sábado, 17 de septiembre de 2016

741 MILLONES DE EUROS SUSTRAÍDOS A LOS TRABAJADORES

16/09/2016@13:03:13 GMT+1
Luis María ANSON
“El fiscal cifra en 741 millones el botín del PSOE por los Ere”, titulaba hoy el diario El Mundo su información sobre el gran escándalo andaluz, que supone la cifra más alta, clan Pujol aparte, de la corrupción política nacional. Y para más agravante esa cantidad estaba destinada a los trabajadores con el fin de mejorar su condición. No se pueden sumar más connotaciones negativas, al margen de quiénes sean los que se enriquecieron, quiénes los que autorizaron, quiénes los que no se enteraron de la tropelía.
La opinión pública rechaza cualquier corrupción de nuestro políticos a costa del erario público, es decir de los impuestos con los que se desangra a los ciudadanos. Sea cual sea la cuantía de la corrupción. Pero naturalmente hay gradaciones. No es lo mismo robar 1.000 euros que 1.000 millones de euros. No es lo mismo un enjuague que perjudica a ciudadanos sin problemas económicos que aquel que lesiona a los trabajadores.
El PSOE ha cargado las tintas sobre la inaceptable corrupción de un sector del PP en Madrid o Valencia. Ahora el bumerán se ha vuelto contra los que lo lanzaron. Se pueden hacer declaraciones de solidaridad y de fe con la honradez de determinados dirigentes. Pero los 741 millones estafados ahí están. Y precisan de explicaciones serias y de responsabilidades políticas y penales.

Y en medio de todo, una ciudadanía asqueada que asiste día tras día al tenebroso espectáculo de corrupción de un sector de la clase política española. La opinión pública enrojece de vergüenza ajena ante el cinismo de ciertos políticos instalados en el abuso de poder y la permanente corruptela.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Felipe González no quiere terceras elecciones

10/09/2016@17:56:06 GMT+1
Luis María ANSON
Felipe González no quiere terceras elecciones. Le parecen una burla al pueblo español, el escarnio de los políticos incapaces. Cuando Albert Rivera modificó su veto al PP de Mariano Rajoy y anunció su decisión de apoyarle, el expresidente socialista declaró: “Es el primer acto de responsabilidad política que ha habido desde las elecciones”.
Después presionó de forma reiterada a Pedro Sánchez para que el PSOE se instalara en la abstención permitiendo así a Mariano Rajoy formar gobierno, si bien afirmó sagazmente: “El partido más votado presenta un candidato que es el más vetado”.
Ahora Felipe González ha perdido la esperanza. Se teme lo peor. “Si nos llevan a unas terceras elecciones, les pediría a los cabezas de lista que no se vuelvan a presentar”, ha declarado.
Se trata de una opinión autorizada, razonable y llena de sentido común. Me temo que no le harán caso al que durante catorce años fue presidente del Gobierno. Si el sectarismo de los partidos políticos somete al pueblo español a unas terceras elecciones en un solo año, Mariano Rajoy no dará un paso atrás ni a un lado. Se mofará de Felipe González y encabezará la opción del Partido Popular.
Pero lo peor es que Pedro Sánchez también hará burla a Felipe González. Salvo que el Comité Federal del partido decida apartarle, el secretario general que no tiene otra preocupación que salvar la cara se volverá a presentar como cabeza electoral después de haber cosechado las dos mayores derrotas del PSOE en democracia.

Y así están las cosas cuando los electores vascos y gallegos llaman a la puerta. Mariano Rajoy permanece acechante en la desesperada esperanza de que una finta electoral en el País Vasco le desbroce el camino hacia la Moncloa.