jueves, 22 de marzo de 2018

TORRENT DESAFÍA A LLARENA

TORRENT DESAFÍA A LLARENA

Jueves 22 de marzo de 201808:31h
No voy a especular con lo que puede ocurrir a lo largo de hoy jueves y de mañana viernes. Sí dejar constancia de un hecho: el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, ha tomado la decisión de enfrentarse al juez Pablo Llarena. El magistrado ha citado a los presuntos golpistas catalanes, acusados de los delitos de rebelión, sedición y prevaricación, para comunicarles el auto de procesamiento, lo que les inhabilita de hecho para el ejercicio de cargo público. El juez no ha hecho otra cosa que atenerse al procedimiento judicial en la aplicación de la ley.
Roger Torrent, que desde el primer momento de su magistratura está bordeando la cárcel, ha respondido al juez del Tribunal Supremo convocando un pleno exprés con la pretensión, que tal vez no se cumpla, de colocar al magistrado Llarena en la tesitura de procesar y, tal vez, encarcelar a un presidente electo de la Generalidad. Carlos Puigdemont, conforme a las fuentes mejor informadas, ha dado instrucciones al presidente del Parlamento catalán para que convoque de forma exprés pleno de investidura con el fin de encumbrar a Jordi Turull.
Pase lo que pase, se resuelva como se resuelva la agónica situación creada, está claro que la decisión de Torrent significa un desafío abierto e insolente al Estado de Derecho. El juez Llarena, que es la persona que dispone de toda la información, actuará como crea que debe hacerlo. Pero, en cualquier caso, el desafío de Roger Torrent ahí está y anticipa lo que va a ocurrir a lo largo de la nueva legislatura: la actividad independentista al margen de la ley.
Los secesionistas catalanes tienen todo el derecho a serlo y a luchar por sus ideas. Pero, obligadamente en democracia, dentro de la ley. Desdeñaron y arrollaron la legalidad durante los pasados meses de septiembre y octubre, y parecen dispuestos no solo a continuar defendiendo el secesionismo, a lo que, repito, tienen derecho, sino a hacerlo violando la ley, a lo que no tienen derecho.

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