El
País | Rosa Díez
Para
valorar con objetividad las diferencias y afinidades entre partidos lo mejor es
atenerse a los hechos, valorar a los políticos por lo que hacen y no por lo que
dicen.
Me
atendré pues a hechos políticos objetivos —no opinables— para señalar 10
diferencias significativas entre UPyD y Ciudadanos.
Ciudadanos
nació en 2005 y lleva desde 2006 en el Parlamento de Cataluña.
Intentó
entrar en el Parlamento nacional en 2008 y fracasó.
Intentó
entrar en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid en 2011 y fracasó.
Intentó
entrar en el Parlamento Europeo en 2009 y fracasó.
UPyD
nació en 2007.
En
2008 entró el Congreso de los Diputados y posteriormente en las instituciones
europeas, autonómicas y municipales.
Para
UPyD la regeneración de nuestra democracia no es un tema de moda: nacimos con
ese objetivo y lo consideramos imprescindible para superar la crisis política,
económica y social, y para devolver a los ciudadanos el control sobre la
política. Veamos que ha propuesto Ciudadanos:
Corrupción: erradicar
la corrupción es posible y necesario, como lo demuestra el ejemplo de los
países más libres y desarrollados del mundo.
De
hecho, es una condición para que la economía y la democracia funcionen.
UPyD
ha rechazado entrar al reparto del CGPJ y ha presentado numerosas iniciativas
para garantizar la independencia de la justicia y para mejorar las leyes de
prevención.
Ciudadanos no ha presentado ninguna iniciativa, pese a que su líder
lleva nueve años en el Parlamento de Cataluña y pese a que esa Comunidad está
particularmente afectada por esta lacra.
Saqueo: íntimamente
unido a la corrupción está el saqueo de las instituciones y en particular la
ruina de las cajas de ahorros.
Ante
la pasividad de la fiscalía, UPyD ha presentado 26 querellas contra los
responsables y para que los estafados recuperen su dinero.
Ciudadanos
no ha hecho nada pese a que Cataluña ha sufrido como la que más el saqueo de
las cajas y preferentes.
Y
sus responsables económicos (Conthe y Garicano) defienden que los
preferentistas estafados “se aguanten”.
Transparencia: la
transparencia es esencial para erradicar la corrupción y el llamado
“capitalismo de amiguetes”.
Pero
la transparencia comienza por uno mismo y por eso, para no ser como los
partidos viejos que han corrompido el sistema, hay que practicarla dentro del
propio partido.
UPyD
ha conseguido la mejor calificación de todos los partidos evaluados por
Transparencia Internacional, un 9.
Ciudadanos
ha sido calificado, por el mismo profesor y con el mismo examen, con un 3.
Empleo y economía:
UPyD
defiende desde el 2011 el contrato único indefinido para acabar con la
injusticia y disfunciones del mercado laboral.
La
primera Ley de Segunda Oportunidad también es de UPyD, de 2012.
También
hemos hecho prioritarias la lucha contra el fraude fiscal, una reforma
tributaria equitativa, una política energética seria y el apoyo a sectores
emergentes innovadores, como la economía digital. Ciudadanos no ha propuesto
cosas similares, aunque su líder lleva nueve años en el Parlament de Cataluña.
Modelo de Estado:
nuestro modelo de Estado, insostenible e inviable por muchas razones, es uno de
los principales problemas de España. Por eso UPyD defiende un modelo federal
bien organizado, con amplia descentralización política, y que el Estado tenga
competencias exclusivas para garantizar la igualdad de todos los españoles y
que cuente con un sistema de financiación equitativo e igual para todas las CC
AA.
Ciudadanos
defiende el modelo autonómico, el concierto económico vasco y el acuerdo
navarro, y una financiación especial para Cataluña. O sea, que Rivera quiere
que los ciudadanos que viven en Cataluña tributen diferente de los que viven en
Andalucía. Privilegios, se llama eso.
Educación y sanidad:
UPyD defiende que ambas sean competencias del Estado por razones de eficiencia,
calidad e igualdad de derechos de los ciudadanos a la salud y la educación al
margen del territorio en el que vivan.
