Republicana: Amós Salvador. —Por Unión Republicana: Bernardo Giner. —Por el Partido Socialista Obrero: Juan Simeón Vidarte y Manuel Cordero. —Por la Unión General de Trabajadores: Francisco Largo Caballero. —Por la Federación Nacional de Juventudes Socialistas: José Cazorla. —Por el Partido Comunista: Vicente Uribe. —Por el Partido Sindicalista: Angel Pestaña. —Por el Partido Obrero de Unificación Marxista: Juan Andrade.

¡Votad al FRENTE POPULAR!