no_valio_la_pena :
Hacía ya mucho tiempo que no me pasaba por aquí a escribir porque la vida sigue y es bueno que así sea. Pero hoy, aconsejado por un buen amigo, he leído algo y he dicho: "hasta aquí".
El motivo es la carta que ha escrito el prelado sobre la libertad. Una carta que he sido incapaz de terminar por sus muchas afirmaciones cuanto menos discutibles. Algunos las llamarán medias verdades. Otros mentiras. Lo dejo a vuestro criterio.
Yo simplemente quería, después de rememorar en esa carta "las maravillas de la libertad en el opus dei", poner por escrito algunos ejemplos vividos por mí mismo, en primera persona, desde los inicios de mi supuesta vocación en el tiempo de formación más intenso (centro de estudios de numerarios) hasta los últimos días antes de escapar (en Villa Tevere con el padre). Son unos pocos ejemplos ilustrativos de cómo se vive EN REALIDAD la libertad junto al prelado y lejos del prelado...
Centro de estudios. Anécdota 1: charla sobre pobreza y evitar gastos superfluos por capricho (evitar en el lenguaje opus significa que está prohibido o cuanto menos mal visto). Se mencionan en concreto los chicles. Alguien pregunta: "¿y fumar no es un gasto superfluo?" Respuesta: "no, es diferente, porque fumar es un vicio." Ah vale, que se puede fumar porque estás viciado pero no se pueden comprar chicles porque no puedes viciarte. Muy lógico.
Centro de estudios. Anécdota 2. Día de San José. El 19 de marzo todos los que han hecho la oblación y todavía no tienen la fidelidad (de los 18 a los 23 años) tienen que renovar (interiormente) su compromiso de entrega e informar al director. Si durante ese día no informan al director de que han renovado se les da de baja (en teoría, porque lo habitual es que el día 20 intenten convencerte y hagan una sanación con la excusa de que se te había olvidado y listos, pero en fin, ese es otro tema). Total, que la noche del 18 al 19 por ser fiesta grande, hay misa a medianoche y resopón al acabar (resopón, creo que hace años que no oigo esa palabra). Total, que me estoy alargando, que salgo de la misa y lo primero que me dice el director es: "No tienes nada que decirme?" Era el 19 a las 00.40h. Quedaban más de 23 horas por delante para informarle. Libertad??
Centro de estudios 3. Cada semana te daban la paliza con llevar gente a la meditación. La paliza era que te preguntaban primero en la charla fraterna (con la persona que te han dicho que hables cada semana en día y hora fijos y de los temas previstos -libertad?), después el subdirector, con lista en mano, el mismo día de la meditación al acabar la tertulia de mediodía te buscaba y pedìa nombres (hubo gente que los inventaba para que le dejaran en paz, yo nunca me atreví a tanto). Y venga, después de ver al subdirector, ronda de llamadas a tus "amigos" para que al menos uno venga y no haya que dar explicaciones otra vez. Y ya, cuando llevabas varias semanas sin llevar a nadie, hala, a la calle, a saco. ¿Perdona? "Sí sí, en la obra siempre se ha hecho así" -te decían- "si no tienes a nadie, encomiendas y lo buscas de dónde sea, sales a la calle y al primer tío que veas le invitas a que venga." Y yo lo viví también. Y varias veces. Y las caras de bloqueo de la gente de la calle también las recuerdo. Pero como obedeciendo uno nunca se equivoca pues palante. Libertad??
Colegio Romano, Cavabianca, (centro de formacion internacional y seminario de la prelatura, donde se forman todos los futuros directores de comisiones y delegaciones porque tienen que ser sacerdotes). Anécdota 1. El primer día, después de cenar, mientras se veían las noticias en la sala de estar, aparece un numerario con un montón de folios impresos que va repartiendo entre los presentes. "¿Qué es eso? -pregunto-. Los e-mails. ¿Perdona? Sí, es que en cavabianca todos tenemos la misma cuenta de e-mail. Los directores los descargan, los leen, los imprimen y por la noche se reparten. ¿Nadie tiene su propia cuenta de email? No, nadie. Por eso cuando le pases tu email a alguien tienes que decirle que, en el asunto del email ponga "para novaliolapena". Porque si no lo pone será muy complicado saber para quién es porque aquí vivimos 200 personas." Ah, vale, supernormal y laical y en mediodelmundo. Luego explícales a tus hermanos, padres, amigos, que en el asunto pongan que es para ti porque si no no te llega. Y lo mejor era en el univ, cuando el nuevo amigo universitario te pedía la dirección de e-mail para escribirte a la vuelta y te decía: "¿pero esa dirección no es la de fulanito (otro conocido suyo de cavabianca)? Sí, bueno, es que es la misma cuenta, pero no importa, pon en el asunto que es para mí (sic!)". Y os preguntaréis: ¿y cómo se contestaban esos e-mails? Uno iba a la sala de ordenadores, entraba a su cuenta interna de cavabianca y allí podía escribir los e-mails y mandarlos. Pero en realidad no salían. Esa cuenta interna los mandaba al subdirector de grupo, que después de leerlos, si no veía nada "desacertado", los mandaba al mundo exterior (desde la misma cuenta general que teníamos todos). Libertad? Ja, ja, ja...
