El
PSOE no se va a sentar «con quien defienda otra cosa que no sea la unidad de
España», avisa a Podemos
J.J..B/S.
BENOITSevilla - 18/01/2016 a las 22:09:11h. - Act. a las 08:32:20h.
La
inestabilidad política nacional y el parón de enero en la actividad
parlamentaria tiene sumida a la política andaluza en una parálisis sólo
matizada por la actividad orgánica de los partidos y la sucesión de frases de
sus líderes, siempre pendientes de lo que pueda ocurrir en Madrid.
En
medio del cruce de declaraciones, ayer se dio la convergencia de los dos
grandes partidos, PSOE y PP, en torno a un asunto: ambos se posicionaron contra
el independentismo. Aunque lo hicieron con objetivos muy diferentes.
Susana
Díaz optó por exhibir públicamente la fortaleza del PSOE andaluz frente a la
incertidumbre que campa por otros territorios socialistas. La presidenta
andaluza reunió a todos sus diputados a Cortes además de los representantes en
el Parlamento de Andalucía en una reunión de la Interparlamentaria al frente de
la cual puso a uno de sus hombres clave, Antonio Pradas. Y lo hizo para mostrar
que en esta comunidad el PSOE sí ha ganado las elecciones y que sus diputados
andaluces son mayoría en el Grupo Socialista: el 25%; al igual que uno de cada
tres senadores.
«Sin
nosotros, nada» fue el mensaje contundente que circulaba por la sala donde los
socialistas andaluces se conjuraron para dejar claro dos principios a su líder
federal Pedro Sánchez al que, por cierto, ni siquiera nombraron.
En
este clima, Susana Díaz fue muy explícita: «El PSOE tiene la vocación de
representar a la inmensa mayoría de los españoles con dos principios: la unidad
de España y la igualdad en derechos y obligaciones de todos sus ciudadanos».
«Socialistas,
no nacionalistas»
No
quiso Díaz conscientemente, dejar lugar para el equívoco: «Somos socialistas,
no nacionalistas, y no vamos a sentarnos a dialogar con quien defienda ni la
autodeterminación, ni el derecho a decidir otra cosa que no sea el proyecto
común de España».
Durante
la mañana se había reunido la Ejecutiva Regional del PSOE andaluz y su
portavoz, Juan Cornejo, había dejado muy claro que ningún andaluz se irá
«prestado» a apoyar a un grupo nacionalista, ni en el Congreso, ni en el
Senado, ni en el futuro. Aunque, eso sí, sin entrar a criticar abiertamente la
decisión que ha tomado Ferraz.
En un
discurso de un marcado tono institucional -que quizás iba dirigido a los popes
del partido que están mirando a Patxi López como una posible tercera vía entre
ella y Pedro Sánchez- la presidenta andaluza apeló a la responsabilidad del
PSOE andaluz y puso a Andalucía como ejemplo de estabilidad, cohesión social y
territorial. Y se mostró totalmente contraria a la repetición de las
elecciones.
La
secretaria general de los socialistas andaluces afirmó que sería un «fracaso
estrepitoso y colectivo» que no se pudiera formar gobierno, en otro mensaje
directo a Pedro Sánchez: «Tenemos que ser un partido útil; si no es útil, el
PSOE no sirve; quizás otros sí pero nosotros no nos lo podemos permitir.
Trabajemos para que el PSOE de España tenga un rumbo distinto y bueno para el
conjunto del país», dijo al final de su intervención ante la ovación cerrada de
todos sus diputados y senadores.
Un
dato revelador a tener en cuenta es que para el PSOE andaluz no hay más enemigo
que Podemos. Durante la mañana, Juan Cornejo los llamó prepotentes y arrogantes,
y en su intervención en la Interparlamentaria, Díaz reconoció que le había
«sentado muy mal» el que hayan dicho que «con ellos ha llegado la decencia al
Parlamento».
La
presidente andaluza hizo en ese momento una defensa de diputados históricos del
PSOE y del PCE, como Ramón Rubial, Nicolás Redondo, Dolores Ibárruri, Tierno
Galván, Rafael Alberti o Adolfo Suárez.
Por la
mañana, Juanma Moreno presidió la Junta directiva regional del PP, en la que
lanzó a la presidenta andaluza y secretaria general de los socialistas
andaluces una propuesta singular para que diputados y senadores andaluces sean
el «dique de contención» al independentismo.
El PP
critica el «préstamo»
Moreno
criticó el silencio hasta entonces de Susana Díaz tras conocerse que el PSOE
prestará dos diputados a ERC y otros tantos a Democracia y Libertad para que
ambos grupos secesionistas conformen grupo en el Senado, y le propuso
públicamente que los senadores andaluces defiendan juntos «la estabilidad y la
unidad» de España. «PP y PSOE, junto con Ciudadanos, tenemos prácticamente el
80 por ciento de representación» destacando que Andalucía tiene una «voz
fuerte».
El
líder popular andaluz realizó este llamamiento con el objetivo de que la
lideresa socialista abundase en sus diferentes con su Ejecutiva Federal, una
estrategia en la que Susana Díaz no quiso entrar. Con todo, fue una
coincidencia que ayer PSOE y PP centraran el debate de sus reuniones orgánicas
en plantarse frente a los independentistas catalanes.
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