El
maltrato psicológico se suele manifestar como un largo proceso en donde la
víctima no aprecia cómo el agresor vulnera sus derechos, cómo le falta al
respeto, la humilla y la víctima va progresivamente perdiendo autoestima y
seguridad en sí misma.
Casi todos
reconocemos los insultos, las continuas comparaciones para descalificarnos, el
tono de voz duro y desagradable, un volumen alto con el ejemplo clásico de los
chillidos y gritos, la mirada fija, la risa sarcástica y sabemos distinguir una
cara de asco cuando nos hablan.
Estos
signos a los que restamos importancia van provocando en nosotros malestar
interno y profundo.
Es
interesante analizar los aspectos no verbales y no quedarse meramente con el
mensaje que nos llega de nuestro interlocutor.
A
veces hay esposas y esposos que se sorprenden de lo que ha sucedido porque han
pasado por alto este aspecto tan importante de la comunicación. Sólo notaban
cierta desazón tras una frase como un te quiero. No analizaban los gestos y su
incongruencia con el mensaje trasmitido.
Frente
al maltrato psicológico hay una serie de respuestas adecuadas que pueden
limitar el incremento de la respuesta agresiva de nuestro interlocutor o si no
al menos, serán alarma que nos avisarán qué lo mejor es marcharse.
Este
tipo de respuestas se suelen aprender en sesión clínica de cara a afrontar la
ruptura y rehacer una posible vida nueva de pareja.
En las
siguientes líneas se muestran ejemplos de esa comunicación que vulnera nuestros
derechos básicos y qué a la larga merman nuestra autoestima:
*.- ·
Moralización: Es una forma muy sutil de control.
La
persona se cree dueña de la verdad absoluta y juzga a los demás con su baremo.
Lo
hace con palabras desde el prisma es que es una persona respetable.
·
Interpretar: supone que la persona que habla hace una lectura de pensamiento
del otro. "Seguro que piensas que no soy capaz de hacerlo yo sola".
·
Tergiversación: El receptor sospecha de la intención del emisor y reacciona
como si éste fuera a criticarlo. Ante la frase: "Hoy la comida está
buena" la respuesta agresiva sería: "Quieres decir suelo cocinar mal,
¿no es eso?".
·
Interrogar: La persona agresiva se dedica a preguntar en plan policiaco.
Costumbre
de mandar o de ordenar. Una persona normal se dará cuenta de qué él otro podría
hacer muchas cosas que delega y lo qué es más molesto, es la forma de expresión
tan negativa añadiendo a ello una creencia de superioridad implícita. Frases
cómo: "Quiero que me planches los pantalones con raya, cómo a mí me
gustan, ¿es qué tu no sabes nada?". El maltratador piensa que el respeto
de los demás se obtiene de esta forma, sometiendo a la gente a su voluntad y la
mayoría de las veces no practica con el ejemplo, es decir le gusta que le hagan
pero no le gusta hacer.
·
Imponer soluciones: El individuo toma la decisión sin consultar a los demás.
Lo he dicho yo y basta".
·
Criticar: Existen dos tipos de crítica, la constructiva o sugerencia y la
crítica destructiva.
·
Ridiculizar: Burlarse del otro en algún aspecto.
Menospreciar
al otro individuo. "¡Eres un inútices nada a derechas!". "Una
chica tan estrecha, me estás haciendo perder el tiempo".
·
Reprender: La persona en vez de sugerir cambios, directamente critica de forma
destructiva: "La tortilla es una bazofia, está intragable, eres malísima
cocinando y me tienes harto, parece que lo haces aposta. Mi madre, esa sí qué
sabe".
·
Amenaza o coacción: En el maltrato psicológico que lleva años es muy típico
encontrar que el agresor o agresora amenaza o coacciona si no se cumple algo
con hacer o dejar de hacer algo. Es bueno recordad que el Código recoge la
figura de las amenazas y coacciones cómo delito, esto muchas veces se pasa por
el calor de la discusión. "Si me abandonas, te mato". "Cómo no
calles a ese asqueroso mocoso, le parto la cara".
· Culpabilizar
y hacerse la víctima:
El
agresor proyecta su agresividad en la víctima y se percibe como inocente.
·
Pseudoaprobación: La persona aparenta comprensión pero deja un poso de
culpabilidad en la persona que la escucha.
·
Tranquilizar: La persona tras haber hecho algo malo, tiende a indicar qué la
otra está nerviosa, qué no controla sus emociones y ella le pide qué se
tranquilice, demostrando lo buena persona qué es.
·
Retirarse: Hay un tipo de agresividad que se caracteriza por la pasividad, por
la falta de compromiso para arreglar la situación. "Me molesta verte así,
me voy no sé cuándo volveré. No te molestes en esperarme, a lo mejor ni vengo
en varios días". Se trata de una respuesta pasivo-agresiva muy difícil de
rectificar en la persona que elude el conflicto. Imaginemos que hablamos sobre
un tema importante y de golpe el otro sin dar una explicación.
La
agresividad verbal puede ser muy sutil o en cambio puede ser el típico
repertorio de insultos.
Se
puede hablar de agresividad cuando la forma de hablar casi siempre es para
desvalorizar al otro, no por un insulto aislado.
Al ser
un tipo de conducta muy difícil de probar requeriremos la actuación de
profesionales si se decide una ruptura no conciliatoria.
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