La
Ana Rosa más descreída de los políticos mete un buen palo a Rivera: "Dices
que no se puede hablar de sillones, pero tú intentas quitarlos"
La
desidia de la presentadora con el 26J: "Hay bloqueos por todas partes, se
va a repetir lo mismo que el 20D"
J.P.
González, 22 de junio de 2016 a las 10:13
Albert
Rivera pasaba por ‘El Programa de Ana Rosa' en la mañana de 21 de junio de 2016
en plena recta final de la campaña electoral, pero para su sorpresa, se
encontró el líder de Ciudadanos con una entrevistadora un tanto descreída de
todos los políticos y en esa línea transcurrió el diálogo:
Rivera:
Espero que a partir del 26J nos reunamos pero no para pedir sillones, para ver
quién se pide el presidente, quién el vicepresidente y los ministerios, porque
así es como llegamos hasta aquí, y no podemos permitirnos más bloqueo.
Ana
Rosa: Bueno Albert, ya has dicho estos días de atrás que no se puede hablar de
sillones, pero sin embargo tú sí estás hablando no de poner sillones pero sí de
quitarlos. Entonces, una mesa a tres con PSOE y Ciudadanos, ¿con Rajoy o sin
Rajoy?
Rivera:
Estoy hablando justo de lo contrario, que los sillones de la gente no impidan que
haya gobierno. Estos cinco meses Sánchez y Rajoy no se han dado ni la mano, y
el populismo es creciente. Yo creo que hace falta una nueva etapa política y
que nadie pida su sillón por delante de un acuerdo.
Ana
Rosa: Bueno, Albert, es muy importante que España tenga gobierno pero también
quién sea el Presidente. Si Rajoy sigue ganando las elecciones, ya lo ha dicho,
¿por qué se tiene que ir él y no otro?
No
quedaba Ana Rosa muy convencida con las respuestas tópicas de Albert Rivera,
que seguía a vueltas explicándose con los sillones. Finalmente la presentadora
mostraba de nuevo su desidia con respecto de la posibilidad de que se dé pronto
un ejecutivo:
Ana
Rosa: Yo la verdad, Albert, veo bloqueos por todas partes. Estamos en con
callejón sin salida, la pescadilla que se muerde la cola. Vamos a reproducir lo
mismo que ha pasado. Ciudadanos se sienta con el PP pero no quiere a Rajoy;
Rajoy gana y no piense dimitir; Sánchez prefiere apoyar a Podemos que al PP; y
Ciudadanos en medio. ¡Vamos a reproducir lo mismo que en diciembre!
Rivera:
Yo no estoy de acuerdo, quién repita lo mismo que en diciembre se tiene que ir
a la calle.
Ana
Rosa: Pero no se va a ir nadie a la calle, Albert...
Luis
María ANSON
No
es una entelequia. Ni siquiera una especulación. El partido de Pablo Iglesias
se ha encaramado en el poder en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Cádiz…
Aspira ahora a abrir de par en par los portones del palacio de la Moncloa e
instalar a su líder en el despacho presidencial. Las encuestas más solventes le
sitúan en votos y escaños en segundo lugar tras fracturar al partido que ha
representado a la izquierda española durante los cuarenta años de la
democracia.
Pablo
Iglesias sabe que deberá hacer muchas concesiones para acumular los diputados
necesarios que le respalden en mayoría. Ahora sigue defendiendo lo que le puede
robustecer con los votos periféricos. El lunes 27 empezará a negociar y los que
le rodean saben que modificará, por ejemplo, la línea roja del referéndum
catalán con el fin de desbaratar el rechazo del PSOE. La sustituirá por una
mesa de negociación o por la apuesta de una reforma constitucional en la que,
conforme al artículo 168, los catalanes ejercerían su derecho a decidir junto
al resto de los españoles.
Si
Pedro Sánchez, que es poquita cosa y hombre de cortos alcances, permaneciera,
se conformaría con una limosna generosa de Pablo Iglesias para apoyarle en la
investidura e integrar lo que él llama el Frente Progresista, es decir,
eufemismos aparte, el Frente Popular. Lo que ocurre es que si el actual líder
socialista pierde el domingo votos y escaños y queda en tercera posición, los
barones del partido se lanzarán a su yugular, le obligarán a dimitir y formarán
una comisión gestora más propicia a abstenerse en la investidura a favor del
Partido Popular, siempre y cuando se prescinda de Rajoy.
Madrid,
Barcelona, Valencia, Zaragoza y Cádiz contemplan los avances podemitas y Pablo
Iglesias cree tal día como hoy, a solo unas horas de las urnas, que no solo
quebrará al PSOE sino que puede sobrepasar al Partido Popular.
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