Cavabianca. Anécdota 2. El subdirector te dice que dentro de la formación propia del colegio romano, está previsto que el subdirector revise contigo tu armario para que entregues las prendas que él considere que no son propias del cargo y posición que ocupas como alumno del colegio romano (es decir, que se salgan del standard numeraril clásico). Y yo contesté: "claro que sí, faltaría más, de todos modos toda la ropa que tengo la consulté siempre antes de comprarla en el centro en que estaba y además traje solo lo que se indicaba en la lista que me dieron de la delegación" (desde Roma mandan a las delegaciones un listado extenso con el tipo y número de prendas de ropa que había que llevar... todavía recuerdo cuando tuve que comprar una gabardina solo porque estaba en la lista, madre mía...). Total, que fuimos a mi habitación y recuerdo que entre las prendas había una sudadera muy chula, color gris, casi nueva, de marca "Champion", gruesa, comodísima para pasear o incluso hacer deporte, etc. Me dijo que desdecía para cavabianca. Pues vale, dije. Y se la llevó junto con otras prendas. Cuál fue mi sorpresa cuando unas semanas más tarde vi al mismísimo director espiritual del colegio romano jugando al tenis con MI SUDADERA!!
Villa Tevere. Anécdota 1. Un numerario compañero mío de colegio, desde los 3 hasta los 18 años, se ordenaba sacerdote y con motivo de ello, sus padres (que no su hermano numerario, que en pleno uso de la libertad y siguiendo el consejo de los directores -manda huevos, con perdón- había preferido pasar un sábado más en su centro juvenil de España en lugar de tomar un avión a Roma por la mañana y regresar por la noche, porque por pobreza no podía permitirse un desembolso de menos de 100 euros para acompañar a sus padres supernumerarios y a su hermano numerario en el día de su ordenación, que celebraba el mismísimo prelado!!). Y si se lo pagaban sus padres o hermanos tampoco podía asistir!! Bueno, decía que sí podía, que él era libre, pero que no iría porque tenía obligaciones (la famosa meditación de los sábados y alguna que otra chorrada más). Bueno, volvemos a la anécdota, que no ha terminado. Como mis padres eran amigos de ellos y yo estaba en villa tevere, decidieron sumarse al plan y pasar un fin de semana en Roma. Hasta aquí todo perfecto. Peeeero, resulta que la primera misa de este numerario se adjudicó a un centro de mujeres. Es decir, sábado ordenación y el domingo por la mañana primera misa en centro de ellas. Mis padres me dijeron: "vas a venir, supongo, porque es un acto público al que se ha invitado a muchas otras personas." Y claro, ¿ahora qué hago? Fui a preguntar al Director Espiritual Central, el mandamás de los curas de la obra del mundo mundial y le dije: "como comprenderá, es muy raro que no asista a esa Misa porque mis padres han hecho el viaje justamente para eso. ¿Qué le parece si llego justo a la hora del comienzo de la misa y me voy en cuanto acabe?" Respuesta: "si quieres dejar Roma y estar de vuelta en España en dos días, ve a la Misa." Todo con una sonrisita irónica claro. Viva la libertad y el sentido común!!
Mi nueva región. Anécdota 1. Mi nueva región estaba a más de 10 horas de avión de España. Mi hermano que estaba viajando por ese continente, decidió organizar su viaje para pasar las navidades juntos. Venía solo. Le dije al vicario regional que había pensado que para la nochebuena quizás debería cenar con él, porque estaba solo a miles de kilómetros de casa y era navidad. Me dijo que no, que mi familia era la gente del centro -con la que cenaba todos los días del año- (los mismos que después de tres años bajo el mismo techo, cuando me marché, ni siquiera me enviaron un mensaje ni me llamaron para ver qué pasó o cómo estaba). Así que le dije: "hombre, si no puedo cenar con él, al menos él podría venir a cenar al centro". "Pues mejor no, porque es un día para estar en familia" (se refería a ellos claro, no al pobre de mi hermano que tenía su derecho de estar en familia también). Y dijo para colmo: "puede venir a la meditación y a la misa del gallo con resopón (de nuevo resopón, ja, ja...)". Y lo más triste es que así fue. Cenó solo y vino más tarde. Cada vez que lo recordamos se me encoge el estómago. Libertad dice el prelado, madre mía...
Villa Tevere. Pocos días antes de marcharme. Esto ya lo comenté en mi historia, pero no importa. El caso es que después de esas más de 10 horas de vuelo, llegué a Roma agotado un sábado por la mañana. En cuanto pasé por la habitación y me duché, me llevaron a que viera al padre. Me dijo, entre otras cosas, que ese día había ordenaciones y que por tanto iría a misa por la tarde (no me preguntó si quería ir, lo dio por hecho claro) y además dijo que como la misa es el centro y raíz de la vida interior, que lo mejor sería que fuera a misa también por la mañana porque la misa de las ordenaciones seguiría la liturgia del domingo. Así que nada, a obedecer. Y como lo previsto era también ir al Vaticano a rezar un credo, "en cuanto se pueda, al poco de llegar", nos fuimos otro numerario y yo andando (porque éramos pobres -en teoría, porque en el garaje había varios cochazos como ya comenté en su día-) desde villa tevere. Según google maps, 50 minutos de ida y 50 de vuelta, no estaba mal después del viajecito que acababa de hacer. Eso sí, todo lo hacíamos con una sonrisa, como se recoge en esa nueva carta.
Conclusión. Lo más triste de todo no es que DE HECHO no haya libertad, ya que es evidente que siempre hay algo indicado y previsto que cumplir. Lo más triste es que encima tienen que hacerlo "porque les da la gana". Y con esa frase se vende la falsa idea de que existe libertad para obedecer o no. Cuando la realidad es algo mucho más obvio que no he visto en la carta, y que se recoge en el punto 941 de Camino: " el espíritu ha de ser obedecer o marcharse". A partir de aquí, hablar de libertad es como dar por hecho que la gente es tonta.
Con mis mejores deseos de libertad para todos y todas!
martes, 6 de marzo de 2018
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