Las consecuencias
económicas del rumbo secesionista marcado por el presidente en funciones de la
Generalitat, Artur Mas, no se han hecho esperar.
Cataluña está pagando muy cara
la amenaza de independencia, según evidencia el repunte del 20 por ciento que
ha sufrido su índice de riesgo económico-político en el último año.
El indicador fue presentado
ayer por Societat Civil Catalana durante un acto celebrado en Madrid en el que
su vocal, Ferran Brunet, hizo hincapié en que «a medida que el nivel de incertidumbre
aumenta, el número de inversiones baja». «La economía catalana no está
funcionando como históricamente pensábamos que estaba funcionando.
Un ejemplo es la
calificación del bono basura, recientemente. La Generalitat resuelve todos los
problemas con eslóganes: España nos roba, queremos desenchufarnos de Estado...
pero ¿quién gobierna?», se preguntaba retóricamente el catedrático de Economía
Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares Juan Ramón Cuadrado-Roura, uno
de los autores del índice. «A mayor confrontación, mayor riesgo, y mayor
incertidumbre económica y política en Cataluña», resumió Brunet.
Así, una ruptura con España
sería el peor escenario posible para la economía catalana que vería como la
inversión extranjera abandona prácticamente esta comunidad, sostienen desde
Societat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario