El separatismo trata de tomar la calle. Ha comenzado de veras el "Mambo", clama la CUP en las redes sociales mientras llama a manifestarse ante los edificios de la Generalidad donde la Guardia Civil practica este miércoles detenciones y registros. Los doce altos cargos detenidos por orden judicial tienen funciones claves en la organización del referéndum. La operación policial complica aún más la celebración del 1-O tras la incautación el martes de las cartas destinadas a los presidentes y vocales de mesas del referéndum en la sede de la empresa Unipost en Tarrasa.
El núcleo duro del vicepresidente autonómico, Oriol Junqueras, ha sido "desarticulado" en el curso de la investigación que abrió el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona a raíz del llamado "caso Vidal". El que fuera senador de ERC y exmagistrado Santi Vidal declaró en un acto de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que la Generalidad había obtenido ilegalmente los datos fiscalesde todos los catalanes. Tras esa confesión, ERC le obligó a dimitir. Poco después el asunto entraba en vía judicial y derivaba en una investigación sobre la organización del referéndum por la que el pasado mes de julio prestaron declaración en la comandancia de la Guardia Civil de Barcelona varios altos cargos de la Generalidad.
Es en el curso de esas diligencias que la Guardia Civil ha irrumpido a primera hora de este miércoles en los despachos de decenas de altos cargos de Vicepresidencia, Economía, Asuntos Exteriores y diversos organismos de la Generalidad claves para la organización del referéndum. En el pacto al que llegaron convergentes y republicanos para formar gobierno, Oriol Junqueras pidió asumir en exclusiva la organización del referéndum. De ahí que las pesquisas se hayan centrado en la consejería que dirige y las sociedad públicas de su competencia.
Los equilibrios internos del separatismo han cambiado. El PDeCAT se quejaba amargamente de que todos los inhabilitados e investigados eran de su cuerda. En ERC hay menos investigados, pero desde hoy son mucho más los detenidos por el llamado "procés".
Bronca sin precedentes
La comparación del choque de trenes ha quedado desfasada. La bronca política causada por la operación judicial y policial contra el referéndum ilegal no tiene precedentes. Los partidos separatistas llaman a manifestarse "pacíficamente" en la calle y persiste en garantizar la celebración del referéndum a pesar de que se han incrementado de manera significa las dificultades objetivas. No es probable que el plan B de la Generalidad se pueda comparar siquiera con el 9-N de 2014. Será, sin duda, una nueva jornada de movilización nacionalista en la precampaña por las inevitables elecciones autonómicas.
El diputado de ERC Joan Tardà no estaba en el pleno del Congreso sino en la Rambla de Cataluña, a la altura de la consejería de Economía. Desde ahí ha lanzado la consigna a los manifestantes de mostrarse pacíficos en todo momento. Unos pocos mossos estaban a las puertas mientras se coreaban consignas contra las "fuerzas de ocupación".
Tarrasa y Rentería
Miles de personas colapsan la Rambla de Cataluña sin que se haya requerido aún refuerzo de agentes autonómicos. Empieza el pulso que los partidos separatistas quieren trasladar a la calle, la "primavera árabe" con la que han amenazado durante los últimos meses. El martes, los Mossos tardaron tres horas en facilitar el acceso de un secretario judicial encapuchado en Unipost como si Tarrasa fuera la Rentería de los peores años. Este miércoles, el separatismo pretende una demostración de fuerza que desperece finalmente a una población que consideran dispuesta a todo por el proceso.
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