Defendemos
que esté garantizado el derecho a elegir la lengua vehicular en las comunidades
bilingües.
Ciudadanos
rechaza la transferencia al Estado de estas competencias, y excluye a los
emigrantes “sin papeles” de la asistencia sanitaria universal, algo injusto y
peligroso.
Y
en Cataluña defiende una “educación trilingüe” eludiendo el problema de la
inmersión educativa obligatoria en catalán, que discrimina a los niños
castellanohablantes.
Despilfarro administrativo: para reducir las duplicidades y el sobrecoste y acabar con los
recortes sociales y financiar el empleo y la investigación, UPyD ha propuesto
fusionar Ayuntamientos y suprimir las diputaciones, lo que aportaría un ahorro
de 21.000 millones de euros anuales.
Ciudadanos
no ha propuesto nada en Cataluña durante los nueve años que su líder lleva de
parlamentario.
Transfuguismo e imputados:
UPyD ha conseguido tener cero imputados por delitos de corrupción y fraude
gracias a normas anticorrupción obligatorias y estrictas.
También rechazamos a los cargos públicos
elegidos por un partido que se pasan a otro manteniendo su cargo.
Ciudadanos
tiene candidatos suyos encarcelados por corrupción, como el alcalde de
Serranillos, Antonio Sánchez.
Incluso
un dirigente imputado por fraude fiscal, Jordi Cañas, ha sido recolocado como
empleado de su delegación del Parlamento Europeo.
Mediante
el transfuguismo, Ciudadanos ha reclutado más de 300 concejales para sus
siglas.
Modelo de partido:
UPyD fue desde el principio un partido nacional. Por eso hemos rechazado crecer
a base de fusiones con partidos locales y regionalistas, porque defendemos una
misma posición política en toda España.
Hemos
cuidado la coherencia sabiendo que no se puede ser regionalista y defender la
igualdad territorial, o ser laicos e islamófobos a la vez.
Ciudadanos
ha sido un partido regional catalán, pero no ha dudado en tratar de obtener
poder buscando todo tipo de aliados: se presentó a las europeas de 2009 con la
coalición eurofóbica ultraderechista Libertas y ahora suma a más de 21 partidos
locales y regionalistas, varios inmersos en causas por corrupción o que
gobiernan en coalición con el PSOE en Andalucía, o con el PP en la Comunidad
Valenciana.
Cumplir las leyes:
aunque en España se desprecie a menudo, la clave de la democracia está en la
obligatoriedad de las leyes democráticas, iguales para todos. UPyD ha
emprendido numerosas iniciativas judiciales cuando ha comprobado que el Estado
incumplía su obligación de hacer cumplir la ley y proteger a los más
vulnerables.
Las
denuncias de UPyD contra la Generalitat por prevaricación y otros graves
delitos han sido aceptadas por la fiscalía y rechazadas por Ciudadanos.
Podría
seguir señalando las diferencias que, hoy por hoy, han hecho imposible un
acuerdo entre Unión Progreso y Democracia y Ciudadanos.
Pero
lo que verdaderamente nos separó en aquel momento fue su actitud.
Confieso
que nos engañaron; porque nosotros fuimos de buena fe a tres reuniones y ellos
se negaron en redondo a darnos ningún tipo de información sobre cuestiones
esenciales para explorar las posibilidades de un pacto.
Entonces
descubrimos que todo era una bien tramada operación de imagen. Sé que la imagen
es importante; pero la política es algo muy serio, porque de cómo y de qué se
haga depende la forma de vida de millones de nuestros conciudadanos.
Sé
también que para mucha gente resultó frustrante que no se lograra un acuerdo
que parecía positivo para todos; pero mucho más frustrante hubiera sido que al
día siguiente de unas elecciones comenzaran a aparecer imputados entre aquellos
que fueron en “nuestras” listas. Nosotros no nos lo hubiéramos podido perdonar.
Esto
es lo que hay. Pasarán las modas; pero el magenta seguirá siendo tendencia
mientras los corruptos sigan gobernando y los estafados no hayan recuperado su
dinero.
Rosa
Díez es portavoz de Unión Progreso y Democracia.
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